"Torpedo 1936" (1982) de Abulí, Bernet y Toth: Perdedor sin Alma
Luca Torelli es Torpedo, un asesino a sueldo que en medio de la gran depresión de Estados Unidos, intenta hacer fortuna en los bajos fondos de Nueva York. Torpedo tratara de sacar provecho de sus métodos sin escrúpulos, pero sus hambre de poder y su propia ambición serán sus más grandes enemigos.
Uno de los nombres más importantes de la historieta española es el de Josef Toutain, editor, guionista y dibujante que es el principal responsable de la evolución de la historieta en España, tanto al trato de temas –Toutain es responsable de dar el visto bueno a numerosas obras de corte más adulto como editor- como el relativo éxito ante los embates económicos que el medio tenía que combatir en dicho país.
Toutain era famoso por su fuerte carácter, que no dudaba en buscar mercado donde antes no se buscaba. Inició como dibujante en plena dictadura de Franco, pero a principios de la década de los cincuenta da un enorme salto, formando Selecciones Ilustradas, una agencia de representación de dibujantes e ilustradores en pleno centro de Barcelona. Esto era principalmente impulsado por su incapacidad de mantenerse económicamente como artista en España.
Anteriormente, buscado esa esquiva estabilidad económica, había viajado a Francia donde vio de primera mano cómo era el mercado de la historieta galo. Estas ideas fueron lo que lo impulso a la creación de la mencionada Selecciones Ilustradas y posteriormente, en el año 1973, crearía su propia editorial: Toutain-Editor.
El gran acierto de Toutain como editor era impulsar a sus creadores a meterse en historias más adultas, rompiendo la dominación de la historieta con temáticas infantiles en España. Toutain es denominado como el líder del llamado boom del cómic adulto en España de los años 70 y 80, ayudado por las diversas publicaciones como Creepy -una versión de la revista estadounidense- , 1984 y su sucesora Zona 84, Comix Internacional, Totem y la polémica El Víbora.
Otra de las practicas en las cual fue pionero en España, fue la búsqueda de talentos internacionales y el seguir haciendo contactos con otros países, además de intercambio de artistas españoles para darle al país un empuje como una capital internacional de la historieta.
En 1981, el guionista Enrique Sánchez Abulí le propone a Toutain el cómic Torpedo 1936, una historieta protagonizada por un asesino a sueldo neoyorkino en plena depresión de los años treinta. Toutain, siempre con su buen ojo, le agrada la idea y propone como dibujante a nada menos que Alex Toth. Si, Toutain tenía tal fama como editor, que podía darse el lujo de trabajar con monstruos de la historieta como el mismísimo Alex Toth.
Toth dibuja las primeras historias del personaje en 1982, pero luego abandona la serie debido a que no compartía el tono oscuro de los guiones de Abulí, violentos y llenos de sexo. Abulí y Toutain dejaron al personaje congelado hasta que vieron el estilo del dibujante Jordi Bernet, quien le imprimió una fuerza gráfica completamente diferente a la de Toth, dándonos el Torpedo definitivo.
La colaboración de Abulí y Bernet paso por diferentes revistas antológicas de España, donde su personaje Torpedo repartía plomo a diestra y siniestra. Por lo general, las historias del personaje eran de ocho páginas autoconclusivas, con uno que otro personaje recurrente. Pero a veces, Torpedo protagonizaba historias con más páginas y para así romper un poco la monotonía que suponía tener tantas historias cortas.
Para el año 1991, el personaje tendría al fin una revista dedicada exclusivamente a él, la llamada Luca Torelli es Torpedo, dándole al personaje al fin el foco que merecía. De hecho, años antes, en 1986, torpedo fue premiado en el Festival del Cómic de Angulema con el Premio Alph-Art al Mejor Álbum Extranjero. Todo un logro para la historieta española.
Lamentablemente, para el año 2000 llega un quiebre entre Abulí y Bernet que aún no tengo claro. Según parece, el artista Loquillo le dedicó una canción al personaje de Torpedo, escrita por Óscar Aibar. Parece que la productora omitió el nombre de Abulí entre los creadores, haciendo que este demandara a todos, incluyendo a Bernet que parece que sí estaba acreditado. Esto significó que ambos artistas rompieran su colaboración de años, dejando a Torpedo parcialmente huérfano.
Se han creado secuelas del personaje, ya sin Bernet en los dibujos, pero esa es historia para otro post. Quizás más adelante las podamos revisar con la atención que merecen.
