Cómics 101: introducción al hobby de las historietas
Como todo hobby, el de los cómics no siempre es accesible para los recién llegados. En este último tiempo, en nuestro país nos encontramos con un interesante flujo de nuevos lectores, atraídos por el éxito de las películas de superhéroes, o por la relativa facilidad de conseguir material en kioscos, gracias a las publicaciones de la extinta Unlimited Cómics, o los Coleccionables Salvat de Marvel y DC. Debido a eso, en la bandeja de entrada de nuestra fanpage nos encontramos muy a menudo con preguntas de aficionados noveles, que buscan consejos y coordenadas para moverse en este mar de títulos, publicaciones y personajes.
Por ello, decidimos realizar este pequeño post, con algunos consejos generales a tener en cuenta en nuestra afición. Aunque contiene información que será obvia para los más antiguos, pueden servir para hacer más fácil el desembarco de los más jóvenes. Pero claro, no son recetas de cocina, sino cosas que hemos aprendido en nuestro años de lectura y coleccionismo.
1.- Dónde conseguir cómics.
Como decía, estamos en la era del boom del cómic. Mucha gente quiere comprar material, mientras que otros hacen todo lo posible para venderlos. Ya no solo son accesibles en las tiendas especializadas del rubro, sino que también en librerías de cadena —Antártica, Feria Chilena del Libro, Contrapunto, etc—, tiendas de videojuegos —Zmart—, librerías de segunda mano, e incluso se han visto en el retail, como Falabella o París, a través de sus tiendas en línea, y quizá algún día regresen.
Nuestra recomendación es que si estás recién empezando y necesitas consejos y asesoría, siempre que te sea posible, acudas a las tiendas establecidas de cómics. Aunque Santiago sigue siendo Chile, y la gran mayoría de nuestro territorio no tiene acceso a una librería especializada, estos son los lugares de elección para adquirirlos, pues ahí puedes (h)ojear el material, recibir recomendaciones, y charlar con el personal, lo que en general es una experiencia más provechosa que alguna compra online. Sin duda, entrar a un Zmart o a una Antártica, por ejemplo, no hará daño, pero no esperes que quienes ahí trabajan sepan algo de cómics, más allá de buscar en su inventario y decirte si están en stock o no.
Y hablando de stock, ese es otro punto a favor para las comiquerías. Por lo general, en dichos recintos puedes encontrar una variedad mucho mayor que en librerías más casuales, con el plus de que si algo no está disponible, podrían conseguirlo. En un país alejado de aquellos en que los tomos son publicados originalmente, conseguir atrasados puede ser complicado, pero en general es posible, siempre y cuando no estén descatalogados. ¿Descatalogados? ¿Qué es eso? Calma, ya llegaremos ahí.
Además de lo anterior, en el último tiempo muchas tiendas como Shazam Cómics y Encuadro, se han prestado para mini eventos de lanzamiento de cómics nacionales, y a veces, traen artistas extranjeros y organizan firmas sin necesidad de una razón para ello. Otras, como Bazinga, se han convertido en distribuidores y responsables en Chile de editoriales como Pop Fiction, —Shazam hace lo propio con Rayo Ediciones—, por lo que conseguir material de ese sello es mucho más fácil que en otros lugares
Tienes un listado de comiquerías físicas en Chile aquí.
No obstante, la opción online a menudo es la única alternativa para quienes vivimos en regiones, o en poblados en que la palabra 'librería' solo describe a locales donde comprar lápices y reglas. En ese aspecto, en nuestra web contamos con un listado de comiquerías online, quienes pueden hacerte llegar a la puerta de tu casa un hermoso paquete con droga impresa. Generalmente son contactables vía Facebook, y están más que dispuestos a solucionarte dudas, y hacer tu vida más fácil. Después de todo, tu compra es su sueldo.
Por supuesto, no solo en comiquerías nacionales puedes comprar cómics online, sino que también existen varías extranjeras que tienen alcance mundial. Por nombrar algunas, existe My Comic Shop, Midtown Comics, Mile High Comics, Things From Another World, etc. De igual forma, hay librerías generales con un gran catálogo estadounidense y mundial, como Amazon, The Book Depository y Buscalibre, las cuales tienen características de cobros y envíos distintas. En ese listado que tenemos en nuestra web, hay información específica de cada una.
