Biblioteca Caballero Luna #1: cuenta atrás hacia la oscuridad
Con el auge del personaje debido a la serie de Disney+, Panini Cómics España se ha abocado al relanzamiento del material imprescindible del Caballero Luna. En concreto, estos meses veremos la llegada de Marvel Saga Caballero Luna, que reeditará en forma cronológica la era moderna del personaje, con cómics publicados desde el 2000; la reimpresión del volumen de Marvel Héroes, abocado a la etapa fundacional de Doug Moench, a la que pronto se uniría Bill Sienkiewicz, en formato ómnibus. y la Biblioteca Caballero Luna, que también recopila el trabajo Moench, pero en tomos más manejables. Hoy, repasamos el primer tomo de esta última.
Biblioteca Caballero Luna será una colección de nueve tomos, que incluirá todo el material publicado de Moon Knight entre 1975 y 1984, brillando en especial la primera serie regular del personaje a cargo, en su mayor parte, de Doug Moench y Bill Sienkiewicz, y que ya reseñamos en este articulo. Estos volúmenes estarán alrededor de las 180 páginas, en tapa dura, papel poroso y opaco, que como novedad también incluirán artículos y la sección de correos aparecidos en la edición en grapas originales estadounidenses.
El primer libro de la colección contiene Werewolf by Night #32-33, Marvel Spotlight #28-29 y The Hulk! Magazine #11-15, que constituyen el debut y las primeras aventuras en solitario de Marc Spector. Como ya dijimos en este articulo relativo a su origen editorial, Caballero Luna vio la luz en Werewolf solo como un enemigo más de Jack Russell, protagonista de dicha cabecera. O al menos, eso es lo que tenía en la cabeza su creador Doug Moench, cuando le entregó las directrices al artista Don Perlin, quien se encargó de su diseño visual.
Moench ideó al personaje como un cazarecompensas, con vestimenta negra y plateada, una capucha decorada con un símbolo de luna ensangrentada, y armas entre las que encontramos una porra y cuchillos lanzables en foma de luna creciente. Su nombre sería Moonblood, pero mientras Perlin trabajaba en el diseño, el Director Editorial Len Wein pensó que ya demasiados personajes de Marvel llevaban la palabra "sangre" en su designación, por lo que pidió a Moench alguna alternativa, eligiéndose finalmente Moon Knight. Además de algunos cambios retoques estéticos, Perlin incorporó una capa, cuyos bordes estaba unidos a los puños.
Cuando vio el aspecto final, Moench intuyó que habían encontrado algo mucho mayor que un simple personaje de reparto, por lo que desde entonces se aferraría a él. En estas dos entregas, conoceríamos a Moon Knight como un mercenario, contratado por un siniestro cónclave para capturar a Jack Russel, el Hombre Lobo marveliano. Aunque cumple su misión de manera implacable, al final veríamos que el encapuchado tiene una moralidad interesante, no siendo un villano al uso.
La siguiente aparición del encapotado sería en Marvel Spotlight #28-29, en 1976. El por entonces editor Marv Wolfman estaba buscando personajes con que completar una colección antológica llamada Marvel Spotlight. Cuando Moench recibió la propuesta de llevar su Caballero Luna a esas páginas, aprovechó la oportunidad de relanzarlo ya no como un antagonista, sino como un auténtico héroe. Para ello, además, ampliaría el trasfondo del personaje, dándole un pasado, una base de operaciones y algún superpoder o habilidad diferenciadora.
En cuanto a la identidad secreta, Moench optó por que Moon Knight dispusiera de tres nombres civiles: el del mercenario Marc Spector, el del millonario Steven Grant, y el del taxista Jack Lockley. cada uno de los cuales le servía para un propósito específico. Werewolf le había presentado como mercenario, así que el escritor estableció que aquella era solo una de sus facetas, que le permitió amasar una inmensa fortuna. Era así como Marc Spector daba paso a Steven Grant, mientras que una tercera personalidad, la del chofer Jack Lockley le ponía en contacto con las calles, para conseguir información sin llamar la atención.
Por supuesto, a su alrededor también aparecieron algunos secundarios, según el ámbito en que se moviera en cada momento. Como héroe contaba con un ayudante Frenchie, piloto de su exclusivo helicóptero; como millonario, disponía de una atractiva novia, Marlene; en su entorno de disfraz urbano estaba Gena, la camarera de un típico bar de taxistas donde también contactaba con Crawley, un vagabundo que hacía las veces de informante.
En estos dos números, también dibujados por Perlin, tenemos una aventura doble en que veríamos la estructura clásica de estas primeras historias en solitario del personaje: el Caballero Luna actúa como un agudo detective, debiendo enfrentarse a un villano que posee algún plan rocambolesco, recopilando información con sus diversas identidades, y encargándose del maloso, en este caso el Conquistador, y sus secuaces ya en su faceta de encapuchado.
La última parte del volumen está conformado por The Hulk! #11-15, primera parte de la tanda de episodios de aquel magazine en que participó Spector. Ralph Macchio, un entregado fan del personaje que ejercía como ayudante de edición de esta revista antológica, patrocinó que el plateado protagonizara un complemento de dicha revista, que en estos números, presentaron una historia continua que llevó a Moon Knight a seguir pista tras pista para enfrentarse a una conspiración terrorista que amenazaba con estallar un artefacto nuclear en New York.
Acá hay que comentar dos aspectos relacionados a la parte gráfica que marcarían un antes y un después. Primero, el personaje comenzaría utilizar una capa larga, que terminó por definir su aspecto; y segundo, que mientras The Hulk! #12 y 13 fueron dibujados por Keith Pollock y Gene Colan respectivamente, el #14 sería el debut de un joven desconocido, hoy una leyenda, llamado Bill Sienkiewicz, que había deslumbrado al editor por sus lápices hiperrealistas que parecían perfectos para las historias oscuras que tanto él como Moench tenían en mente.
Por entonces, Sienkiewicz mostraba una fuerte influencia del trabajo de Neal Adams, de estilo muy realista. Apoyado por el colorista Steve Oliff, que complementaba a la perfección los trazos con una paleta muy cuidada, el arte tenía un aspecto pulp y serio, muy sofisticado para la época. Aunque en estos inicios los trazos aún no tenían el "sello Sienkiewicz", estas paginas nos permitirán, al compararlas con los tomos siguientes, asistir a la evolución un artista de esos que marcaron época y estilo en el noveno arte.
Si bien para lectores más modernos este quizá no sea el mejor punto de entrada al universo del personaje, el volumen contiene material muy recomendable, no solo para quienes quieran conocer el periplo del Caballero Luna desde el principio, sino también para cualquiera que quiera tomar el pulso a una época en que Marvel apostaba por productos con mayor profundidad. Más aún si como maestros de ceremonias tenemos a Doug Moench, guionista que siempre ha entregado trabajos de calidad contrastada, y talentos artísticos de la talla de Don Perlin, Gene Colan y, para que decir, Bill Sienkiweicz, que comenzaba con paso firme a granjearse una carrera llena de gloria.
La edición de Panini es impecable, en relación a materiales de confección y encuadernado. Aunque a algún lector joven no se lo parezca, la elección del papel es la adecuada para reproducir correctamente los colores de esa época, y la porosidad de sus hojas permite una disminución del peso que tus libreros agradecerán. Sin duda, Biblioteca Caballero Luna es un producto muy recomendable.