Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Hulk
A paso firme continúa adelante el coleccionable más actual de Salvat / El Mercurio en el país. en esta oportunidad nos encontramos con el Goliat esmeralda, quizá la criatura más poderosa en el Universo Marvel si hablamos de fuerza bruta. Veamos entonces qué encontramos en el tomo de la colección Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Hulk.
LOS HÉROES MÁS PODEROSOS DE MARVEL: HULK
Contiene: The Incredible Hulk Vol.2 #12 al 20 (2000).
Guion: Paul Jenkins
Arte: Ron Garney
Si pudiéramos resumir a Hulk, el personaje protagonista del volumen que hoy nos convoca, además de "aplastar", sería "incomprendido", pues los lectores que no son demasiado versados en su bibliografía poco saben de él. Para su creación, Stan Lee partió del concepto básico de la criatura de aspecto humanoide creada por un hombre que jugaba a ser dios, concepción que no era para nada nueva, pues encontramos ejemplos de ella en el mito judío del Golem, en el Frankenstein de Mary W. Shelley o en El Extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde, de Robert L. Stevenson.
La llegada de Hulk llegó en la época del miedo a la bomba atómica, en el contexto de la escalada armamentística entre los EE.UU. y el bloque comunista. La histeria encontraba una vía de escape en la ficción, de tal manera que los cines se llenaron de películas en que inofensivos animales eran transformados en bestias terribles tras ser sometidos a la radiación. Bruce Banner, un brillante científico al servicio del ejército, crea la bomba gamma, un artefacto capaz de arrasar ciudades enteras. Tratando de salvar a un chico que se coló en el área de pruebas, Banner quedaría expuesto a la radiación gamma, y como consecuencia, se transforma de manera intermitente en un gigantesco monstruo de incalculable fuerza y escaza inteligencia.
Y hasta ahí lo que el gran público conoce de él —considerando la famosa serie de televisión en que el personaje fue representado por Lou Ferrigno—, pues en realidad el Hulk de los cómics no está esculpido en piedra precisamente. Por el contrario, presenta diferentes cambios a lo largo de su historia, de tal manera que cuesta encontrar una época que se parezca a otra.
Por ejemplo, quienes no han leído nunca sus cómics, tal vez desconozcan que en sus comienzos, Hulk era gris. En años recientes, a su vez, ha surgido un nuevo Hulk, esta vez de color rojo, más salvaje si cabe que el original. En sus primeras aventuras se mostraba astuto y sagaz, para luego dejar paso a su representación de puro músculo y nada de cerebro. Años más tarde, Bruce Banner llegaría a tomar el control de su lado bestial, situación que posteriormente sería llevada al extremo opuesto, de forma que cualquier rastro de conocimiento abandonaría al monstruo esmeralda.
¿Cuál es el Hulk favorito de los lectores? ¿El Hulk gris, que volvería en los noventa como matón de casino? ¿El verde e inteligente, que sería aclamado como un héroe por las autoridades? ¿El desbocado, que lleva su salvajismo más allá de cualquier límite? ¿ O el prototípico, carente de inteligencia y perseguido por el gobierno? Es difícil quedarse con uno, pero todos ellos son sinónimos del héroe del comic, y quizá por eso Paul Jenkins, guionista de todos los números de este tomo —acá no encontraremos historias clásicas del personaje, o su primera aparición, a diferencia del resto de tomos de la colección—, tuvo la ocurrencia de conjugarlos a todos.
Ese fue el punto de arranque de una estimulante etapa, que se desarrolló entre los años 2000 y 2001, y de la que forman parte los dos arcos argumentales que acá encontramos: Los Ojos de la Serpiente, y Los Perros de la Guerra. En estos, las diversas versiones de Hulk toman la voz cantante, dependiendo de la situación, al tiempo que sobre Bruce Banner, desesperado por la muerte de su esposa Betty Ross, pende una sentencia de muerte: ha descubierto que padece esclerosis lateral amiotrófica, también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig. La prueba de fuego llega de la mano de un nuevo e implacable enemigo, el General John Ryker, un genio estratega que ha extendido sus tentáculos a través del poder y la política, hasta situarle en una posición poco menos que intocable. Por tanto, estas páginas nos sitúan en la enésima batalla de Hulk contra el ejército de los Estados Unidos, obcecado como siempre en darle caza.