Y por último, hay que consignar que existen varias plataformas de cómics digitales, en que por una pequeña suscripción mensual, tienes acceso a un extenso catálogo de material atrasado, de todas épocas y estilos. Hablando de títulos estadounidenses, los accesibles para Chile son Comixology y Marvel Unlimited, aunque también existe DC Universe. El primero te permite acceder a más de 20.000 cómics de Marvel, DC, Dark Horse, manga, entre otros, por solo $5,99 USD mensual. También puedes comprar por separado las novedades a medida que son publicados, pero por su valor, vale más la pena adquirirlos en físico. Lo mismo ocurre con Marvel Unlimited, aunque estos prometen tener un catálogo de 27.000 números de la Casa de las Ideas, por solo $9,99 USD al mes. Los cómics se agregan a los 6 meses de publicados en formato físico, aunque te aseguro que con todo el material antiguo tienes para entretenerte por mucho rato.
2.- Comprando material chileno.
En el último tiempo, hemos asistido a un aumento exponencial de cómics nacionales. Aunque no son tan populares como Superman o Batman, entre ellos existen muchas obras que merecen la pena. Por lo general, los títulos nacionales se pueden conseguir en ferias o eventos del rubro, como la Comic Con Feria Internacional del Cómic de Santiago, entre otras, donde las siempre esforzadas editoriales acuden con la esperanza de difundir su material, y quedarse con tus morlacos para producir más títulos. En estas instancias es habitual encontrarse con los mismos autores, por lo que además de intercambiar puntos de vista, puedes llevar tu ejemplar firmado o con algún bocetillo.
Además de lo anterior, la mayoría de editoriales locales poseen venta vía Internet, apelando justamente a los lectores más alejados de la gran urbe capitalina. Nuestra recomendación es que en tus redes sigas cuantas editoriales y autores puedas, pues además de enterarte de eventos, lanzamientos o noticias, siempre puede caer alguna oferta que te haga picar por una obra nacida y criada en este extremo del mundo.
Tampoco podemos dejar de mencionar a Gutter, plataforma digital que funciona de forma similar a Comixology. Por una suscripción de CLP $4.990 al mes, puedes leer en formato digital un interesante y siempre creciente catálogo de obras hechas en el territorio nacional. Muy interesante para los nativos digitales, y para aquellos que por unos pocos pesos quieran leer cómics chilenos.
3.- Cotiza.
Mucha gente se queja del precio de los cómics, y a veces es difícil tener argumentos para contradecirlos. El hecho de que las tiendas y "emprendedores" deban importar el material desde Europa, México, Argentina o Estados Unidos, implica que deben cubrir gastos de envíos e impuestos aduaneros, lo que por supuesto, se suma al valor de cada ejemplar. En el caso de una comiquería establecida, a lo anterior hay que agregarle gastos fijos, como arriendo y servicios básicos, y el sueldo de los trabajadores.
Por tanto, como todo en la vida, la recomendación es cotizar. La diferencia de precios entre los distintos distribuidores puede ser despreciable si es que buscas algún tomo en específico, pero es importante a la hora de un pedido grande. Por otra parte, comprar en una comiquería establecida puede ser algo más caro que en una online, sin tienda física, pero ¿no consideras que a veces, ese sobreprecio se compensa la opción de poder ir a un lugar rodeado de las cosas que más nos gustan, hojear tomos, y maravillarte con el material, o de asistir a lanzamientos y eventos con artistas y creadores? En lo personal, aprovecho esa experiencia cada vez que puedo, pero la decisión de elegir una u otra alternativa es solo tuya.
4.- De usados y descatalogados.
No le temas al material usado. Una recomendación importante si quieres conseguir cómics sin maltratar demasiado tu bolsillo, es estar atento a grupos de compra y venta de ejemplares usados, así como a ferias libres, o librerías de segunda mano. Sí, puede que no sea lo mismo que abrir un cómic nuevecito de paquete, pero a menos que esté en una condición deplorable, siempre es una alternativa a tener en cuenta. Hay que mencionar que en Chile en general los tomos no vienen precintados, así que en la práctica no hay mucha diferencia entre un ejemplar nuevo, o uno usado en buen estado.
