"Zack Snyder's Justice League" (2021): El fin del universo
Zack Snyder ha podido al fin entregarnos su visión sobre el súper grupo por excelencia de DC Comics. Tras una tragedia familiar, la incompetencia de Warner y la presión de los fans, la película protagonizada por la Justice League se ha dejado caer en diversos servicios de streaming y debo decir que es una –parcial— agradable sorpresa.
Nunca he compartido la extraña visión que Snyder tiene sobre las propiedades de DC. Man of Steel y Batman V Superman –las anteriores propuestas del director— fueron vapuleadas por la crítica y con bastante razón. Su propuesta violenta, con mucho ruido –tanto visual como sonoro— y su falta de sutileza para tratar temas adultos, dejaron a varios fanáticos con un sabor de boca amargo, algo que se mantuvo hasta cierto punto con el estreno de Justice League.
El tras bambalinas de la producción de Warner dan para un libro aparte, pero la fría recepción de las cintas protagonizadas por Superman y Batman pusieron en alerta a la gigante del cine, pidiendo cambiar la aproximación con la que Snyder abordaba sus propiedades. No es un requerimiento desquiciado, sobre todo si lo comparamos con el éxito que Disney y Marvel vienen cosechando con el mismo cine de superhéroes en el que Warner también quiere entrar.
Tras la tragedia del suicidio de su hija, Snyder debe salir como director de Justice League y es Joss Whedon –director de los dos primeros films de los Avengers y acosador laboral conocido— el encargado de manejar el resto de la producción, por encargo de la misma Warner. Whedon entrega un monstruo de Frankenstein, una criatura hecha con trozos filmados por Zack, pero pegados con injertos que el mismo creador de Buffy filmó para dar un producto más inofensivo, capaz de apelar al público masivo que hasta este punto no terminaba de tragar las propuestas del anterior director.
El resultado era de esperarse. Justice League fue un relativo fracaso, con un elevado presupuesto —300 millones de dólares sin contar publicidad— y unas críticas que apuntaban a la falta de un tono claro de la producción. Pero había algo más importante que se dejaba ver entre líneas. Whedon no llegó solo a la producción de la película, fue traído con el expreso mandato de entregar un producto de dos horas –clave para tener una buena cantidad de proyecciones por día— y dar un tono más ligero a un universo que era sumamente deprimente en su estilo.
Gracias a la pandemia, los confinamientos aceleraron una guerra que hace bastante tiempo se estaba anunciando: la de los servicios de streaming. Netflix es rey en este tipo de negocios, pero el resto de productoras también quieren un pedazo del pastel, propiciando la salida de numerosas aplicaciones que proveen entretención mientras estamos encerrados en casa, y Warner necesita darle contenido a su HBO Max. Disney había solventado la falta de contenido en su propuesta con el hit indiscutido que era The Mandalorian, un spin-off situado en el universo de Star Wars, —y repitiendo la jugada con WandaVision—, pero Warner no tenía nada que apelara el público popular.
Para su suerte, Snyder nunca renunció a la idea de poder montar su versión del film, siempre alentando al limitado número de personas que lo siguen en Vero –una red social que aparentemente solo él y cinco personas más usa—, subiendo imágenes de preproducción y su interacción con diferentes técnicos y actores. El movimiento gana momentum cuando se abre al resto de internet, dejándole a Warner una veta no planificada a explotar: estrenar la versión de Snyder en su servicio de streaming, ganando publicidad gratis en el proceso y haciendo viable el poder vender una aplicación que sufre por su falta de exposición. El resto es más o menos historia.
Una Sorpresa Parcial
En planos generales ambas versiones de Justice League comparten los mismos cimientos: el peligro latente de una invasión a la Tierra hace que Batman deba reunir a un grupo de seres especiales, a la vez que el mundo lidia con la reciente muerte de Superman. Donde absolutamente gana la versión "Snyder" de la historia, es que tiene un tono parejo durante sus cuatro horas de duración.
