“Mortis” (2022): Ecos grises
Tras un prolongado período de silencio, Arcano IV lanza un nuevo volumen de historias dedicadas al más lúgubre ícono de la historieta nacional, Mortis.
A diferencia de proyectos anteriores de la editorial, las nuevas historias no son publicadas en tomos, sino que por medio de historias autocontenidas en formato grapa, siendo tres las entregas que sirven como punta de lanza para esta nueva etapa. Una particularidad que se observa de inmediato respecto de ellas es la presencia de equipos creativos diferenciados, encontrándose por un lado Miguel Ferrada, quien toma nuevamente las riendas del revival, en compañía del dibujante Víctor Abarca (Cazadores) con historias contemporánea en los números #01 y #03 mientras que el #02 corresponde a un relato de época de la mano de Alexander Roez (Korvo) y Chris Fattori (La Plaga). En las tres tenemos rotulado de Cristian Docolomansky.
Si bien la naturaleza autocontenida de cada grapa y las diferencias de perspectiva de los equipos creativos podrían hacer creer que el nuevo ciclo de Mortis corresponde a un formato antológico inconexo, dicha idea es una mera apariencia dado que existe un marcado eco temático sobre el rol de la medicina que da cohesión a las tres entregas. Uno de los conceptos más clásicos de Mortis es que su presencia puede alterar de forma antinatural la expectativa de vida de quienes lo rodean, por lo que centralizar su vínculo con personajes vinculados al mundo de la medicina hace sentido.
Las historias de Ferrada y Abarca por su ambientación moderna resultan flexibles en su ejecución sin ser reiterativas entre sí. El relato del #01 se siente más reflexivo en la crítica social que hace en su tratamiento de materias tales como las relaciones públicas de personajes poderosos y como éstas reflejan los efectos tangenciales de las habilidades profanas conferidas por Mortis a sus seguidores, mientras que el #03 es menos contingente, pero se siente mucho más centralizado sobre la naturaleza detrás del culto a Mortis. Dicho de otro modo, el primer número ofrece una reintroducción que mantiene una distancia prudente sobre la figura que lo inspira, mientras que el tercero retrata sin tapujos la decadencia que lo acompaña.
Sin perjuicio de lo anterior, hay un elemento común interesante. Si bien no quedan dudas respecto de lo manipulador que es Mortis, la consecuencia visible para las protagonistas de ambas historias no es el sometimiento, sino su liberación. Si lo anterior es o no una mera apariencia, es algo que queda abierto para futuras entregas, pero de momento resulta llamativo el efecto moralmente ambiguo de la presencia de Mortis.
En cuanto al segundo número, Roez y Fattori ofrecen una historia en una clave completamente distinta. Es un relato de época en la que no hay cabida a cualquier idea de Mortis como un liberador o como figura gris, mostrándolo como una fuerza de corrupción, brutalidad y miseria.
Las tres grapas usan blanco y negro en escala de grises, lo cual en general es una buena decisión, sin embargo, en el #03 el uso del gris resulta excesivo. Podría entenderse el uso del recurso con fines narrativos como en un flashback, pero el uso muy cargado del gris parece ser transversal y termina obstaculizando al dibujo en lugar de acentuarlo. Fattori y Abarca ofrecen estilos muy distintos, pero que cuadran a la perfección con sus relativas historias, destacándose especialmente la atención al detalle ambiental que el primero imprime al #02 y la muy bien lograda carga sexual que Abarca logra dar al #03 sin que resulte vulgar.
Si bien Arcano IV no ha logrado resolver el grave problema de archivo que existe tanto de la encarnación original de Mortis como de las secuelas publicadas por la propia editorial, el futuro que se ofrece en las tres grapas es digno de atención, resultando encomiable el trabajo de ambas parejas creativas que logran contar historias inconexas, pero que se sienten parte de un mismo legado.