Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Punisher
¡Esta semana nos vamos de castigo! Hoy toca hablar de una miniserie que fue clave para la llegada de Punisher a las grandes masas. Las armas están cargadas, los guantes están apretados y el círculo de sangre está dibujado en el concreto. Todo eso y más en nuestra reseña semanal de la colección roja de Salvat
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: PUNISHER
Contenido: The Punisher (Vol. 1) #1-5 y Amazing Spider-Man #129
Guion: Steven Grant, Gerry Conway y Mary Jo Duffy
Dibujo: Mike Zeck, Ross Andru y Mike Vosburg
En febrero de 1974 se edita el The Amazing Spider-Man # 129, un numero que presentaba a Francis "Frank" Castle mejor conocido como The Punisher. Creado por Gerry Conway y los artistas John Romita Sr. y Ross Andru, Punisher significaba un cambio dentro de los villanos que aparecían en las páginas de una serie como Spider-Man.
Punisher eran un personaje marcado por la tragedia, un ex marine que había servido en la guerra de Vietnam y que al volver a casa se habían encontrado con el imbatible avance del crimen organizado en los suburbios de Norteamérica. Una guerra de bandas había hecho de su familia daños colaterales ante el intento de asesinato de un Don de esos corruptos mafiosos.
Con lo aprendido en los marines –y en Vietnam— Castle se lanzaría en una guerra perdida contra el crimen que cada vez se hacía más y más grande. Lo que hacía al personaje un villano dentro de la cabecera de Spider-Man, era que a pesar de sus relativamente buenas intensiones, Punisher tenía unos métodos que pasaban por arriba de cualquier sociedad civilizada: empleaba el asesinato, secuestro, extorsión, coerción, amenazas de violencia y tortura en su campaña contra el crimen, creando una sensación de escalada que no traía paz a los barrios “castigados”, sino todo lo contrario.
Esta idea de personaje no era nueva, el antecedente de Punisher puede rastrearse hasta las novelas de Don Pendleton y su personaje Mack Bolan, justiciero que había tenido un pasado traumático —mucho más escabroso que el de Castle— y que también se había lanzado en esta guerra contra el crimen.
A principio de los años ochenta, toda esta moda de los justicieros por sobre la ley empezaba a tomar mucha onda. Sobre todo en el cine. El mismo año que Punisher aparecía en las páginas de Spider-Man, se estrenaba Death Wish: El vengador anónimo, saga protagonizada por Charles Bronson, personaje que también tras una tragedia familiar se convertía en juez, jurado y verdugo. Death Wish se convertiría en una serie de películas en donde el personaje de Bronson se volvía cada vez más grande, y sus enemigos más pobres y llenos de minorías.
Similar es el caso de la saga Dirty Harry, un policía duro que lanzaba bombas de la boca del un Clint Eastwood que se pavoneaba de su Magnum .44. El personaje también tuvo una serie de películas donde se repetía esa idea de que este tipo de personaje era la respuesta definitiva para el crimen.
En la televisión aparecían también los detectives duros que no dudaban en apretar el gatillo, como en la serie Miami Vice y Hill Street Blues, mítica serie policial con múltiples tramas desarrollándose al mismo tiempo, pero con la idea principal que la guerra contra el crimen había escalado a un siguiente nivel.
Es en esta época que Marvel decide publicar la miniserie Punisher: Circle of Blood no con ciertos reparos. La idea de que este tipo de personaje fuera protagonista, es decir, “el héroe” no convencía a muchos, pero serían Steven Grant y el mítico dibujante Mike Zeck los que tomarían el reto de tratar de darle un poco de sentido a este personaje tan difícil de tratar.
Grant usa un recurso relativamente tramposo para justificar cierto accionar cuestionable que Castle había cometido cuando era un personaje secundario que habitaba en las páginas de Marvel. Castle había sido atrapado y ahora estaba en la cárcel y su accionar anterior era producto de las drogas que le habían obligado a tomar.
Este truco si bien no es muy ingenioso, es efectivo y sirve para poner al personaje en un reseteo donde se pueda dar nueva forma.
El primer capítulo es quizás el mejor de la miniserie, que presenta un drama carcelario donde Castle está encerrado con todos sus enemigos, destacando uno de los recurrentes del personaje Jigsaw, un mafioso conocido por su hermosura al que Castle convirtió su cara en, bueno, un un puzzle.
