Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Shang Chi
Sigue adelante la colección roja de Salvat, siempre con la intención de presentar historia de personajes tanto principales como secundarios de la editorial. Y hoy, corresponde a uno de estos últimos, pues damos la bienvenida al mejor artista marcial de la Casa de las Ideas, que hace poco estrenó su propio film en solitario. Con ustedes, Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Shang Chi.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: SHANG CHI
Contenido: Spider-Island: Deadly Hands of Kung Fu #1 al 3 (2011) y Deadly Hands of Kung Fu Vol.2 #1 al 4 (2014)
Guion: Mike Benson, Anthony Johnston
Dibujo: Sebastián Fiumara, Tan Eng Huat
Como decíamos más arriba, Shang Chi es el protagonista de unos de los últimos estrenos de Marvel Studios, por lo que ha obtenido cierta popularidad. Sin embargo, en términos generales, para el gran público es prácticamente un desconocido. Para entender mejor quién es el personaje, es necesario viajar casi cincuenta años hacia el pasado, hasta 1973, para asistir a su primera aparición en Special Marvel Edition #15, fechado en diciembre de ese año. Sus padres creativos fueron Steve Englehart y Jim Starlin, dos reconocidos autores de la Casa de las Ideas durante la década de los 70, quienes lo establecieron de inmediato como un Maestro del Kung Fu.
La popularidad de Shang-Chi se dio principalmente porque las artes marciales tuvieron un gran éxito durante la década de los 70 en los Estados Unidos, con Bruce Lee como máximo icono en aquel entonces. Pero todo eso fue hace muchos años, y desde entonces, y en especial en las últimas décadas, ha tenido apariciones y obras más bien esporádicas.
Shang-Chi fue criado por su padre, Zheng Zu —anteriormente Fu Manchu— para ser un despiadado asesino. Sin embargo, nuestro héroe se dio cuenta de esto y decidió no seguir ese camino después de su primera misión. Este personaje, debido a cuyo ángulo recae principalmente en las artes marciales, ha hecho equipo con otros héroes de Marvel de similar ámbito, como el mismo Iron Fist.
Ya hablando en específico de este volumen, acá encontraremos dos historias publicadas hace poco tiempo, por lo que pueden calificarse como modernas. A diferencia de tomos anteriores de esta colección, no veremos la primera aparición, o alguna aventura clásica del personaje.
La primera de las historias es la que originalmente fue publicada en Spider-Island: Deadly Hands of Kung Fu, que como su nombre indica, es un tie-in del gran evento arácnido del año 2011. Esta fue una miniserie de tres entregas, con guion de Anthony Johnston, y dibujos de Sebastián Fiumara.
Mahnattan está infestada. Gracias a las maquinaciones del villano Jackal, todos sus habitantes han obtenido poderes arácnidos. Pero no todos los con grandes poderes tienen la gran responsabilidad de Spider-Man, así que la isla está desbordada de matones y malosos empoderados. Ahora, todos los héroes marvelianos deben unirse para evitar la destrucción. En ese contexto, la heroína Bride of Nine Spiders inexplicablemente ha comenzado a secuestrar a sus compañeros de los Inmortal Weapons, incluyendo al mismo Iron Fist. La única persona que puede detenerla y desenredar la madeja del misterio es Shang Chi, que también muestra poderes de araña.
El mundo está lleno de cosas extrañas, y una de ellas es que de los pocos protagónicos que ha obtenido Shang Chi en el último tiempo sea en un evento que a priori parece muy lejano a las aventuras del artista marcial. Sin embargo, sabemos que cualquier excusa es buena cuando se trata de encontrarse con las mortales manos del maestro.
Y es que fiel a la naturaleza de un personaje ideado repartir combos y patadas a mansalva, la historia que acá se nos presenta es muy entretenida y dinámica. El escritor Anthony Johnston presenta a Shang a los posibles nuevos lectores de manera eficiente, capturando su voz única y poniendo en primer plano su perspectiva como estudiante de filosofía oriental, sin tropezar con los típicos tópicos 'Karate Kide-escos' del pequeño saltamontes. No tengo idea de si los movimientos de lucha a los que se hace referencia existen, pero aunque es poco probable que lo sean, los nombres hilarantes —'golden salmon leaps upstream', 'startled monkey lashes out'— están en sintonía y coinciden con la gracia angular de las figuras de Shang del dibujante Sebastián Fiumara.
Porque, ya que hablamos de ello, el arte de Fiumara funciona de manera excelente. La forma en que se mueven sus líneas y lo orgánico que se siente todo el cómic, hacen que la acción pase más rápido aún, con un flujo perfecto. Si bien su estilo oscuro parece más adecuado para historias de corte más urbano, la verdad es que sus escenas de acción se roban el aliento. Aunque en muchas ocasiones sus viñetas parecen más bocetos que una pagina terminada, el curioso efecto que se logra da la sensación de un movimiento constante y frenético.
