Todo "Sin City" #04 - That Yellow Bastard
"Come back here, you yellow bastard! I'll bite your legs off!"
El Caballero Negro en Monty Python & The Holy Grail (1975)
Aquí en Chile, hay un grupito de políticos que orgullosamente se hacen llamar amarillos. Un grupo que dice “estar alejado” de los políticos tradicionales, pero que en realidad son una bandada de cobardes que siente miedo al ver como el mundo cambia a su alrededor. El color amarillo siempre se ha asociado con la cobardía y la pillería que genera el no querer defender sus ideas de forma abierta. Es decir, son temerosos de una manera que los hacen incapaz de hacer lo que es correcto o esperado.
Traducida como “Ese Cobarde Bastardo”, esta historia dentro de Sin City nos presenta a John Hartigan, un policía que bordea los sesenta años, a punto de retirarse por una condición en su corazón que le impide hacer su trabajo de forma normal. Pero Hartigan quiere dar su canto del cisne antes de retirarse y atrapar a Roark Junior, hijo de uno de los funcionarios más poderosos y corruptos de Basin City, que está dando rienda suelta a su afición por violar y asesinar a niñas prepúberes. La última misión de este policía: el rescate de la pequeña Nancy Callahan, de solo once años.
Y parecer que va a lograr su cometido. Hartigan ha acorralado en los muelles a Junior, matando a sus guardaespaldas y saboteando su auto deportivo. No hay donde correr y el policía decide tomar la ley por sus manos. Le vuela la oreja, una mano y los testículos a este patético violador de menores. Antes de que pueda terminar la faena, a Hartigan le dispara por la espalda su compañero Bob, un gordo detective que teme por la ira que va a desatar el papá de Junior sobre ellos, el poderoso senador Roark. La pequeña Nancy ha visto todo a través de sus enormes ojos, siendo la única testigo de los hechos de esa noche.
Con Junior en coma, Hartigan es curado en el hospital, donde es visitado por el Senador, quien le promete que lo hará sufrir por el resto de su vida. Incluso le promete que va a curar el defecto en su corazón para extender su vida natural. Le inculpan de violar a Nancy, lo tachan de pederasta y le condenan a una larga pena de prisión en medio de un clamor público que le convierte en uno de los ciudadanos más odiados de Sin City. Hartigan guarda silencio sobre su dolor, vive su propio vía crucis, sabiendo que el senador Roark ejecutaría a cualquiera que descubriera la verdad. La única persona con la que Hartigan habla en el hospital es Nancy, que se escabulle en contra de la voluntad de sus padres para ver al hombre que la salvó.
Miller rápidamente define a Hartigan como un personaje de esos que le gustan. Al igual que su octogenario Bruce Wayne y el coloso Marv, John Hartigan es un suicida que ha sido empujado al borde, y que está esperando la escusa para darle sentido al su mundo a través de la violencia. Conforme mas avance el relato, Hartigan y su figura de Cristo en constante sufrimiento se hará cada vez más grande, realzando esta idea del “todo o nada” en el que el personaje está metido. Es un personaje repetido hasta lo que hemos visto de Sin City, pero Miller logra hacerlo interesante gracias a la pausada de su creación. Mientras que de Marv lo sabemos todo en las primeras páginas, de John Hartigan nos vamos enterando poco a poco, a medida que su historia sucede.
Hartigan ha sobrevivido las cruentas torturas de sus interrogadores, que buscaban una confesión. Tienen todas las pruebas en su contra y la única que quiere ayudarlo, la pequeña Nancy, es silenciada por ser menor. Es condenado a prisión, por el crimen que no cometió y el único consuelo de este hombre venido a menos, es que la pequeña Nancy estará a salvo del clan Roark.
Sólo en la cárcel, abandonado por su mujer Eileen y sus amigos, Hartigan encuentra consuelo en las cartas semanales cuidadosamente disimuladas que recibe de Nancy. Desarrolla rápidamente un amor paternal por la joven Nancy, y la ve como la hija que nunca tuvo. Durante ocho años, se arrastra a través de su tiempo en la cárcel, y su único respiro son las cartas que su joven admiradora le envía, hasta que finalmente las cartas dejan de llegar.
Aunque al principio cree que Nancy simplemente ha superado a su héroe de la infancia, Hartigan pronto empieza a preocuparse cada vez más de que el senador Roark finalmente la haya encontrado. Sus temores se confirman cuando un visitante deforme, sin pelo y de piel amarilla enfermiza, que huele claramente a basura llega a su celda de la prisión y le da un puñetazo que lo deja KO.
En el piso de su celda, el ex policía encuentra un último sobre con la firma de Cordellia, el alias de Nancy. Pero dentro no hay una carta, si no el dedo cortado de una joven de diecinueve años. Hartigan al fin siente el miedo que Roark estaba buscando hacerlo sentir. Con la ayuda de Lucille –la misma agente de libertad condicional de Marv- Hartigan logra salir de la cárcel después de firmar su confesión. Lucille sabe que Hartigan es inocente, pero acepta ayudarlo a pesar de su obvia oposición. La guinda de la torta es que el mismísimo senador ha aceptado perdonar a nuestro sufrido protagonista, una humillación extra que debe soportar.
