Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Hank Pym
Seguimos con nuestra revisión a los tomos de la colección Los Héroes Más Poderosos de Marvel Salvat / El Mercurio. Hoy corresponde un volumen protagonizando por un héroe que ha estado ahí desde los primeros compases de la Era Marvel, pero que sin embargo tiene una historia un poco compleja, inestable y hasta oscura: Hank Pym.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: HANK PYM (ANT-MAN / HOMBRE GIGANTE / YELLOWJACKET / AVISPA)
Contenido: Tales To Astonish Vol.1 #27 y 35 (1962), Mighty Avengers Vol.1 #21 al 26 (2009)
Guion: Stan Lee, Dan Slott
Dibujo: Jack Kirby, Khoi Pham, Rafa Sandoval
Tan grande como un edificio o tan minúsculo como una hormiga. El primer Ant-Man, el primer Hombre Gigante, Goliat, fundador de los Avengers, el creador de Ultron. Pero también el Vengador maltratador de su esposa, el de las crisis nerviosas y los cambios de identidad reflejo de sus inseguridades. Eso y mucho más es el Dr. Henry Hank Pym, uno de los personajes Marvel más complejos, y con una trayectoria más enrevesada.
El protagonista de hoy nació en las páginas de Tales to Astonish #27, en 1962, siendo uno más de los personajes en representar el tránsito de la entonces pequeña editorial Marvel desde la ciencia ficción y las historias de monstruos de los cincuenta, a la nueva moda de los superhéroes. Creado por Stan Lee y Jack Kirby, el doctor Pym pertenece a la larga lista de héroes creados por el binomio, junto a otros tan famosos como el Increíble Hulk o Los Cuatro Fantásticos.
Justamente esa entrega de Tales To Astonish, junto al #35, son los episodios que abren este tomo. En ellos, conocemos la historia de Henry Pym, un científico rechazado por sus compañeros de profesión y creador de un suero capaz de reducir el tamaño de cualquier objeto. Tras probar su invento sobre objetos inanimados y otros seres vivos, decide aplicárselo a sí mismo, y como resultado, encoge más de lo previsto, siendo capturado por un grupo de hormigas que le atrapan en su hormiguero. Tras escapar, decide deshacerse del suero, pero más tarde lo recrearía, y tras inventar un casco cibernético para controlar y comunicarse con dichos insectos, comenzaría su andadura superheroica como Ant-Man, el Hombre Hormiga.
Así, con una temática impregnada por el auge de la Guerra Fría, donde los soviéticos eran considerados en E.E.U.U. poco menos que el diablo, el héroe deberá enfrentarse a unos secuaces de la U.R.S.S. que quieren destruir un proyecto del ejército estadounidense en el que estaba trabajando. Es en este capítulo donde irá probando sus nuevas habilidades, descubriendo que pese a que su tamaño ha mermado, su fuerza física sigue siendo la misma que la de un humano de su estatura.
Son dos entregas correctas, realizadas a la usanza de la época: diálogos farragosos, abundantes cuadros de texto sobreexplicativos, y en resumidas cuentas, clásicos con todas sus letras. Pero sin duda, que también son números históricos, en que Lee y Kirby hacían historia en cada viñeta. Buena o mala, pero historia al fin y al cabo.
El resto del libro está conformado por material publicado muchísimos años después, y luego de que mucha agua haya pasado bajo el puente. Hablamos del arco argumental de apertura de la 'segunda temporada' de Mighty Avengers, —#21 al 26— escrito por Dan Slott, publicado en el 2009. La colección había nacido como cabecera secundaria de la franquicia vengadora, luego de que estos tuviesen la división ideológica de Civil War. Durante veinte entregas, Brian Michael Bendis la usó para narrar las aventuras de un equipo de héroes que se habían mostrado pro-registro, encabezados por Iron Man y Ms. Marvel,
Sin embargo, la llegada de Slott significó un cambio tan radical en la alineación, que bien podría haber sido un título diferente. En cierto modo, se podría argumentar que Bendis y Slott tenían objetivos similares con el título: un intento de contar historias vengadoras más grandilocuentes y tradicionales, con mucho en juego y un enfoque global, en contraste con la sensación relativamente urbana de New Avengers. Pero, no se puede negar que Slott maneja la nostalgia y los superhéroes convencionales con mucho más aplomo que su predecesor.
