Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Antorcha Humana
Preparen sus ventiladores, porque el tomo de la colección Salvat roja de hoy promete subir la temperatura hasta abrasarnos. En efecto, en Los Héroes Más Poderosos de Marvel: La Antorcha Humana, asistimos a una aventura de Jim Hammond, un héroe de la Edad de Oro que ha visto usurpado su alias por el más famoso Johnny Storm. Es hora de reivindicarlo.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: ANTORCHA HUMANA
Contenido: The Torch #1-8
Guion: Alex Ross, Mike Carey
Dibujo: Patrick Berkenkotter
Décadas antes de que Johnny Storm se convirtiera en la Antorcha Humana de los Cuatro Fantásticos, el Universo Marvel fue defendido por otro infierno viviente con el mismo nombre. Sin embargo, esta Antorcha Humana de la Edad de Oro no era exactamente humana; era un androide conocido por el alias de Jim Hammond. Pero si bien esta Antorcha original puede no haber sido humana en el sentido más estricto de la palabra, sus hazañas en la Segunda Guerra Mundial, y hasta bien entrada la era moderna, fueron una inspiración para muchos de los héroes marvelianos.
El personaje debutó en 1939, cuando Timely Comics, predecesora de La Casa de las Ideas, lanzaba Marvel Cómics #1, revista antológica en que aparecían historias cortas de diversos personajes que fueron utilizados por la compañía durante varias décadas. En sus páginas nos encontrábamos con el Profesor Phineas Horton, quien se preparaba para presentar públicamente a un androide recién creado por él. Por supuesto, todo salió mal, ya que el autómata empezó a arder sin control al quedar expuesto al oxígeno. Tras ello, se decidió que había que deshacerse de él, aunque a la postre, la Antorcha pudo escapar a su triste destino.
Luego de varias heroicidades, y de enfrentarse a algunos de sus camaradas como Namor, su gran momento estaba a punto de llegar, ya que tras estallar Segunda Guerra Mundial, se unió a otros héroes Marvel de antaño se unirían para entrar en acción bajo el nombre de Los Invasores.
Varias décadas más tarde, y luego que Hammond se sacrificara para frustrar los planes de supervillanos neonazis, los escritores Mike Carey —guion—, Alex Ross —creador de la historia— y el artista Patrick Berkenkotter volvieron a, ejem, incendiar al personaje en The Torch, miniserie de ocho números que comenzó su publicación en septiembre de 2009, en una colaboración entre Marvel y Dynamite Entertainment.
Carey abordó a la Antorcha desde la perspectiva de un personaje cuyo verdadero yo es su identidad de superhéroe. Al contrario de la mayoría de los enmascarados, que cuando se ponen un traje se convierten en otra persona, siendo su yo real su vida de civil, hay otro grupo de personajes, entre los que podríamos incluir a Superman o a Martian Manhunter, que crean su identidad civil para ocultar su verdadera naturaleza.
Mientras que otras formas de vida artificial de la ficción popular —como Vision—, se esfuerzan y luchan por ser humanas, para la Antorcha es algo que surgió a través de sus interacciones con los demás, pues aunque ser humano nunca ha sido su objetivo primordial, siente curiosidad y fascinación al respecto. Por tanto, en estas páginas veremos que la personalidad y la perspectiva de Hammond avanza hacia la humanidad, por lo que las circunstancias detrás de su reconstrucción tienen un efecto drástico en su vida, luego de ver su cuerpo destruido en Captain America #48.
Básicamente, la historia se cuenta en tres actos diferentes. El primero trata sobre la resurrección de la Antorcha y su encuentro con el Mad Thinker, villano con quien tiene mucha historia. En el segundo, hay una crisis con la que lidiar que surge directamente de la resurrección de la Antorcha, lo que vuelve a unir a la Antorcha y a Toro, su ex-compañero en Los Invasores. Luego, en el tercer acto, el protagoniza profundiza en su propio pasado y eso lo lleva a un villano completamente nuevo que sabe más sobre sus orígenes que incluso él mismo.
