X-Men - Momentos más importantes de su historia Parte I
Actualmente, la franquicia mutante pasa por un momento dulce. Los X-Men han recuperado su sitial en la plana mayor de los héroes Marvel, gracias al relanzamiento realizado por el escritor Jonathan Hickman en las miniseries House of X y Powers of X, y el posterior debut de las series regulares, agrupadas bajo el paraguas contextual llamado Dawn of X.
HoX/PoX fue anticipada como uno de los momentos más importantes de la historia de los Hijos del Átomo, y de hecho, durante su promoción, Hickman la ubicaba al mismo nivel de la Segunda Génesis, o al de los New X-Men de Grant Morrison. Debido a eso, Marvel lanzó una serie de minidocumentales llamados The History of the X-Men: Seminal Moments, donde editores y autores reflexionan sobre aquellos instantes especiales.
A raíz de eso, viene la reflexión: ¿cuáles son lo momentos cruciales de la historia mutante? De entre los mencionados por Marvel en estos documentales, ¿están todos los que son, y son todos los que están? Por ello, hicimos nuestro propia reflexión y así surgió 'X-Men: momentos más importantes de su historia', que corresponde a la primera parte de un repaso a los que consideramos los puntos de inflexión de la cronología-X, en otras palabras, aquellos instantes que cambiaron de forma permanente el estatus de la franquicia.
Primera Clase: The X-Men #1 (1963)
Por supuesto, no podemos empezar sino por el principio. Los Hijos del Átomo debutaron en sociedad en 1963, cuando vió la luz The X-Men #1. Su génesis vino de la mano de la dupla dorada de Stan Lee y Jack Kirby, cuando el propietario de Marvel Martin Goodman pidió al primero que creara un nuevo cómic de grupo, para seguir en la exitosa estela de Fantastic Four. Aunque Goodman quería una serie que fuera más o menos una copia de aquella, Stan le dió un giro, introduciendo algunos conceptos propios. No seremos nosotros quienes lo expiemos de las acusaciones de plagio de la Doom Patrol, aunque hay que puntualizar que dichas denuncias no tienen evidencias concretas de ello, y solo hay elementos circunstanciales que tanto apoyan como descartan teorías.
Como sea, en este nuevo proyecto el punto de partida fue el origen de los poderes del grupo. La colección ahondaba en un concepto común para la ciencia ficción de la época, la de los mutantes, seres cuyos genes se diferenciaban del de los meros humanos. De hecho, The Mutants era el título que a Lee le hubiera gustado poner a la nueva serie, pero Goodman no lo tenía tan claro. En cambio, encontró atractiva la segunda propuesta del guionista: The X-Men, una cabecera protagonizada por cinco jóvenes con poderes reunidos por Charles Xavier, un hombre confinado en una silla de ruedas, pero capaz de leer mentes y proyectar sus pensamientos. Por entonces, Stan 'The Man' ya había utilizado las cartas de los rayos cósmicos y los rayos gamma, por lo que la noción de personajes que tuvieran sus poderes desde el nacimiento le vino como anillo al dedo.
Como dijimos, los protagonistas serían cinco adolescentes que asistían a una escuela especial liderada por el tambien mutante Profesor X. Ellos serían Cyclops (Scott Summers), capaz de generar poderosos rayos ópticos, Beast (Hank McCoy), dueño de una fortaleza y agilidad física animalesca; Angel (Warren Worthington III), con la habilidad de volar gracias a un par de llamativas alas; Iceman (Bobby Drake), capaz de manejar el hielo a voluntad; y Marvel Girl (Jean Grey), una chica telequinética, y telépata en ciernes.
La idea de la escuela era hacer que sus miembros aprendieran el uso y el control de sus poderes, pero tambien servía como tapadera para un grupo de superhéroes que defenderían a la humanidad de otros mutantes menos benevolentes. En su primera etapa, los principales antagonistas serían Magneto y su Brotherhood of Evil Mutants, con el consiguiente desfile de personajes en entregas posteriores.
Segunda Génesis: Giant-Size X-Men #1 (1975)
Para nadie es un secreto que The X-Men no fue una colección que cosechara un gran éxito comercial. Quizá fuera porque el planteamiento no cuajara entre los lectores, porque su discurso de inclusión se diluyera en historias más bien livianas, o que los autores que reemplazaron a Lee y Kirby no encontraran la tecla correcta, pero el hecho es que las ventas del título fueron perdiendo fuelle para entrar en un lento declive que llevó a su cancelación en el #66, para a continuación, acoger reimpresiones de sus primeras historias, llegando hasta el #93
Sin embargo, el por entonces Director Editorial Roy Thomas, se propuso que los mutantes volvieran a la carga. Thomas, que había sido escritor de la última etapa de The X-Men, concibió un plan para insuflar nueva vida a la serie, que consistía en renovar la alineación del equipo mediante miembros de diferentes nacionalidades, que quizá facilitaría la venta fuera de Estados Unidos. Como guionista, Thomas escogió a Mike Friedrich, uno de los habituales de la casa, mientras que el dibujante sería Dave Cockrum, que había alcanzado gran popularidad por su labor en Legión de Superhéroes, de DC Comics, donde destacaba por sus imaginativos diseños de personaje, y el atractivo y elegancia de las integrantes femeninas. Lamentablemente, las circunstancias se complicaron más allá de lo previsible, ya que Friedrich abandonó la editorial, y Thomas hizo lo mismo con su puesto.
