Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Scarlet Witch
Hoy, la colección roja de Salvat nos trae a lo kioscos un volumen protagonizado por uno de los personajes más populares de la Casa de las Ideas de los últimos años, aunque sea más que nada por su participación en el Universo Cinematográfico de Marvel Studios. Así, en Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Scarlet Witch nos sumergimos en un mundo de magia y caos, de la mano de la señorita Wanda Maximoff.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: SCARLET WITCH
Contenido: X-Men #4 y Avengers West Coast #47-52
Guion: Stan Lee, John Byrne
Dibujo: John Byrne
WandaVision ha sido uno de los productos más innovadores de la factoría de Marvel Studios. Su buen recibimiento de crítica y publico hizo que muchos aficionados giraran su cabeza hacia el material comiquero en que participan los personajes, y es en ese aspecto, que el tomo de hoy de la colección "roja" Salvat sirve de gran manera como introducción a la apasionante cronología de Scarlet Witch.
Aunque sufría de un enrevesado bagaje de un pasado que la limitaba, o quizá por lo mismo, Wanda Maximoff nos sedujo desde el principio. Retratada en sus primeros años como una encantadora y poderosa joven marcada por sus inicios como villana, y transformada en heroína al incorporarse en los Avengers, el romance pasó al centro de su narrativa luego de que el sintezoide Vision robara su corazón. El siguiente paso en su saga sería un descenso a la locura, que inició a fines de los ochenta, pero que al ser retomado a principios de los 2000, pasó a definirla por completo.
Debido a que es más connotada en la órbita de los Avengers, es que no muchos saben que Wanda debutó en X-Men #4, por allá por los años sesenta cuando era realizada por los mismísimos Stan Lee y Jack Kirby. Dicha entrega es la que abre cronológicamente este volumen, y en sus páginas veríamos el debut de la la Brotherhood of Evil Mutants, que se trataba de un grupo de villanos comandado por Magneto, compuesto por Mastermind, Toad, Qucksilver y Scarlet Witch.
Aunque la conocemos como adversaria de nuestros héroes, rápidamente queda de manifiesto que Wanda no está cómoda con ese papel. Claramente, se encuentra en esa posición debido a la presión de su "padre" Magneto y su hermano Pietro, pues acepta obligada su rol en la Hermandad. Es así que, luego de un puñado de episodios en que la Brotherhood se enfrentó varias veces a los Hombres-X, Quicksilver y Scarlet Witch se incorporaban a las filas de los Avengers justo a tiempo del inicio de una nueva era en dicha cabecera.
Como sabemos, los cómics de esa época pueden resultar empalagosos para lectores modernos, debido a que son obras hijas de su tiempo. La narrativa de ese tiempo es muy diferente, recurriendo a la sobreexplicación y sobreexposición. Como sea, The X-Men #4 no tiene desperdicio, pues no solamente es la primera aparición de los hermanos Maximoff y el resto de la hermandad, si no que es un testimonio del trabajo del mítico Stan Lee, y del Rey Jack Kirby. El nombre de éste último ya es suficiente incentivo para darle una (h)ojeada.
Sin embargo, el grueso del tomo está conformado por un arco argumental que, aunque se publicó bastantes años después, sigue perteneciendo a la esfera que podemos clasificar como clásica. En West Coast Avengers #47-52, encontraremos el tramo final de una macrosaga titulada Vision Quest, realizada por el no menos mítico John Byrne como autor completo. Este había arribado a la serie algunos episodios antes, para marcar un antes y un después en el titulo.
Byrne tomó las riendas de la serie en un momento en que Wanda y Vision regresaban de su período "postnatal", y no tardó en poner la vida de la Bruja de cabeza, en base a trastocar la salud mental del personaje, poniendo las bases de lo que décadas después desembocaría en Avengers Disassembled y House of M. En el primer compás de la historia, que arrancó en WCA #42, asistimos al desmantelamiento y reensamblaje de Vision —por eso es que acá está la versión blanca del androide—, de las físicas extrañas de la existencia de los hijos de Wanda, y de la confusión de esta con Wonder Man.