Asimismo, esta alternativa te permite capear un poco los efectos de la palabra más temida por los coleccionistas: la descatalogación. Como su nombre lo indica, los descatalogados son títulos que ya no están en el catálogo de las editoriales correspondientes, ya sea porque perdieron la licencia para editarlos, o porque se han agotado de sus almacenes y no se planea reimprimirlos.
Sin embargo, esto es relativo, pues aunque ya no se puedan conseguir nuevos, no significa que no queden copias disponibles circulando, y siempre es posible que algún ejemplar esté en lo profundo de las bodegas o los cajones de ofertas de las tiendas. Ahí juega un papel crucial el mercado de segunda mano, pues nunca se sabe cuando en alguna publicación de Facebook o en la feria de las pulgas de tu barrio encuentres ese ansiado Detective Comics #27 (?).
Otra cosa que se observa con el paso del tiempo es que todo, tarde o temprano, aparece. No te desesperes si por alguna casualidad no puedes conseguir un número o tomo en específico, ya que a menos que sea algo muy rebuscado, es muy probable que sea reeditado, o aparezca por ahí, usado. Eres libre de gastar como quieras tu dinero, pero te recomendaría ignorar a los especuladores, pues además de que pagar el sobreprecio por algún material probablemente no valga la pena, el revendedor pertenece a una calaña de ser humano que se merece el peor de los sufrimientos.
Por ejemplo, esa especie causó grandes estragos al inicio de la Colección Marvel de Salvat, que El Mercurio trajo a los kioscos chilenos. Como la cantidad de ejemplares fue poco para la inusitada demanda, prácticamente volaron de las calles, mientras que casi en simultáneo aparecieron en venta en el mercado informal, o en plataformas como Mercado Libre, tomos al doble o triple de su valor. A tí te miro, sucio especulador: espero de corazón que quedaras acachado con los tomos, y ahora te estés pudriendo con ellos.
5.- El tamaño no importa. El formato tampoco.
Una verdad universal: el grado de satisfacción que puede producirte tu colección no es proporcional al tamaño de ésta. Si entras a algún grupo, o ves ciertos videos en Youtube, quizá te sientas abrumado por las grandilocuentes colecciones que cierta gente suele ostentar por ahí. Sin embargo, esto no es importante. Por experiencia personal, puedo decirte que más vale tener un par de cómics regalones en tu velador, que leas y releas por puro gusto, antes de tener un librero a punto de reventar de tomos que jamás has abierto.
En ese sentido, tu colección debe crecer de manera orgánica, de a poco, a medida que te vaya picando la curiosidad. En mi juventud, muchas veces me quejaba amargamente porque veía las publicidades de tomos que jamás podría tener, y en cambio, había un puñado de ejemplares de X-Men de los que me sabía los dibujos y diálogos de memoria, de tantas veces que los había leído. Ahora, aunque hay un mayor poder adquisitivo, muchas veces existe poco tiempo para dedicar a las lecturas, por lo que la pila de pendientes sube, y ni hablar de releer cosas antiguas. ¿Pocas cosas —o las justas y necesarias—, y tiempo para disfrutarlas, o muchas cosas, y poco tiempo para leer? Tú decides.
También es importante señalar los diferentes formatos en que se han editado ciertas obras. Sí, a todos se nos hace agua la boca ver tomos "Deluxe Ultra Cachilupi Omnibus Hardcover Holographic Ultimate Absolute Oversized Edition". Pero, ¿vale la pena desembolsar tanto dinero en un tomo solo porque es tapa dura o edición limitada? Habitualmente, los cómics más famosos existen en varios formatos, con diferentes precios, lo que hay que considerar de cara a una posible compra. Créeme, a menos que sea un cómic publicado en papel de diario, o de manera ilegible, la editorial y formato no importa. Cosas de Unlimited, por ejemplo, cuestan una fracción del precio de la edición de Panini o ECC, permitiendo un ahorro considerable.