Como puedes imaginar, la razón de que estos números aparezcan en este tomo, es que el grupo está dirigido por Hank Pym, bajo su identidad superheroica de entonces, Wasp. Y no sólo eso, si no que casi todo el argumento gira alrededor de él. Esto asegura un enfoque narrativo claro, un punto de pivote central alrededor del cual se pueden comparar o contrastar los otros personajes, permitiendo una fuerte conexión emocional con la acción. La falta de A-listers asegura que Slott no se pierda debiendo manejar los hechos que ocurran en sus colecciones particulares, porque acá, nadie tiene serie propia. El mismo escritor, y por añadidura Pym, parece tratar la aleatoriedad del equipo como parte de la alegría inherente de la premisa.
Como decíamos, entre el Pym que conocimos en Tales To Astonish y éste, hay un universo de diferencia. A estas alturas, Hank es un personaje muy complejo, aunque solo sea porque es un hombre definido por sus fracasos, al que nunca se le ha dado el espacio o la libertad para superarlos. Como personaje, está inmortalizado como "el superhéroe que golpeó a su esposa", debido principalmente en que hay muy poco en su historia que sea especialmente notable. Y lo que hay, no es tampoco para sentirse orgulloso: es responsable de crear al villano Ultron, cambia de identidad cada cinco minutos, o etcétera.
Golpear a su ex-esposa fue en gran medida el momento decisivo para Pym. Cuando los lectores escuchan su nombre, todos piensan en ese momento. Y Slott, para su crédito, no lo ignora ni lo minimiza. En el primer número, el héroe confiesa que fue lo peor que ha hecho en su vida, lo que puede parecer un poco exagerado desde una perspectiva global —su creación, Ultron, ha matado a millones de personas— pero tiene mucho sentido como personaje. Por fortuna, Slott, no intenta argumentar que Pym es un modelo incomprendido de virtud, haciendo que intente racionalizar algunas de sus decisiones más polémicas, pero nunca de manera totalmente convincente. Por ejemplo, acá se encuentra en una relación pseudo amorosa con Jocasta, una relación muy inquietante si tenemos en cuenta que es técnicamente su "nieta", pues es una inteligencia artificial creada por una forma de vida que él mismo creó.
Sin embargo, por más que Slott representa al héroe con las teclas correctas, no es una obra que profundice demasiado en su psique, mal que mal, no es su cabecera propia. Al compararlo con otros héroes, como Tony Stark, y dejando de lado lo del maltrato a Janet, nadie tiene una base moral mucho más alta que Pym, y Slott parece argumentar que este nuevo Universo Marvel moralmente comprometido —estos números transcurren el período Dark Reign— es el momento y el lugar perfectos para que Hank entre en acción.
De hecho, Mighty Avengers entrega victorias verdaderamente espectaculares logradas por Pym, con ideas locas, como invitar a Loki al equipo, que en retrospectiva no parecen tan malas. Se nota que Slott se divierte con el equipo, gracias a una alineación desenfadada. Por ejemplo, es muy entretenida la actitud espinosa de Quicksilver, y su instinto de lucha o huida que lo lleva a Indonesia a la primera señal de problemas. No se puede no querer a Herc, porque es como un Ares borracho, que a su vez es como un Thor borracho. Y para qué decir de Amadeus Cho o el USAgent, hilarantes, en particular por su actitud insensible.
En resumen, podemos establecer que Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Hank Pym, no es un tomo imprescindible, pero si es bastante divertido. Aunque no es un estudio en profundidad del personaje, es suficientemente jugoso para quienes quieran conocerlo mejor, o verlo como líder de un equipo bastante extraño de Vengadores. Como he dicho en otras ocasiones: leerlo no hace daño; perdérselo, tampoco.