"Sabretooth" #1 (2022), de Victor LaValle: en el fondo del barro
Justo cuando pensábamos que ya hay suficientes títulos-x rondando por ahí, ahora tenemos uno más. Y nada menos que uno protagonizado por Sabretooth, la némesis de Wolverine, quien fue protagonista de una de las escenas más impactantes de House Of X, manteniéndose como uno de los cabos sueltos de la era mutante de Jonathan Hickman: ¿Qué pasó con Victor Creed luego de ser exiliado a The Pit? ¿Ha aprendido su lección? ¿Alguna vez escapará? Parte de ello, y más, es lo que intentará contarnos Victor LaValle en la miniserie de cinco entregas llamada simplemente Sabretooth, cuyo primer número repasamos a continuación.
Como no podía ser de otra manera, las primeras páginas de Sabretooth #1 nos retrotraen a House of X/Powers Of X, en concreto al día en que Creed fue sentenciado a The Pit luego de violar una de las leyes de Krakoa: no matar humanos. Esta vez, podemos ver los eventos desde la perspectiva de Victor, con pensamientos internos hacia los miembros del consejo silencioso que brindan una perspectiva única. Las últimas palabras del salvaje maloso prometen que escapará del pozo y perseguirá a los responsables sin descanso. A partir de aquí, lo que sigue es una historia alucinante y surrealista que encuentra a Sabretooth viviendo sus fantasías más violentas, haciéndose un examen de conciencia, y creando un infierno que nadie sabía que Krakoa necesitaba.
El escritor Víctor LaValle presenta una historia inesperada saltando rápidamente a la psique de Creed, consciente de lo interesante de un lugar en el que la mayoría de la gente no querría estar. Sabretooth se presenta como la máquina de matar homicida y despiadada que recordarán los fans de la vieja escuela, siendo frío y calculador mientras destroza a sus víctimas. Una escena en particular lo tiene no solo despachando fácilmente un ataque de Cyclops, sino que lo hace de una manera que es uno de los paneles más sangrientos de los libros recientes de Marvel.
Sin embargo, LaValle no hace de la historia un desfile vacío de delirios violentos. En cambio, mientras Creed se abre camino a través de las entrañas de Krakoa, comienza a crear su propio hogar, al igual que los mutantes en la superficie. Autoconsciente de sí mismo, el mismo Sabretooth nos presenta quizás la versión más sádica y poderosa del personaje que se haya visto.
Si bien el personaje sigue siendo el mismo impenitente que era antes de llegar acá, lo que hace que este libro funcione tan bien es el hecho de que el escritor lo usa como una alegoría para sumergirse en la realidad del encarcelamiento, los conceptos de rehabilitación o justicia, y mostrando, más aún, las profundas fallas dentro de este llamado paraíso que Xavier y Magneto afirman haber construido. Golpea fuerte no solo por la forma en que LaValle presenta estos conceptos, sino porque este es un ámbito que pocos títulos de superhéroes intentan pisar.
Centrarse en estos temas y señalar las fallas en una colección centrada en una sociedad/nación ficticia da un espacio mucho más libre que señalar a los Estados Unidos u otros países reales, a pesar de que anteriormente Marvel no ha hecho asco en criticar el sistema penitenciario estadounidense o los campos de Guantánamo, por ejemplo. Estos no son temas fáciles de abordar ni incluso encontrar soluciones, porque son conversaciones que la mayoría de las veces ni siquiera tienen las masas en la vida real. LaValle usa su bagaje de ensayista de temas sociales para crear una obra con un transfondo muy interesante.
Otro aspecto que funciona fue la aparición de Doug Ramsey, que ofrece a Creed una especie de anzuelo para sacarlo de la prisión eterna al que Xavier lo exilió. En él, se representa la guardia más joven de personajes que se dan cuenta y tratan de lidiar con los sistemas defectuosos que la Magneto y Charles pusieron en marcha, y que a veces son copias más pequeñas de los sistemas defectuosos que prometieron que estaban dejando atrás.
Elegir a Creed como el foco de tal exploración funciona de gran manera, especialmente si se tiene en cuenta el resto de protagonistas de la línea mutante. O sea, Victor es un asesino sanguinario, de eso no hay duda, pero ¿es tan diferente a otros miembros del Consejo Silencioso, muchos de los cuales tienen un recuento de cadáveres y acciones igualmente atroces?. Sin justificar a Creed, que a esos otros personajes se les permita caminar libremente por la nación, e incluso gobernarla, entrega matices interesantes para apoyar quienes dicen que los lideres actuales de Krakoa no son más que hipócritas. Ni siquiera entraremos en la conversación sobre un tal Hank McCoy, que en esta etapa ha cometido crímenes de guerra en el nombre de Krakoa con tanta regularidad, que parece como si fuera un pasatiempo.
Visualmente hablando, sentimos cada centímetro de la brutalidad y aspereza de este número a través del trabajo de Leonard Kirk y Rain Beredo. Todas las páginas donde vemos la sangrienta venganza de Creed son crudas, viscerales y muy detalladas, con elementos que harían de este titulo un candidato serio a formar parte de la línea MAX. Aunque el arte se desinfla en el ultimo tercio, Kirk sorprende subiendo mucho su nivel respecto de algunos de sus últimos trabajos, como el Captain America de Ta-Nehisi Coates.
Incluso las páginas en las que Creed puede estar pensativo o reflexivo, rodeado de aburrimiento después de saciar sus fantasías de venganza, tienen una crudeza sorprendente. El colorista Rain Beredo aporta un tono sombrío y apagado a los colores, dejando que algunos se destaquen más que otros. Por ejemplo, a lo largo de las páginas, tenemos muchos estallidos de color rojo brillante, desde la sangre y los ojos de Creed, hasta destellos de Krakoa, lo que encaja con la historia sangrienta y llena de rabia que se está tejiendo.
En resumen, en Sabretooth #1 Victor LaValle crea un retrato de alguien que muchos no conocen realmente, entregando matices a un personaje que no abandona, e incluso reivindica, su condición de bestia salvaje. Acompañado por un arte correcto, la obra toca todas las notas correctas, mostrándonos a Victor en su peor momento: enojado y amargado, pero sin razón para contenerse más. Ahora, Creed es un hombre con una misión, y hasta dónde llegará para vengarse es la pregunta que el resto de la serie buscará responder.