Pero, ¿no dicen en los grupos comiqueros que Unlimited es una %&$&/#? Sí y no. Hay ediciones mal editadas, con fallas en el material y en la reproducción, pero otras, son bastante decentes. En el primer grupo, por ejemplo, podríamos nombrar la primera edición de los tapa dura de Wolverine, o las dos ediciones de Civil War con el mismo e inexcusable error de páginas pixeladas, mientras que para el segundo, la lista de ejemplos es muchísimo más larga, encontrando a V de Vendetta o la colección DC de Alex Ross, entre otras cosas muy bien editadas. Lo mejor es informarse, y no dejarte guiar por algún arribista —piojo resucitado, diría tu abuelita— que porque ahora puede comprar tapas duras, basurea las ediciones nacionales o más antiguas. Todos venimos de ahí.
6.- Crea tus propios gustos.
Internet está lleno de recomendaciones. Por todas partes se encuentran listas de los cómics imprescindibles, o al menos, los más importantes y representativos. Sin ir más lejos, nuestra reseñas van en esa línea de recomendar, o hablar de lo que leemos. Y eso está bien, todo funciona como referencias a la hora de decidir. Pero lo más importante es que tú decidas qué es lo que te gusta. ¿Acabas de salir del cine luego de ver Aves de Presa —sinceramente, esperamos que no—, y quieres leer algo de Harley Quinn, pero aún no eres experto en la obra de Alan Moore, y en el grupo comiquero aquel dijeron que debes sentirte sucio por eso? Pues déjame decirte que no importa. La mejor forma de crear afición es que vayas por los títulos que te interesen al principio, para luego comenzar a decantarse por tus favoritos, ya sean autores o personajes.
De a poco, verás como la curiosidad te hará ir descubriendo cosas nuevas, y el mismo bagaje que has acumulado te permitirá tener una óptica diferente de lo que vayas descubriendo. Por ejemplo, nadie podría negar que el Spider-Man de Lee y Ditko es un clásico entre clásicos, pero, ¿es realmente un material recomendable para paladares recién iniciados o casuales? Creo que la respuesta es no.
Hay lectores que siguen ciegamente a autores, otros que hacen lo ídem con personajes, y otros que siguen comprando y leyendo solo por costumbre. ¿De qué lado estás tú? Al final del día no importa, si es que realmente disfrutas de lo que has leído. Las diferencias de criterio son innegables, y por tanto, también los gustos.
7.- No intentes leer todo de un personaje, al menos en un principio.
Intentar conseguir una colección desde el #1 hasta el #1000, por decir algo, es el camino más fácil a la locura. Pocos han hecho eso, y quienes sí, es porque llevan años en el mundillo. Todos hemos hemos comenzado colecciones a medias, y cuando queremos saber más, hemos puesto la vista hacia atrás, hacia adelante, o hacia los costados. En la mayoría de los casos de las editoriales grandes, no es posible leer un cómic de superhéroes de forma cronológica, sin recurrir a fuentes, ejem, no del todo legales ni gastar un tiempo muy considerable. Si es una serie de editoriales más pequeñas, como Invincible o The Walking Dead, si que puedes hacerlo, pero eso es porque: 1) no ha habido una cantidad desmesurada de crossovers, spin-offs y otros derivados de los que abundan en Marvel o DC; 2) porque no es universo compartido con diez mil series, o porque 3) no es un personaje que lleve protagonizando cómics desde los años 40.
Asimismo, no quieras leer en orden. Como ya te imaginarás, un cómic es una obra ligada a su tiempo, y por tanto, cada etapa está pensada para lectores contemporáneos. Así, por ejemplo, ya nombré a Spider-Man de Lee y Ditko, pero intentar leer desde ahí para entender a cabalidad la etapa actual de Spencer, por ejemplo, es una locura. Principalmente, porque hay etapas que no son interesantes, otras que sí lo son pero no te gustarán, y otras que no son para cualquier paladar, por ejemplo los clásicos, pues no hay que olvidar que están hechos con una mentalidad, lenguaje y códigos de hace 60 años.
