"The X-Files: Songs In The Key Of X" (1996): objeto sonoro no identificado, Parte II
En una entrada anterior comenzamos a desmenuzar, canción por canción, Songs in the Key of X: Music from and Inspired by the X-Files, el primero de los álbumes musicales dedicados a The X-Files, la famosa serie de televisión que arrasó con todo, y con todos, allá en la década de 1990. Las aventuras de los agentes Mulder y Scully se convirtieron en todo un fenómeno cultural, con millones de televidentes alrededor del mundo, ávidos de material del show.
Por ello, es que entre los cerros de merchandising creados a la sombra de la X, no podía faltar la música, mal que mal el tema de los créditos de apertura compuesto por Mark Snow era casi más conocido que el programa mismo. Pero contrario a lo que podría pensarse, Songs In The Key Of X no fue un disco con la música incidental de Snow —excepto, claro, el 'The X-Files Theme'—, sino de una mixtura de canciones que hicieron patente el subtitulo del álbum, "música de e inspirada por The X-Files", es decir, algunas que ya habían salido en pantalla y otras creadas o cedidas especialmente por los artistas para aparecer acá.
Aunque todo ello lo explicamos en profundidad en aquel primer artículo, quedaron algunas cosas en el tintero. Ahí mencionamos, por ejemplo, que el álbum fue lanzado por Warner Bros. Records en 1996, en formato físico de disco compacto y casete, con gran éxito de ventas y crítica. Sin embargo, quizá debido a que el show ya es parte de la cultura pop su fama ya está establecida, el pasado 2023 vio la luz una reedición, esta vez en formato limitado de doble vinilo, de la mano de la disquera Enjoy The Ride Records.
Si bien las ediciones noventeras se encuentran en el mercado de segunda mano a precios muy económicos, la existencia del vinilo le permitirá tener una nueva visibilidad, siendo una oportunidad para los nostálgicos de aumentar su colección, o para los fans de las tornamesas, de acceder a él por primera vez. Y aunque se extraña alguna rareza o descarte a modo de bonus track, la edición sí incluye —a diferencia del casete— los tracks "ocultos" de Nick Cave que estaban en la pista secreta del CD.
Por otra parte, el empaque del vinilo nos permitirá apreciar a máximo tamaño el arte de Sue Coe, diseñadora y artista cuyos dibujos engalanan la portada y arte interior del librillo del álbum. Coe es una activista de dilatada carrera, cuyo arte siempre ha estado al servicio de la exposición de las injusticias y abuso de poder, y que ha usado como conducto para su política progresista. Ha centrado su trabajo en una variedad de temas tan diversos como el apartheid, la vida de Malcolm X y el horror de la industria cárnica estadounidense, con obras publicadas en numerosas revistas, exposiciones y libros.
Su trabajo en Songs In The Key Of X, y para la serie en general, es el habitual que encontramos en el resto de su obra, con ilustraciones llenas de figuras grotescas que parecen vivir en el horror más absoluto. Su estilo "feísta" es perfecto para retratar la atmósfera misteriosa del show, cuyos trazos crudos y oscuros logran crear inquietud en el observador. En momentos se acerca al gore, e incluso, tiene un espíritu similar al eroguro japonés, pues si bien no recurre al tono explícito de este, logra crear una atmósfera desagradable muy parecida.
Coe ha realizado varias piezas para el show —la mayoría puedes verlas acá—, siendo las más conocidas justamente las del arte del álbum. Acá vemos, en rigor, tres ilustraciones. La primera es la que da vida a la cubierta del álbum, la clásica con la X roja sobre ese hombrecillo gris que es iluminado por las linternas de Scully y Mulder. En realidad, dicha ilustración solo es la cuarta parte de un dibujo más grande, que podemos ver al completo si extendemos el booklet del CD o miramos la contraportada del vinilo. En el casete, en tanto, solo podemos ver la imagen por partes, pues el formato del folleto no permite su reproducción como debe ser.
