Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Iron Fist
Hoy, de parte de la la colección roja de Salvat, nos llega un personaje que puede ser un poco problemático para los tiempos modernos. Pero gracias a la pericia de sus autores, este tomo se convierte en uno de los imprescindibles de la colección. Hoy toca habla del Inmortal Iron Fist.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: IRON FIST
Contenido: Marvel Premiere #015 y The Immortal Iron Fist #1-6
Guion: Roy Thomas, Ed Brubaker y Matt Fraction
Dibujo: Gil Kane, David Aja, Travel Foreman y Jhon Severin
Iron Fist es un personaje muy particular dentro del panorama Marvel. Nacido en Mayo de 1974 de las cabezas de Roy Thomas y Gil Kane, apareció por primera vez en Marvel Premiere #015. El personaje es resultado de la tendencia de la editorial de crear a partir de las modas existentes de la época, en este caso, la creciente admiración hacia las películas de artes marciales.
En la ficción, la historia está protagonizada por Daniel Rand, un artista marcial que domina la técnica del Puño de Hiero, y que le permite poder canalizar su Chi de manera muy efectiva. Su padre, Wendell Rand, cuando era un niño pasó por la mística ciudad de K'un-L'un. Durante su tiempo en K'un L'un, Wendell salvó la vida del gobernante de la ciudad, Lord Tuan, y fue adoptado como el hijo de Tuan. Sin embargo, Wendell eventualmente dejó K'un L'un y se convirtió en un rico empresario en los Estados Unidos. Se casó con la mujer de la alta sociedad Heather Duncan y tuvo un hijo: Daniel.
Wendell decide volver a K'un-L'un, que aparece cada 10 años en nuestro plano, acompañado de su familia y de su socio de negocios Harold Meachum, quien ama a la esposa de Wendell en secreto. El grupo sufre un accidente y Meachum trata de sacar a Wendell de la ecuación pero provoca que este y Heather mueran y que Daniel quede huérfano en K'un L'un, donde es entrenado por Lei Kung, el Tronador.
Daniel sobrepasa todas las pruebas de su entrenamiento, siendo la ultima el derrotar al dragón Shou-Lao el Inmortal, que no posee corazón. Daniel vuelve a New York, 10 años después de quedarse huérfano, ahora convertido en Iron Fist, en búsqueda de Harold Meachum, el hombre que ha asesinado a sus padres y ha tomado el control de su empresa.
Pero el destino decide otra cosa. Después de muchas pellejerías, Daniel logra enfrentar a Meachum en su oficina, solo para encontrar al hombre sin piernas, una amputación llevada a cabo cuando, después de abandonar a Danny y su madre, quedó atrapado en nieve y sus piernas se congelaron.
Daniel se aleja de la venganza por lástima, pero Meachum es asesinado por un misterioso ninja que de paso hace que culpen a Iron Fist por el crimen. Daniel será perseguido por la hija de Meachum, Joy, quien utilizará todos sus recursos para darle caza. Joy incluso contratara a Davos, la serpiente de acero, uno de los dos candidatos finales para el derecho de desafiar por el poder del Puño de Hierro, pero que fue derrotado en combate singular por Daniel Rand, dejándolo con una sed de venganza hacia nuestro protagonista.
Iron Fist tendrá otros hitos dentro de su historia, como su amistad con Power Man, el conocido Luke Cage y la fundación de los Héroes de Alquiler, junto con Colleen Wing y Misty Knight, de quien se enamorara perdidamente. Tiempo después, en su identidad secreta de Danny Rand, Iron Fist retoma el control de la fortuna de sus padres como la mitad de Rand-Meachum, Inc., haciéndolo bastante rico. Esto causa tensión entre Rand y Cage, personaje que se crió en los barrios pobres de New York.
Hay más historia del personaje, pero he decidido dejar los momentos que son claves para entender de qué va este tomo en particular. De todas formas, nada se sale del canon heroico a que nos tienen acostumbrados, incluido la muerte del protagonista y su posterior resurrección, por ejemplo. Como dije, Iron Fist es un personaje que en el papel puede parecer problemático, debido en que cae en la tropa del “occidental que le gana a los orientales en su propio juego”.
Este tipo de historia era muy común en el pasado, sobre todo en héroes pulp tipo Tarzan, personajes que profesan que el occidentalismo puede conquistar cualquier elemento, ya sea la selva africana o las disciplinas orientales. Los tiempos han cambiado y este tipo de relatos se dejan ver como anticuados y poco atractivos para el público moderno, como una especia de cliché malo que no aporta mucho a la sociedad moderna que tratamos de moldear.
De hecho, parte del fracaso de la serie de Netflix basada en este personaje es no tratar de modernizar estos conceptos tan añejos –en realidad ese es uno de los tantos problemas que tiene esa serie- trasladando elementos sin hacer una reflexión interesante de los mismos.
