Héroes y Villanos - Joker: Abogado del Diablo
Esta semana, en la colección de héroes y villanos de Salvat, el Joker se cuela de entre las páginas, pero para su error, lo han condenado a muerte por un crimen que no cometió. ¿Esto es real u otra maquinación del payaso? Pasen y vean que tal es este tomo dedicado al icono villano de Gotham.
JOKER: ABOGADO DEL DIABLO
Contenido:Joker: Devil's Advocate, Detective Comics #726 y #826 USA
Guion: Chuck Dixon, Paul Dini
Arte: Graham Nolan, Brian Stelfreeze y Don Kramer
La ya mítica figura de Dennis O’Neil no debe ser extraña para nadie. Escritor y editor de DC Comics, particularmente de Batman, O’Neil estuvo ligado al personaje por mas de 25 años. En su etapa como editor, supo encontrar talento para escribir al personaje, trayendo a Doug Moench, Alan Grant y el talento que escribe esta historia: Chuck Dixon.
Dixon venia de Marvel Comics, escribiendo historias para Punisher, un personaje que podría verse como complemento a Batman. Dixon aporto al murciélago la primera aventura de Tim Drake, el nuevo Robin de aquella época, buena parte de los números de la colección de Nightwing y más de cien números de Batman repartidos entre anuales, especiales y regulares.
Dixon hizo equipo con Graham Nolan, talento descubierto por DC en la colección Talent Showcase y que encontró un trabajo regular en la colección de Batman. Como dije, ambos talentos aportaron por mucho tiempo al mito del murciélago, tratando siempre de hacer cosas nuevas y no caer en historias repetidas o clichés de género.
Este camino llevado por Dixon, lo llevó a encontrarse con el Joker tan solo dos veces. La primera en Detective Comics #726 y esta miniserie: The Joker: Devil's Advocate donde Dixon y Nolan muestra como su continuo trabajo rinde frutos en una historia interesante sin tener la necesidad de romper nada de la continuidad de los personajes.
Una serie de asesinatos están relacionados con sellos postales envenenados con la toxina de la risa del Joker. Los sellos conmemoran a grandes comediantes fallecidos, por lo que esto parece otra mala broma del payaso criminal. El Joker es atrapado cuando se queja en persona ante la oficina de correos porque su cara no esta en uno de los sellos.
Hasta aquí todo parece calzar perfectamente: Joker es culpable de los sellos envenenados, que siguen matando personas aun con él tras las rejas. La nueva fiscal pretende llevar el caso hasta las últimas consecuencias, evitando que el Joker pase por demente y siendo juzgado como una persona normal, lo que evita cualquier pena de reclusión en Arkham.
El juicio determina que el Joker es culpable de los crímenes por envenenamiento y le da la pena máxima: la silla eléctrica. Todo parece indicar que al fin se ha hecho justicia, pero hay alguien que no está convencido completamente de que el Joker tenga algo que ver con estos asesinatos. Batman cree que hay algo o alguien más detrás de estos crímenes y se pondrá a investigar todas las pistas y lugares para dar con el verdadero asesino. Todo esto contra el tiempo, pues la ejecución de la sentencia del Joker esta a la vuelta de la equina.
Dixon parte de una premisa que parece sacada de cualquier cómic regular de Batman y le da vuelta en unas páginas. Si bien la historia parece protagonizada por el Joker, es Batman el centro del conflicto. Todos alrededor del murciélago parecen estar de acuerdo en que el Joker merece la pena de muerte y argumentan que incluso si no es culpable de los asesinatos recientes, aun debería ser ejecutado. Una especie de revancha por las anteriores victimas en su larga carrera como criminal.
Pero Batman ve las cosas de forma diferentes. Esta versión de Batman cree que la justicia debe ser aplicada de forma impecable, en otras palabras, de forma justa. Hacer pagar al Joker por crímenes que no ha cometido representaría una falla en el sistema que ha estado defendiendo por años. El cómic presenta múltiples argumentos con diferentes personajes, incluso unos muy válidos como los del comisario Gordon -que junto a su hija deben ser los símbolos del sufrimiento que ha causado Joker a los ciudadanos de Gotham- pero todo parece indicar que, para Batman, la justicia no es algo que se deba engañar ni tampoco usarse para revanchas personales.
Por supuesto, el Joker se aprovecha de la situación para fastidiar lo mas que puede a Batman, su eterno enemigo. Dixon da muy en el clavo con su representación del Joker, que posee una lógica muy torcida, donde prefiere la exposición mediática producto del juicio antes que ayudar a Batman para que lo libere. Cada intervención del villano es muy divertida gracias a la aproximación ligera del escritor hacia el personaje.
El dibujo de Graham Nolan es bastante correcto. No descuida los fondos y su representación de Gotham es una estilizada versión de New York con altísimos edificios con detalles barrocos. Quizás sus viñetas no profesen tanto dinamismo como la de otros artistas, pero Nolan hace un trabajo correcto que no entorpecen el disfrute del guion de Dixon, su compañero de aventuras de tanto tiempo.
Acompañando la historia, Salvat ha incluido dos historias más del Joker como complemento. La primera (Detective Comics #726) es escrita nuevamente por Dixon y dibujada por nada menos que Brian Stelfreeze. En ella, Batman debe resolver el secuestro de una niña, cuyo secuestrador se ha suicidado, en la celda continua a la del Joker. La segunda (Detective Comics #826) historia corre a cargo de Paul Dini como escritor y Don Kramer como artista, y presenta al Joker que ha secuestrado a Robin en un auto y va a toda velocidad por las calles de Gotham.
En resumen, Joker: Abogado del Diablo, es una entretenida recopilación de historias que giran alrededor de este criminal. La historia principal presenta una aventura dinámica, con muchos giros y donde podemos ver la interpretación de la justicia que tienen varios personajes, sin descuidar el ritmo. Quizás deje un gustillo a serie regular en vez de la mal llamada “novela gráfica”, pero para mí esa es su principal punto fuerte, pues puede ser ubicada en cualquier punto editorial de Batman o el Joker.