DC Salvat - Batman: Extrañas Apariciones
Hablar del Batman definitivo me parece a estas alturas un tanto descabellado. Batman es una construcción que nunca acabará ya que siempre vendrán nuevos autores a escribir un ladrillo más en la personalidad, entorno, y, en definitiva, canon del personaje. Dicho esto, si podemos distinguir ladrillos notablemente sólidos o fundamentales en los cimientos del murciélago, y esta historia, en castellano traducida como Extrañas Apariciones, me parece uno de los más importantes de las bases que hasta hoy en día, de Miller a King, cimientan lo que se ha construido de Batman. Revisemos este tomo del coleccionable Salvat.
BATMAN: EXTRAÑAS APARICIONES
Contenido:Detective Comics #469-476, 478-479; Detective Comics #36
Guion: Bill Finger, Len Wein, Steve Englehart
Arte: Bob Kane, Marshall Rogers, Walter Simonson
Entintado: Al Milgrom, Terry Austin, Dick Giordano
Color: Jerry Serpe, Marshall Rogers, Glynis Oliver
Batman: Extrañas Apariciones, reúne casi un año de publicaciones salidas al mercado en 1977 bajo los guiones de Steve Englehart (menos los dos últimos, que corren a cargo de Len Wein) y dibujados por el excelente Marshall Rogers (menos los primeros dos a cargo de Walter Simonson). Englehart era considerado uno de los mejores guionistas de Marvel, por lo que su aportación en la competencia fue todo un hito en la década. Obviamente no decepcionó. Considero que su triunfo consiste en mirar a Batman como nunca se había hecho aun siendo muy consciente de la tradición. Tal vez es esa mirada foránea, alienígena en el mundo deceíta, la que tanto hizo destacar sus aportaciones que, en apenas un puñado de números, le valieron el mote de los fans como la “versión definitiva” de Batman.
La estructura de la narración del libro si bien tiene un espíritu muy de la época pre-ochenta, con relatos autoconclusivos, normalmente con villanos de turno, va construye en un segundo nivel de profundidad un arco mayor que incrementa la intensidad e implicaciones de lo que está en juego entrega tras entrega. Todo termina por explorar en un gran final en el octavo capítulo del libro, en lo que acabaría siendo sin duda, en uno de los más grandes números de la historia editorial de Batman, tanto por el lado de la máscara con un divertido enfrentamiento contra el Joker, como por el lado del rostro descubierto en uno de los desenlaces más emocionales, bellamente intensos, y profundamente definitorios, en los afectos de Bruce Wayne ¡Por los nuevos dioses! que bella son las paginas en el departamento de la señorita Silver Cloud.
Ideas importantes para catapultar a Batman como uno de los personajes más complejos en la historia del cómic gringo hay en abundancia en estas páginas. Claro, debo también ser realista con la situación, hoy, a más de 40 años, resulta evidente que no todas están bien resueltas y no todas siguen caminos igual de notables, pero cohesionadas y condensadas en estos relatos, no dejan de ser una sinfonía sobresaliente e irremediablemente actual en los relatos del enmascarado nocturno.
Destaco, por ejemplo, la idea de una Gotham City más que corrupta, rota; una ciudad donde los senderos de sus habitantes parecen tener siempre un destino trágico y no dramático, vale decir, no hay opción de redención ni posibilidad de elegir, aunque sea una vez, la opción correcta. Mas bien, somos testigos de personajes que deambulan entre oscuros pasillos, retorcidas sendas que concluyen en contradicciones insalvables que solo dejan como máxima aspiración el lamentable consuelo de lo menos dañino, claro que, siempre a costa de causar heridas incurables, muchas veces dolorosas y agónicas, a quienes les rodean. Tanto para villanos como para héroes, aquí se siembras esa fecunda semilla que tantos frutos dará en el futuro, de postular que independiente de qué lado de la línea estás en esta ciudad, nunca serás completamente blanco o negro.
Me gusta esta Gotham City, infestadas de peligros, mafiosos, monstruos y -literalmente- fantasmas. Me gusta porque es variopinta, escabrosa y enmarañada. No solo porque no ofrece salidas a sus habitantes (algo muy divertido de leer, por cierto) si no porque su fauna se muestra viva e independiente. Aquí Batman es sorprendido por nuevos enemigos, otras veces es sorprendidos por viejos conocidos que actuaban en las sombras, pero además otras tantas el murciélago ni se entera de los que pasa, pues al final de cuenta nuestro héroe es un humano, y en esta alocada ciudad siempre hay rincones ocultos de su mirada, incluso a su gran red de apoyo. En definitiva, Gotham City vive independiente de su vigilante estrella, y eso es genial.
Otras ideas notables, y que solo me atrevo hoy a mencionar de forma somera por honor al espacio y tiempo, que aquí son arrojadas al fértil campo del héroe enmascarado que hoy nos convoca son: dejar a Bruce como la máscara de Batman, ya que es este ultimo el que realmente “vive” mientras que su apolíneo alter ego, si bien existe, no le es permitido tener una vida. También la idea de ver a un Batman que elige a su ciudad como hogar, pero esta, no lo elige a él como huésped y le es hostil en varios niveles. Además, la fascinante señorita Sylver Cloud, encumbrándose en tan solo 8 números como uno de los mejores intereses románticos del murciélago. O rescatar a Dick Grayson como un personaje importante para Batman, tanto en su faceta superheroica (aquí es Robin quien salva a Batman) como en su aspecto personal, pocas veces se vio a Bruce jugar con su hijo, y mucho menos sonreírle de forma orgullosa -como un padre mira a su hijo- en un juego casual y hogareño.
Pero también podemos ver a un Batman detective, que hace trabajo de campo y no simplemente mete pruebas en una computadora mientras mira desde una silla. Por otro lado, el héroe nocturno será vencido de forma física, pero también de forma mental -y también emocional- e incluso un villano lo derrotará obteniendo su identidad y reemplazándolo. Tenemos una pelea a disparos en una máquina de escribir gigante, un robo absurdamente complicado de una estatua en forma de ave y al Joker cayendo desde las alturas. Esto sin mencionar la excelente idea de la lealtad de los villanos con el héroe o al payaso del crimen admitiendo que él es el rival de Batman ya que él se lo merece, y también a Batman dándose cuenta de que en ocasiones el está más loco que el Joker. En serio, este cómic tiene de todo.
En definitiva, y si bien podría escribir mucho más sobre lo mucho que me gusta esta historia y porque la considero uno de los arcos más superlativos en de Batman en la historia, les dejo la recomendación hecha a que, si pueden, lo adquieran, mucho más si son seguidores de las andanzas del vigilante de Gotham City, pues Extrañas apariciones, es una recopilación de un segmento de la historia del personaje que fundamente su mito. Es una roca difícilmente saltable en la comprensión de lo que hoy entendemos como Batman y posiblemente una de sus lecturas esenciales, tanto por sus ideas tan determinantes, como por su ritmo y narrativa, que con sus baches, logra momentos de evidente genialidad. Un clásico por derecho propio.
Comparación con otras ediciones
Esta vez solo estarán las otras ediciones modernas. Recordemos que es un cómic de los años 70, otras ediciones ya no son muy accesibles en el mercado actual.
Lo más cercano es la edición de ECC, con contenido equivalente (a excepción del "extra" de Detective Comics #36), y que cuesta 18 euros. Unos $18.000 a $21.600 en tiendas chilenas.