DC Salvat - Catwoman: El gran golpe de Selina
¡Selina Kyle está muerta! Muerta de ganas de robarle a la mafia. Esta semana toca un tomo de los buenos. Firmado por el maestro Darwyn Cooke y con aportes de Ed Brubaker, Catwoman: El gran golpe de Selina es de esas historias imprescindibles de esta colección de tomos Salvat.
CATWOMAN: EL GRAN GOLPE DE SELINA
Contenido: Catwoman: Selina's Big Score USA, Detective Comics #759-762 USA, Batman #001 USA
Guion: Bill Finger, Darwyn Cooke, Greg Rucka
Arte: Bob Kane, Darwyn Cooke, Rick Burchett, Shawn Martinbrough
Color: Matt Hollingsworth, Cameron Steward
En algún momento hablaremos largo y tendido respecto al aporte de Greg Rucka a DC Comics, con especial cuidado a su etapa en Batman, donde creó una gama de personajes secundarios que hacían sentir viva a esa siempre temible urbe que es Gotham City. Rucka contó con la inestimable ayuda de Ed Brubaker, donde ambos aportaron una estimable cantidad de nueva sangre a la mitoligía de Batman. Dentro de los aportes de ambos escritores a la galería de personajes del hombre murciélago, está el rescate de Samuel “Slam” Bradley, el duro detective privado.
Slam Bradley fue un personaje creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en el mítico Detective Comics #001. Bradley era el típico detective de los años cuarenta, que acompañado de su ayudante "Shorty" Morgan, combatían criminales callejeros, malversadores de herencias, pirómanos, gángsters organizados y otros delincuentes. Vivió en Cleveland y luego cambió a New York, como cualquier detective con influencias “noir” se precie. Como imaginaran, el personaje se perdió dentro de la prolongada continuidad de DC Comics, viéndosele de forma limitada en eventos grandes como Crisis on Infinite Earths.
Me parece que el personaje tuvo un par de apariciones post-crisis, pero nada muy destacado. Fue Ed Brubaker el que lo incorporaró a Gotham City para resolver el asesinato de Selina Kyle, nuestra conocida Catwoman. Esta historia, conocida como Trail of the Catwoman, fue una historia de apoyo dividida en cuatro partes, publicada entre Detective Comics #759-762. Estas historias de apoyo eran algo normal dentro de la etapa de Rucka -que junto con Brubaker formarían un equipo ideal para el Batman del nuevo milenio- y en esta ocasión, el encargado del dibujo es Darwyn Cooke, un animador que se había volcado hacia los cómics, los que dominó gracias a su impecable capacidad narrativa y su estilo refinado.
Hablemos un poco de Cooke. Como decía, primero trabajó como animador, a pesar de que siempre había querido trabajar en cómics. Lamentablemente, su primer intento en el noveno arte no rindió los frutos económicos suficientes para sustentarse solo, así que fue la animación la que lo acogió a él y su talento. Tras pasar una temporada en Sony y Warner -siendo colaborador de Paul Dini y Bruce Timm en el DC Animated Universe- Cooke volvería a probar suerte en los cómics, y sería en los mencionados números de Detective Comics, junto a Brubaker, que redefinieron a Catwoman y al mencionado Slam Bradley.
Trail of the Catwoman fue el inicio de una etapa completamente renovada para la gata ladrona de Gotham City. La historia dio inicio a la afamada etapa de Ed Brubaker en Catwoman en el año 2001 y Cooke aportó su arte en los cuatro primeros números de la misma. Un año después, Cooke escribió y dibujó Catwoman: Selina's Big Score, un one-shot que sirvió como un nexo entre Trail of the Catwoman y la serie regular de Brubaker.
Cooke es un enamorado del pasado cercano de Estados Unidos, concretamente de los años cincuenta. Su estilo bebe mucho del arte que se podía ver en esa época, definido como "retro" en estos días. Pero su amor no solo se limita al arte, si no también al estilo de historias que prefiere, que van entre la ciencia ficción y el noir clásico. Según entrevistas, Cooke y Brubaker querían de vuelta a Slam Bradley y el potencial carácter noir del personaje parece un gran factor para ambos artistas.
