"Contagion" (2019): relatos del reino fúngico
Un nuevo mal más allá de la comprensión, y aparentemente imparable, llega al Universo Marvel, y se requerirá de cada héroe que está en las calles de Nueva York para poder detenerlo. Un extraño contagio se está apoderando de héroes y ciudadanos por igual, drenándolos de su fuerza vital, robando sus conocimientos y habilidades, y ni la ciencia ni la magia pueden detenerlo. ¿De dónde viene? ¿Puede ser destruido? ¿Y quién caerá ante su terrible y abrumador poder? Contagion
La anterior es la descripción editorial de Contagion, pequeño evento marveliano de 2019, que reunió a un buen puñado de héroes, a través de una miniserie de 5 números. Y la verdad es que al ver la sinopsis y los avances, de inmediato surgió la pregunta: ¿otra vez una historia de héroes zombies poseídos, al estilo de Marvel Zombies o DCeased? Y la verdad es que no, esta obra no es igual, pero tampoco muy distinta. Explayaremos.
Como dije, Contagion es una serie limitada de 5 entregas, publicada de forma semanal en octubre de 2019. Fue escrita por Ed Brisson, con dibujos de Roge Antonio, Stephen Segovia, Mack Chater, Damian Couceiro y Adam Gorham (New Mutants), a razón de un artista por número, y portadas de Juan José Ryp. Brisson viene siendo un niño mimado de la editorial, pues en el último tiempo se ha encargado de muchos trabajos para Marvel, como eXtermination, Uncanny X-Men, Old Man Logan, Age of X-Man: Nextgen, y un largo etcétera. Actualmente, está escribiendo el New Mutants, enmarcado en Dawn of X, el renacer mutante de Jonathan Hickman. Debido a la cadencia semanal, se hizo necesario un dibujante por número, lo que de todas formas no desentona demasiado.
Una antigua arma biológica, un hongo procedente de K´un Lun que transforma a los humanos en monstruos, es liberado en las calles de la ciudad de Nueva York. El hongo, llamado The Urchin, se expande en las alcantarillas bajo la Calle Yancy, infectando a una amiga de Ben Grimm. The Thing y el resto de los Cuatro Fantásticos acuden a investigar, solo para ser derrotados por el Urchin, quien es capaz de absorber y utilizar los poderes de Reed y compañía. Pero esto está recién empezando, y cuando los principales justicieros sucumban a la infección, salvar el día dependerá de algunos de los héroes más extraños y oscuros de la Casa de las Ideas.
La proximidad en el tiempo a la ya nombrada y popular serie DCeased, de la Distinguida Competencia, naturalmente atrajo una serie de comparaciones, pues al menos a grandes rasgos, comparten una temática similar. Sin embargo, Contagion logra evitar estas similitudes superficiales con éxito, al proporcionar un tipo de historia y un mensaje muy diferente.
Brisson, un declarado fanático del horror de toda la vida, entrega una historia que se encuentra con uno de los tonos más alentadores que el género tiene para ofrecer, pues a diferencia de Marvel Zombies o DCeased, no es una trama crepuscular. Con un constante sentido de optimismo, o quizá ese humor liviano del que muchas veces se ha acusado a Marvel, Contagion se enfoca en héroes a nivel de la calle, tanto populares como más desconocidos, que se levantan para poner fin a una amenaza que normalmente se dejaría en manos de los Fantastic Four, los Avengers o los X-Men.
Por ejemplo, cuando Stephen Strange falla y es derrotado, la Liga Internacional de Practicantes de Magia (LIMP) está lista para unirse a la lucha. Cuando los Starks y Richards no pueden usar su intelecto legendario para detener la propagación de la enfermedad, es la mente fracturada de Marc Spector, Moon Knight, la que vislumbra el funcionamiento interno del monstruo. A pesar de una gran cantidad de cameos y un elenco de héroes que rota constantemente, ningún papel es realmente insignificante. Cada jugador, grande y pequeño, tiene un rol que desempeñar.
De hecho, a nadie le sorprendería que esta historia hubiese formado parte de los Defenders de Brian Michael Bendis, pues a excepción de Daredevil, todo el resto de protagonistas y secundarios de aquella hacen acto de presencia acá.
Y sin embargo, esto también denota cierta falta de planificación de Brisson, o al menos, una indefinición del guion. No se siente natural la progresión entre la repartición de los protagonismos, pasando de la nada de un personaje a otro, dejando de lado, y casi olvidado, al anterior. Moon Knight, por ejemplo, aunque casi no aparece en los tres primeros números, tiene una importancia capital en la resolución del conflicto, siendo el verdadero héroe de la historia. Y aun así, el guionista lo deja de la lado a la hora de las felicitaciones luego de la batalla, apenas dedicándole una portada, la de la cuarta entrega.
Asi mismo, el guion se habría beneficiado de un mayor tono dramático, pues a pesar de algunas viñetas o diálogos que denotan la desesperación del momento, en general no se transmite una sensación de peligro real. Digo, todos los pesos pesados de la editorial han sucumbido a la infección, y solo queda un puñado de secundarios para salvar el mundo, pero aún hay tiempo para chistes. Incluso, en un momento existe una posibilidad de que Ben Grimm haya matado el resto de los 4F, pero eso tampoco le importa demasiado a nadie.
Además, si algo fue un verdadero obstáculo para esta serie fue la falta total de la apuesta de Marvel en el producto, pues apenas tuvo difusión o publicidad, aunque ciertamente eso no es culpa del equipo creativo. Debido a lo anterior, el terror nunca se sintió como si presentara un peligro verdaderamente inminente, y la probabilidad de que un personaje mayor, o incluso menor, se vea realmente afectado a largo plazo se intuía mínima en el mejor de los casos.
Por tanto, en lugar de sentirse como un evento imperdible, esta serie se lee más como una lectura de entretenimiento palomitero apto sólo para pasar el rato. Eso sí, a diferencia de muchas otras narraciones del tipo leer y olvidar, la capacidad de Brisson de escribir personajes creíbles que se sienten reales, ayuda a elevar este título un peldaño más arriba.
El equipo rotativo de artistas se las arregla para producir un trabajo decente que se siente en línea con el tono general de la miniserie, que tiende más a una historia de superhéroes que a una de terror. Si el tono gravitara más hacia una narrativa llena de horror, sí que visualmente sería un problema, pero al final, todo funcionó bien, particularmente gracias al excelente trabajo unificador del color de Veronica Gandini. La excepción es la participación de Damian Couceiro, quien no tiene la prolijidad de sus colegas, sobre todo en los rostros.
En resumen, a pesar de tener apuestas relativamente bajas, y ningún impacto duradero en el Universo Marvel, la miniserie Contagion, de Brisson, Antonio, Segovia, Chater, Couceiro y Gorham, ofrece un evento muy divertido, y que se deja leer, especialmente por aquellos fans que buscan la participación de personajes más allá de los protagonistas de siempre. Ah, y por si acaso, no te olvides de equipar tu clotrimazol.