Los diseños nos impulsan a través de las páginas a una velocidad tan vertiginosa, que muchas veces las piernas de los protagonistas apenas parecen un borrón. Entintadas por John Lucas, las ilustraciones de Fiumara tienen una calidad áspera e impresionista que curiosamente, parecen más realistas que muchos enfoques fotorrealistas. Los colores de Dan Brown son vibrantes, y muestra de ello es la impresionante splash-page que muestra a Shang luchando junto a los héroes de New York: los amarillos, naranjas y púrpuras contrastan y se combinan para brindar una gran intensidad a la escena.
La segunda parte del libro esta conformada por otra miniserie, que vio la luz tres años después que la anterior. The Deadly Hands of Kung Fu —2014— está conformada por 4 entregas, escritas por Mike Benson —Moon Knight— y dibujada por Tan Eng Huat —X-Men: Legacy—. La serie limitada vio la luz en la época All-New Marvel Now!, más o menos al mismo tiempo que el personaje también aparecía en Avengers y Avengers World, del macrociclo de Jonathan Hickman.
Leiko Wu, un antiguo amor de Shang-Chi, es asesinada a sangre fría mientras trabajaba encubierta para el MI-6. Cuando el héroe viaja a Inglaterra para presentar sus respetos, descubre que no todo es lo que parece, y que si no tiene cuidado, puede ser el próximo en morir. Mientras lucha contra maestros místicos de kung fu en las calles de Londres, y descubre terribles verdades sobre su camarada caída, Misty Knight y Colleen Wing se unen a la refriega, pero pronto descubren que el peligro es mayor de lo que cualquiera de ellos había temido. Y el giro final, nadie lo verá venir. Viejos amigos, nuevos enemigos, asesinatos, espionaje y artes marciales chocan en una historia trepidante.
A pesar que la premisa es interesante, el trabajo de Benson funciona como un parteaguas, con consideraciones diferentes si eres un lector que no conoce tanto al personaje, o si eres fan de él. Los primeros encontrarán una historia entretenida, con acción a raudales, propios de una narración perteneciente al género de las artes marciales. La aparición de un buen puñado de secundarios permitirá conocer a otros personajes de la Casa de las Ideas —como Misty y Colleen—, y otros que pertenecen casi exclusivamente a la esfera de Shang, como Black Jack Tarr.
Los fans más versados del personaje, sin embargo, encontraran que la versión de Benson apenas es reconocible con la personalidad que le conocemos al hombre del buzo rojo, que se siente muy fuera de foco. Primero, es triste y casi degradante ver a un personaje importante de su pasado eliminado de una manera tan salvaje y mediocre. También, la actitud de desprotegido de Shang Chi es completamente inusual, especialmente a la luz de la muerte de su amante. Si bien a menudo se ha mostrado firme en momentos de tensión, no dejándose llevar por impulsos como la venganza, acá se muestra extrañamente frío y distante.
Así mismo, es particularmente molesto como Benson cambia por completo la dinámica entre Black Jack Tarr y Shang Chi. Ambos personajes tienen mucha historia de camaradería, pero sin embargo, esta vez Tarr parece estar jugando el papel de malabarista, manipulando a Shang para que persiga al culpable mientras él espera entre bastidores.
Otro de los problemas de la obra es el arte de Huat, con una representación de Shang muy irregular y fuera de modelo. En varios casos, su apariencia es presentada como la de un caucásico o estadounidense de raza blanca cualquiera, mientras que en otros, adquiere un aspecto más andrógino, o más bien, parece que sus músculos han desaparecido en favor de una apariencia más metrosexual.
Se sabe que algunos aspectos de la apariencia de Shang, como el corte de pelo largo a lo Liu Kang o el uniforme rojo/dorado debían actualizarse, pero este personaje, como lo representa Huat, no se parece en nada al protagonista en la antigua cabecera Master of Kung Fu. Otros personajes del libro, incluidos Steve Rogers y Leiko Wu, también aparecen fuera de modelo, especialmente en los rostros.
Más objetivos son los numerosos problemas de perspectiva que abundan en los paneles. Los personajes no se sienten dispuestos correctamente en su entorno, e incluso las escenas tranquilas tienen una puesta en escena realmente extraña. Los viejos cómics de Master of Kung Fu tenían un toque cinematográfico para ayudar a mejorar la historia, pero acá, las secuencias de lucha se sienten rígidas, estrechas y desenfocadas.
Raya para la suma, Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Shang Chi, es un tomo que entretendrá mucho a lectores no demasiado familiarizados con el personaje, e incluso también a los fans, si es que son capaces de dejar pasar algunas incongruencias en la caracterización de los personajes, en particular en la segunda historia. Sin embargo, sin contener aventuras trascendentales del Bruce Lee marveliano, supondrá un rato de agradable evasión para todos lo que busquen la acción y batallas habituales en los cómics de superhéroes.