Bien ¿Y de qué va concretamente Torpedo 1936? Pues son las diferentes aventuras de Luca Torelli, alias Torpedo, un asesino a sueldo que trata de ganarse la vida en las calles de Nueva York en el año 1936, en plena depresión económica.
Torpedo es un personaje bastante peculiar, de esos que ya no se ven. Es un ser repulsivo, asesino a sangre fría que utiliza casi cualquier método para cumplir sus metas. Además no le hace asco a nada, ha matado hombre, mujeres y niños sin parpadear y además tiene una malsana manía con poseer a cualquier mujer que él considere atractiva.
Además es muy ignorante, numerosas veces confunde dichos populares, no sabe bien cómo funcionan las cosas fuera de su mundo –el tipo no sabe cobrar cheques por ejemplo- y es bastante racista con las personas de color, además de homofóbico.
¿Pero qué lo hace tan entretenido de leer? Ese sin número de cualidades reprochables son las que lo definen como personaje, siendo uno que nunca consigue lo que quiere. Torpedo es un perdedor con aires de grandeza pero a fin de cuentas un perdedor. En sus historias, Torpedo casi siempre pierde, o es engañado de la forma más miserable posible.
Torpedo además oculta cierto complejo de inferioridad con su comportamiento violento, quizás ligado a sus orígenes en Italia, donde sabe quién es su madre -Luciana Petrosino, a la que define como una santa- pero tiene dudas sobre quién es su padre –dice que es Vittorio Torelli, al cual odia por justificados motivos- dejando claro que su exacerbado machismo y villanía es algo heredado de sus orígenes.
Las historias de Torpedo tienen una leve continuidad pero es difícil decirlo dado a su naturaleza autoconclusivas. Existen ciertos personajes recurrentes, como su ayudante Rascal, un torpe asesino que Torpedo no duda en abusar de las más variadas formas posibles. También esta Susie, una femme fatale a la que Torpedo desea pero ella siempre logra engañarlo, siendo siempre mas lista que él.
Las historia son variadas, teniendo por lo general un giro al final, que subvierte al espectador –y al mismo Torpedo- de alguna forma. Al ser un criminal, el personaje está metido en robos y asesinatos que nunca terminan como se esperan, se codea con otros criminales a los cuales envidia por su éxito o que trata de aprovecharse y fracasa miserablemente.
Lo refrescante del conjunto recae en dos factores. Los guiones de Abulí nunca olvidan que Torpedo, a pesar de lo cool que se pueda ver, siempre es un perdedor. No solo por los resultados de sus aventuras, si no como el personaje es en sí mismo. Es muy divertido verlo tratar de sonar intimidante, fallando miserablemente porque es un ignorante y no sabe bien que significan las palabras que usa. Esos toques de humor hacen llevadero lo pútrido que puede ser el personaje si se lo toma al 100% en serio.
El otro factor es el dibujo de Bernet. Si bien, Toth es un monstruo de la historieta, con Bernet, Torpedo alcanza una potencia gráfica única. El estilo duro de los trazos, la capacidad increíble de capturar la ambientación de la época y por supuesto la mujeres que Bernet dibuja, hacen de Torpedo un cómic con una gran potencia artística.
Incluso al no poseer color funciona a favor de la historia, dando esa sensación de serie negra que tan bien acompaña los guiones de Abulí. De hecho, Bernet lo clava en detalles que parecen tan superfluos como los sombreros, que aquí están para dar ambientación y estilo a quienes los usan de una forma muy eficaz.
Hace unos pocos años atrás, Panini se ha hecho con los derechos de publicación el personaje. Lamentablemente la edición es demasiado cara. Es un tomazo de más de 700 páginas en blanco y negro que sale 60 euros. No dudo que el personaje los valga, de hecho tiene toda la obra del mismo, incluso un par de historias censuradas en su época, pero es imposible tratar de vender este tomo a personas que quieran conocer al personaje.
Anteriormente, Glenat había publicado todo Torpedo 1936 en cinco tomos que parece una forma mucho más asequible tanto para viejos como nuevos lectores. Sé que Panini México lo ha editado en tres tomos de 200 páginas y que también suenan mucho mas tentadores de un tomazo de 600. Esperemos que dichos tomos se vuelvan más fácil de obtener conforme pase el tiempo.
Por ahora, no puedo dejar de recomendar Torpedo 1936. El personaje está lleno de historias ingeniosas, llenas de acción, humor, intriga y sexo. Quizás no sea un modelo a seguir, pero sin duda es un personaje atractivo, un criminal sin alma que falla constantemente producto de esa misma falta de códigos de la que se pavonea. Un imperdible de la historieta europea.