MR 01/09/2021 - Un futuro oscuro
¡Bienvenidos a una nueva entrega de MicroReseñas! Por el lado de DC, seguimos a paso firme con Infinite Frontier, además de Wonder Girl y Superman: Son of Kal-El. En Marvel, vamos a un mundo a oscuras en Dark Ages, y en Awa Studios, una nueva serie de Mark Russell y Mike Deodato Jr: Not All Robots.
Vamos a ver, que está interesante
DC Comics
INFINITE FRONTIER #005
Publicación: 31/08/2021
Guion: Joshua Williamson
Arte: Paul Pelletier, Jesús Merino y Tom Derenick
Tintas: Norm Rapmund, Raúl Fernández y Tom Derenick
Color: Hi-Fi Design
Rotulado: Tom Napolitano
Reseña: Fantasma Rojo
8 / 10
La saga de las Crisis de DC es un tipo de historia donde los héroes tratan de impedir que las reglas de la realidad sean reescritas por la mano del villano de turno, ensamblándose así un subgénero de relatos que hacen eco de sí mismos. Tras el show pirotécnico obsceno que fue Death Metal, podría esperarse que este tipo de relato tendría como único camino posible escalar aún más las apuestas, pero Infinite Frontier logra ofrecer un cambio de perspectiva fresco y atrayente.
Si bien a lo largo de números pasados ya habíamos visto aplicada la idea de volver conocimiento público las consecuencias de los eventos Crisis en lugar de ser un secreto conocido solo por un puñado de personajes, esta quinta entrega pone todas las cartas sobre la mesa, haciendo que las inseguridades tanto de protagonistas como de los antagonistas compartan un techo común, revelando de paso que el corazón de esta miniserie radica en un dilema de seguridad a costa de libertad. Lo interesante de este último punto es que permite que la reintroducción de Darkseid deje completamente de lado la caracterización de villano genérico de los últimos años y recupere la faceta de manipulador con la que fue concebido por Jack Kirby, ya que el medio por el cual pone de su lado a un contingente de héroes del multiverso no radica en su propia fuerza bruta, la de las hordas de Apokolips o los poderes de manipulación emocional de su emisario Psycho Pirate, sino que estos se someten por voluntad propia como medio de asegurar la seguridad de sus respectivos universos en una suerte de pacto faustiano.
Si bien esta entrega en particular está cargada hacia las escenas de acción, está llena de detalles y explicaciones que vuelven interesante que el énfasis de Infinity Frontier como el más reciente capítulo de la saga del multiverso no se encuentre en exagerar aún más la escala de este tipo de historias, sino en hacerse cargo de sus consecuencias e incertidumbres de forma inteligente y orgánica. Incluso ante el natural desgaste de historias estilo Crisis producido por Death Metal, vale la pena darle oportunidad a esta miniserie.
WONDER GIRL #003
Publicación: 31/08/2021
Guion: Joëlle Jones
Arte: Joëlle Jones y Adriana Melo
Tintas: Joëlle Jones y Adriana Melo
Color: Jordie Bellaire
Rotulado: Clayton Cowles
Reseña: Fantasma Rojo
6 / 10
Yara Flor traspasa el umbral secreto del mundo mitológico al que se ha visto arrastrada, pero la extensión limitada de esta miniserie se vuelve materia de preocupación dado que si bien el cómic tiene buenas ideas no parece que vaya a tener el espacio para poder tratarlas de forma adecuada.
Dado que Wonder Woman de momento es una serie que lidia con narrativas extra-terrenas, Wonder Girl es la cabecera que carga con todas las innovaciones en el submundo de las Amazonas y sale airosa, pero el precio que paga es que al mismo tiempo habla de mucho y también de nada. Por un lado, la incorporación permanente de personajes como Artemis y Cassie Sandsmark brindan variedad al título, pero por otro esta entrega no hace nada fundamentalmente distinto respecto de la anterior. Si bien el equipo de Joëlle Jones y Adriana Melo regala un arte cuidado, a nivel de tramas no se pueden cantar idénticas loas, en cuanto las ideas centrales de este cómic son bastante simples y no son interpretadas de alguna forma que se sienta como que se está rellenando.
Wonder Girl no es una serie aburrida, pero dado que es el debut oficial de un personaje nuevo cabría esperarse algo más de fanfarria para entregar un cómic que si bien es correcto, no es destacable.
SUPERMAN: SON OF KAL EL #002
Publicación: 24/08/2021
Guion: Tom Taylor
Arte: John Timms
Tintas: John Timms
Color: Gabe Eltaeb
Rotulado: Dave Sharpe
Reseña: Oscar Cayul
7,5/ 10
Segundo número de esta mini serie, y mantiene el buen nivel entre corazón y empatía por su protagónico, el joven Jon Kent. Si no estaba seguro de la necesidad de una identidad secreta para el personaje, este segundo número toma de lleno el por qué quizás mi sentimiento tenía sentido. Jon no está acostumbrado a las sombras, su herencia de poderes no es motivo de susto o de asombro como lo fue para su padre, después de todo, vive en un mundo de gente con superpoderes. Lo que sí lo hace distinto, es que él si nació aquí, es de nuestro planeta, y otorga otra dinámica a las propias limitaciones de Superman como figura de semi-dios, no nacido de este planeta y sin sangre humana. Planteado así abiertamente en una conversación padre-hijo, Tom Taylor sabe muy bien qué se supone que hace digno de ser admirado un Superman, y su rol en los conflictos propios de nuestro planeta.