Catwoman: Selina's Big Score es un cómic atípico para estas épocas, pero un testigo de cómo en la variedad tonal esta la mayor fortaleza del cómic norteamericano. Cooke, ahora como autor completo, crea una historia de misterio, traiciones y venganza, donde Selina Kyle es un actor mas dentro de las viñetas.
Selina ha fingido su muerte y ha abandonado Gotham City. Ahora en Marruecos, se dispone para perpetrar un gran golpe, pero algo sale mal. Con la cola entre las piernas y sin ni un duro, la gata ladrona debe volver a Gotham City. Debido a su precaria situación, deberá aceptar un trabajo peligroso -robar un tren de la mafia cargado de dinero sin marcar-. Consciente de que la empresa es demasiado grande para ella sola, Selina decide hacerse socia de Stark, un retirado ladrón que tiene parte en el pasado de Selina, en sus primeros días como ladrona.
Cooke crea un noir de la vieja escuela, con personajes grises, pero con la moral de santos, capaz de morir por sus convicciones. Voy a tratar de no revelar nada de lo que pasa dentro del tomo, pero conforme pasa la historia, Selina y sus asociados no sabrán si confiar entre ellos o volver por donde vivieron.
Dividida en cuatro capítulos, cada uno con un relator diferente, nos enteramos que tienen en la cabeza nuestros protagonistas, además de ver como crean un ingenioso plan para hacerse con el dinero del tren. Este tipo de estructura clásica es la que Cooke ama y se desenvuelve con total naturalidad. Voces en "off", paisajes exóticos, la introducción efectiva de cada uno de los personajes hacen de esta historia toda una lección del noir clásico, esa mitología llena de detectives duros (Slam Bradley) y femme fatales (Selina Kyle).
En el apartado gráfico, Cooke nos da lo que siempre pudimos esperar de él. Sus personajes caricaturescos rebosan carácter y dinamismo. Definidos en pocas líneas, completamente reconocibles gracias a un impecable trabajo de siluetas y unos fondos que nos sumergen fácilmente en paisajes paradisíacos, callejones oscuros y noches completamente plutónicas.
El trabajo grafico de Cooke es impecable, sobre todo a la hora de generar un ritmo coherente sin abusar de splash-pages u otras técnicas que al final no aportan mucho salvo una vacía espectacularidad. Cooke, por el contrario, planea cada página con un número promedio de viñetas, acompañado de sus respectivos diálogos, las suficientes viñetas silenciosas y genera un cómic de tono marcado que nunca aburre. Ayuda también su decisión de hacer que cada capitulo este narrado por un personaje diferente, que también es apoyado por un estilo visual y una paleta de colores determinada. No tengo suficientes palabras para alabar el trabajo de este artista canadiense, por lo que dejo un instructivo video para que sigan descubriendo las capacidades narrativas de Cooke.
Catwoman: El gran golpe de Selina es uno tomo sumamente fácil de recomendar. Tanto la historia de Brubaker, como de Cooke beben del noir mas antiguo, y el trabajo gráfico de Cooke esta muy arriba del promedio. Me atrevería decir que este es el tomo de mejor calidad de esta colección Salvat, pero luego recuerdo que también tenemos Justice League: The New Frontier en un par de meses más. ¿Y adivinen qué? También es de Darwyn Cooke. Lástima que se haya ido tan pronto y tan joven. Good luck, Spaceman…
Comparación con otras ediciones
Las ediciones de Catwoman: El gran golpe de Selina en español son limitadas así que esta sección sera breve. Norma editó la historia en un tomo en rustica llamado Catwoman: El gran golpe. Con 96 páginas, solo tiene la historia que escribe Cooke. El tomo de Salvat es mucho mas conveniente, ya que además de tener El gran golpe de Selina, tiene la historia protagonizada por Slam Bradley llamada Trail of the Catwoman. Como siempre, además de la historia principal (en este caso, dos historias) Salvat ha incluido el Batman #001 de 1940, y como adivinarán, contiene la primera aparición de Catwoman. Es un robo comprar todo este material a este precio.
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