¿Maldad Eterna?: Dan Didio ha salido de DC Comics
Dan Didio ha salido de DC Comic. Uno de los editores jefes de la compañía ha salido y según los informes al momento de escribir esta entrada, su salida no fue por un acuerdo mutuo. El polémico ejecutivo fue “pedido” por las cúpulas altas de Warner debido al desorden editorial que hacía gala. Sean o no ciertas estas especulaciones, la salida de Dan Didio significa el fin de una era dentro de DC Comic y lo que se viene a futuro no es tan claro. Por ahora nos dedicaremos a repasar los principales hitos del editor que definió los caminos de DC por casi veinte años.
Dan Didio llegó a DC Comics con un puesto alto dentro del árbol ejecutivo: el de Vice Presidente editorial. Anteriormente, el calvo editor había trabajado en televisión, concretamente como escritor independiente y editor de historias en Mainframe Entertainment, incluyendo créditos en las series ReBoot y War Planets.
Didio tenia unos zapatos enormes que llenar, nada menos que los de Jenette Kahn, la primera editora mujer en jefe que tenía la editorial. Para ser sinceros, el puesto de editor en jefe en DC siempre ha sido algo inexistente, y en el caso de la época de Khan, esta compartía obligaciones con Paul Levitz y Dick Giordano. Levitz hacia os nexos con los escritores, Giordano con los artistas y Khan era la que unificaba todo y lidiaba con las cúpulas corporativas. Lamentablemente, Giordano dejó sus obligaciones al igual que Levitz, dejando a Khan sola comandando el buque. Para el 2002, la editora decidió probar en la industria del cine, dejando el puesto de jefe disponible, y es ahí donde se mete Didio en el asunto.
Didio partió lentito, guionizando unos números de Superboy sin mayores problemas. Para el 2004, el editor había pasado a ser vicepresidente y editor ejecutivo. Estos años dentro de DC son de adaptación como editor y se le pueden achacar buenas decisiones editoriales, como la de contratar a Gail Simone para escribir Birds of Prey. También se le puede achacar el tono pesimista que las historias de DC Comics comenzaban a tomar. Didio fue el máximo responsable que Identity Crisis fuera una de las piedras angulares del universo DC.
Mientras que el equipo creativo concebía la historia como un evento aislado dentro de la continuidad, Didio pensó que era demasiado buena para no sacarle el jugo. Siendo justos con el editor, efectivamente Identity Crisis supuso un éxito de ventas dado a lo bien contada que estaba la historia de misterio y crimen que ponía tonos grises en la Justice League. Tras Identity Crisis el tono pesimista percoló durante años en DC, siguiendo Infinite Crisis -otro ejercicio de poner a los héroes como personaje odiados y de morales cuestionables peor a escala mas épica- que al final trataba de dar luz de esperanza tanto a los habitantes de ese universo ficticio como para los mismos lectores, que se veían agobiados por el tono particular que estaba predominando en DC.
En esta época, Didio disponía de una plantilla de guionistas veteranos que se sabían los recovecos del universo DC al revés y al derecho. Gente como Grant Morrison, Geoff Johns, Greg Rucka o Mark Waid y a los que Didio supo aprovechar colocándolos en colecciones claves como Superman, Batman, Justice League o Green Lantern. El que más destaca es Geoff Johns, que había guionizado Infinite Crisis y ahora armaba toda la zona cósmica de la editorial gracias a Green Lantern.
Es 2006 y Didio supervisa personalmente la colección semanal 52, una historia que seguía a Infinite Crisis y que era una obra que necesitaba una logística titánica para funcionar. Por alguna razón, 52 funcionó a la perfección, ganando un montón de adeptos a medida que transcurría el año en que se desarrollaba. Digo “por alguna razón” debido que aquí empezarían los primeros codazos de Didio con ciertos creadores que no estaban muy de acuerdo con el tono que quería el editor en sus colecciones.
Según Mark Waid, trabajar con Didio en la maxi-serie fue un particular suplicio:
El mayor desafío de 52, fue el drama sabiamente oculto de nosotros por el editor Steve Wacker. El editor en jefe Dan Didio, que fue el primero en defender el concepto, odiaba lo que estábamos haciendo. ODIABA 52. Irrumpía por los pasillos diciendo a todo el mundo lo mucho que lo odiaba. Y Steve, Dios lo bendiga, nos mantuvo fuera de ese drama en particular. El editor Michael Siglain, al tener menos antigüedad, fue menos capaz de hacerlo, y hay un número de 52, cerca del final, que fue escrito casi totalmente por Dan y Keith Giffen, porque ninguno de los escritores pudo escribirlo de manera de satisfacer a Dan. Lo cual era y es su derecho como Editor en Jefe, pero hombre, hay algo más desmoralizante que llevar la pelota a la línea de una yarda y luego ser enviado al banquillo por el tipo que seguía refiriéndose a COUNTDOWN como “52” bien hecho.
