Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Marvel Boy
Hoy la colección Los Héroes Más Poderosos de Marvel se viste de gala, para recibir a uno de los guionistas más reputados del noveno arte. Hablamos de Grant Morrison, escritor que pese a su dilatada carrera, no ha efectuado muchos trabajos para la Casa de las Ideas. Esta vez tendremos la oportunidad de disfrutar su pluma en un personaje creado por el: Marvel Boy.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: MARVEL BOY
Contenido: Marvel Boy #1 al 6 (2000)
Guion: Grant Morrison
Dibujo: J.G. Jones
Como decíamos al inicio, el loado escritor inglés Grant Morrison ha participado muy poco en la Casa de las Ideas. Sus trabajos se concentran casi exclusivamente en una etapa marveliana que tuvo lugar a principios de este siglo, en la que encontramos obras que pasaron bajo el radar, como Fantastic Four: 1234, pero también algunas que marcaron a fondo los personajes que tocó, como su reinvención del rincón mutante en New X-Men. También de esa época es Marvel Boy, miniserie en la que presentó un nuevo héroe para la editorial, y que se reproduce íntegramente en este tomo.
Marvel Boy es una serie limitada de seis entregas, que comenzó su publicación en agosto del 2000, editada bajo el paraguas dentro del sello Marvel Knights, y donde los guiones fueron ilustrados por J. G. Jones. La historia es testigo que Marvel Knights fue una iniciativa editorial cuyo norte fue tratar temáticas más adultas en sus títulos, alejadas de lo que se supone el canon superheroico más tradicional, y por lo tanto, buscando apuntar al público con un producto más sofisticado de lo habitual. Esto derivó en el relanzamiento de varios títulos y personajes —en nuestra sección Caballeros de la Mesa Marvel hemos analizado varias de ellas—, y también para presentar propuestas modernas y transgresoras. El mayor impulsor de dicha línea fue Joe Quesada, que gracias al éxito cosechado, entre otras gracias logró escalar hasta convertirse en el director creativo de la editorial.
Aunque su carrera la ha ejecutado principalmente en la vereda del frente, donde ha escrito éxito tras éxito en la vereda tradicional de DC y en el sello Vertigo, el paso de Morrison por Marvel concidió con la estancia de Quesada a la cabeza de la Casa de las Ideas. Claramente, esto tiene todo el sentido del mundo, si consideramos que una de las bazas para lograr ese toque refinado de las obras de Marvel Knights, era potenciar el cómics de autor.
En Marvel Boy asistimos al debut de Noh-Varr, un miembro de la tripulación de una nave diplomática Kree que es derribada a la Tierra por el Dr. Midas, un pirata corporativo clandestino que hizo trillones torturando a los extraterrestres y robando su tecnología avanzada. Toda la tripulación del joven, incluida su novia, muere, y él es capturado para que Midas pueda robar el motor de rayos cósmicos de su nave, que necesita para otorgarse poderes similares a los de los Cuatro Fantásticos.
De acá en más se desarrolla de manera frenética una historia que nos presenta a un héroe extraterrestre en la mejor tradición contestataria del punk, codiciosos antagonistas humanos, súper bebés criados en laboratorio, intereses amorosos vestidos al estilo sadomasoquistas, e ideas demasiado extrañas para el la producción marveliana convencional.
Siendo un autor que se enfoca mucho en la estética, Morrison enfoca la obra desde el punto de vista de la cultura del videoclip y los medios audiovisuales. Para ello, la dupla creativa se entregó completamente a la experimentación, con el mismo Morrison reconociendo que la obra “Está llena de todo tipo de nuevas técnicas; cortes rápidos, paneles lenticulares estroboscópicos, diseños desgastados, cuadrículas de 64 paneles, lo que sea. Solo hemos comenzado a experimentar, pero Marvel Boy ya no se parece a nada más. J.G. está usando efectos de edición digital y ritmos percusivos, cortando la acción más cerca y más duro, iluminado por el brillo frenético de la alucinación enloquecida por la imagen de la cultura mediática del siglo XXI y todo eso. Los cómics no necesitan ser como las películas. No es necesario que sean storyboards”.
