"X-Men: From The Ashes Infinity Comics" #1 - 12 (2024): antes de la resurrección

Cyclops puede ser el heredero del sueño de Xavier, pero el Phoenix es vida y fuego encarnados. Luego de la debacle de Krakoa y la lucha por su supervivencia, Scott y Jean necesitan un descanso para ellos solos, pero ¿Dónde y cuándo podrá la pareja de superpoderes tomarse un tiempo para sí mismos? ¿Qué significa eso para su futuro juntos? ¿Y qué fuerza letal amenaza su relación?.

Aunque el ya nombrado Tom Brevoort, no ha parado de repetir con la mano que esta nueva etapa no es un retroceso a etapas más clásicas y reconocibles para el gran publico, con el codo se ha dedicado a borrar cosas de la Era de Krakoa que no le parecen pertinentes. Por ejemplo, una de ellas fue la supuesta relación abierta que existía entre Wolverine, Jean Grey y Cyclops, de la que alega nunca hubo pruebas concretas en las viñetas, más allá del famoso diagrama de la casa Summers, o la viñeta de Jean y Logan en un baño termal en X-Force.

Como sea, el primer arco de X-Men: From The Ashes Infinity Comics está dedicado a mostrarnos que con sus más y sus menos, aún están casados y se aman de verdad, quizá de una vez por todas de por vida. La trama de fondo —un residuo psíquico que clama por venganza y ayuda, matando a personas en el proceso— solo es una excusa para que veamos una vez más a la pareja en un momento intimo, de profunda conexión emocional, física y mental. También, ambos abordan la situación en la que los encontramos en X-Men #1 y Phoenix #1, esto es, separados por miles de kilómetros, con Scott en la base de Merle, Alaska, y Jean viviendo aventuras en el espacio profundo, abrazando por completo a la Phoenix Force.

Leer antes de: cualquier serie de la nueva etapa, especialmente X-Men #1 y Phoenix #1.

Si algo hay que reconocerle al ya nombrado Tom Brevoort, es que ha sido muy locuaz defendiendo y promocionando esta nueva era X. Una de las cosas que ha establecido es que le desagradan los grises morales al que han llegado los personajes, especialmente a lo relativo a asesinar a sus enemigos, pues para él los X-Men son héroes, y como tal, se deben a un estándar moral más alto.

Por ello, es que no solo ha prohibido que X-Force sea nuevamente un escuadrón de asesinos o que los personajes maten libremente, sino que también hará algunos retcon para devolverles a los personajes el estándar heroico que históricamente han tenido. Uno de ellos es Xavier, quien es el protagonista del arco «What Charlie Did…», en el que descubriremos, de la mano de una investigación de la periodista Sally Floyd —Generation M—, que una de las acciones de Charles en Fall of The House Of X es muy diferente a lo que el público cree.

Pero, ¿Es esta verdad liberadora para el Profesor, o solo justifica más su encarcelamiento en su ex-escuela? ¿Los hechos acá narrados permitirán que los humanos tengan una nueva visión de los mutantes, o solo propagarán más las llamas del odio? Y, sobre todo, ¿Verá Sally recompensada su fe en Xavier, o aprenderá por la malas que no es bueno husmear donde no la llaman, en especial si es la mente más poderosa del planeta?

Leer antes, o durante, de: Uncanny X-Men #1.

Había una vez, una mujer llamada Madelyne Pryor, uno de esos personajes nacidos para sufrir. Luego de un rutilante debut, rápidamente quedó a la sombra de Jean Grey, de quien era un clon. Mientras estaba embarazada, fue abandonada por su esposo, Scott Summers. Convirtiéndose en la villana Goblin Queen, fue abandonada por los lectores. También fue abandonada por su hijo Cable, quién siempre se ha sentido más cercano a Jean. Y no sabiendo muy bien que hacer con ella, también fue olvidada por los autores, quienes solo la usaron para dar un par de golpes de efecto por aquí y por allá. En la Era de Krakoa resucitó para obtener nuevos bríos, ser la regente de la dimensión conocida como El Limbo, y ostentar el mayor rango diplomático en la embajada del Limbo en New York.

Había una vez, un hombre llamado Alex Summers, uno de esos personajes nacidos para sufrir. Luego de un rutilante debut, rápidamente quedó a la sombra de su hermano Scott, el líder de los X-Men. Ha vivido una desilusión amorosa tras otra, incluida una relación mas o menos tóxica con Polaris, y un matrimonio con Madelyne Pryor mientras esta era la Goblin Queen. Y aún siendo líder de algunos equipos, como X-Factor o los Uncanny Avengers, los autores no sabían muy bien que hacer con él. Cuando llegó la Era de Krakoa, finalmente logró la resurrección de Madelyne, con quien inició una relación relevante y basada en el respeto.