Countdown fue la serie semanal que siguió a 52 y fue un completo desastre, y el público perdió interés rápidamente. Quiero detenerme en Mark Waid ya que en la misma entrevista deja ver una de las malas prácticas que con Didio se hicieron habituales: la falta de planeación. Tras Infinite Crisis, todas las colecciones fueron relanzadas y a Waid le asignaron Legion of Superheroes.
Mientras nos rompíamos el culo para reconstruir la franquicia (y recibíamos notas periódicas de Paul Levitz, que para mí eran oro puro), en una oficina editorial totalmente diferente permitía al (novelista) Brad Meltzer deshacer absolutamente todo nuestro trabajo para una de sus historias de Justice League of America, que (según le habían dicho) podría protagonizar la Legión de los 80, como si la nuestra nunca hubiera existido. No culpo a Brad en absoluto, pero chico, fue tan mal manejado en todos los niveles - porque fue deliberadamente mantenido en secreto para nosotros hasta que estuvo a punto de ser impreso.
La pelea de Waid con Didio es bien conocida, está bien documentada y el resultado final es el de Waid abandonando DC y jurando que nunca volvería a la editorial mientras el editor siguiera en su cargo. El problema, es que debido a este desorden editorial llevado por Didio, los artistas chocaban con ese desorden o las ideas de Didio de cómo debían llevar sus colecciones. Otro en caer dentro de esa temática fue James Robinson, que había llevado la colección Earth 2 a caminos exitosos, pero que Didio en su afán de explotar la gallina de los huevos de oro, trataría de crear otra colección paralela a Earth 2 sin avisar a Robinson. Otro talento se cansaba de la manera de trabajar del editor y decidía marcharse de DC.
Dwayne McDuffie es otro que sufrió bajo el mandato de Didio. El escritor fue el relevo de Brad Meltzer en Justice League of America y fue despedido por revelar demasiado a los fanáticos. Didio noto esto gracias a la columna del sitio CBR llamada Lying in the Gutters. Según el mismo McDuffie:
No, fue cosa mía. Me despidieron cuando "Lying in the Gutters" publicó una compilación de dos años de mis respuestas a las preguntas de los fans en los foros de DC Comics. Me dicen que mi despido no tuvo nada que ver ni con la calidad de mi trabajo ni con el nivel de ventas, sino con mi revelación de las discusiones creativas entre bastidores.
McDuffie fue despedido siendo que su colección vendía bien y tenía relativo éxito entre lo fanáticos, además de que Didio había prometido a McDuffie la incorporación de los personajes de Milestone al universo DC, cosa que aún no pasa. Aun después de años de la muerte de McDuffie.
Otra tendencia que Didio seguía explotando era la de los eventos crossover. Si bien no se puede achacar a Didio la idea en si -toda editorial grande abusa de este tipo de eventos- con Didio no había respiro. Series semanales como Countdown, Batman Eternal, The New 52: Future’s End o Earth 2: World’s End eran continuas una tras otras. Crossovers que prometían que todo cambiaría dentro de un universo que cada vez se volvía más confuso de abordar para los nuevos lectores: Final Crisis, Blackest Night y Brightest Day, sumando las correspondientes miniseries y tie-ins que acompañaban a dichos eventos hacían cada vez más difícil mantener lectores. Mientras que los nuevos se intimidaban al ver la cantidad de referencias que había en cada cómic, los viejos lectores se les hacía más difícil poder seguir una colección en particular sin tropezar con el evento del momento.
Didio estaba consciente de esto y crearía The New 52, un relanzamiento de todas las colecciones que partiría con unos tentadores números uno, incluyendo series emblemáticas para la compañía como Action Comics o Detective Comics. La medida no duraría mucho y pronto llegaría la iniciativa DC You, la renovación de 24 de las 52 colecciones, con nuevos personajes y nuevos equipos artísticos. Tampoco duraría mucho, pues después le vendría DC Universe: Rebirth, otra renovación de títulos que además incluiría la incorporación de Watchmen al universo DC.
Hablando de Watchmen, Didio sería el principal impulsor de las precuelas Before Watchmen, llegando incluso a negociar con el mismísimo Alan Moore, cediéndole los derechos del cómic original a cambio de su participación en las secuelas. Por supuesto Moore no estaba interesado en el proyecto. De todas maneras, Before Watchmen se ejecutaría con tibios resultados.
