Héroes y Villanos – Flash: Renacimiento
La nueva entrega de la colección Héroes y Villanos llega a ustedes en un flash, ofreciendo una historia que sirve como curso exprés tanto para conocer la mitología moderna de la franquicia, una reintroducción a Barry Allen y las primeras semillas de lo que con posterioridad sería Flashpoint.
FLASH: RENACIMIENTO
Contenido: The Flash: Rebirth núms. 1 a 6 USA, The Flash Secret Files and Origins 2010 USA
Guion: Geoff Johns
Arte: Ethan Van Sciver, Scott Kolins.
A diferencia de entregas anteriores que presentaban a personajes en versiones de hace pocos años atrás en el ciclo Rebirth, en el caso de The Flash el reloj vuelve hasta el año 2009 para mostrar la serie que tendría la difícil misión de reestablecer a Barry Allen a un mundo que hace mucho tiempo ya había corrido más lejos que él. En el mundo real este personaje permaneció muerto por casi 20 años, siendo muchas de las características de esta subfranquicia creaciones posteriores al fallecimiento del velocista, tal como lo son la Speed Force o la Flash Family extendida. Con un escenario así, no es de extrañar que se haya elegido este cómic como punto de referencia para el corredor carmesí.
Geoff Johns años antes ya había hecho algo similar con Green Lantern, transformándolo de personaje de segunda línea a caballito de batalla para DC Comics, por lo que no es de extrañar que intentara capturar nuevamente el rayo en la botella para uno de sus personajes favoritos. El desafío consistía en ver si Barry Allen podía ser algo más que el mártir de Crisis on Infinite Earths y si es que podía reavivarse el fuego de una franquicia aletargada.
En cuanto a trama, el cómic se hace cargo de las consecuencias del regreso de Barry Allen durante los apocalípticos eventos de Final Crisis, cuestionando abiertamente si hay espacio para este personaje en un mundo que es muy distinto al que existía cuando murió y si este regreso es permanente o tan solo una jugarreta del destino que le permite decir adiós. Este misterio es el hilo conductor de esta miniserie, oscilando entre ver si es un evento natural o si corresponde a una intervención intencional. Sin hacer spoilers específicos, solo puede mencionarse que el retorno de uno de los personajes más gloriosamente mezquinos de la editorial es la excusa ideal para adentrarse a este tomo si es que se tienen dudas.
A nivel de arte, tenemos al Ethan Van Sciver de fines de los 00’s, quien maneja sin problemas una historia que a ratos puede ser demasiado autorreferente para su propio beneficio, renovando a la franquicia con rediseños que no resultan sobrecargados. Quizás su estilo no es especialmente dinámico para personajes que deberían transmitir la impresión de velocidad, pero es competente en ese aspecto y se siente adecuado para un personaje más clásico como lo es Barry Allen. Es una lástima que Van Sciver haya decidido mandar su carrera al drenaje en pos de apelar hacia un tipo de público altamente cuestionable y participar en campañas de acoso, pero al menos aquí se puede ver que es lo que tenía que ofrecer cuando se encontraba en la cúspide. A modo de complemento podemos ver aportes de Scott Kolins, un dibujante con una larga historia con la familia de los velocistas escarlatas.
Si bien el coleccionable es algo anémico en historias modernas relacionadas con el personaje, no es de extrañar que se haya optado por este tomo en cuanto si bien la versión de The New 52 puede ser interesante de leer por su arte, a nivel de historias no hay mucho que haya dejado huella, mientras que las historia de Rebirth beben directamente de esta historia en muchos aspectos.