Como decíamos, en From The Ashes hemos visto varios borrón y cuenta nueva respecto de algunas situaciones vistas en Krakoa. Aunque algunas son polémicas, otras son de plano estúpidas, como la que atañe a Alex y Madelyne. Porque luego de todo el ninguneo y sufrimiento que ambos han pasado, y cuando al fin parecía que recuperaban la dignidad, los editores deciden lo menos pensado: hundiros nuevamente en el barro.

Al final de Krakoa, vimos como Madelyne y Alex vivían como pareja en la embajada del Limbo, con la primera siendo regente de esa dimensión, y manteniendo un equilibrio entre el reino demoníaco y la Tierra. Alex, muerto y mágicamente resucitado en la lucha contra Orchis, parecía estarse recuperando lentamente del estado tipo zombie en el que quedó tras una resurrección que parecía fallida. Pero he aquí que se lanzó el bombazo: Madelyne lo devolvió a la vida en ese estado a propósito, con el objeto de ‘protegerlo’ mantenerlo retenido a su lado.

Intentando ayudar a Havok, el pequeño demonio K’yrb termina liberando al mucho más peligroso N’astirh, lo que obligará a Maddie a confesar la verdad de cara a la lucha final. Así, volvemos a tener a 1) Madelyne como una mujer insegura y manipuladora, quizá enamorada de Alex, pero de la peor forma, aunque al menos no con una impronta villanesca, gracias; y 2) a Havok volviendo a los brazos de Polaris, una relación tóxica que durante toda su vida no ha hecho bien a ninguno, y retomando su faceta de héroe inseguro y sin dirección que vimos al inicio de X-Factor. Shame on you, Marvel.

Leer antes de: X-Factor #1.

Si decimos Omega Red, no solo se nos viene a la memoria aquel mutante ruso capaz de drenar la fuerza vital de sus victimas, si no también el villano por excelencia de Wolverine de la primera mitad de los noventa, de esa época en que Jim Lee brillaba en los lápices de X-Men. Como sea, Arkady Rossovich, como todo villano nacido en la fría estepa soviética en las postrimerías de la Guerra Fría, es un personaje forjado en el dolor y el sufrimiento, ya saben que todo está permitido en nombre de la Madre Patria.

Sus idas y vueltas se consolidaron en la Era de Krakoa, dónde fue recibido a pesar de su maldad, pues la isla era para todos los mutantes. Como miembro de X-Force luchó defendiendo la nación mutante, y aunque no tuvo un arco de redención como tal, sí que se posicionó como un interesante antihéroe. Primero cayó la U.R.S.S., y ahora Krakoa, así que Arkady es nuevamente un hombre sin patria. ¿Y qué mejor para buscar un nuevo inicio que volver al hogar? Pero, como dice la tapa de la inmortal obra de Thomas Wolfe, a veces no puedes volver a casa.

Aunque también es una historia previa a alguna de las series en papel —en este caso, a Sentinels, que debutará en octubre—, al menos acá no se está retconeando nada. Debo confesar que cuando supe que el pálido mutante sería el protagonista, temí que fuese devuelto al cajón de los malosos, deshaciendo todo lo avanzado, pero afortunadamente no es así. Espero que el guionista, Alex Paknadel no se guarde esa sorpresa desagradable para Sentinels, que será de su autoría, ya que en la descripción del #1 se establece que el primer objetivo de los protagonistas será justamente cazar a Omega Red.

De hecho, creo que «Samosud» —vocablo ruso que significa ‘linchamiento’— es una carta de amor casi perfecta para el personaje de Omega Rojo. Por lo general, los arcos de redención resultan bastante cliché, pero acá está muy bien basado en lo que sucedió con Arkady en Krakoa. Definitivamente ha cambiado, y el hecho de que haya tenido la oportunidad que tuvo en la isla gracias a Sage, así como el hecho de que haya obtenido el C-Synthesizer para no tener que matar para vivir, realmente lo ayudó a deshacerse de las peores partes de su personalidad. Aquí puede actuar más como un ser humano e interactuar con otras personas, sin que se vuelva violento de inmediato para satisfacer sus necesidades.

Paknadel entrega un notable trabajo de personajes, a medida que conocemos mejor a Omega Red a través de atisbos de su pasado y sus pensamientos internos a lo largo de las viñetas. El arte también es asombroso, ya que hay bastantes paneles dibujados por Phillip Sevy que capturan bien el estado de ánimo. Como fan de los mutantes, no puedo recomendar este arco argumental lo suficiente, pero también, se eleva la expectación por la aparición de Arkady en el ya nombrado Sentinels, al que este arco argumental, al parecer, sirve como introducción.

Leer antes de: Sentinels #1.