Timms sabe darle un estilo especial y estilizado a las posturas de Jon. En vez de ser un ícono muscular a su padre, le dio la juventud y apariencia varonil que más se aprecia hoy: una figura que inspira confianza y vulnerabilidad. Creo que es clave ese enfoque más lánguido o delgado de Jon, más en línea con la expresión actual de galán, propia de los ídolos coreanos o actores como Timothée Chalamet, que generan atractivo acogiendo e integrando una femenidad a su posicionamiento.
A su favor, el número incluye tanto a Superman y a Lois en sus roles ma-paternos, y una buena dinámica de Jon con las fuerzas de la ley que lo muestran más proactivos que en el número previo. Un avance significativo y necesario. Por el lado menos positivo, el rostro y nombre del nuevo villano, Bendix, genera risa. Tanto por tener apellido similar al anterior escritor del personaje como por su presencia dramática forzada. Si es malo, que nos muestren su maldad primero y no nos digan simplemente que es malo y luego mostrarlo como una versión pobre de Lex Luthor. Necesitamos más que eso. Obviando ese aspecto, la lectura de esta serie se mantiene como una buena oportunidad de conocer el status quo del joven Superman hijo.
Marvel Comics
DARK AGES #001
Publicación: 01/09/2021
Guion: Tom Taylor
Arte: Iban Coello
Color: Brian Reber
Rotulado: Joe Sabino
Reseña: Toripe
6.5 / 10
Nueva saga en Marvel, que pretende mostrarnos un mundo post apocalíptico donde de pronto se fue toda la electricidad del planeta Tierra. Y este primer número es solo el prólogo, uno bastante largo debo decir para contar lo que quiere contar. Todo es contado desde la mente de Peter Parker, y lamentablemente el cómic toma demasiado peso en cuadros de texto más que en narrar con viñetas. Todo pudo ser en unas cuatro páginas y partir ya con el nuevo mundo oscuro. Pero bueno, vamos a ello.
Todo parte por una amenaza cósmica, bastante ridícula debo decir. Entre el diseño, lo que se demoran explicando el poder, y el por qué ahora está amenazando la existencia, es muy, muy pobre. Pero como decía, todo es una excusa para poner el nuevo status.
Como acá es una realidad alternativa, Taylor puede hacer lo que quiera, y matar algunos cuantos personajes, causar desastres descomunales, todo claro en servicio del nuevo mundo que quiere hacer, pero sin peso para el lector. No tengo duda de que lo que venga desde ahora tiene su buen potencial., pero para mí, este punto de partida fue insuficiente para enganchar.
El arte sí de Coello es algo muy positivo a destacar. Donde Taylor falló en dar emoción o tragedia, el dibujo lo logra transmitir. Personajes con grandes ojos, pero muy expresivos, además de lo detallado del mundo. Parte de lo atractivo serán los nuevos diseños de personajes tras estar en un mundo sin luz, así que también lo veremos lucirse ahora.
AWA STUDIOS
NOT ALL ROBOTS #001
Publicación: 01/09/2021
Guion: Mark Russell
Arte: Mike Deodato Jr.
Tintas: Mike Deodato Jr.
Color: Lee Loughridge
Rotulado: Steve Wands
Reseña: Oscar Cayul
9/ 10
Una nueva serie de Mark Russell que me llamó la atención por su tentador nombre: No todos los robots. Que por supuesto nos recuerda otros usos de esa frase, como ante la crítica a la violencia policial o al machismo ("...no todos los hombres...son así"). Y la metáfora del machismo es la que más sentido hace en este distopía donde los robots conviven con nosotros, con ellos estando a cargo. Cada familia cuenta con un robot que tiene que hacerse cargo de cada hogar, además mantienen todos los trabajos y los manejos de los medios, políticas, control atmosférico, etc. Todo esto debido a la mala gestión humana, pero que no deja de generar problemas relevantes en la sociedad, tanto para los robots que están infelices de su rol de proveedores y mantenedores del sistema, como de la humanidad, teniendo espacios para expresarse pero sin injerencia real en las decisiones.
No es casualidad que en el programa de discusiones, la contraparte humana hable de máquina-plaining, y de cómo algunos robots entran en "desperfecto" y matan a su familia, poniendo un foco central de peligro para el robot protagonista y su familia a cargo. Este robot odia su trabajo y se siente alienado de una familia que percibe correctamente que le odian. La familia, vive aterrada y molesta por un robot que sienten lejano, impuesto, e intenta lidiar con ello. Razoball, este robot, ve como su labor se cruza con un debate mayor del rol de robots, el rol pasivo y dependiente forzado de los humanos, su eventual reemplazo por modelos más cercanos, y cómo la tragedia hace presencia cerca del final del número. La invitación a anular su programación de empatía es una tentación que a los hombres les ha resultado a la vez que útil, perjudicial. Es un sin sentido paradójico.
Mike Deodato toca las teclas correctas, manteniendo una fina línea entre realismo humano, y una cierta caricaturización robótica, que hace que las escenas agobiantes desde la óptica humana se contrarresten con cierta naturalidad e identificación del lector con lo robótico. Al fin y al cabo, el robot es protagonista. Sus rostros humanos se ven serios, la violencia doméstica se ve dolorosamente cercana, pero las quejas y expresiones exageradas robóticas se sienten bienvenidas, un descanso emocional y visual.
Mantengo el interés en la propuesta de Russell. Así como todas sus obras en el medio, toma premisas graciosas pero con suficiente drama de base para hacer un paralelismo no sutil Russell no quiere que pase desapercibida su intención, y que sus lectores no sepan de qué está hablando. Hay una relación de opresión, y si algo de risa inyectará para observarla, también no deja de pasar los golpes al rostro que le interesa conectar. Bastante recomendable para todo público.