Héroes y Villanos - JLA: El vaivén de los tiempos
Vamos con la Liga de la Justicia (JLA) en la famosa etapa con el guionista Grant Morrison (y principalmente el artista Howard Porter), en uno de sus arcos más queridos, llamado "El Vaivén de los Tiempos" en colección Héroes y Villanos.
JLA: EL VAIVÉN DE LOS TIEMPOS
Contenido: JLA vol.1 #10-17 USA, New Year’s Evil: Prometheus USA
Guion: Grant Morrison
Arte: Howard Porter, Gary Frank, Greg Land, Arnie Jorgensen
El relanzamiento de JLA de mediados de los 90 de la JLA de la mano de Grant Morrison es probablemente de las etapas más importantes del supergrupo premier de DC Comics, pero dicha apreciación es vacía si no tenemos el material que lo respalde, por lo que este tomo nos da una muestra de laboratorio ideal sobre dicho run.
El presente tomo nos sitúa en una época turbulenta para la JLA, ya que si bien Morrison a esa altura había logrado con éxito reestablecer el título como la serie que reunía a los pesos pesados de la editorial, eso no lo salvaba de verse envuelto por embates editoriales forzados como el Superman eléctrico, Wonder Woman muerta o el tener que dedicar tiempo a referenciar eventos como Genesis y Underworld Unleashed. A pesar de todo ello, el escocés sale adelante con éxito y ofrece un par de historias muy interesantes.
La primera de ellas es la que da el nombre al tomo y corresponde al segundo gran arco de la serie, pero estructuralmente en realidad se tratan de dos historias entrelazadas. El primer número es un prólogo que sitúa al lector con el contexto necesario para entender tanto el contexto y participantes de la Liga de aquel entonces, como para hacia el final preparar la introducción del villano de este arco: Lex Luthor.
A partir de ese punto la historia adquiere un ritmo frenético donde el enfrentamiento inspirado en maniobras corporativas escala a un nivel tal que los mismos personajes llegan a verse sobrepasados, cosa que vemos a través del Green Lantern Kyle Rayner, personaje que en ese entonces todavía era un novato y que sirve como guía para reflejar el estado de flujo en que se encontraba el universo DC en aquel entonces.
La velocidad con la que el lector es acribillado con ideas es tanto una fortaleza como debilidad de la historia, ya que, si bien parte del disfrute radica en las subidas y bajadas de esta montaña rusa, de igual forma resulta fácil marearse. Éste frenesí se contiene cuando se entra al último tercio del arco cuando la historia entra en un terreno clásico del género: futuros alternativos distópicos. Si bien esta parte es derivativa de otras historias afines, es muy interesante por la forma en que aborda la figura de Darkseid, planteando una suerte de capítulo piloto sobre lo que muchos años después sería Final Crisis a la vez que va dejando semillas para posteriores arcos o incluso de All-Star Superman dado que Lex Luthor no solo es el catalizador del relato, sino que se eleva como una figura que cada vez que aparece en las viñetas se roba la película.
El segundo relato es mucho más breve, centrándose en un villano creado para esta serie, Prometheus. La idea del villano hipercompetente que derrota a todos sin mayor esfuerzo suele ser un fracaso creativo la mayor parte del tiempo, pero aquí funciona gracias a que el relato no se toma demasiado en serio al personaje, ya que, si bien éste logra darle una paliza a la liga, exuda patetismo y necesidad de autovalidación. Prometheus no es “cool”. Sin perjuicio de ello, esta historia resulta interesante porque proporciona un contrapunto a lo que posteriormente haría Mark Waid en la cabecera con su “Tower of Babel”.
Si bien las historias son altamente disfrutables, el paso del tiempo no ha sentado bien al trabajo de Howard Porter en los lápices, siendo quizás el punto más bajo del tomo, cosa que afortunadamente se va mitigando a medida que se van avanzando los números tanto por acostumbramiento como por mejora del mismo, lo cual no obsta a que sea una carta de presentación un tanto brusca para el lector no habituado al estilo de ese dibujante.
En términos generales, el tomo es muy recomendable, siendo el tipo de historias que para entenderlas bien hay que leerlas más de una vez y que mejoran a medida que se van conociendo más cosas sobre el universo DC. Ante la incomprensible decisión de ECC de no mantener esta etapa de la JLA en su catálogo, esta entrega del coleccionable es una “aspirina” ideal para aprender porque este run goza de tan buena fama e influencia.