Es en este capítulo donde Punisher se define mas como personaje, Grant expone su idea de justicia y su conveniente forma de administrarla de acuerdo a sus objetivos. Si bien Frank Castle es un criminal, posee un código moral que sirve como una especie de consolación para su pérdida de humanidad.
Punisher escapa de la cárcel gracias a The Trust, una organización de ciudadanos preocupados que quieren ofrecerle los suficientes recursos para que puede acabar con todas las bandas criminales de New York. Son una especie de “patriotas” y que solo les faltó tener de uniforme un chaleco amarillo. A pesar de la buena premisa, la historia pierde un poquito de fuerza porque se vuelve convencional en su ejecución.
La historia se va a lugares comunes donde los tiroteos constantes y la traición a la vuelta de la esquina se suceden sin contratiempos, pero donde se destaca la habilidad de Grant como guionista de colocar personajes paralelos a la historia. Uno de estos personajes es el hijo de uno de los tantos criminales a los que Punisher ha asesinado y que no tiene nada que ver con la vida criminal de su padre hasta que es impulsado a vengarse.
Esta idea de que el accionar del Punisher genera más criminales es uno de los altos de la miniserie, dejando una ambigua idea en el cómic, algo que todo artista debe buscar para generar discusión sobre su obra.
Quizás el mejor aliciente para adquirir esta miniserie es el excelente dibujo de Mike Zeck. Nacido en Greenville, Pennsylvania, Zeck entró a la fábrica de ideas en 1974 en la serie Master of Kung Fu junto al escritor Doug Moench. Zeck posee un estilo muy ordenado –sobre todo viendo sus originales, donde casi no deja lugar para improvisación al entintador- que viene muy acorde para los lugares donde se desenvuelve Punisher.
Sus callejones neoyorkinos están llenos de ladrillos y publicidad, sus villanos están vestidos con cierta clase y llevan armas realistas y detalladas. Zeck definió la versión moderna de Punisher, dotándolo de una mirada dura, un rostro de piedra y un cuerpo constantemente tenso. Lamentablemente para Zeck, Marvel no estaba dispuesto a esperarlo a que estuviera listo cada número.
Aquí pasa algo bastante inusual. Punisher: Circle of Blood fue anunciada como una miniserie de cuatro números. Zeck cumple con los cuatro números pero se nota una cierta baja de calidad seguramente por las prisas para cumplir los plazos de Marvel, que había adelantado el estreno de la miniserie. Todo se agrava cuando Marvel ve que la miniserie se vende bien y decide alargarla un número más, dejando a Zeck con poquísimo tiempo para terminar este hipotético quinto número.
Zeck decide marcharse por los malos tratos y Steven Grant, que había hecho muy buenas migas con el dibujante, lo acompaña en su reclamo. Marvel decide terminar la miniserie con un último número encargado por un equipo creativo diferente: Mary Jo Duffy en el guion y Mike Vosburg en el dibujo.
Este último número es un bajón considerable en la calidad de la historia, pero el guion trata de no contradecir nada de lo que Grant ha planteado al principio. Se nota que hay una idea de que esta historia sirva para como trampolín para el personaje, dejando cavos sueltos para ser resueltas en una serie regular.
El dibujo es quizás el más perjudicado, ya que Vosburg posee un estilo mucho mas desordenado que el de Zeck y sus composiciones no son tan buenas para resolver las múltiples escenas de acción que hay en este último capítulo.
Punisher: Circle of Blood significó un buen número de ventas para Marvel, que no dudó en darle al personaje múltiples series regulares que bebían a partir de esta miniserie. Si bien el guion no depara muchas sorpresas, es cumplidor con la idea del personaje, tratando de humanizarlo. El dibujo de Mike Zeck es impecable y siempre es bueno tener un tomo para poder disfrutar del trabajo de este profesional del cómic.
Como número extra, el tomo de Salvat incluye el mencionado The Amazing Spider-Man # 129, en donde Punisher hace su primera aparición al tratar de asesinar a Spider-Man gracias a las maquinaciones de The Jackal. Todo un clásico del arácnido a estas alturas.