Si conoces la obra del calvo, sabrás que esto es nada más y nada menos que como el escritor aborda cada una de sus obras, siempre explorando un paso más allá de lo que el cómic tiene para ofrecer desde el punto de vista narrativo. En este caso, las técnicas utilizadas son exitosas en comunicar los sentimientos de maneras únicas: los bordes de las viñetas de Marvel Boy se rompen constantemente, transmitiendo al lector la sensación caótica de la acción; los cuadros rectangulares se vuelven transforman en vidrios rotos cuando una motocicleta atraviesa el costado de un vagón de metro; cuando Noh-Varr lucha por recuperar el conocimiento después de una batalla, comienzan a aparecer paneles borrosos en la página en blanco, ganando estructura a su alrededor a medida que va enderezando la cabeza. Sin duda, la ejecución bebe de leyendas del noveno arte como Jack Kirby y Jim Steranko, pero sin miedo de ir más allá.
El personaje secundario más destacado es el villano, el Dr. Midas, quien a pesar de su buena caracterización, en tiempos posteriores ha tenido escazas apariciones. Es el epítome de un ladrón: usa una copia de contrabando de la vieja armadura de Iron Man, tortura extraterrestres para robar su tecnología alienígena, e incluso se bombardea a sí mismo con rayos cósmicos para poder obtener poderes propios. En otras palabras, no tiene límites en su búsqueda obsesiva de poder, incluida la manipulación mental de su propia hija, a quien entrenó como una asesina, y la obliga a usar una máscara bondage para que no se sepa lo hermosa que es en realidad. Es el capitalismo vuelto canceroso, un Doctor Doom para el mundo moderno impulsado por el consumo desmesurado.
No obstante, por mucha experimentación que incluyan sus autores, nada lograrían sin una basa sólida detrás. Morrison imbuye a la miniserie de una cascada de conceptos locos de ciencia ficción, como viajes a través de múltiples realidades en un barco impulsado solo por creencias, ideas peligrosas que escapan de calabozos conceptuales para causar estragos en una Tierra inesperada, entre muchas otras. Son ideas que para cualquier escritor promedio serían el máximo de su imaginación, pero que Morrison suelta como si tuviera cien mil más en su cabeza, aunque luego de leer el resto de su bibliografía, sabemos que las tiene.
Al pasar las páginas, la sensación que queda es que definitivamente ambos autores están intentando hacer algo diferente, pasándolo muy bien en el proceso. La trama tiene raíces en el Universo Marvel, pero la ambientación, e incluso la acción, se siente diferente. Hay versiones de ideas marvelianas familiares, pero retorcidas: S.H.I.E.L.D. está ahí, pero dirigida por Dum Dum Dugan, quien ordena opciones de respuesta sobrehumanas como quien ordena un café. Marvel Boy es un Kree, pero de un tipo distinto al que jamás hayamos visto, una raza de fascistas zen que viajan por el multiverso difundiendo su filosofía. El villano es una perversión de nuestros íconos favoritos de Marvel: un capitalista obsesionado y loco por el poder con la piel como The Thing y el ropero de Tony Stark.
Probablemente, muchos de estos conceptos fueron ideados por Morrison como planes a futuro, que lamentablemente no tuvieron continuidad debido a su abrupta salida de Marvel, aparentemente como consecuencia de fricciones con Quesada de las que no se saben detalles, pero que parecen relacionadas a las excesivas interferencias editoriales en la etapa final de New X-Men.
En el arte, encontramos a un J.G. Jones siempre solvente, entregando uno de los mejores trabajos de su carrera. Su estilo de estética realista contrasta con lo lisérgico y desbordante del guion de Morrison, creando una curiosa pero efectiva combinación. Tanto en ritmo, estilo artístico, colorido y cadencia de diálogo, Marvel Boy le debe mucho a las por entonces recientes etapas de Warren Ellis en The Authority y Planetary . Y si bien Jones puede ser un poco menos pulido y fluido que Bryan Hitch y John Cassaday, sus diseños de página son más ingeniosos, lo que sirve para crear múltiples lecturas y un look muy refrescante.
Para finalizar, hay que establecer que Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Marvel Boy contiene una miniserie que es la obra mas "morrisoniana" de los trabajos de Grant Morrison para Marvel. Aunque se vio opacada por la fama de New X-Men, es todo un ejercicio de estilo, con todas las señas de los trabajos del calvo alucinógeno. 1400 palabras de texto después, una cosa es clara: por el solo hecho de que aparezca la etiqueta "Grant Morrison" en la portada, es algo que vale la pena leer.