Todo "Sin City" #05 - Family Values
Llegamos al segundo tomo integral de Sin City con un cambio de ritmo. Las historias anteriores fueron publicadas en entrega serializadas de diferente duración. En el caso de Family Values, Miller ha optado por el formato de “Novela Grafica”, es decir, son ciento veinte páginas publicadas en un solo gran tomo, alejado de las varias entregas de menos páginas.
Siempre he pensado que todo el rollo de poner “Novela Gráfica” en una publicación obedece a esa necesidad que tiene el mercado gringo para venderte algo que no es. Simplemente son historietas con más páginas, pero el ingeniero comercial tiene que ser escuchado y el mercado necesita remecerse con ello. “Novela Grafica” suena como algo prestigioso y aleja inconscientemente al comprador de los cómics tradicionales norteamericanos protagonizados por superhéroes. Es casi como si les diera vergüenza admitir que el gran mercado del cómic USA esta apuntado a los niños.
Volviendo a Family Values nos encontramos con la sorpresa que Miller ha vuelto a poner a Dwight en el rol protagónico. Parece ser que vamos a sufrir las consecuencias de esa dura lectura que significó A Dame to Kill For, a pesar de que el personaje sufrió un curso de corrección en su siguiente aventura, para hacerlo mas llevadero.
Es un día con mucha nieve, y Dwight tiene la misión de obtener información sobre un reciente golpe de la mafia en una pequeña cafetería. Tras ser seducido por una mujer policía -de la que consigue librarse fingiendo ser un masoquista bisexual-, entra en un bar cercano al lugar del golpe y ahora es él el que intenta seducir a una de las bebedoras locales llamada Peggy.
Ella le revela que Bruno, el objetivo, fue asesinado por Vito, uno de los sobrinos y sicarios del Don Magliozzi. El Don ordenó matar a Bruno, que había asesinado a su querida sobrina años antes. Esto iba en contra del tratado de su familia con el jefe mafioso Wallenquist, que tenía a Bruno en nómina, y que había pasado de ser un criminal a un útil político corrupto.
Con esa información, Dwight sale del bar, para ser confrontado por Vito y algunos otros sicarios Magliozzi, pero éste está más interesado en el coche de Vito, jurando que será suyo una vez que los mate a todos. Hasta aquí, las cosas son más menos positivas para Miller en cuanto a la historia. Dwight sigue siendo una rata poco carismática, pero el misterio detrás de sus investigaciones hace que la historia se sienta diferente a lo que ha hecho Frank hasta el momento.
Dentro del auto, Vito se jacta frente al supuestamente secuestrado Dwight, de haber matado a todos en la cafetería, incluido un perro callejero. Dwight le dice entonces a Miho, que les ha estado siguiendo, que ataque. Miho es el personaje más nada de todo Sin City. Quizás sea lo que ve Miller en una mujer fuerte: una mujer que no habla, que es buena matando y que hace todo lo que el hombre le dice. Es completamente plana, a pesar de haber aparecido ya varias veces en Sin City, Miller se empeña en no desarrollar nada con ella. Lo mejor de ella, quizás sea la exclusiva estética grafica que el autor le inyecta, una que volvería a utilizar en su Carrie Kelley en la infumable DK2, secuela de The Dark knight Returns. Con los rollers incluidos.
Miho mata a uno de los secuaces, haciendo que aparquen en un área de descanso en lo alto de una colina, con vistas a los Proyectos. Allí, Miho juega con otro de los sicarios mientras Dwight le dice a Vito que mate al otro sicario llamado Luca, que es el propio hermano de Vito. Cuando Miho y Dwight terminan, se dirigen directamente a Sacred Oaks para enfrentarse a Don Magliozzi.
Mientras Miho masacra a los guardias, Dwight le dice al Don que va a morir junto con Vito, y le revela el motivo. Redoble de tambores porque aquí viene el gran giro de trama que estábamos esperando. En el golpe a la cafetería, Vito mató por “accidente” a Carmen, una de las chicas de Pueblo Viejo. Dwight les dice que Vito no debería haber disparado al perro callejero, ya que los ángulos estaban en línea recta hacia una cabina telefónica cercana donde Carmen pedía que la llevaran. Carmen murió por los disparos.
