Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Warlock
Alista tu mochila jet y el traje de caminata espacial, porque el tomo de la colección roja de Salvat de hoy nos llevará directamente a los confines de la galaxia. Y para ello, nadie mejor como maestro de ceremonias que el guionista Jim Starlin, el arquitecto de la mejor Marvel cósmica, aquella de Thanos, del Guantelete del Infinito, y el personaje protagonista hoy. Con ustedes, Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Warlock.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: WARLOCK
Contenido: Marvel Premiere Vol.1 #1 y 2 (1972) y Warlock and the Infinity Watch Vol.1 #1 al 6 (1992)
Guion: Roy Thomas, Jim Starlin
Dibujo: Gil Kane, Ángel Medina, Rick Leonardi
Como decíamos en el párrafo anterior, el tomo de hoy de la colección roja de Marvel / Salvat está protagonizado por uno de los principales actores del paisaje cósmico de la Casa de las Ideas, Adam Warlock. El personaje es una creación de Stan Lee y Jack Kirby, apareciendo por primera vez en Fantastic Four #66, y realizando apariciones esporádicas en diversas historias, bajo el nombre de Él. En 1972, Roy Thomas y Gil Kane lo rebautizarían como Adam Warlock en Marvel Premiere #1.
Entre todas sus hazañas, Warlock ha sido el portador de la gema del alma, razón por la que es un enemigo habitual de Thanos, tendiendo a reaparecer cada que vez que las gemas están en juego . El personaje ha sido un aliado frecuente de equipos como Los Cuatro Fantásticos, y también apareció junto a los Guardianes de la Galaxia en la reinvención que experimentó en el evento Annihilation, donde el villano homónimo buscaba extinguir toda la vida en el universo, y los héroes se reunieron para detenerlo.
Sus poderes innatos, basados en la energía, ya lo convierten en una fuerza a tener en cuenta, pero cuando maneja el impresionante poder de la gema del alma se convierte en uno de los guerreros más poderosos del cosmos. Sin embargo, al mismo tiempo es una de las mayores amenazas para el universo, pues tiene un reverso oscuro conocido como Magus. Mientras que Warlock ha hecho todo lo posible para suprimir o destruir este lado más oscuro, el universo nunca estará completamente a salvo de este villano mientras el propio héroe sobreviva.
Warlock fue genéticamente diseñado por un grupo de científicos conocidos como El Enclave, los cuales buscaban crear un humano sintético, genéticamente perfecto. A las habilidades estándar de un superhéroe, como la fuerza, la velocidad, la resistencia y la posibilidad de volar, añade el poder de absorber y canalizar energía cósmica gracias a la Magia Cuántica. Además, también tiene la capacidad de envolverse en una especie de capullo regenerativo, para curar su cuerpo de heridas mortales.
Sin embargo, y como decíamos, gran parte de su poder se deriva de la gema del alma, una de las seis artefactos que componen el Guantelete del Infinito. Ésta permite a Warlock absorber las almas de otros seres, siendo la causante que una futura encarnación de el se volviera loca y se transformara en Magus.
Los cómics que abren este tomo son justamente unos que ya nombramos más arriba. Publicados en 1972, Marvel Premiere #1 y 2 fueron la presentación del personaje con el nombre con que se conoce hoy. En esas entregas, el escritor Roy Thomas creó la Contratierra, un planeta que gira en una órbita igual a la Tierra, pero al otro lado del sol. Es un mundo perfecto, sin mal, sin guerras y sin superhéroes, siendo esto último lo verdaderamente interesante, pues veremos interactuar a humanos corrientes con un tipo con connotaciones y poderes divinos. Así, Thomas trasladó a Marvel el concepto de las tierras o universos alternativos, un elemento que hasta el momento solo había sido utilizado en DC Comics.
Thomas afirma que se inspiró mucho en la obra Jesucristo Superestrella, y como tal las connotaciones religiosas están más que presentes. Por ejemplo, el Alto Evolucionador es el creador de la Contratierra y también de la transformación de Él en Warlock, por lo que él sería Dios y Warlock, Jesucristo; Warlock llegará a la Contratierra con la intención de salvarla, y rápidamente se encuentra con cuatro chicos que lo seguirán con fe incondicional representando a los apóstoles; e incluso habrá escenas totalmente gráficas que emularán a algunos de los momentos más célebres de La Biblia, como la primera página de Marvel Premiere #1, que imita a la crucifixión.