También, se incluye un boceto que retrata al creador de la serie y Productor Ejecutivo del álbum Chris Carter, que acompaña la sección del librillo que reproduce unas palabras suyas. Y por último, la pintura de la contraportada, donde se encuentra la lista de canciones del disco, donde nuevamente vemos a un extraterrestre gris, esta vez tras una X en cinta de papel, ese santo y seña que tenía Mulder para comunicarse con sus informantes. Esta imagen está en la edición en CD y vinilo, pero no en el casete.
Y ahora sin más, vamos con la revisión de las canciones de la segunda mitad del álbum, lo que en tiempos de los casetes se llamaba Lado B.
09.- 'Unexplained' — Meat Puppets
Meat Puppets, actualmente mejor conocidos por su trabajo con Nirvana en el álbum Unplugged in New York de estos últimos, fue una banda de rock alternativo muy prolífica en la década de 1980, llegando a publicar seis álbumes en siete años. Kurt Cobain, el tristemente fallecido vocalista de aquella agrupación, siempre nombró a Meat Puppets como una de sus grandes inspiraciones, y podemos entenderlo, pues hay pasajes de 'Unexplained' que suenan muy parecidos a Nirvana.
Por otra parte, del grupo de Cobain también proviene Dave Grohl, líder de Foo Fighters, que también aparecen en este álbum. ¿Habrá habido alguna sugerencia, o de plano un pituto? Nunca lo sabremos.
10.- 'Deep' — Danzig
Como gran fanático del terror y la ciencia ficción, era inevitable que Glenn Danzig, el famoso e icónico frontman de Misfits, Samhain y su banda homónima, se interesara por The X-Files. Parte de su material inicial con Misfits se adentraba en el territorio de las teorías de la conspiración, con canciones sobre el asesinato de John F. Kennedy y la muerte de Marilyn Monroe, que posiblemente tenían más trasfondo de lo que parecía. Así, su amor declarado públicamente por el programa lo llevó a este álbum.
'Deep' se usó en el programa dos veces, en un dúo de episodios de temática similar, con algunos años de diferencia: 'Syzygy' de la temporada 3 y 'Schizogeny', de la temporada 5.
11.- ‘Frenzy’ — Screamin’ Jay Hawkins
Tal vez, uno de los grandes misterios de la escena musical, y que merecía aparecer en The X-Files, es cuántos hijos tuvo Screamin' Jay Hawkins. Menciones inútiles aparte, Hawkins fue el pionero del show/shock rock y del rock gótico, y una enorme influencia para varios de los otros artistas que aparecen en este álbum, pues Alice Cooper, Rob Zombie y Glenn Danzig, entre otros, lo han citado como alguien que dio forma a sus carreras.
'Frenzy' es la otra canción que ya se había incluido en el programa, pues se escucha en el episodio de la temporada 2, 'Humbug'. Otra canción de Hawkins, 'Little Demon', aparecería dos veces en el episodio de Millennium 'The Curse of Frank Black'.
12.- ‘My Dark Life’ — Elvis Costello and Brian Eno
Cuando David Was se acercó a Elvis Costello para que grabase una canción para el álbum, le sugirió una colaboración con otro compositor que, casualmente, estaba fresco en su mente. Costello declaró más tarde que le contestó "'¿Brian Eno? ¿Qué eres, un lector de mentes? Lo conocí ayer mismo. Así que lo llamé y le dije: “¿Qué tal si nos quedamos un día en el estudio? Y lo que sea que hagamos será la grabación. Porque sé que le gusta ese tipo de espontaneidad, todo en un día y sin remezclas”.
Eno escribió sobre la sesión de grabación en su diario, señalando que fue menos espontánea de lo que se había dicho: “Costello había descrito la sesión de hoy como una 'aventura' para él: entrar en un estudio sin mucha preparación e intentar hacer algo desde cero: algo en lo que soy bueno, algo que él dijo que nunca había hecho. Pero apareció con una pieza escrita casi completamente. Ya tenía en mente todos los detalles musicales de la pista, así que todo lo que pude hacer fue crear espacio dejando cosas afuera y contribuyendo con un bonito paisaje sonoro".
