"Jessica Jones: Blind Spot" (2018): ecos del pasado
Jessica Jones, la mejor detective privada y peor superheroína del Universo Marvel, como ella misma se define, está de regreso. Luego de la marcha de la editorial de su creador Brian Michael Bendis, se hacía necesario encontrar un reemplazo adecuado en sus guiones, de manera que el personaje no cayese en el olvido. Así, la Casa de las Ideas encomendó a la joven guionista Kelly Thompson continuar narrando las desventuras de la desgarbada mujer antes conocida como Jewel. ¿Abrazo o balazo? Averigüémoslo mientras repasamos Jessica Jones: Blind Spot, primero de los arcos escrito por Thompson.
Hay personajes ligados íntimamente a ciertos escritores, ya sea porque los crearon, o porque los han definido de tal forma que su marca es el canon por donde deambulan dichas figuras. Uno de los casos más recordados es el de Brian Michael Bendis, que en su larga estadía en Marvel acometió trabajos en series y personajes a los que imbuyó de una impronta tan personal como indeleble. Es en ese grupo al que encontramos a Jessica Jones, aquella desgarbada, garabatera y siempre al borde del desastre ex-heroína que se gana la vida como investigadora privada, y que debutó en la serie denominada simplemente como Alias. Como no puede ser de otra manera para una detective civil enmarcada en el lado pulp de la vida, es experta tratando con secretos turbios y el lado más decadente y vergonzoso de las personas, moviéndose en una atmósfera brumosa que es representada de manera perfecta en el ambiente opresivo del que hacen gala sus colecciones.
De hecho, con contadas excepciones que no superan el relleno ocasional, el personaje siempre ha sido escrito por Bendis, ya sea en la mencionada Alias, y otras colecciones como New Avengers, The Pulse, Jessica Jones o The Defenders, por lo que se hacía difícil imaginársela siendo guionizada por alguien más. Pero ya sabemos como funciona el cómic de superhéroes mainstream, donde obras que pueden ser extraordinariamente personales, al mismo tiempo sirven como piezas de un entramado que se ha venido construyendo desde hace décadas, y que promete proyectarse por muchas más.
Aunque sospecho que Alan Moore no estaría de acuerdo, quizá sea esa una de las grandezas del género, pues visto en perspectiva, el que varios autores hayan plasmado sus diversas interpretaciones sobre personajes u obras, ha hecho que el apartado de superhéroes sea rico e interesante. Y entonces, nada más natural que tras el exilio de sus creadores, los habitantes más destacados del UM pasen a otras manos.
Todo un conocedor de las reglas del juego en que se movía, Bendis no puso mayores reparos en que otras voces sustituyeran a la suya, y es así como varias de sus creaciones han seguido adelante. Ahí tuvimos por ejemplo a Miles Morales bajo tutela de Saladin Ahmed, Ironheart escrita por Eve Ewing, o nuestra Jessica, que inició una nueva andadura tras el procesador de textos de Kelly Thompson.
A decir verdad, no es la primera vez que una mujer dirige los destinos de la señora Jones, aunque las veces anteriores no ha sido en el noveno arte, sino en televisión, donde encontramos a Melissa Rosenberg, Liz Friedman y otras escritoras que desarrollaron la serie de Netflix. Pero más allá del género, lo importante es que Thompson no está aquí para completar alguna cuota de inclusión forzada de la que ha sido acusada Marvel en algunas oportunidades, ni un truco publicitario, ni cualquier calificativo estúpido que pueda ocurrírsele a algún comicgater de turno. En cambio, figura como una de las estrellas de mayor ascenso en la patrulla juvenil del bullpen, pues ha entregado trabajos tremendamente entretenidos y bien dialogados, como Rogue & Gambit, Mr. & Mrs. X o Uncanny X-Men.
Pero en esta nueva etapa, la editorial no sólo ha aportado por una nueva guionista, sino también por un nuevo formato de publicación. Primero, a partir de aquí las aventuras de Jessica serían narradas en miniseries independientes, aunque concatenadas entre sí, como si de temporadas televisivas se tratase. Jessica Jones: Blind Spot, compuesta de seis entregas, es la primera de ellas. Pero segundo, y quizá lo más llamativo, es que este material vió la luz por primera vez en formato digital, en forma de tres números dobles, para luego pasar directamente al tomo recopilatorio en papel. Es decir, la grapa, el formato comiquero por antonomasia, es dejado de lado para ir en búsqueda de los lectores nativos digitales, o aquellos que quieren zamparse la obra de un solo bocado con los paperbacks.
La trama retoma casi directamente el punto donde Bendis dejó al personaje en la última serie que protagonizó, llamada simplemente Jessica Jones. Ahí, nuestra protagonista enfrentó sus mayores miedos, a su peor enemigo, y se alzó ganadora. Pero las cosas no serán fáciles a partir de ahora, y en lugar de eso, el cadáver de una mujer que pidió su ayuda hace años ha aparecido en su oficina, y se le acusa del asesinato.
Cuando reabra su investigación con la esperanza de llevar al culpable ante la justicia, se encontrará atrapada en la red de un asesino en serie enfocado en mujeres con poderes. ¿Podrá descubrir cómo se conectan todas las piezas antes de que el asesino reclame su próxima víctima? Para ello, requerirá de la ayuda de aliados tan improbables como el Doctor Strange, Elsa Bloodstone, y otros ilustres del universo Marvel.