Como cabeza de la editorial, fue reemplazado por el también escritor Len Wein, quien se encargaría del relanzamiento X al tiempo que le asignaría un nuevo formato que venía ensayando, el llamado Giant-Size. Éste no era más que un comic-book de mayor extensión de páginas, 66 en este caso, que se utilizaría para eventos especiales, o para resaltar algún trabajo que lo mereciera.
La historia arrancaría durante una misión de los X-Men a la isla de Krakoa, en que el equipo es hecho prisionero, y solo Cyclops logra escapar. Xavier pronto recluta un nuevo equipo, uno compuesto por mutantes de todo el mundo. Wolverine, Storm, Nightcrawler, Colossus, Banshee y otros trabajarán bajo el liderazgo de Scott, rescatando al viejo grupo de Krakoa. Al ver que el Profe X tiene nueva ayuda, y decidir que quieren intentar llevar sus propias vidas, la mayoría de los viejos miembros del grupo se van.
En realidad, este Giant-Size solo serviría como punta de lanza a la verdadera joya de la corona: la etapa del guionista Chris Claremont, que elevó a los mutantes a cotas de calidad y popularidad nunca antes visto. De hecho, el Patriarca Mutante participó escribiendo los diálogos en la tramas ideada por Wein en este número y los que le siguieron, The X-Men #94 y 95, para pasar a hacerse cargo total de los guiones a partir del #95, siempre acompañado de Cockrum en labores artísticas.
La muerte de Phoenix y Días del Futuro Pasado: The X-Men #137 (1980); Uncanny X-Men #141 y 142 (1980)
No obstante lo dicho en el párrafo anterior, la gloria no llegó instantáneamente a los bolsillos de Claremont. A pesar de que la calidad era incuestionable, y aumentaba entrega a entrega, la colección no lograba ventas que aseguraran su continuidad. Uno de los obstáculos parecía ser su periodicidad bimestral, por lo que el editor Archie Goodwin decidió otorgarle cadencia mensual. Esto hizo que Cockrum abandonara el barco, incapaz de aguantar el ritmo, y en su reemplazo llegara el otro creador responsable de elevar a los mutantes a la cima, el gran John Byrne.
Claremont y Byrne, apoyado por las tintas de Terry Austin, demostraron ser capaces de crear grandes historias las que eclosionarían definitivamente en la "Saga de Dark Phoenix" y "Días del Futuro Pasado", dos arcos argumentales que se encuentran entre los mejores exponentes de la historia de los cómics de superhéroes. La primera transcurrió entre The X-Men #132 y 137, con un brillante clímax en este último. Para nadie es spoiler que esta aventura se saldaría con la primera muerte de Jean Grey, y aunque ya habíamos visto morir a uno que otro miembro del equipo, pocas veces el deceso de un personaje se produjo con tanta épica, con tanto sentido, y en el marco de una historia tan bien construida como esta.
Esta trama tuvo una serie de consecuencias que vale la pena mencionar. Por ejemplo, catapultó de manera definitiva las ventas de la serie, pasando de los 100.000 a casi los 200.000 ejemplares vendidos del #137. Además de eso, propició un epílogo en The X-Men #138, donde vemos que un apesadumbrado Scott deja el equipo, no sin antes hacer un repaso de la historia de la colección, lo que sirvió tanto como un resumen y puesta al día para lectores nuevos, como para eliminar la barrera que separaba a la Primera de la Segunda Génesis, para pasar a presentar la cronología-X como un todo concatenado. Por último, tambien propició un aumento de la popularidad, lo que llevó a la aparición de los personajes en otras cabeceras de Marvel, como en Marvel Treasury Edition.
El segundo arco nombrado, "Días del Futuro Pasado", tambien se convirtió en un clásico entre clásicos. A pesar de transcurrir en solo dos entregas, Uncanny X-Men #141 y 142 —la serie recibió el prefijo 'Uncanny' en The X-Men #139—, dejó una marca imborrable en la narrativa comiquera, al introducir en la corriente comiquera mainstream el concepto de los viajes en el tiempo, las paradojas cronales, y ya en el ámbito mutante, los famosos futuros apocalípticos y distópicos.