Este volumen, llamado The Immortal Iron Fist: The Last Iron Fist Story, es un buen ejemplo de modernizar conceptos y darles un trasfondo mucho más atractivo sin traicionar lo ya hecho con el personaje. Ed Brubaker, Matt Fraction, David Aja y Travel Foreman agregan una complejidad al mito ya escrito de Iron Fist sin borrar lo hecho por otros autores del personaje, incluso creando posibilidades no pensadas gracias a la mencionada ampliación de su mitología.
Danny vuelve al manto de Iron Fist después de una temporada haciendo de Daredevil –porque así son los cómics- y de paso hacerse un cargo de las empresas Rand, que las tiene bastante descuidadas. Una misteriosa empresa China que quiere comprar material y tecnología de empresas Rand para usarla en Asia, concretamente para unas líneas de tren magnético, despierta las sospechas de nuestro protagonista. Danny decide investigar más y descubre que está asociada con una célula de Hydra, esa organización heredada de los nazis que por alguna razón Marvel se olvida de recordarlo.
Las cosas se complican aun mas cuando entra en escena Davos, la mencionada serpiente de hierro, que siendo un despechado huérfano de la ciudad K'un L'un, quiere reclamar el poder del Puño de Hierro. Sin amigos –la historia se sitúa en plena Civil War, por lo que pedir ayuda no está entre las opciones- Danny se ve acorralado por dos bandas: su identidad civil lidiando con la empresa China que trata de comprar las empresas Rand, y su identidad heroica, peleando por su vida ante los ejércitos de Hydra comandados por Davos.
Aquí es donde entra en escena el ingenio del equipo creativo de este tomo. En su ayuda, aparece Orson Randall, el anterior portador del Puño de Hiero, que había caído en desgracia, decidiendo darle la espalda a su destino. La aparición de Randall abre una posibilidad que no había sido explotada en la colección del personaje: Iron Fist es un manto que ha sido traspasado a través de generaciones ¿Quiénes han sido estos otros Iron Fist y qué se puede aprender de ellos?
Esta idea tan simple da mucho jugo sobre todo si pensamos en las decisiones que se han tomado para ejecutarla. Por ejemplo, el diseño de Randall recuerda mucho a los héroes pulp tipo The Shadow o The Phantom, personajes que comparten ese origen que profesa mucho occidentalismo y que calza con las fechas en las que Randall opera como Iron Fist -alrededor de los años treinta-. Randall está muy apenado por las decisiones tomadas en su vida, y decide entregar el conocimiento y ayuda al nuevo Iron Fist, en una especie de posta que recuerda que estos orígenes están anticuados, pero no por eso debemos dejarlos sin análisis.
Este ejercicio de retro-continuidad sacará su máximo provecho cuando se nos muestre las versiones anteriores de Iron Fist, personajes asiáticos que son presentados de formas espectaculares, mucho más que Danny, llevando el manto del Puño de Hierro, liderando batallas épicas en múltiples frentes. La idea de que Danny depende de una herencia asiática, a pesar de ser occidental, lo deja no como un conquistador si no como un aprendiz de una cultura que tiene mucho que enseñarle.
El dibujo de David Aja es muy interesante. Armado con un uso de sombras muy equilibradas, Aja da realismo a sus personajes sin descuidar la espectacularidad de sus batallas, todas muy en código de las películas de artes marciales, pero a la vez pasadas por el tamiz del género de superhéroes. Esto quiere decir que un grupo de 10 enemigos, se transforman en 100, dejando a Aja con la difícil tarea de dar la talla ante la espectacular premisa y que sobrepasa con creces.
Travel Foreman se encarga de las páginas de apoyo para las versiones anteriores de Iron Fist, y que le da cierto aire místico a sus presentaciones. Foreman tiene un estilo que descansa mas en líneas suaves en vez de sombras, lo que dota de una luminosidad a estos complementos. Jhon Severin se encarga de páginas que relatan el pasado de Randall, y que claramente intentan emular los héroes pulp en los que está basado el personaje. Con un estilo clásico, Severin presenta la cruenta historia de Randall y justifica su desaparición por tantos años.
El único problema de este tomo es que queda en un final que no cierra todas las puertas abiertas durante su lectura. Es una invitación para seguir descubriendo esta etapa del personaje y que en lo personal recomiendo mucho. Pero centrándonos solo en los presentado por Salvat en este tomo, The Immortal Iron Fist: The Last Iron Fist Story es un cómic muy entretenido, épico a ratos y con muchos toques de humor (hail hydra!). Muy recomendado el hacerse con esta reinvención de un personaje que puede dar mucho si se tiene el ingenio para abordarlo.