Héroes y Villanos - Aquaman: El Ahogamiento
Nuevo tomo de la Colección Héroes y Villanos de DC Comics de Salvat/El Mercurio, esta vez dedicado al Rey del Mar, el buen Aquaman. Luego de La Fosa, es momento de sumergirnos otra vez en la enigmática y mojada Atlantis, para ver que le depara a Arthur en la aventura denominada Aquaman: El Ahogamiento.
AQUAMAN: EL AHOGAMIENTO
Contenido: Aquaman: Rebirth y Aquaman (Vol. 8) 1 al 6 USA.
Guion: Dan Abnett
Arte: Scott Eaton, Oscar Jimenez, Brad Walker, Phillipe Briones
La iniciativa Rebirth, tal y como su nombre indica, fue un intento de hacer renacer a DC Comics, luego de que el buque de los New 52, que nunca se mantuvo a flote del todo, se hundió definitivamente, por allá por el 2016. Los Nuevos 52, la enésima iniciativa de la editorial de ordenar su continuidad, causó la indignación de gran parte del fandom debido a que sus buenas intenciones fueron opacadas con el poco respeto que se mostró por la trayectoria de muchos personajes, y por el poco tino a la hora de modernizar sus ideas y mitos. Es por ello, que se hacía necesario una vuelta a la normalidad, y de retomar personajes y conceptos de la forma en que eran familiares para todo el mundo.
Sin embargo, para el protagonista del tomo de hoy hubieron pocos cambios en su paso de New 52 a Rebirth, quizá por que el Aquaman anterior es muy similar al de los New 52. De hecho, es una continuación directa del trabajo de Cullen Bunn en la recta final de Aquaman Vol. 7, por lo que, explicaciones en los guiones aparte, algún despistado podría sentirse un poco perdido a la hora de zambullirse en estas páginas.
En concreto, El Ahogamiento es una aventura que transcurre en Aquaman Vol. 7 # 1 al 6 (2016), más un prólogo en el especial Aquaman: Rebirth. En ella se retoman los clásicos conceptos que conocemos acerca de Arthur Curry, como un personaje único con una tumultuosa relación con el mundo de la superficie. Su nueva posición como Rey de Atlantis lleva esto al máximo, provocando que la historia parezca más un thriller político que una historia estándar de superhéroes, lo que por supuesto no es nada malo y, de hecho, da lugar a tramas muy interesantes que nos permiten ver un lado muy interesante de Arthur, uno que ha sido explorado antes, pero posiblemente nunca como ahora.
Esto no sorprende si vemos el nombre del escritor. Dan Abnett es un profesional con una trayectoria de décadas a sus espaldas, tiempo en el cual siempre ha ofrecido trabajos de buena calidad. Su experiencia lo ha llevado a pasar tanto por las vetas más comerciales como experimentales de la industria, por lo que intentar entregar algo más que una historia genérica es lo normal a estas alturas de su carrera. Por ello, quizá lo más interesante de la serie es el nicho único que se hace en el mundo de los superhéroes, ya que pocas obras de este continente, al menos de las 2 editoriales grandes, ofrecen a los lectores visiones realistas de las maniobras políticas de las naciones soberanas, especialmente desde el punto de vista del líder. Esto hace que la trama sea un poco más compleja que simplemente tener un villano al que golpear, sino que obliga al héroe a lidiar con el terrorismo, los extremistas y el racismo subyacente detrás de él.
Además, Abnett captura de buena manera la personalidad y la rigurosidad monárquica de Aquaman. Si bien los volúmenes anteriores de la serie anterior lo caracterizaban como un hombre violento demasiado serio —Cullen Bunn—o un héroe cinematográfico listo para bromear —Geoff Johns—, Abnett lo retrata de una manera que combina ambas personalidades, convirtiéndole en un hombre majestuoso pero accesible. Su sentido del humor se redefine, refinándolo de manera que no socava su papel de rey. Se le describe claramente como ecuánime y diplomático, permitiendo incluso que el gobierno lo arreste como muestra de buena fe de cara al conflicto entre los gobiernos de Atlantis y Estados Unidos. Así, se demuestra que Aquaman finalmente ha descubierto lo que significa ser rey, y cuál es la mejor manera de desempeñar este papel.
Lamentablemente, el guion no es tan solvente a la hora de caracterizar a los enemigos y los humanos comunes y corrientes. No solo presentan diálogos a veces torpes, sino que también toman decisiones extrañas que dejarán a los lectores preguntándose qué tipo de personas racionales harían algo como esto. Por ejemplo, cuando la embajada de Aquaman se cierra frente a un ataque terrorista perpetrado por malosos del país anfitrión, no hay un ápice de disculpas por parte de este: si esto sucediera en el mundo real, el país dueño de casa se disculparía muchísimo y se arrepentiría por la tragedia. Por el lado de los villanos, N.E.M.O., aquel grupo superinteligente que ha obtenido el control clandestino del mundo, también se lo pasa tomando decisiones que ponen en duda la segunda mitad de su adjetivo "superinteligente".
Respecto al arte, en general, es bastante correcto, sin embargo con algunos aspectos son mejores que otros. En orden descendente, creo que el mejor trabajo lo realiza Scot Eaton, encontrando un equilibrio entre diseño de personajes, dinámica de acción, escenarios, y expresividad de rostros. Brad Walker en segundo lugar, destaca principalmente por su habilidad a la hora de diseñar sus paisajes y edificios, que se ven absolutamente fantásticos, especialmente la embajada atlante y las escenas submarinas. Sin embargo, cuando se trata de personas, no parecen tan agradables, en concreto sus rostros, tienden a verse muy apagados, con líneas gruesas y sombras que les dan una apariencia extraña. Por último, Phillipe Briones es el más plano de todos, entregando un trabajo simplemente funcional, aunque con errores evidentes en algunos rostros.
En conclusión, podemos establecer que Aquaman: El Ahogamiento es una historia un poco diferente, protagonizada por un tipo diferente de superhéroe. Principalmente, es una gran mirada a la política detrás de la existencia de Atlantis y lo que Arthur tiene que hacer para que todo siga funcionando. Sin embargo, se las arregla para mantener la acción y la aventura que la mayoría de los lectores esperan. Aunque tiene sus defectos, es un buen tomo, resultando interesante, apasionante, divertido y en definitiva, una gran indicación de lo que el personaje es y representa.