Así es, Miller trata de comparar la idea tradicional de familia, una idea que hoy los conservadores tratan de usar para desestimar las nuevas realidades sociales, y lo hace contra la idea de estos nuevos tipos de familia surgidas por los numerosos cambios sociales. Para ello, el autor juega con el contraste entre una tradicional familia de mafiosas italianos –algo que Coppola usó para hacer empática a la familia Corleone- y una familia formada entre dos de las chicas del Pueblo Viejo, y que en si mismo aparece como una gran familia que cuida de los suyos.
Claro que todo esto cae en un vacío cuando se analiza un poco. Toda la historia inicia por un acto de venganza familiar, la de Don Magliozzi, y termina con otro, la muerte del mismo. Al final, a pesar de todas las vueltas que se da Miller con su historia, ambas visiones de la familia se quedan en tablas porque el autor nunca se molesta en dar más profundidad a sus propias creaciones. Nunca vemos que lleva a las chicas de Pueblo Viejo vivir esa vida de prostitución, pero se puede intuir que es culpa de este mundo cercano a la barbarie que ha creado Frank, en donde los brutos buscan venganza, porque la justicia ya no existe.
Daisy, la amante de Carmen, llega cuando Dwight se aleja del Don y sus socios, y los acribilla a tiros. Dwight comenta que la masacre dará lugar a una guerra de mafias, pero que ni él ni las chicas de Pueblo Viejo tendrán por qué preocuparse. Algo muy conveniente y que sale a pito de nada, sobre todo porque Dwight dejó rastros durante toda la historia. Finalmente, el protagonista se apodera del coche de Vito –el único deseo que ha expresado durante todo el tomo- y se adentra en la noche.
El bajón de calidad es importante respecto a la historia anterior. Si bien Hartigan nunca se ve como un héroe original, Miller va dosificando su constante lucha en cada capítulo, lo que hace que la lectura se torne mucho más dinámica. Aquí no pasa eso. Al carecer de la estructura de capítulos, Family Values se siente aburrida a ratos, dándose vuelta sobre sí misma sin decir nada profundo en el proceso. Esa secuencia entre Miho y uno de los sicarios de la mafia debe ser uno de los duelos más aburrido puesto en el cómic gringo. Y firmado por Frank Miller nada menos.
Se nota que ya hay un desgaste del autor. Hay poco que decir en este pequeño mundo que Miller ha creado y sus limitaciones como creador no lo dejan desarrollar ideas más complejas. Miho es el ejemplo perfecto de esto. Quizás hubiera sido ideal que Miller invitara a otros autores a jugar dentro de su patio, a ver qué idea fresca podía salir, porque acá, todo se siente estancado.
En lo grafico, si se nota que hay un esfuerzo por darle profundidad a los personajes. Miller reduce al mínimo las siluetas de que tanto abusó en That Yellow Bastard y sus rostros si bien son feos, dan una sensación de degradación y desgaste propio de la periferia en donde se desarrolla la historia. Los fondos también están más presentes y aportan a la atmósfera.
Vamos en caída con esta historia, a pesar de que se nota que Miller le tenía mucha fe puesta al proyecto. Pero sus límites como autor se empiezan a hacer evidentes y los que se suponen eran clichés del genero noire puestos en sus primeras historias, no pueden ser perdonados a estas alturas del partido.
Lo que sigue en el tomo son todas las historias cortas compiladas en un gran capítulo. Me disculpo de ante mano si tardo en sacar ese post, pero quizás, el cambio a un formato corto ayude al bueno de Frank a levantar su ciudad del pecado, porque estas 120 páginas se sintieron como el doble. Puede que Miller consiga reinventarse en su propio juego. Ruego por eso. Pero está difícil.
Índice
- Todo "Sin City" #01 - The Hard Goodbye
- Todo "Sin City" #02 - A Dame to Kill For
- Todo "Sin City" #03 - The Big Fat Kill
- Todo "Sin City" #04 - That Yellow Bastard
- Todo "Sin City" #05 - Family Values
- Todo "Sin City" #06 - Booze, Broads, & Bullets
- Todo "Sin City" #07 - Hell and Back