"Spider-Man: No Way Home (2021)": expectativas superadas (NO SPOILERS)
Estimados Lectores:
Recuerdo que tras el estreno de Avengers: Endgame y la llegada de la pandemia, se habló mucho entre los críticos de la muerte del gran blockbuster. Parecía que luego de esto todo lo que tendríamos, para bien o para mal, serían producciones menores directas a streaming, o películas de menor escala, pues nada alcanzaría ese nivel de expectación que dejó el final de una saga de casi 10 años. Eso, hasta que en un tráiler de hace unos meses un pulpo saludó a una araña y el internet explotó en forma colectiva. Es difícil imaginar en estos dos últimos años una película más anticipada que Spider-Man: No Way Home y las expectativas estaban por los cielos, lo que desde ya me tenía sumamente preocupado: a veces, es mejor esperar la decepción para no decepcionarte. Pero ayer finalmente logré sentarme a ver la tercera entrega de Spider-Man en el MCU, y esto es lo que tengo que decir al respecto.
Primeramente, y tal como sugiere el título de este humilde artículo artículo, quisiera aclarar que esta reseña no contiene spoilers. Ahora, por "spoilers" entenderé todo aquello que no haya aparecido en los tráilers oficiales, por lo que sí hablaré de los villanos, porque es inevitable, así como el rol de cierto hechicero en esta ensalada, pero todo lo demás, no está aquí. Ni siquiera prefiero hacerme cargo de rumores u similares; acá hablaré como si fuera su buen vecino No Spoiler-Man, quien acaba de salir del cine y quiere comentar que le pareció la película sin arruinar la experiencia a los demás. Golpearé, en todo caso, a cualquiera que lo haga.
Dicho esto, Spider-Man: No Way Home continúa exactamente donde quedó Far From Home, con Mysterio revelando la identidad secreta del Hombre Araña al mundo. Esto, naturalmente, genera problemas no solo para Peter Parker —Tom Holland—, sino también para MJ —Zendaya—, Ned —Jacob Batalon—, la Tía May —Marisa Tomey— y en general, cualquiera cercano a él. Desesperado por una solución, Peter acude al Doctor Strange —Benedict Cumberbatch— con la esperanza de que su magia pueda encontrar una solución a este problema. Sin embargo, jugar con magia es riesgoso, y cuando algo en el hechizo sale mal, Peter comienza a recibir la visita de algunos inesperados invasores.
Cuando se comenzaron a revelar detalles de esta tercera entrega, uno de mis mayores miedos es que No Way Home fuera nada más que un desfile de easter eggs y fanservice; algo que pareciera menos una película y más un desfile de propiedad intelectual de Sony, como lo que ocurrió con Space Jam: The New Legacy o en cierta medida, Ralph Wrecks the Internet. Y aunque definitivamente hay algo de eso, No Way Home se las arregla para contar una historia muchísimo más interesante y madura de lo que los tráilers pudieran dar a entender, y que trasciende a ser un mero carnaval de referencias. Es una película que luego de un apresurada puesta en marcha inicial, quizás la parte más débil, se toma el tiempo para respirar y dar espacio para que los personajes que introduce sean, digamos, personajes.
Sorprendentemente, esta es quizás la película más centrada en Tom Holland de la trilogía, en el rol que Peter Parker tiene como superhéroe, y lo que significa ser Spider-Man. El film explora su personaje en forma que ninguna de las dos anteriores ha sido capaz, dejando de lado un poco el drama adolescente y convirtiendo a Peter poco a poco en un adulto. Si la película no tuviera este elemento, quizás la vería en una forma más cínica. Sin embargo, no puedo dejar de aplaudir como lo que pudo confundirse en un mero crossover tipo "Los Power Rangers conocen a las Tortugas Ninjas" en una cinta que si bien no es escasa en acción, entiende que el centro de todo es el personaje del arácnido, sus anhelos, sus miedos, y la forma como ser quien es afecta para bien o para mal a quienes lo rodean. Tom Holland da su mejor actuación a la fecha por lejos, especialmente hacia el tercer acto en que se luce, y no puedo sino aplaudir como ha evolucionado durante los años.
Pero hablemos del elefante en la habitación, o más bien, el pulpo en la habitación: Alfred Molina regresa como Doctor Octopus, seguido al rato por William Dafoe como el Duende Verde y Jaime Foxx como Electro; además de Lizard y Sandman. Mi temor de que estos fueran meros cameos o simples villanos para ser golpeados quedaron rápidamente tranquilizados. Esta película utiliza a estos personajes de la mejor manera posible, particularmente los tres primeros que nombré. William Dafoe, en particular, entrega todo en esta película, es simplemente un deleite. Alfred Molina al principio parece un poco un bufón, pero poco a poco recupera su posición como uno de los personajes más icónicos de la saga. La estrella inesperada, en todo caso, es Electro, que es absolutamente redimido de su rol en The Amazing Spider-Man 2. Los otros dos pudieron tener un rol más activo, siento que Sandman fue un poco desperdiciado, pero aun así incluso ellos tienen sus momentos. De nuevo: nada de spoilers, pero les prometo que esta película utiliza todos estos villanos en forma muchísimo más interesantes de lo que uno podría haber pensado en principio.
Otro de mis miedos era de que esto se convirtiera en "Doctor Strange Featuring Spider-Man", y de nuevo, no es para nada el caso. Ciertamente, Benedict tiene un rol en la película, y su secuencia de acción mostrada en los tráiler es por lejos la visualmente más impresionante de la cinta, y que hace valer el precio de admisión, pero de nuevo: esta es una película de Spider-Man, no de su figura paterna, y creo que es la que mejor lo ha entendido al momento. Durante las dos películas anteriores, Spidey se ha enfrentado a cual es su rol en el mundo, primero como aprendiz de Tony Stark, luego enfrentado a completar su legado; y esta parece la conclusión natural en ese sentido a hacer al trepamuros su propio héroe, el que tanto admiramos todos estos años, entendiendo que tomar esta máscara no solo trae poder, sino una gran responsabilidad.
Estoy, en general, muy feliz con la película. La música es mejor que nunca, los efectos están bien hechos, las dos horas y media no se sienten para nada, todo muy bien. Mi única queja, muy menor, es que el humor no siempre aterriza del todo. A ratos hay momentos muy oscuros o tristes que son cortados con chistes malos, y pareciera ser que esto es una formula Marvel que llegó para quedarse. Y al igual que Endgame, ciertos elementos de la mitología generan más preguntas que respuestas en como operan, especialmente cuando comenzamos a jugar con el Multiverso; pero esta clase de cosas no importan demasiado cuando la película tiene algo que ha estado ausente en muchas de las producciones de Marvel últimamente: alma. Esta es una película con mucho corazón, que logra ser emocionante y madura, pero que al mismo tiempo renace en mi ese espíritu infantil que sentí cuando vi el primer tráiler de Spider-Man 2, con nuestro héroe columpiándose por la ciudad siendo observado por el Doc Oc desde el Empire State. Eso es lo que sentí viendo esto.
Spider Man: No Way Home es una película que respeta el legado cinematográfico que la antecede, pero que no depende de ese legado para funcionar, sino que sabe sostenerse por sí misma. Es emocionante, es entretenida, es oscura, es todo lo que quiero del cine de superhéroes. Y supongo que eso es suficiente.
Atentamente,
Your friendly Reviewer Farfaramir-Man