Ya en las calles, Hartigan parte corriendo al departamento de Nancy para encontrarlo todo revuelto. ¿Cómo se entero donde vivía Nancy? Ni idea, pero parece que los peores temores de Hartigan son ciertos. La única pista sobre su paradero es un paquete de cerillas de un bar. Siguiendo la pista, Hartigan descubre que ahora es una mujer que trabaja en el club como bailarina exótica... y que está ilesa. Esto pudo haber sido una gran sorpresa, pero Miller siempre había dedicado varias viñetas a “la figura” de Nancy en las otras historias de Sin City. Una oportunidad desperdiciada si me lo preguntan.
Hartigan se da cuenta que ha caído en una trampa. Ha llevado a los Roark directo a Nancy, el preciado tesoro que siempre ha protegido. Huele el montaje, y algo mucho peor: el inconfundible olor a basura podrida. “Ese cobarde bastardo” piensa para sí mismo, la pesadilla que vio en su celda lo ha seguido.
Nancy reconoce a Hartigan y salta a sus brazos, besándole. Claramente el amor padre/hija del viejo no es compartido por la joven más deseada de Sin City. Ambos salen del bar y suben al coche de ella. Se produce una persecución a gran velocidad, con el "Bastardo" pisándoles los talones, pero Hartigan da un disparo preciso que alcanza al "Bastardo" en el cuello. El ahora ex convicto insiste en detenerse para confirmar la muerte. Acompañado por Nancy, descubre la sangre maloliente del "Bastardo" por todas partes, pero ningún cuerpo.
Miller ha mutado la relación de Nancy y Hartigan a algo incómodo. Mientras estuvo en la cárcel, el policía se sentía como un padre cuidando de su hija. Todo ese sufrimiento era para que ella estuviera a salvo y viviera una vida normal. No sé de donde Miller se saca el enamoramiento de Nancy. A pesar de que ella dice que trató de vivir una vida normal, sus pensamientos siempre estaban con Hartigan, el hombre que la salvó de ser violada. Quizás todo sea una gran metáfora de cómo Miller añora los viejos tiempos, esos de los que parecen venir sus héroes. Según el mismo Miller, escribió That Yellow Bastard por lo insatisfecho que lo había dejado The Dead Pool, la quinta y última película de la serie Harry el Sucio. La idea era tener una aventura final de Harry el sucio a la altura, una última épica para dar cierre a su personaje favorito, de esos viejos tiempos que parece amar tanto.
El “Bastardo” embosca a la pareja en el motel, separándolos. Hartigan es dado por muerto, pero logra zafarse de una improvisada horca –quizás otro homenaje a Clint Eastwood- y va al rescate de Nancy, que se la han llevado a la granja Roark, la misma que vimos a través de los ojos de Marv. Aquí se revela que el oloroso Bastardo es en realidad Junior, que después de un montón de operaciones para tratar de componer lo que Hartigan le hizo hace ocho años, ahora ha tomado ese horroroso aspecto amarillo.
En un último encuentro, Hartigan –herido y arrastrándose- enfrenta a Junior. Miller se esfuerza lo máximo para hacer de Junior un personaje desagradable a la vista. No hay ni una sola cualidad positiva en el amarillo Bastardo, lo que hace que la venganza de Hartigan sea muy satisfactoria. Hartigan mata al único hijo del senador Roark, castrándolo antes con sus propias manos. Lleva a Nancy a su auto, prometiéndole hacer caer de una vez al Senador. Nancy le da un último beso y se va confiando en el único hombre al que ha amado.
Pero Hartigan sabe que solo hay una única forma de terminar esto. Un último sacrificio a la altura de este vía crucis. Como dije, los personajes favoritos de Frank Miller son los suicidas.
That Yellow Bastard es una aventura más en la línea de la primera aventura de Marv. Una épica criminal sobre un policía traicionado, con el auto sacrificio como motivo para hacerlo avanzar a través de la calles de la ciudad. Atrás ha quedado el desagradable Dwight y su moral endeble. Hartigan es todo lo contrario, es un personaje inquebrantable, una roca que es golpeada constantemente por el mar de la corrupción y la injusticia.
La prosa de Miller sigue sin decaer, pero ayuda bastante en que está en el tipo de historia que le gusta, con el tipo de personaje que ama. En el dibujo se le nota un poco más cansado, abusa de las páginas en negro, de las figuras poco definidas y la falta de fondos definidos. Para mover un poco las cosas en el apartado grafico, mete el color amarillo, reservado para el villano de la obra. El tono es casi chillón, y resalta inmediatamente por obvias razones. Esta jugada se volverá repetir en el futuro. Por ahora queda como un truco entretenido. Sigue siendo una historia entretenida de leer. Miller hace que sus personajes sean entretenidos, pero no deja de resaltar que este tipo de historia se siente repetida dentro de su trabajo.
Cierro el primer tomo de Sin City, ese que parecía una biblia prohibida. Es hora de abrir ese esquivo segundo tomo, que me he negado abrir por temor a descubrir que no ha envejecido como quisiera. Ya veremos.
Índice
- Todo "Sin City" #01 - The Hard Goodbye
- Todo "Sin City" #02 - A Dame to Kill For
- Todo "Sin City" #03 - The Big Fat Kill
- Todo "Sin City" #04 - That Yellow Bastard
- Todo "Sin City" #05 - Family Values
- Todo "Sin City" #06 - Booze, Broads, & Bullets
- Todo "Sin City" #07 - Hell and Back