"Storm" # 01 (2024): oh, mi diosa
Mutante, ladrona, reina, diosa, Mujer-X, regente de Arakko y del Sistema Sol. A Ororo Munroe se le ha llamado de muchas formas. Pero, ¿hay alguno de esos apelativos que logre definir quien es realmente la mutante llamada Storm? Esa es la pregunta que tratarán de responder Murewa Ayodele y Lucas Werneck en Storm, serie de la franquicia X-Men que acaba de debutar, y cuyo primer número comentamos a continuación.
From The Ashes, el relanzamiento de la línea X-Men sigue engrosando su listado de títulos, esta vez con el debut de una nueva serie regular, dedicada a una de las mujeres más poderosas de Marvel. En efecto, en el último tiempo Ororo ha adquirido gran protagonismo, tanto en la Era de Krakoa, donde formó parte del gobierno del Gran Anillo de Arakko y fue/es regente del Sistema Sol, como en la actualidad, donde se ha incorporado a las filas de los Avengers.
Por ello, es que quizá nunca ha existido un mejor momento para que la Jinete del Viento protagonice su cabecera propia, aunque no es la primera vez que esto ocurre, pues la morena ha figurado como principal en varias miniseries, una de las cuales incluso fue guionizada por el mismo Warren Ellis. En esta oportunidad, el guion está a cargo de Murewa Ayodele, quien nos la presentará como la mutante más prominente, respetada y poderosa en el escenario mundial, y en ese papel, pretende ser una fuerza para el cambio positivo. Pero antes, la fusión del núcleo en una instalación nuclear en Oklahoma City sacará a Storm de su Santuario en Atlanta y la llevará a un conflicto moral que pondrá a prueba su férrea determinación.
Como decíamos, unos de los ejes de las historias de Storm es que nunca estamos seguros de acerca de qué Ororo van a tratar. De hecho, acá su identidad y papel siempre cambiantes en el Universo Marvel son el centro de atención, lo que es representado mediante la metáfora en que contempla un guardarropa virtual de sus looks pasados. Sin embargo, en última instancia el numero decanta más hacia consolidar la posición de Storm como una superheroína en solitario, lo que prepara el terreno para una serie potencialmente emocionante que parece huir del cliché del contexto antiguo.
Aunque la trama gira en torno a la inauguración del Santuario, el nuevo cuartel general aéreo de Ororo que se cierne sobre Atlanta, la mayor parte de la acción ocurre en un flashback a Oklahoma City una semana antes, cuando Storm y Frenzy trabajaron para salvar a los residentes de una aparente fusión del núcleo de una planta nuclear local. La verdad es mucho más complicada y podría destruir toda la buena voluntad de la comunidad humana que ambas se ganaron con sus esfuerzos de rescate, dejando a nuestra protagonista frente a una difícil elección sobre si aceptar la verdad, o ahorrarles a los mutantes el prejuicio adicional que puede caer sobre ellos.
Quizá no sea exagerado decir que la mutante nunca ha sido tan fiel al molde de un superhéroe como en Storm #1. Fundamental en ello es el arte de Lucas Werneck, que hace un excelente uso de los paisajes de fondo para enmarcar el desastre en Oklahoma City como verdaderamente cataclísmico. Los paneles de Storm y Frenzy manteniendo el caos a raya o encontrando civiles, se muestran desde el punto de vista de alguien que los mira mientras aparentemente descienden desde lo alto, un encuadre divino enfatizado aún más por su nuevo hogar entre las nubes, una morada opulenta que está muy lejos de la cultura comparativamente espartana de Arakko, donde residió anteriormente.
Esta secuencia no desentonaría en una historia de Superman, en la que el héroe poderoso pero compasivo salva a todo aquel que puede sin cuestionamientos ni reservas, antes de regresar a su remoto santuario personal. Todo funciona bien como reflejo de la magnanimidad y la convicción de Storm, pero sin embargo, algunos momentos también enfatizan su fragilidad como ser humano, como cuando un trozo de madera astillada que se mueve a gran velocidad, un detritus que rebotaría en el torso de un kriptoniano, perfora el pecho de Ororo. Hay otra señal de la mortalidad de Storm, que es el envenenamiento que sufre por radiación, que actuará como Espada de Damocles, un destino aparentemente inexorable que desciende sobre la Bruja del Clima.
Aunque Storm tiene relativamente poco diálogo para ser un número debut, la visión que tiene el equipo creativo de quién es ella se transmite de otros modos. Es un ser con un poder casi divino y una empatía claramente humana, que no tiene miedo de aprovechar la grandiosidad de la que es capaz de ostentar de manera única, siendo, en ese sentido, un interesante paralelo a lo que estamos viendo con Jean Grey en Phoenix. Es una heroína que hará lo correcto hasta que le duela, que valora la dura verdad por sobre las mentiras convenientes, y que puede estar destinada a cosas incluso más grandes de las que ella misma podría imaginar.
Sobre los desafíos que enfrentará Storm, cuando se anunció la serie Ayodele estableció que "Como fan de Storm, de sus deberes con los X-Men y de lo que representa en varias comunidades del mundo real, me gustaría asegurarle a la audiencia que Storm está en peligro. Amamos a Ororo Munroe, y es por eso que hemos creado una historia emocionante que mostrará la fuerza de su personaje en plena exhibición".
"Pero cuando eres un mutante de nivel Omega, pocas cosas pueden poner a prueba tus límites, y aún menos cosas pueden romper esos límites", continuó. "Para nuestra serie, una cosa que nos gustaría que los fanáticos recordaran es que hay amenazas que están más allá de ser un Omega. Prepárense para una extraordinaria exhibición de superheroísmo que dejará nudillos ensangrentados, rodillas destrozadas y montañas llenas de cráteres. Estamos avanzando hacia conflictos gigantescos que sacudirán el universo. Estamos creando historias llenas de humanidad, amor, misterio, aventura, desamor y acción total".
En lugar de eludir la compleja y a veces conflictiva historia de Ororo, Storm #1 hace uso de todo, para adquirir un fuerte sentido de propósito. El número plantea varias complicaciones potenciales en la vida de la heroína y, aunque está por verse si se fusionarán en una narrativa satisfactoria y coherente, la fuerza de este número de arranque le ha ganado al equipo creativo algo de espacio para exponer su punto de vista. En un momento en el que los nuevos cómics de superhéroes a menudo luchan por justificar su existencia, Storm #1 crea el marco para posicionar a su protagonista como la superheroína líder que debió ser desde hace tiempo. Esperemos que el futuro de Storm sea tan luminoso como los rayos que puede convocar.