"Generation M" (2006): detrás de la tragedia
"No más mutantes". Con esas palabras se coronó House Of M, uno de los puntos álgidos de la Marvel de principios de siglo. Wanda Maximoff, quien sufría una crisis nerviosa producto de las tragedias que venían sucediendo en su vida, utilizó esas palabras para liberarse de las manipulaciones de su padre Magneto, y su hermano Quicksilver. Como consecuencia, el 90% de los Homo superior de la Tierra dejaron de serlo. ¿Cuales son las historias de los mutantes que perdieron sus poderes? ¿Qué tragedias le siguen después de la cenizas? Eso y más encontraremos en Generation M, miniserie enmarcada en el día después del cataclismo.
Generation M es una serie limitada de cinco números, publicada entre enero y mayo del 2006, con Paul Jenkins (Inhumans, Wolverine: Origin) en guiones, y Ramón Bachs (Star Wars) en dibujos. Esta, junto a otras miniseries y especiales se enmarcaron en Decimation, etiqueta que agrupaba las obras que narraron el día después de House of M.
Como decíamos, el Día-M cambió las reglas del juego del Universo Marvel de mediados de la década de los 2000. Con las tres palabras de Scarlet Witch, 9 de cada 10 mutantes dejaron de serlo, en un evento que reverberó en todos los rincones de la Casa de las Ideas. Nadie puede escapar a las consecuencias, ya sea que tenga o no el gen-x, porque, cuando un acontecimiento adquiere semejantes dimensiones, nadie queda indiferente.
No todos los mutantes tienen poderes tan fantásticos, algunos están malditos con una mutación que solo les ofrece la imposibilidad de llevar una vida normal. Solo Sally Floyd, columnista de La Alternativa, un periódico que se publica al margen de los grandes medios, puede contar una verdad que a nadie le interesa saber. Es un relato de muerte y renacimiento, con la presencia de algunos mutantes importantes que perdieron sus poderes, así como de otros que no tienen el glamour de ser miembros de los X-Men.
Los cómics de muchas de las editoriales apuntan a la desconexión de la realidad, por el regocijo de la fantasía, la metalectura y la endogamia. Pero Marvel está cimentada sobre la cotidianidad del día a día, y el entorno que describe, por el que transitan superhombres, extraterrestres y dioses, es a fin de cuentas un reflejo del mundo que está afuera de tu ventana. La Casa de las Ideas es hija de su tiempo, de todos los tiempos que le ha tocado vivir, y los hechos ocurridos alrededor de la locura de Wanda, como Avengers: Disassembled y House of M escondían un caramelo envenenado de Síndrome Post 11-S.
Nuestra protagonista Sally Floyd deja claro el paralelismo, cambiando el "¿Dónde estabas tu cuando derribaron el World Trade Center?" por "¿Dónde estabas tu el Día-M?" ya desde la primera página del cómic. La tragedia tiene demasiadas semejanzas con aquel y otros desastres reales, y un fino observador como Paul Jenkins es capaz de dar un paso más allá y encontrar reflejos que ahondan el el dolor de las víctimas, de gente que parece tan lejana y tan diferente a nosotros, pero que se revela como lo contrario cuando sale a la luz su historia, alegrías y penas.
La intención de Sally es utilizar sus Ex-Mutant Diaries para dar una voz a los mutantes, que significa ser uno de ellos, y como afrontan la catástrofe de perder sus poderes, que otra vez les ha cambiado la vida. Entre los personajes que serán abordados en su investigación, que será una especie de Quién es Quién mutie, la reportera se encontrará con Hombres-X en pleno derecho que han perdido sus poderes, como Chamber, Jubilee y Dani Moonstar, villanos como Blob, y un montón de mutantes anónimos, mientras sigue la pista de un asesino en serie de los Homo superior que han sido despojados de sus dones.
Jenkins dice que la idea principal de Generation M es mostrar la clase de vida que lleva un mutante, que en el fondo son solo personas tratando de salir adelante lo mejor que pueden. Acá se muestra lo que hay detrás de la tragedia, aquella realidad que no se explica ni en CNN ni en el Daily Bugle, y que tampoco llega al Instituto Xavier. Pero además, sirve como debut para Sally, una periodista que no tiene mucho que ver con otros reporteros que conocíamos en el Universo Marvel, como Ben Urich.
En ella, la Casa de las Ideas ha encontrado la voz perfecta para dar voz a los pequeños olvidados de las grandes historias, por lo que desde entonces ha tenido apariciones en diversos eventos editoriales, como Civil War, World War Hulk o Secret Empire. Respecto de Sally, en una entrevista a CBR.com, Paul Jenkins explicó que "Ella está pasando por tiempos difíciles. Es un desastre, es alcohólica, pero después de ver lo mal que lo pasan los mutantes, quiere escribir sobre ello. Quiere volver a encarrilar su carrera y su vida.Quiere contar las historias de estas personas, ver lo que están haciendo y saber qué les está sucediendo".
"Ella tiene experiencia con los mutantes. Anteriormente había escrito una columna mensual llamada The Mutant Diaries', continuó el guionista. “Por lo tanto, siempre se ha enfrentado a personas que tienen prejuicios contra los mutantes. Pero debido a que su vida personal se estaba desmoronando, dejó de hacerlo. Ahora, siente que es momento de retomar sus escritos".
El resultado es muy bueno. Si te gustan colecciones como Alias o The Pulse, te sentirás como en casa, pues las viñetas destilan el mismo concentrado suburbano y sucio, más de ambientes oscuros mas que luminosos parajes de grandilocuentes, sintiéndose muy en sintonía con el espíritu de otra serie mutante de por entonces, District-X.
De la misma manera, el arte de Ramón Bachs le viene como un guante a la historia, gracias a su estilo realista y barroco. A ello contribuyen las tintas de John Lucas y el color de Art Lyon, quienes conforman una ambientación oscura y apagada, donde los verdaderos protagonistas son los lugares sórdidos y la miseria que sufren los personajes.
Concluyendo, hay que decir que Generation M es una lectura muy recomendable. Paul Jenkins nos lleva a un paseo por el lado oscuro del sueño de Xavier, con el destino agraz de aquellos mutantes cuyos dones han desaparecido, haciéndolos presa de un mayor odio y temor por parte del ciudadano normal. Después del Día-M, el futuro del Homo superior nunca ha sido más oscuro, por lo que la reportera Sally Blevins se convertirá como la voz de los sin voz, investigando el verdadero drama tras la tragedia. Apto para quienes quieran leer una historia bien escrita y dibujada, y para los que quieren conocer a los mutantes más allá de los X-Men.