"X-Force" #1 (2024): mundo fracturado
Seguimos avanzando de lleno en From The Ashes, el nuevo estatus mutante, y por eso seguimos recibiendo semana tras semanas los #1 de las series que conformarán la nueva iteración de la franquicia. Luego de X-Men, Phoenix y NYX, esta vez le toca el turno a X-Force, de los creadores Geoffrey Thorne en guiones, y Marcus To en dibujos.
De todos los equipos de Hombres-X, X-Force es el que más ha cambiado dependiendo de quién estuviera en el equipo y quién lo liderara. Bajo el mando de Cable, los Nuevos Mutantes se convirtieron en una fuerza de combate más proactiva. Bajo el mando de Cíclope, y más tarde de Wolverine, se convirtieron en un escuadrón de la muerte cuyo objetivo era eliminar las amenazas a la raza mutante. En la era Krakoana, se suponía que debían ser la primera línea de defensa de la nación mutante. Ahora, la nueva iteración de X-Force adopta un enfoque muy inesperado y original.
Cuando Forge sufre un aumento de sus habilidades mutantes, llega a la desesperanzadora conclusión de que el mundo está roto. Como inventor, decide arreglarlo, para lo que reunirá un equipo único formado por Sage, Tank, Betsy Braddock y Rachel Summers. Para saber dónde actuar, Forge ha creado The Analog, un dispositivo en el que no se entra en muchos detalles, pero es una pequeña esfera que detecta las perturbaciones a lo largo de las líneas ley de la Tierra. De alguna manera, la sensibilidad de The Analog le permite a Forge mostrar dónde están apareciendo puntos calientes en todo el mundo que podrían destruirlo todo, por lo que el nuevo X-Force será responsable de encontrar y detener los problemas cada vez que el aparato envíe una alerta.
La primera alarma salta en Japón. Cuando el equipo llega al lugar designado, encuentran a los ciudadanos bajo el ataque de monstruos que liquidan a toda criatura viviente que tocan. Ahí, los nuevos X-Force se encuentran con Nori Ashida, también conocida como Surge, y lo que sigue es una batalla estándar en la que el equipo utiliza el método de ensayo y error para determinar el plan de ataque adecuado. El número termina con una solución descubierta accidentalmente, o no, y un pago ganado con esfuerzo para Deadpool.
Thorne fue muy claro en el período previo a X-Force en que su versión del equipo sería diferente a cualquiera de las anteriores, y en ese sentido tenía razón: Forge no es un luchador como Wolverine o un soldado como Cable. Sabe cómo arreglar las cosas, lo que significa que su estrategia es colocar a las personas en el lugar correcto y dejar que utilicen sus habilidades únicas. Así, Thorne y To arrancan su periplo con estridencia, entregando en este número una aventura trepidante que presenta al nuevo equipo, nuevas amenazas y mucho caos mutante.
La química del equipo es eléctrica, y cada miembro aporta su toque único a la mezcla. El diálogo de Thorne es agudo e ingenioso, capturando la esencia de estos personajes icónicos y dándoles una nueva profundidad. La dinámica es especialmente efectiva en las conversaciones de pareja de Betsy y Rachel, o la respuesta contundente y cortante de Sage a todos quienes osen a hablarle.
Además de lo anterior, hay que destacar la novedosa premisa de la propuesta. Siempre es de agradecer que las historias vayan más allá de mutantes buenos contra mutantes malos/grupos de odio mutante, y aunque no sabemos si es eso lo que encontraremos al final del arco —a tenor de lo visto en la página extra a la que te lleva código QR—, por ahora parece que nos encontraremos con una estructura episódica que bebe mucho de las formas que el escritor Warren Ellis ejecuta en obras como Planetary, Secret Avengers o Global Frequency. Esto es, un equipo de entrar y salir, para cumplir el lema de 'derrota la amenaza, cumple la misión, salva al mundo'.
El arte de Marcus To es sencillamente impresionante. Sus dinámicas secuencias de acción son un festín visual y sus diseños de personajes para el nuevo equipo son sorprendentes y memorables. Los colores de Erick Arciniega resaltan de la página, realzando la energía general del número. Para ser sincero, no estaba totalmente convencido acerca de los nuevos trajes rojos y negros que luce el grupo, pero To los hace lucir increíbles al agregar elementos únicos a cada disfraz; la distintiva diadema de Forge, las gafas de sol de Sage y la chaqueta estilo años 90 de Rachel. To también tiene una forma única de representar superpoderes, especialmente cuando Surge despliega los suyos: se convierte en un ser de puro relámpago, con Arciniega agregando un toque azul eléctrico muy distintivo a sus escenas.
También tenemos que hablar de Deadpool, ya que el mercenario bocazas aparece para desempeñar un papel de invitado clave en la desactivación de la crisis. Es cierto que su aparición está más o menos en sintonía con el fin de semana de estreno de Deadpool & Wolverine, y de hecho me parece incluso de mal gusto su excesivo protagonismo en la portada, pues sabemos que no será miembro del equipo. Pero hay un método en la locura, y el equipo creativo entiende que un poco de Wade Wilson ayuda mucho.
Como primer número, X-Force #1 hace un trabajo bastante notable al establecer la premisa, presentar el elenco de personajes y ofrecer una historia independiente que también encajará en un arco narrativo más largo. Uno pensaría que esa debería ser la métrica de referencia de cualquier número uno, pero muchos no superan la prueba —a ti te miro, X-Men #1—. El escritor Geoffrey Thorne tiene experiencia en televisión, y eso se nota en la eficiencia con la que se presenta la historia. En la última página, el lector tiene una idea clara de qué esperar en los números posteriores, pero además, sintiendo que ya acaba de leer algo sustancial, cosa rara en estos tiempos pensados en arcos de varios capítulos para los tomos recopilatorios. El artista Marcus To es otro gran activo para este libro, y su arte característico, limpio y detallado, hace que la experiencia de lectura sea agradable.
X-Force ofrece una nueva visión de cómo salvar el mundo, envuelto en un paquete sólido en general que nos engancha a esperar las siguientes entregas. Y eso es lo que siempre esperamos de cualquier #1.