Los saltos en el tiempo a la hora de leer cómics de superhéroes son normales, y hay que acostumbrarse a ellos. Es muy habitual que en la lectura de estas obras haya aspectos que no queden del todo claros, pues beben de años y años de historias anteriores. Creo que justamente para ello, es que se inventó Wikipedia.
8.- El que no lee, es porque no quiere.
Todos hemos oído la excusa favorita de la gente a la hora de explicar por qué no leen: la falta de dinero. Sin embargo, hay muchas formas legales de hacerlo, y otras no tanto, sin necesidad de gastar un peso. Por ejemplo, podrías sorprenderte con la cantidad de cómics, especialmente nacionales, que puedes encontrar en las bibliotecas públicas y en las privadas, como Bibliometro o Biblioteca Viva, ubicadas en algunos centros comerciales.
Asimismo, existe la Biblioteca Pública Digital, un servicio gratuito de préstamo de libros digitales dirigido a todos los habitantes de Chile y a los chilenos residentes en el extranjero. Esta es una iniciativa desarrollada por el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas de Chile, del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, que promueve la lectura desde cualquier punto geográfico. Te ofrecen en préstamo libros y audiolibros en formato digital, y en su catálogo también encontramos cómics.
Además, en varias plataformas digitales, como las ya nombradas Comixology, Marvel Unlimited o Gutter, hay números gratuitos, subidos por las editoriales a modo de promoción. De la misma forma, existe el Free Comic Book Day, evento estadounidense que con cierto éxito se ha trasladado al país por medio de algunas tiendas, en que se regalan ejemplares promocionales, la mayoría de las veces sin tener que comprar nada.
Y aunque no queremos hacer apología de nada, y si te gusta navegar por aguas misteriosas, siempre tienes la opción de descargar, para así elegir que material te gusta, y con posterioridad apoyar la industria comprando el original. Además, a veces es la única opción de tener acceso a versiones en español de obras minoritarias que jamás tendrán su versión oficial en la lengua de Cervantes.
9.- Lee artículos y sigue a webs especializadas.
Nadie nació sabiendo. Y quienes saben, nunca dejan de aprender día a día. Por ello, es que es bueno que también te tomes un tiempo en seguir sitios web temáticas acerca de cómics, ya sea para enterarte de noticias del mundillo, leer opiniones acerca de obras, enterarte de más de los autores, e incluso acceder a análisis más técnicos y profesionales de algunos aspectos del arte y la industria.
Los hay de todo tipo, desde fanpages de Facebook enfocadas en noticias, portales web orientados a artículos y notas, y también canales de Youtube. Con el tiempo, y una vez vayas conociendo el material que comparten, es que podrás elegir tus favoritos, y separar la hierba de la paja. Ya sean sitios nacionales o extranjeros, siempre aprenderás algo de sus contenidos, o al menos, ampliarán tu visión acerca de temas y opiniones. El saber no ocupa espacio, dicen. Acá, por ejemplo, te dejamos con un sitio web bastante completo.
Eso sí, hay algunas que solo se limitan a traducir noticias gringas y utilizan el odiado clickbait, colgándose de lo que supuestamente "está de moda". Queda a tu criterio si te agradan o no.
10.- Olvídate de todo lo anterior, y disfruta.
Como dije al principio, estos son solo consejos de cosas que hemos observado con el correr de los años, pero al final del día, nuestra mayor recomendación es que hagas lo que quieras, y que compres o leas lo que te guste. El arte es complejo, no hay normas escritas sobre lo que debe o no gustarte, de cuánto dinero debas gastar, de que tamaño deba ser tu colección, en que formato sean tus cómics, o siquiera si debas tenerlos en formato físico.
Lo único que interesa es que disfrutes, y lo pases bien con la lectura. Te podemos asegurar que hay títulos y personajes para todos los gustos, y sin duda tarde o temprano encontrarás tu lugar. Así que no obstante todo este texto, en Cuarto Mundo siempre estaremos gustosos de ayudarte cuando tengas dudas y orientación, para lo cual no tienes más que comunicarte con nosotros a través de nuestras redes. Porque como dice la famosa canción: somos tontos, no pesados.