En ese sentido, esta miniserie no nos presenta un borrón y cuenta nueva, sino que es el siguiente capítulo de la historia del personaje. Esta nueva etapa está construida sobre las anteriores, sobre todas y cada una de sus aventuras previas y, en el fondo, es testimonio que su peripecia vital sigue adelante con el mismo brío que siempre. En rigor, Blind Spot transcurre en las primeras cinco entregas, mientras que el número seis no es mucho más que un epílogo, no demasiado relacionado a los anteriores, pero que sirve para entregar el cliffhanger que nos abra el apetito por la siguiente miniserie, titulada Purple Child.
La verdad es que la miniserie cumple bien su cometido, pero con algunos matices. La aventura es trepidante, entretenida y muy fluida, pero Thompson está tan enfocada en estar a la altura del legado de Bendis, que inconscientemente se acerca demasiado a su estilo. Probablemente de no figurar su nombre en la portada, cualquiera pensaría que estos números fueron escritos por el calvo de Cleveland. Por ejemplo, Jessica se comporta como esperamos, con sus fobias, clichés, su habitual tendencia a la autodestrucción y, a veces, su rebeldía sin sentido —aunque con clara influencia de su contraparte televisiva interpretada por Krysten Ritter—; y además, el diálogo entre los personajes sigue siendo áspero y mordaz, reconociéndose en varios pasajes el ya clásico formato del "bendispeaking", aunque suavizado y menos molesto.
Sin embargo, lo anterior no es malo por sí mismo. El guion y escritura no carece de personalidad, pero es solo que aquella es muy similar a las etapas anteriores del personaje. Es una buena escritura, que ganaría muchos enteros si es que tuviese más elementos que le den un brillo propio y características más personales de Thompson.
Lo que sí salta a la vista es el tremendo amor que tiene la escritora por lo que hace, y por el cómic como medio. En estas páginas busca subrayar la importancia que tiene la relación con Luke Cage en la vida nuestra heroína, como uno de los pocos matrimonios que aún subsisten en el mundillo, y también resaltar que el hecho de que Jessica sea detective, le permite conocer a todo el Universo Marvel. Por tanto, ocupa una posición que le posibilita a la guionista incluir una gran cantidad de otros personajes conocidos con las que la protagonista debe interactuar. Esta especie de "gira" de Jones topándose con otros héroes de la editorial tampoco es tan original, pero se dan diálogos tan divertidos —a excepción de un hosco Dr. Strange, que está fallidamente caracterizado—, que podemos obviar su poca novedad. La más destacable quizá sea la relación que se entabla con la cazadora de monstruos Elsa Bloodstone, que es incluso más malhablada que Jessica, y con la que podrían protagonizar sin problemas una jocosa competencia de garabatos.
Como toda trama policial que se precie, también tendremos por acá la presencia de detectives de verdad, de esos que usan placa. Como elección más obvia encontramos a Misty Knight, pero Thompson se enorgullece en añadir a la ecuación un par de policías, McGill y Celino. Esto último vino dado por la convicción compartida con otros escritores de la casa, que en el UM faltan policías interesantes, pero está por verse si estos personajes volverán a aparecer, y si solo seguirán adosados a esta colección, o de a poco se abrirán paso en otras cabeceras.
Lo que no termina de convencer es el arte del italiano Mattia de Iulis quien, si la memoria no me falla, hacía su debut en Marvel. Su estilo fotorrealista lo hace funcionar mejor como ilustrador que como dibujante-narrador, pues sus viñetas son más bien estáticas, especialmente a la hora de plasmar expresiones faciales o escenas de acción. Su lenguaje corporal es poco expresivo, con algunos paneles que más parecen pin-ups que piezas de una trama secuencial. Además, es un artista afectado por un caso severo de "photoshopitis", pues ¿por qué hacer el esfuerzo de dibujar escenas similares dos veces, si se pueden retocar? Al leer Blind Spot en tomo recopilatorio, sin la pausa entre entregas, verás repetidamente la misma cara y escenas duplicadas solo con un pequeño esfuerzo en los fondos.
Eso sí, lo que mejora su trabajo es el coloreado efectuado por el mismo De Iulis, que entrega efectos digitales que enriquecen a los personajes. La paleta de colores, aunque ligeramente más alegre, recuerda poderosamente a la oscuridad utilizada por Michael Gaydos, co-creador del personaje y principal encargado de las ya mencionadas Alias y Jessica Jones, lo que mantiene la pátina de decadencia con la que están bañadas las colecciones anteriores de nuestra protagonista. En el coloreado, la manzana no cayó muy lejos del árbol, y el trazo, para hacer la relación, es similar al de Adi Granov en Iron Man: Extremis, o al de Brian Denham en la miniserie de 2008 de The X-Files.
Totalmente diferente es el desempeño de Marcio Takara en el #6, que entrega un trabajo desenfadado en sintonía con un capítulo más relajado como aquel. El contexto de un cumpleaños permite a Rachelle Rosenberg sacar los colores vivos y alegres, y al mismo Takara hacer dibujos más caricaturescos y cercanos al canon superheroico habitual. Es un soplo de aire fresco, que marca un interesante contrapunto con el resto de cómics protagonizados por Jones.
En resumen, Jessica Jones: Blind Spot es una digna continuación en la saga de la investigadora privada favorita del Universo Marvel, pero a la que a la vez le faltan elementos de cosecha propia que le den una identidad más personal. El guion es cortado con una tijera demasiado parecida a la Brian Michael Bendis, mientras que al arte le falta expresión y dinamismo. Aún así, el nuevo inicio de Jessica Jones causa el suficiente interés como para seguirlo de cerca, y dados los trabajos anteriores de Thompson, sabemos que tiene margen de sobra para mejorar. La agencia de Investigaciones Alias ha abierto nuevamente sus puertas, y su única agente está lista en recibir los casos más extraños y sórdidos del cosmos marvelita. Si tienes un misterio sin resolver, ya sabes a quién llamar.