La más larga e importante de ambas sagas es Los Perros de la Guerra, pues además de su trepidante historia, destaca por haber inspirado la película de Hulk que dirigiera Ang Lee en 2003, en la que aparecían unos perros contaminados con radiación gamma muy similares a los que vemos en estas páginas, y contra los que el gigante esmeralda combate en el curso de la misma.
En la obra, Paul Jenkins teje una aventura muy sólida, profundizando en las personalidades de Hulk, algo que podría parecerle un poco extraño al lector casual, pero que sin embargo, el elemento psicológico siempre ha estado presente en sus historias, con la dicotomía del Hombre/Monstruo. También hay un toque de crítica militarista, pues la destrucción que genera la caza del monstruo está muy por encima de los daños que él podría efectuar. Además, el antagonista no tiene ningún tipo de restricciones morales a la hora de lograr su propósito, ya sea atacar a seres queridos, arrasar zonas pobladas, engañar a amigos y enemigos, y en resumen, toda la historia está aderezada con un gran número de víctimas colaterales y perdedores, que le confieren profundidad y humanidad a la trama.
El dibujo de Ron Garney, a quien ya conocimos en el tomo de esta colección dedicado a Wolverine, acompaña perfectamente a la historia, logrando un buen equilibrio en la pareja creativa en sí, y en los diferentes compases de la historia, ya sea en la escenas más introspectivas o las de acción. Ron juega con todo tipo de composiciones, con viñetas de diferentes tamaños, flashbacks, y planos y tintas que cambian según el desarrollo de los acontecimientos. Sin ser una obra que marque un antes y un después en cuanto a lápices, logra dejar un buen sabor de boca, acompañando a la perfección los guiones. Garney nos regala gran cantidad de diseños distintos en función del Hulk que dibuje en cada momento, con un estilo que va y viene entre el cartoon y el realismo, con líneas muy dinámicas que favorecen el movimiento y la devastación que sólo Hulk puede causar.
Aunando todo lo anterior, podemos concluir que en Los Héroes Más Poderosos de Marvel: Hulk, encontramos una gran historia, que hará las delicias a los fans de los cómics de superhéroes, y también a los fanáticos de las conspiraciones militares, y de esas aventuras en que el antagonista es aquel gobierno que, como siempre, niega tener conocimiento. Además, son 9 números por lo que resulta un volumen gordito.
COMPARACIÓN CON OTRAS EDICIONES
En esta oportunidad, esta sección se irá rápido, pues las otras ediciones de este material están descatalogadas, y poco vale la pena buscarlas. La primera opción que tenemos para ello es recurrir a la Editorial Forum, que recopiló la aventura en un tomo homónimo, que contiene The Incredible Hulk Vol.2 #14 al 20, o sea, dos episodios menos que el tomo Salvat. Descartado.
EDITORIAL FORUM | El Increíble Hulk: Los Perros de la Guerra
La segunda y última opción corresponde al ejemplar del Coleccionable Héroes Marvel de Panini Cómics España, en cuyo numero 13 nos encontramos con un tomo también homónimo, que incluye The Incredible Hulk Vol.2 #14 al 20 y The Incredible Hulk Vol.1 #1, la primera aparición del personaje. Entonces, acá tenemos dos números menos que en la edición Salvat, pero ganamos un cómic clásico, el debut editorial del personaje.
PANINI CÓMICS ESPAÑA | Marvel Héroes #13. Hulk: Los Perros de la Guerra.