Héroes y Villanos - Crisis Infinita. El proyecto OMAC
Esta semana que pasó la colección Héroes y Villanos inició uno de los mejores eventos de este siglo en DC Comics. ¿Crisis Infinita? Por supuesto que no. Todo el camino hacia allá es incluso mejor que el evento en sí mismo, y este es el mejor punto de partida, con el Proyecto OMAC y el especial Camino a Crisis Infinita (¡y un número intrascendente extra además!).
CRISIS INFINITA: EL PROYECTO OMAC
Contenido: Countdown to Infinite Crisis Nº 1 EEUU, Superman Nº 217 EEUU.,OMAC Project Nº 1-6 EEUU, Superman Nº 217 EEUU.
Guion: Greg Rucka, Cliff Richards, Ed Benes, Geoff Johns
Arte: Ivan Reis, Jesús Saiz, Judd Winick , Mark Verheiden, Phil Jimenez, Rags Morales
El camino al evento tomó forma de, en palabras del editor jefe de ese tiempo Dan Didio, una serie de eventos en sí mismo como preludios. El primero de ellos, un especial de 80 páginas al precio de un dólar, Camino a Crisis Infinita, y luego 4 colecciones, de las que este toma se hace cargo de una en especial, el Proyecto OMAC, quizás la más espectacular pero también la más inter-conectada. De todas formas estamos ante un tomo gordito, y con ello, harto para leer.
Camino a Crisis Infinita
DC vivía momentos oscuros en los inicios del nuevo siglo. Luego de una década de los 90s cambiante, desde las caídas de sus grandes figuras hasta un renacimiento en toda regla de sus grandes héroes, una nueva década volvía el ciclo a ofrecer caídas a sus grandes figuras. Identity Crisis, una miniserie escrita como misterio de asesinato, vio la muerte de un personaje secundario pero ampliamente querido, y mostró una serie de relaciones oscuras, desengaños y desconfianzas retroactivamente instauradas desde hace años entre varios personajes. El éxito de esta serie, y su tono de desconfianza y de villanos inesperados, invitó a tomarse en serio el concepto de Crisis, y hacer una secuela del mayor evento de la editorial, Crisis en las Tierras Infinitas. Las expectativas iban a ser monumentales, y por ende, había que hacerlo bien. Y una de las primeras buenas decisiones fue preparar un camino lleno de aventuras y eventos en todos los rincones del universo DC, una Crisis precedida de otras crisis. Y el puntapié inicial, una aventura que invitara a involucrarse en todas.
Camino a...es protagonizada por Blue Beetle. Al igual que en Identity Crisis con Sue Dibny, Blue Beetle representa una forma de ver el género superheroico como entretención sencilla, directa y sin tomarse del todo en serio. Por lo mismo, llevaba varios años lejos de las grandes ligas (literalmente), y haciendo uno que otra aparición en Birds of Prey o en algunas miniseries nostálgicas como The L.A.W. o Formerly Known as Justice League. Ese contexto es clave para empezar la lectura, porque Blue Beetle sigue siendo esa misma persona, pero se ve atrapado en las primeras páginas en lo que parece ser una de las peores amenazas a los héroes DC en décadas. Simplemente viñetas atrapantes. ¿Cómo llegó allí? Este especial se encarga de responderlo.
Y es que este especial lo logra muy bien. El equipo conjunto de Geoff Johns, Greg Rucka y Judd Winnick hacen un relato sólido, con grandes dibujantes en cada dibujo, y lo más parecido a una tragedia griega. Sabemos que esto no puede terminar bien. Y de hecho, a medida que vamos leyendo, vemos cómo esto empeora. Si no lo ha leído, pues, disfrútelo. Es atrapante, frustrante, pero finalmente satisfactorio, con un final a la altura de la circunstancia. Blue Beetle es ciertamente uno de mis personajes favoritos, y está a la altura de la circunstancia. De paso vemos como se van destapando los futuros eventos, una crisis en la magia con un Espectro desatado, una guerra intergaláctica entre Rann y Thanagar, una unión de poderosos villanos, y el que convoca a este tomo, el Proyecto OMAC.
Superman #217
Y ciertamente incomprensible que después de tan gran pedazo de cómic, pasemos a un tie-in tan poco relevante. Anticlimático, irrelevante, y en sí mismo sumamente poco interesante. Uno siempre piensa, ojalá que vengan más páginas por el mismo precio, y en cierta manera este número es eso, pero la verdad es que uno no sabe lo que quiere en ocasiones. Superman se encuentra en Perú intentando reestablecer su fortaleza en el Amazonas, pero de pronto se ve enfrascado en un combate con un misterioso OMAC, estos seres azules que ya vimos al final de Cuenta Atrás... Y básicamente eso. No hay mucho más. Destaco negativamente el dibujo de Ed Benes, innecesariamente cachondo. Más de eso se verá en el tomo de Sacrificio.
El Proyecto OMAC #1-6
Esta miniserie es continuación directa de Camino hacia...y por lo tanto lo primero que tienes ganas de leer después de terminar el especial. Literalmente empieza segundos después, con la protagonista del relato, Sasha Bordeaux. Ella deberá lidiar con cómo está siendo llevada la institución Checkmate, los riesgos que ella misma está tomando al desafiar a sus autoridades, y el peligro latente de los más de un millón de OMACs, listos para aniquilar a la población superheroica.
Greg Rucka hace un gran trabajo en el guion, manteniendo un relato interesante ante una gran dificultad que es también parte de este tomo. Entre el número 3 y el 4, existe un evento en sí mismo en las páginas de las series de Superman y Wonder Woman. El mini evento se llama Sacrificio y es poco sutil. Literal parte por la mitad a esta miniserie, cambiando el status quo y más menos lo que pensábamos que sería el relato de esta serie. Por un lado, me parece fantástico. Lo que pudo ser un evento gigante, de hecho lo es, pero es solo una historia más entremedio de otra historia, preludio a una mayor. Creo que ese juego de ajedrez de relatos fue un excelente momento para la narrativa interconectada y que nunca más se repetiría.
Para lectores nuevos, quizás deberían dejar la lectura hasta el #3 y esperar al tomo de Sacrificio. Vale la pena. Para lectores antiguos, podemos quejarnos de que pudo haber habido un tomo OMAC-Sacrificio parte 1 y 2. O valorar tener solo la historia que Rucka y Saiz querían contarnos. Una donde Sasha y su relación con Batman sigue significando algo (recordemos que Sasha fue creada también por Rucka en su etapa de escritor de Batman), una historia donde Booster Gold y la búsqueda de justicia por su mejor amigo significa algo. Esta vez decidí leer solo OMAC, sin pasar por Sacrificio. Y en parte lo agradecí.
Pero también ese mismo juego de expectativa hace sentir a OMAC como la serie más relevante de todas en principio, pero ligeramente la menos interesante a medida que nos acercamos al final del relato. Y no es porque sea mala, sino porque al menos otras dos miniseries son muy buenas.
Pues, un tomo recomendable para quienes no tengan este relato. Como ya mencionamos, Salvat en esta colección publicará todo lo necesario para disfrutar Crisis Infinita. Y este el inicio de la historia. Un tomo gordito, con una miniserie más que digna y un tie in absolutamente innecesario. A disfrutar.