A mi parecer, hay ciertos aspectos de la trama que siguen siendo malos –nuevamente las Cajas Madres sirven para resolver cualquier aspecto de la trama que no se pueda subsanar de forma orgánica— y la resolución del film es a esta altura un cliché en sí mismo, pero Snyder solventa otras mayores inconsistencias presentes en la trama montada por Whedon.
Obviamente, la diferencia de minutos –dos horas más a favor de la nueva versión— hace posible la corrección de varios elementos que no quedaban del todo claros en el film anterior. Hay numerosas escenas en el corte antiguo donde los personajes llegaban sin previo aviso, pero ahora que tienen justificación gracias al metraje adicional.
El que más gana dentro de esta nueva propuesta es Cyborg, personaje apenas funcional en la versión de Whedon y que ahora tiene algo parecido a un arco donde vemos la relación con su padre y el rechazo de sus poderes. Otros no ganan mucho: Flash tiene una nueva escena introductoria que solo sirve como deleite visual, introduciendo personajes sin nombres que debemos suponer supondrán algo mas para el futuro del personaje.
Lo que más me ha sorprendido es que ese cambio de tono que se supone venía del momento en que Whedon interviene en la producción de la película no es tal. Hay numerosas escenas que pensaban que eran aportes del funado y que resultaron parte de la versión de Snyder, resultando esta nueva iteración un film mucho más ligero si lo comparamos a los dos intentos anteriores deldirector. Alejado de las referencias bíblicas, y la reducción mínima de diálogos forzados por el poco el sutil uso del subtexto, hacen que los personajes brillen mas como personajes y no como las ideas que pretenden representar. Se nota que el director ha escuchado las críticas a su trabajo anterior y hay un genuino intento de corregir ciertos aspectos. Creo que este aspecto es lo que más me gusta de la dirección que ha tomado el director, escuchando las criticas válidas de su anterior trabajo, siendo quizá lo mas valorable del conjunto.
Creo además que esta aproximación es mucho más interesante que la que nos deja el corte de Whedon, donde la mayoría de los diálogos impuestos por el ahora cancelado director son para hacer reír, a pesar de que la primera versión trata de humanizar al gran perdedor de todo este universo creado por Snyder: Superman. Lamentablemente el personaje gana poco con los minutos extras, pero aun así ya se palpaba una idea de dejar atrás esos conflictos internos que nunca se desarrollaron bien en las películas anteriores.
Lamentablemente hay ciertos vicios que el buen Zack no puede dejar atrás. Hay varias escenas de violencia injustificada que quedan hilarantes si las ponemos en contraposición con la idea de tratar de humanizar mas a estos personajes –como Wonder Woman dando consejos a una niña después de asesinar a sangre fría a varios terroristas— y otras que simplemente se pudieron haber evitado, como esa cruel victoria final. Creo fervientemente que la clasificación para adultos que el film hace gala se pudo haber evitado fácilmente porque no hay nada dentro los temas de la película que justifique dicha clasificación.
La música también creo que es una mejora mayor respecto a lo entregado por Danny Elfman, que se alineaba con esa aproximación amalgamada de Whedon. En cambio, el score de Tom Holkenborg posee una tonalidad similar, a pesar de que Snyder reutiliza secciones del trabajo de Hans Zimmer propuesto en films anteriores.
Como conclusión, puedo decir que efectivamente, la versión de Justice League de Zack Snyder es una película diferente gracias al metraje adicional, y la nueva edición de escenas anteriores. Ahora es una película buena. A ratos sufre de la poca capacidad del director por resolver cinematográficamente ciertas escenas y el final bordea lo malo, pero puedo respetar el intento de reformular su aproximación a estas propiedades tan queridas por el mundo. Atrás queda ese monstruo de Frankenstein que significó la versión de Joss Whedon, que tal como al final de la novela, se quema junto a su creador en el olvido. Creo que también es bueno dejar que otros creadores puedan dar sus versiones de Superman, Batman y Wonder Woman, ya que al menos yo pienso que Snyder ha puesto fin a su universo de una forma más que digna.