Los últimos hitos editoriales de Didio son bastante malos y probablemente sean por los que se conozca su legado. El nulo interés del editor por Vertigo hizo que el sello cerrara pocos años después que su madre editora se fuera de la compañía, Karen Berger. Didio había sacado de Vertigo personajes emblemáticos como John Constantine o Swamp Thing y los había puesto codo a codo con Batman o Wonder Woman, en su afán de disponer de 52 colecciones para vender. El cierre de Vertigo no es menor, dado que ese mismo sello había dotado a DC de un prestigio de editorial madura que gana premios de la crítica gracias al talento de sus artistas. Al traer elementos de Vertigo, era obvio que la intensión de Didio como editor era disponer de un material de calidad, pero que se contrapone con su poca capacidad de planeación.
Doomsday Clock es el ultimo ejemplo de esto. La historia promete ser un evento dentro del universo DC que toma la premisa que los héroes son casi armas y un sentimiento de rechazo hacia ellos se había cultivado en la sociedad. Este elemento nunca se traspasó al resto de la editorial, que avanzaba como un tren desbocado. El final, Doomsday Clock tuvo poco impacto mediático y fue eclipsado por el éxito de la serie de HBO de Watchmen, con la cual compartía su estatus de secuela.
Además, conforme su mandato pasaba, Didio hizo bien conocido sus particulares deseos de traer personajes de la vieja guardia de vuelta. Hal Jordan volvería gracias a la pluma de Geoff Johns, relegando al resto de Green Lanterns a personajes secundarios. Lo mismo pasaría con Flash, trayendo de vuelta a Barry Allen y dejando a Wally West -el Flash de toda una generación- perdido por varios años. También es bien conocido su poco apego a los personajes que protagonizaron Justice League International, dejando en la miseria a varios y a otros simplemente matándolos. Lo grave de la situación no era que estos personajes sufrieran -fueron creados para eso- si no el poco respeto que Didio daba a personajes que habían acompañado a una generación de lectores, alejándolos aun más de DC Comics.
No quiero dejar como que todo lo que hizo Didio dentro de la editorial fue malo. De ser así, no hubiera durado casi veinte años como jefe en DC, pero sin duda su aproximación a las historias de superhéroes y su constante pesimismo en el tono no son la mejor de sus cualidades. Didio fue un buen caza-talentos para la editorial. Supo ver el talento de escritores como Tom King, Jeff Lemire, Mark Russell o la mencionada Gail Simone. El problema fue que impuso su visión de cómo debían ser las historias de superhéroes a talentos de la industria como George Pérez, J.H. Williams III, Joshua Hale Fialkov o el mencionado Mark Waid.
No dudo que Dan Didio ame los cómics, particularmente los de DC. Pero los amaba como algo abstracto. Sabía que ciertas historias habían ganado el respeto del resto -guionizadas por titanes como Alan Moore o Frank Miller- y quizás el afán de buscar siempre ese tono terminó alejando a varios lectores. El problema fue que esa búsqueda era constante y sin una guía. No me alegro con el despido de nadie, y la salida de Didio de la editorial por ese desorden que llevaba no me alegra en absoluto. Cierto que me gustaría que se hubiera ido de forma mas ceremoniosa, pero su salida, a mi gusto esta justificada. El problema es que deja a DC Comics en un mal pie. La incertidumbre ahora es lo que se ve en el futuro de la editorial.
A partir de ahora, no hay nada seguro en DC, que es observada por AT&T y Warner bajo una lupa. Son empresas grandes que no dudan en cerrar filiales más pequeñas a razón de ver números azules en las ganancias. El negocio de publicar cómics es uno bien particular, quizás mas difícil que el de las películas, debido a la logística derivada de mantener una continuidad relativamente ordenada y mantener a los fanáticos enganchados a ella. Didio falló mucho en este punto en sus últimos años como editor. Tampoco fue capaz de cortar el queque rápido en temas mas delicados de la editorial -como el caso de Eddie Verganza- y algunas de sus contrataciones editoriales rozan lo absurdo -como lo fue con Bob Harras-.
Como dije, de ser cierto los rumores de los motivos de la salida de Dan Didio de DC, creo que esta justificada. Quizás no sea la forma mas adecuada, pero así son los despidos en la mayoría de las empresas. Mi problema ahora es ese incierto futuro corporativo de la editorial. Al menos ahora sabemos que la “Maldad Eterna” no fue eterna de verdad. Buena suerte DC Comics.
Links de Interes:
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