"Hazel & Cha Cha Save Christmas" (2019): pascueros en LSD
Aún falta mucho para celebrar la próxima navidad. Pero como siempre es momento para hablar de un buen cómic, no me importa nada y me referiré a Hazel & Cha Cha Save Christmas, entretenidísimo especial protagonizado por aquel dueto de personajes que, a pesar de su brutalidad, se ganaron el corazón de los fans de The Umbrella Academy, luego de su debut en la segunda miniserie, denominada Dallas. Y por supuesto, también por su aparición en la serie de Netflix. The Umbrella Academy está llena de personajes raros que incluyen chimpancés parlantes y niños superhéroes, pero sin embargo, pocos villanos han dejado una imagen tan llamativa en el cómic de súpers moderno como este par de asesinos que viajan en el tiempo.
Hazel & Cha Cha Save Christmas es un one-shot basado en una historia de Sidiri Allie, escrito por Scott Allie y Gerard Way, creador de TUA, con arte de Tommy Lee Edwards y rotulado de John Workman. Esta historia temática es un tipo de relato que quizás solo se entienda a medias, pero al final, es un viaje tan divertido que disfrutarás tanto de la confusión que te provoca como de las revelaciones que tenemos al final. Es una gran adición al universo de la Academia Umbrella, ya que sigue estilística y espiritualmente sus pasos. Nunca he probado el LSD, pero luego de esta lectura, creo que entiendo un poco lo que se debe sentir.
Si bien los eventos de la historia no siempre son particularmente claros, los escritores Allie y Way dejan claro desde el principio que el punto de su historia es el viaje, no el destino. En muchos sentidos, y dada la personalidad y vestimenta de los personajes, esta historia parece una reminiscencia de Pulp Fiction, la famosa película de Quentin Tarantino. Hazel y Cha Cha tienen muchas e importantes conversaciones no relacionadas a la trama sobre fantasmas y sopas, mientras que su trabajo y los eventos del cómic prácticamente transcurren como telón de fondo. El resultado no solo es gracioso, sino que conecta a los lectores con estos personajes más allá de su función dentro del historia. Aunque la ética indiva que no deberíamos empatizar con sicarios y psicópatas, de alguna manera la escritura de Allie y Way logran que lo hagamos. ¿Dónde está el Comics Code Authority cuando se necesita?
El guión es muy irreverente, aunque su desarrollo por momentos queda atrapado en minucias, y no solo por transcurrir como comparsa de las absurdas conversaciones de los protagonistas, teniendo un amplio margen de mejora. Eso sí, gracias a ello hay mucho espacio para que los creadores se expandan con estos secundarios en hipotéticas futuras aventuras. Sería interesante explorar más a fondo la política dentro del entorno de la Oficina, más allá del tiempo que la hemos visto tanto en las viñetas, como en la serie de Netflix. La interacción entre los personajes y su entorno es el principal atractivo del número, con los guionistas entregando algunos chistes sobre la Oficina, e incluyendo algunos de esos momentos de violencia insana que son esenciales para la franquicia.
El arte de Lee Edwards nos permite adentrarnos más en las mentes desquiciadas de nuestros protagonistas. Vemos el mundo a través de Hazel y Cha Cha, con resultados que son a la vez hermosos y aterradores. Por ejemplo, en una página, ambos discuten la creencia de Hazel en los fantasmas mientras interrogan a un hombre. Hazel dice que cree que el teléfono de su compañero está embrujado, mientras vemos claramente a través de sus desconfiados ojos la cara de Cha-Cha cubierta de sombras, con sus ojos brillando en la oscuridad. Del mismo modo, otras escenas también logran hacer que ver a través de estos personajes sea algo psicodélico y adictivo.
Además, el coloreado crea una gran sensación de humor a lo largo de la historia. Al principio, parece que el artista simplemente usa la oscuridad para transmitir peligro o maldad, pero luego su uso de colores extremadamente brillantes en momentos climáticos, crea una especie de efecto fantasmal. Volviendo al momento en que Hazel dice que cree que el teléfono de Cha Cha está embrujado, el siguiente panel nos muestra el teléfono emitiendo en un rojo brillante etéreo. Al mantener el resto del cómic relativamente oscuro, Edwards logra que estos momentos casi salten sobre nosotros. Incluso, se las arregla para hacer que algo tan pueril como las luces de Navidad parezcan un espectáculo inquietante.
Finalmente, Workman establece las diatribas de estos personajes perfectamente con sus letras y rotulado. En muchas de las escenas de los protagonistas vemos que sus globos de diálogo ocupan una gran cantidad de espacio en el panel, incluso superponiéndose a las de otros personajes, o a los mismos eventos de las viñetas por completo. Con esto, se vuelve patente que estos personajes están más interesados en hablar entre ellos que en lo que sea que esté pasando. El uso que hace Workman del tamaño de letra también transmite el tono y el ritmo de sus conversaciones. Cuando Cha Cha arroja dudas sobre algo que Hazel dice, vemos que Hazel responde en una fuente que ha duplicado su tamaño. Esto nos ayuda a ver la rapidez con la que estos personajes interactúan entre sí y nos da una idea de cómo es el ritmo de su amistad.
Para terminar, y parafraseando a cierto programa televisivo nacional, debemos puntualizar que Hazel & Cha Cha Save Christmas es hermoso y desconocido. Si te gusta The Umbrella Academy, este cómic encaja perfectamente en la serie en estilo y tono, pero llevando la locura y la lisergia un paso más allá. Sentarse y leer este extraño y pequeño cómic es una excelente manera de entrar en el espíritu navideño, tanto como hablar de fantasmas y sopas.