Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Sentry
Esta semana nos toca hablar de un superhéroe que nunca existió. Una creación meta textual con la que Paul Jenkins y Jae Lee pudieron jugar en unas eras diferentes a las acostumbradas en Marvel Comics. Sentry está aquí, gracias a la colección Salvat.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: SENTRY
Contenido: Sentry #1-5, Sentry: Fantastic Four, Sentry: Spider-Man, Sentry: Hulk, Sentry: X-Men, Sentry: The Void.
Guion: Paul Jenkins
Dibujo: Jae Lee, Bill Sienkiewicz, Mark Texeira, Rick Leonardi y Phil Winslade
Paul Jenkins es un tipo que se ha desenvuelto en esto del mundo de las historietas desde hace mucho tiempo. Partió a corta edad –entrando en sus veinte- como editor en Mirage, la compañía creada por Kevin Eastman y Peter Laird y que fue el hogar inicial de las Teenage Mutant Ninja Turtles.
Cuando Eastman se fue de Mirage, Jenkins los siguió a Tundra Publishing, otra aventura editorial del creador de las Tortugas. Aquí Jenkins, con 24 años de edad, se convertiría en editor en jefe, trabajando con notables creadores de cómics como Alan Moore, Neil Gaiman, Dave McKean y George Pratt.
Pero Jenkins tenía la ambición de escribir más que editar, así que tomó su primera oportunidad en la Comicon de San Diego, donde se dirigió al editor de Vertigo de DC Comics, Lou Stathis, y le propuso el prestigioso trabajo de guionista de Hellblazer, donde estaría cinco años.
En 1997, Jenkins daría el salto a Marvel Comics, donde trataría de revivir sin mucho éxito títulos de terror como Strange Tales. Esto llamaría la atención del entonces editor de Marvel Knights –un tipo que responde al nombre de Joe Quesada- para que trabajara bajo su ala. Aquí es donde Jenkins se asociaría con Jae Lee en la miniserie de 12 números Inhumans, una alegoría a la sociedad norteamericana que le supondría ganar un Eisner como mejor nueva serie.
Por supuesto, Quesada no se iba a dormir y encargaría otra miniserie a este nuevo equipo creativo, algo para lo que Jenkins ya estaba preparado. Aquí es donde sale a la luz Sentry. En su época en Hellblazer, el escritor había tratado de promover una serie a Vertigo que tratara sobre un superhéroe que tuviera problemas para manejar sus propias adicciones.
Hourman era el héroe elegido por Jenkins y Rick Veitch para protagonizar la propuesta, pero al parecer la idea no germinó dentro de DC Comics. Jenkins reformulo todo pensando en un personaje completamente nuevo, siendo Veitch el que sugiriera que tuviera una retro continuidad falsa, es decir, que tuviera historias protagonizadas en diferentes épocas del comic: léase edad dorada, plateada y presente.
Aun así, DC no picó el anzuelo y Jenkins guardó el concepto para alguien más receptivo, siendo Joe Quesada el beneficiario al tener a Jenkins listo para una nueva miniserie Marvel Knights. La publicación de Sentry creo que en cierta medida marca un hito dentro de Marvel, ya que se gastó mucho dinero en su publicidad. Marvel se encargó de vender al personaje como una creación perdida de Stan Lee, que había sido encontrada perdida en las bodegas de la compañía. La maniobra llegó lejos, incluyendo una entrevista a Lee en la revista Wizard donde este pretendía que no recordaba a ciencia cierta cuándo había recordado al personaje. Algo que siempre le salió natural al rostro de Marvel.
¿De qué va entonces Sentry? El protagonista es Bob Reynolds, un hombre de mediana edad y con problemas de sobrepeso. Casado y viviendo una vida de tedio, en medio de la noche recuerda que una vez fue Sentry, un superhéroe cuyo "poder de un millón de soles explosivos" proviene de un suero especial. Al darse cuenta de que su archienemigo The Void está regresando, Reynolds decide busca a varios personajes destacados de Marvel, sus aliados en algún momento, para advertirles y descubrir por qué nadie recuerda a Sentry ni sus hazañas como superhéroe.
Jenkins ejecuta su idea bastante bien, su protagonista, este hombre “normal” trata en cada página de descubrir quién es realmente. Esta idea es condimentada con otras, como la de un alcoholismo remanente que quita credibilidad a su historia frente a su esposa. El libro podría dividirse en dos partes: la primera son cinco números donde Reynolds trata de descubrir su identidad real.
Aquí entra ese elemento metatextual con el que juega Jenkins, evocando historias que nunca existieron en la continuidad de Marvel pero que tienen perfecta sincronía con las épocas donde se suponen que salieron. Hay algunas que parecen sacadas de las historias de Superman de los cincuentas –la mayor influencia de Sentry como superhéroe- otras que parecen sacada de los X-Men de Jim Lee y un variado etcétera que pertenece entre medio.
El dibujo de Jae Lee es bastante particular, pues es un estilo realista –que calza perfecto con la vida poco glamorosa de Reynolds- con un dramatismo en el uso de sombras que siempre me ha sorprendido para bien.
La segunda parte de la historia, muestra el pasado de Sentry junto a los diferentes aliados que tuvo en sus épocas de gloria como el héroe absoluto de Marvel que fue. Cada capítulo corresponde a una aventura auto conclusiva donde colabora con Hulk, Spider-man, los X-Men y los Fanstastic Four. Si bien parecen aventuras insulsas a vuelo de pájaro, creo que Jenkins trata de aferrarse a la idea de que la pureza del héroe de la edad dorada no puede perdurar en los tiempos modernos y que su trabajo es dar esperanza a los héroes contemporáneos.
Cabe destacar que cada número esta dibujado por un artista diferentes, veteranos como Sienkiewicz, Texeira, Leonardi y Winslade, para aumentar la idea meta de la miniserie.
El ultimo capítulo resuelve las dos más grandes dudas planteadas de la miniserie ¿Qué es The Void? Y ¿Por qué nadie recuerda a Sentry? Con dibujo de Jae Lee, nuestro personaje resuelve todas las dudas sobre su existencia y Jenkins ha sabido tenernos inquietos por más de 200 páginas. No puedo revelar mucho sin quitarle sabor al lector primerizo de este tomo, pero creo que la idea final de la miniserie completa es la que propuse anteriormente: el héroe puro, ese que nació en la segunda guerra mundial, está muerto, pero su espíritu de esperanza aun llega a colarse en los héroes modernos, lo que le da un carácter de inmortalidad frente a sus contrapartes.
¿Vale la pena esta miniserie? Pues yo diría que sí. Si bien a estas alturas del partido, la idea central no es tan original, lo era a principios del 2000, cuando se publicó. Hay cierto respeto a los comics del pasado y el dibujo de Jae Lee no ha envejecido ni un día. En cuanto a Jenkins, sigue trabajando de escritor en el mundo del comic, ahora ya con 56 años. Muy lejos de su época como editor. Una carrera en reverso, sigue siendo una carrera.