"The X-Files: Funko Universe" (2017): hombrecillos plásticos del espacio exterior
En varias oportunidades hemos establecido que la editorial estadounidense IDW Publishing ha exprimido al máximo la franquicia de la famosa serie de televisión The X-Files, desde que se hizo con los derechos para publicar sus cómics allá por el 2013. De hecho, en el catálogo de la editorial encontraremos un variopinto grupo de series, miniseries y especiales, que a su vez abarcan varias de las temáticas que dieron fama al show. Entre ellas, sin embargo, hay un experimento que resalta por su extravagancia, lo cual es mucho decir si consideramos que en otros títulos hemos visto realidades alternativas, aventuras adolescentes de Mulder y Scully, e incluso crossovers con los Ghostbusters o las Tortugas Ninja. Se trata de The X-Files: Funko Universe, en que las versiones de las figuras Funko de los agentes cobran vida para vivir sus propias aventuras. Diversión en estado puro.
Todos conocemos los Funko, aquellas figuritas muy monas, de gran cabeza cuadrada y mirada tierna, que se han tomado las vitrinas de las tiendas dedicadas comercializar con la cultura pop. Quien las haya creado es un genio, pues ha conseguido que sus distintivos juguetes invadan casi todas las franquicias existentes en el mundo del entretenimiento, dado que a muchos adultos les gusta la idea de uno de estos juguetes de su personaje favorito en la repisa, tanto como a un niño.
Llegar más allá, hasta el mundo de los cómics, parece un paso lógico para que Funko continúe dominando el mercado geek, y es así que IDW Publishing ha publicado una serie de números unitarios de sus licencias más populares, bajo el prisma de la estética cabezona.
The X-Files: Funko Universe es un one-shot perteneciente a una serie de especiales publicados por la editorial norteamericana, protagonizados por algunos de los personajes de su catálogo en su versión de la marca Funko. En el caso que nos convoca, el cómic contiene las habituales 24 páginas, más cubiertas y publicidad, y presenta cuatro historias cortas a cargo de diversos equipos creativos: "To Believe or not to Believe", de Derek Fridolfs y Pamela Lovas; "You Are What You Eat", de Mike Raicht y Charles Wilson III; "Escape From Space Mountain", de Matthew Dow Smith y Chris Fenoglio; y "Sasquatch From the Set", de Denton J. Tipton y Troy Little.
Y la verdad es que luego de la sorpresa e incredulidad inicial que pudiese provocarnos un anuncio de este estilo, acá tenemos un puñado de narraciones muy entrañables, que harán las delicias de los fans de la serie. Por supuesto, el enfoque que entregan los guionistas no puede ser otro que el humorístico, pues la naturaleza de la estética de las figuras invita al relajo y la liviandad. Incluso un zombi espantoso en su versión de cabeza cúbica tiene un adorable encanto cute, así que nadie puede tomarse el asunto demasiado en serio.
Por tanto, ver las versiones Funko de Mulder y Scully no es solo adorable, sino que también es bastante efectivo para lo que se quiere narrar, porque su apariencia de juguete añade todo el encanto a las tramas presentes en estas páginas. La escritura es divertida y los guiones son bastante consistentes, pero es la apariencia del título lo que realmente lo hace resaltar. Por extraño que parezca, el número funciona muy bien y logra ser una lectura que vale la pena incluso para los lectores que no sean fanáticos de Funko o el show original.
A modo de introducción, y siendo mi favorita, "To Believe or Not to Believe", con Derek Fridolf en guion y Pamela Lovas en dibujo, nos ofrece un recorrido por la mitología del show, los monstruos y el escepticismo de Scully como la base de la dinámica entre ella y Mulder. Con una trama de investigación un poco más convencional, "You Are What You Eat", del escritor Mike Raicht, es la historia más singular, dado que no tiene diálogos y la acción se comunica a través de globos con imágenes de pensamiento, mientras los agentes investigan los peligros de beber batidos de Black Oil.
También es muy curiosa "Escape From Space Mountain", escrito por Matthew Dow Smith y dibujado por Chris Fenoglio, que tiene una buena combinación de historia y comedia, ya que Mulder debe escapar de una base gubernamental con la ayuda de un alien capturado, personaje que también tiene su figura Funko real. "Sasquatch on the Set" de Denton J. Tipton e ilustrado por Troy Little, también es puro The X-Files, tomando un giro inesperado y divertido hacia el final —¡con cameo de Chris Carter!— y que condensa todos los guiños y absurdos del número.
Algunos podrían estar en desacuerdo con la popularidad que ha adquirido Funko —famosos son los memes denostando a sus coleccionistas— o que sus personajes o series favoritas sean "prostituidos" al darles este tratamiento, pero al margen de una estrategia de ventas y marketing, este one-shot funciona como una verdadera pieza de expresión artística, digna de The X-Files, pues hasta un show tan dramático y terrorífico como este tiene sus momentos de humor, e incluso algunos de los mejores episodios pertenecen a esa categoría. Así que, dejando los prejuicios de lado, al fan le será difícil no disfrutar de estas historias, pues poseen una caracterización y escritura correcta, un arte audaz y colorido, dando como resultado un producto muy agradable de leer y apreciar.
Además, está hecha por un grupo de auténticos fanáticos de la serie original, que inevitablemente integran un montón de chistes y gags visuales que los fanáticos de toda la vida sabrán apreciar. Es probable que Funko no tenga realmente un lugar en el universo de The X-Files, pensando en una serie regular, por ejemplo, pero la invitación es a simplemente disfrutar de esta entrega como una pieza agradable y colorida de entretenimiento ligero, en que cualquier fanático del programa encontrará algo para sonreír.