El escritor dotó al personaje protagonista de una personalidad muy marcada, convirtiéndolo en un héroe a la fuerza, que rechaza ser usado como símbolo y que tratará de vencer por todos los medios a su antagonista Man-Beast —trasunto del Diablo— y hacer ver a su “padre” que siempre hay esperanza. El guion es denso, quizás abusa de los monólogos interiores, pero son fascinantes, y dan a Warlock una gran profundidad, haciéndole reflexionar sobre su papel en los acontecimientos. La trama por lo general es grandilocuente y ominosa, pero muy disfrutable, y tiene ese aroma a clásico de Marvel Comics.
El resto del libro se completa con las seis primeras entregas de Warlock and the Infinity Watch, publicadas en 1992, posterior a la primera gran saga del proyecto de Jim Starlin en los noventa, Infinity Gauntlet. Las gemas del infinito son los artefactos con más poder del Universo Marvel, famosas gracias al protagonismo que han alcanzado como eje del MCU. Cada una es capaz de controlar y moldear un aspecto de la existencia universal más básica, pero juntas y reunidas en el Guantelete del Infinito, convierten a su portador en un ser todopoderoso capaz de retorcer la misma existencia a su antojo.
Thanos, el Titán Loco, probó de primera mano dicho poder y las consecuencias que acarrea utilizarlo, en Infinity Gauntlet, y tras su derrota, Adam Warlock recogió dicho artefacto y asumió la responsabilidad de esgrimir tal poderío, contándosenos en estos números algunas consecuencias que dicho acto tuvo para el personaje y para el Universo Marvel.
Las entregas de la incluidas en este tomo transcurren inmediatamente después de Infinity Gauntlet y antes de Infinity War, y en ellos se nos cuenta como Warlock, sometido al juicio del Living Tribunal, ha decidido que ningún ser debería de poseer el poder que otorgan las seis gemas del infinito, puesto que hasta alguien como él, que se considera perfecto y puro, es capaz de convertirse en el tirano más despiadado, aunque sus intenciones sean las mejores. Por tanto, repartirá las piedras entre quienes considera más dignos de llevarlas y protegerlas. La gema del poder se la otorga a Drax el Destructor, la del espacio al incorregible Pip el Troll, la de la mente a Moondragon, la del tiempo a Gamora, guardando la del alma para sí mismo y la de la realidad para un misterioso aliado cuya identidad se mantendrá oculta. El equipo será llamado Infinity Watch.
El juicio, y la formación del grupo se darán en las dos primeras entregas, mientras que desde los #3 al 6 se nos narrará una saga en la que Warlock toma conciencia de su papel como líder de los Watch, siendo su responsabilidad el asegurarse de que permanezcan unidos. El volver a encontrarse con su antiguo mentor, un enloquecido Alto Evolucionador, y con un viejo contrincante, Man-Beast, le permitirá al protagonista reflexionar acerca de su omnipotencia y regreso a su "humanidad".
En esta obra tenemos un Jim Starlin que, temporalmente, abandona el alcance global que tuvo en Infinity Gauntlet y retomará en Infinity War, con lo que funciona como un pequeño interludio de calma entre dos eventos. Starlin trata aquí sus inquietudes clásicas, religión, libertad, responsabilidad, política, pero lo hace de una forma más calmada y menos psicotrópica que lo que hizo en los 70.
En cuanto al dibujo, los números están ilustrados por Ángel Medina, con Rick Leonardi en las entregas 3 y 4. Ambos autores ejecutan un trabajo bastante parejo y similar, con un resultado que sin ser especialmente destacable, cumple con su cometido y nos entrega páginas con un trazo cuidado, suave y estrictamente noventero, que hacen más atractivo y entretenido un cómic cuyo guion no es un imprescindible. En ese sentido, resultan muy destacables las representaciones de los primigenios del universo, especialmente Eternity o el Living Tribunal, cuyas complejas representaciones físicas son resueltas con gran talento por Medina.
Como cómic individual, estas entregas resultan entretenidas, pero su lectura no es imprescindible para comprender el siguiente evento en esta saga cósmica, Infinity War. Sin embargo, al verlos como partes de un todo, ganan mucha importancia si es que eres un completista de la Trilogía del Infinito, y del material satélite.
Para concluir, Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Warlock, es un tomo correcto, pero que no destaca en demasía si es que no lo consideramos parte del macrociclo de Jim Starlin en la parcela cósmica de Marvel. Recomendable para quienes quieren profundizar más en la saga del infinito o quienes quieran saber más del personaje de cara a su participación en el film Guardians of Galaxy 3. Para el resto: si lo leen, no les hará daño, pero si lo dejan pasar, no se pierden de gran cosa.