"Al principio me sentí molesto; no dejaba de pensar: '¿Para qué estoy aquí?'. Calculo que pasé menos de media hora en mis contribuciones a la pieza: haciendo las cosas rápidamente mientras él estaba hablando por teléfono (en un momento le dije que fuera a llamar a su esposa para poder tener unos minutos para trabajar), o acomodándolas mientras él estaba haciendo sobregrabaciones".
A pesar del malentendido entre ambos, el “paisaje sonoro” que crea la pareja está lleno de misterio, belleza y e inquietud. A Costello se le atribuye la voz, la guitarra, el bajo y el piano, mientras que el crédito de Eno por la canción simplemente dice “aparatos”.
13.- ‘Hands Of Death (Burn Baby Burn)’ — Rob Zombie y Alice Cooper
Otro de los puntos altos de esta compilación la encontramos en ‘Hands Of Death (Burn Baby Burn)’, que marca la colaboración entre dos grandes leyendas del rock, Rob Zombie y Alice Cooper. Nominada al Grammy a la mejor interpretación de Metal, este trabajo conjunto fue descrita por Zombie como un punto culminante de su carrera, al menos hasta el momento. Más tarde le dijo a los autores Paul Kane y Marie O'Regan, para su libro Voices In The Dark que la colaboración “Fue genial. Esos son los momentos que resultan muy emocionantes a lo largo de tu carrera, poder colaborar con personas de las que eres un gran fan. Son momentos fantásticos en los que realmente sientes que, básicamente, has hecho realidad tus sueños”.
El tema aparecería posteriormente en el álbum retrospectivo de Rob Zombie Past, Present & Future, y se usaría dos veces en la serie, en 'Small Potatoes' de la temporada 4, y en 'Schizogeny' de la temporada 5.
14.- ‘If You Never Say Goodbye’ y ‘The X-Files Theme (P.M. Dawn Remix)’ — P.M. Dawn
P.M. Dawn, a quien a veces se le considera erróneamente como un solista, fue un dúo formado por el MC Prince Be y el DJ Minutemix, también conocidos como los hermanos Attrell y Jarrette Cordes. Son los encargados de cerrar Songs In The Key Of X, con un par de tracks que, en realidad, no llaman demasiado la atención. No hay mucho que decir de ‘If You Never Say Goodbye’, una canción de rock suave con bastante sintetizador en las voces, que a decir verdad, apenas recuerdas una vez que termina.
Un poco más interesante es el remix de The X-Files Theme, —que también apareció en el CD single del tema original —que huye un poco de la tendencia de las remezclas de recurrir en exceso a los ritmos tecno y bailables. En esta oportunidad, tenemos una pista en la que destaca una pátina de soul y rythm & blues, que la vuelve bastante agradable, e incluso, una candidata a sonar en los restaurantes de sushi en los que habitualmente se escuchan cosas similares.
Aunque no habló en especifico de esta remezcla, en una ocasión le preguntaron a Mark Snow sobre los remixes de su tema principal. Ahí mencionó un remix de DJ Dado y otro de Flexifinger como los que más le gustaban, complementando que “Creo que el 70 u 80 por ciento de esos remixes son bastante buenos, pero he escuchado un par que eran simplemente horribles: ni siquiera conseguían la melodía correcta, ¡y no se puede conseguir nada más simple que eso! Pero creo que la mayoría de ellos han sido geniales”.
Y así, llegamos al final de lo que en definitiva es un álbum extraño, ambicioso y llamativo, que acompaña a una serie extraña, ambiciosa y llamativa. La naturaleza complicada del mismo, las múltiples aristas de los contratos discográficos y la enorme cantidad de artistas acreditados hace que, por temas de derechos, no se encuentre oficialmente en ninguno de los servicios de streaming, aunque al rescate sale YouTube y algunas playlists de usuarios en Spotify.
Afortunadamente, como ya dijimos, el disco se vendió en cantidades lo suficientemente grandes como para que no sea difícil encontrar copias usadas, y más aún que ahora existe la ya nombrada edición en vinilo. Como objeto, es un infaltable en cualquier colección de The X-Files que se precie. Y como obra artística, es una reliquia de una era específica, tanto en la música como en la televisión, a la que vale la pena ponerle una oreja.