Es en este punto en que arrancan las tramas de este libro, con una serie de inusitados eventos que nos lleva a un momento oscuro de la vida de Wanda. La desesperación por salvar a su esposo fragilizará su relación con el resto de los Vengadores y la hará presa fácil de un antiguo mal. Además, si Vision fue construido a partir del cuerpo de la Antorcha Humana original, ¿cómo es que ahora existen ambos, y qué papel juega Immortus en el asunto? Y luego, la revelación de la verdadera y trágica naturaleza de los hijos de Wanda y Vision, hará que la psique de nuestra heroína quede profundamente dañada.
En general, el material es bastante divertido, apalancado principalmente por el arte de un Byrne en estado de gracia, dueño del estilo reconocible que todos los aficionados celebran: gran narrador, magnífico en las escenas de acción, gran atención a las expresiones faciales y corporales, y protagonismo absoluto de la figura humana inmersa en un mundo rico en referencias a la ciencia ficción y la tecnología extraña.
Pero si eres un fan de la evolución que venía mostrando la relación entre Vision y Wanda, probablemente en la trama te encontrarás con pasajes desconcertantes. Sus intenciones de reconstruir el pasado de Vision y de convertir a Wanda en una suerte de Scarlet Witch oscura nos llevan a un viaje lleno de decisiones polémicas, más que nada destinadas a borrar por completo dicha evolución. Es una especie de Mephistazo, con Byrne haciendo más o menos lo que le da la gana, por lo que para algunos, analizar estas páginas de forma objetiva será difícil.
Si no eres seguidor de los personajes, hay mucho que disfrutar en estos cómics, especialmente en la sensación de imprevisibilidad que entregan, pues parece que cualquier cosa puede ocurrirle a los héroes. Sin embargo, eso no niega algunos agujeros de guion, ciertas contradicciones con la continuidad, y sobre todo, el poco acierto en la forma de retratar a las mujeres del equipo. Aunque esto se aprecia más que nada al leer la etapa completa del autor en la colección, veremos a Wasp reducida a un mero sidekick de Hank Pym, con sus dotes de liderazgo brillando por su ausencia, o a Tigra, convertida en un felino sin conciencia humana y completamente abandonada argumentalmente.
Hay que reconocer que la versión de Byrne sobre Wanda es la que ha llegado hasta nuestros días, influyendo notablemente en guionistas posteriores, sobre todo en Brian Michael Bendis. Byrne fue quien primero se dio cuenta de que la Brujita podría muy bien ser uno de los personajes más poderosos del universo Marvel cuando se conjugan sus poderes ¿mutantes? de alteración de probabilidades junto con sus habilidades mágicas.
Sin embargo, la retrata como un personaje inestable e “histérico”, frágil y dependiente, con muchas dificultades para controlar sus poderes, lo que no le parecerá lógico a cualquiera que hubiera leído algo del personaje en los años 70 u 80. Byrne quiso replicar el proceso de maduración que ya había aplicado en el pasado a Jean Grey y Susan Storm, pero fallando esta vez, porque Wanda ya era un personaje maduro y adulto sin necesidad de traumatizarla de más. Guionistas anteriores como Roy Thomas o Steve Englehart habían demostrado que su relación con Vision no era más que un símbolo de su fortaleza, puesto que tenía que hacer frente a la incomprensión tanto de extraños como de su propia familia.
Como dijimos, la versión de Byrne sería casi la canónica del personaje, llegando al paroxismo de su descenso a la locura en las ya mencionadas Avengers Disassembled y House of M. Afortunadamente, en el último tiempo este perfil ha cambiado, pues en Children´s Crusade de Allan Heinberg, y sobre todo en Scarlet Witch de James Robinson, Wanda logró sacudirse el peso del pasado, para recuperar las riendas de su vida, y mostrarse como una heroína empoderada y libre.
No obstante lo anterior, que puede se una opinión más personal, no cabe duda que Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Scarlet Witch es un ineludible si quieres conocer en profundidad a la Bruja Escarlata. Los cómics que conforman este tomo son muy entretenidos, con aventuras escritas con oficio y presentadas con un dibujo atractivo, especialmente los episodios de West Coast Avengers, que además, incluyen cambios trascendentales en varios personajes. Nos quejamos, y muchas veces con razón, de cómo los superhéroes no ofrecen una maduración o evolución de los personajes, haciendo de cualquier cambio, una ilusión. John Byrne, para bien o para mal, sí que llevó a cabo un cambio permanente en Wanda. Y eso no se puede decir de muchos cómics.