En una entrevista al portal CBR.com, Carey diría que "Creo que la Antorcha era alguien que interpretaba el papel de un humano y luego, en algún momento, se vuelve un humano más real, tal vez a través de sus amistades con personas como su ex-compañero Toro, y eso lleva a una asimilación gradual de una nueva personalidad. Es un adulto que nunca ha sido un niño, y por lo tanto,inicialmente no sabe nada sobre las relaciones humanas, la forma en que te comportas en una amplia gama de situaciones sociales, o la forma en que tu comportamiento tiene que cambiar de un contexto a otro".
"Así que tiene que aprender esas cosas a medida que avanza", continúa el guionista. "Adoptó el nombre de Jim Hammond desde el principio, pero creo que se necesita mucho tiempo antes de que se convierta en el verdadero Jim Hammond, una persona con una identidad y una perspectiva humanas genuinas".
Al contrario de lo que cabría esperar, los personajes principales de la obra son en realidad Toro y Mad Thinker. Si bien nuestro protagonista aparece en todos los números y tiene un papel importante que desempeñar, es básicamente un robot durante la mayor parte de la trama, dejando el pensamiento y el sentimiento a los personajes más mortales. Como decíamos, Hammond es uno de esos personajes que no tiene una personalidad fuerte para definirlo, por lo que Ross y Carey abrazan ese defecto en esta historia. La Antorcha solo llega a ser el héroe que es debido a su amistad con Toro.
Por entonces, Thomas Raymond, nombre real de Toro, había vuelto a la vida recientemente en la miniserie Avengers/Invaders, pero en realidad, el cómo y el por qué no importa. Lo que interesa es que está luchando por encontrar su lugar en el mundo. Estamos en la era de Dark Reign, y Raymond se siente solo: no cree pertenecer a los Dark Avengers, y Bucky Barnes, otro de sus colegas Invasores, parece haberse olvidado de él. Así, pasa su tiempo bebiendo y recordando cómo era su vida anterior. Toro es un personaje creíble, y aunque no se sabe mucho sobre él, funciona bien como el centro de atención.
Con el Mad Thinker, ocurre algo parecido. El villano encarna un concepto fascinante, pero por momentos, la trama parece centrarse demasiado en él. Acá lo vemos utilizando los fondos de AIM para crear una nueva arma inteligente, por lo que cuando la Antorcha cae en sus manos, no perderá la oportunidad de manipularlo. Thinker está celoso de Phineas Horton como alguien que ha creado algo duradero, sabiendo que hasta que cree algo que todos recuerden, él solo será una nota al pie de página. Esto conduce a una emocionante historia en que asistiremos a un enfrentamiento entre Namor y tres héroes flamígeros, la Antorcha, Toro, y Johnny Storm como invitado especial.
Además, como dijimos, Ross y Carey nos retrotraen a las raíces de Hammond en la Segunda Guerra Mundial, con los habituales villanos nazis y una nueva Antorcha, donde, naturalmente, el Mad Thinker está también muy involucrado. En estos pasajes no solo se establece un posible archirrival para nuestra Antorcha y Toro, sino también un nuevo escenario para que el Universo Marvel juegue: la ciudad hundida de Nuevo Berlín.
Respecto del apartado artístico, los trazos de Patrick Berkenkotter recuerdan al de Dougie Braithwaite, apegándose muy bien a los diseños de Alex Ross. Sus líneas cinéticas logran grandes escenas de acción, al tiempo que gracias al entintado, es excelente en establecer los estado de ánimo y el escenario. En conjunto, el arte tiene una impronta cálida, que realmente recuerda aquellas épocas que quedaron atrás hace mucho tiempo.
En un resumen general, The Torch aúna de buena manera la fuerza de sus autores. Alex Ross es excelente para rejuvenecer a los personajes de la Edad de Oro y dejarlos en un lugar donde alguien más pueda utilizarlos, mientras que Mike Carey es brillante al lidiar con temas como la identidad, la pérdida, y la gran pregunta acerca qué es ser humano, y qué nos convierte en ello. Por ultimo, Berkenkotter aporta con un arte muy efectivo, y sobretodo, funcional a la historia.
Con todo lo anterior, acá nos encontramos con una sorpresa muy agradable, por lo que este Héroes Más Poderosos de Marvel: La Antorcha Humana es uno de los tomos más recomendables de esta colección. El hecho de ser protagonizado por un personaje prácticamente desconocido para los lectores de hoy, nos permite conocer más del pasado de la Casa de las Ideas, y de la historia del cómic.