"Days of Future Past", tal es su nombre original, es una saga increíblemente breve para los cánones actuales, pero que se siente enorme, en la que Claremont y Byrne desarrollaron una gran cantidad de ideas que dieron forma y redefinieron el mito de los X-Men, y que continuarían inspirando a los artistas de la franquicia hasta el día de hoy. Sin este arco no habría Age of Apocalypse, Battle of the Atom, Age of Ultron o cualquier otra historia de viajes en el tiempo y futuros oscuros. El argumento trata de un futuro en el que los mutantes son perseguidos, asesinados o encarcelados en campos de concentración. Para evitar su sombrío presente, una adulta Kate Pryde transfiere su mente a su yo más joven, la Kitty Pryde del presente, instando a los Hombres-X a impedir hechos que harán que se desate la histeria anti-mutante que provocará ese futuro sombrío.
El juicio de Magneto: Uncanny X-Men #200 (1985)
Casi siempre, los números que alcanzan numeraciones especiales o de aniversario, sirven celebrar a lo grande. Uncanny X-Men #200 no sería distinto, y es así que en sus páginas se nos narraría la historia "Trial of Magneto", en que al Amo del Magnetismo, influenciado por su amistad con Xavier y las experiencias junto a los X-Men, se rinde para ir a juicio por sus crímenes. Sin embargo, durante la audiencia se produce un ataque de mercenarios y los gemelos Fenris, que termina con Charles gravemente herido. Como solo la tecnología Shi'ar puede salvarlo, es obligado a abandonar la Tierra, pero no sin antes dejar al propio Erik a cargo de la escuela, desafiándolo a compensar su pasado al asumir la causa de la coexistencia humana / mutante.
De aquí en más, Magneto toma el nombre de Michael Xavier y se convierte en el maestro principal de los New Mutants; Cyclops deja el equipo nuevamente, pues además de no estar dispuesto a aceptar la presencia del antiguo villano, reconoce que Storm ahora es la líder de los X-Men. Después de un par de meses, Scott Summers se reúne con los 5 Hombres-X originales para formar un nuevo equipo, y el segundo spin-off de la franquicia: X-Factor.
Durante esta etapa, la escuela de Xavier enfrentará tiempos muy oscuros. Mr. Sinister y sus Marauders perpetran la masacre de los Morlocks en el arco Mutant Massacre, que causan muchas bajas, a pesar de los esfuerzos de los X-Men; Betsy Braddock se une al equipo; los New Mutants son asesinados y luego resucitados, pero conservarán los recuerdos de su trauma. Magneto volverá a juicio, pues no ha completado el primero, pero manipula mentalmente a los jueces para que lo retiren de todos los cargos, y luego comenzará a aliarse con el villanesco Hellfire Club.
La Caída de los Mutantes: Uncanny X-Men #224 - 227 (1986)
En este aventura, con alma de crossover, reaparece el Adversary, una especie de enemigo místico que se enfrentaría a los X-Men en Dallas. En la batalla, nuestros héroes aparentemente mueren frente a las cámaras de TV, por lo que son dados por fallecidos, aunque en realidad son revividos por Roma, la regente de la Starlight Citadel.
Decidiendo que es ventajoso dejar que el mundo continúe pensando que están muertos, los pupilos de Xavier no se molestan en decirles a sus amigos o familiares que están vivos, ni siquiera a sus colegas ausentes Magneto, Nightcrawler y Shadowcat, por lo que estos dos últimos forman Excalibur, en Gran Bretaña. Los Hombres-X se trasladan a Australia y, gracias a un hechizo lanzado por Roma, ahora no pueden ser detectados o grabados por ningún tipo de vigilancia, excepto por la vista directa y la audición humana.
Por ello, los X-Men ahora operan clandestinamente por un tiempo, aunque eventualmente X-Factor descubrirá que están vivos, durante una batalla que deja destruida la Mansión-X. Finalmente, se verán obligados a abandonar su base en Australia y escapar a través del Siege Perilous, un portal místico que los transporta a diferentes lugares, dejando a algunos amnésicos y alterando físicamente a otros —por ejemplo, Psylocke pasó de ser una telépata británica a transformarse en una telépata ninja asiática—. Ahora dividido, pasará algún tiempo antes de que los Hijos del Átomo se conviertan nuevamente en un equipo como el que conocimos convencionalmente.
Hasta acá llegamos con el repaso a los momentos más importantes de la historia de los X-Men. Suele decirse que, conceptualmente, este punto sería el principio del fin de la etapa clásica de la historia mutante, que saltaría a la modernidad de la mano de Jim Lee, con la separación de los X-Men en dos equipos, Oro y Azul, que a su vez propiciaría el nacimiento de una segunda serie troncal de la franquicia, la multivendida X-Men. Pero de eso y más hablaremos en una próxima oportunidad