"Star Wars: Agent of the Empire" (2011): Mi nombre es Cross. Jahan Cross.
Cuando terminé de leer los cómics de Dark Horse ambientados en el periodo Clone Wars, y ya habiendo leído Star Wars: Legacy, me dije: "¡Qué buenos cómics de Star Wars ha hecho John Ostrander! ¿Qué más cómics tiene por ahí?"
Y así llegué a Agent of the Empire, un cómic en el universo de Star Wars, donde Ostrander pone más de su experiencia de espías y misiones secretas, cualidad que lo hizo famoso en cómics como Suicide Squad. ¿Revisemos qué tal?
El universo de Star Wars da para mucho. Se han desarrollado historias en torno a una gran variedad —y un gran número— de personajes, algunos que aparecen hasta del fondo de una escena. Sin embargo, las más populares, al menos de personajes nuevos, suelen tender a las que involucran Jedi y Sith. Y es que la Fuerza es parte esencial del mito, y sin este componente, es fácil sentir que se está en otro ambiente. Parte del éxito de la franquicia es ese equilibrio de la ciencia ficción y lo místico.
John Ostrander venía con bastante experiencia en cómics de Star Wars. Tuvo su cómic de Boba Fett, su paso por Republic y Clone Wars, la muy querida Legacy... y era el momento de algo nuevo. Es así que decide contar una historia de alguien del bando contrario, de un agente imperial. La introducción se lee así:
El Imperio Galáctico mantiene la paz y el orden en una galaxia llena de caos y corrupción. El Emperador, que nunca se demora a la hora de lidiar con la traición o las posibles intrigas, tiene muchas maneras de hacer que se cumpla su voluntad. Darth Vader es la cara del Emperador, su instrumento del miedo, cuya mera presencia puede evitar un alzamiento. Las legiones de soldados de asalto y las flotas de destructores estelares son el martillo del Emperador, para cuando es necesario aplicar la fuerza. Pero cuando la situación requiere delicadeza es necesario usar una herramienta más precisa - tanto que en algunos casos, la mano que lo empuña ni siquiera llegará a ser detectada-. En esos casos, el Emperador usa su bisturí: el agente imperial Jahan Cross.
Quise dejar ese párrafo textual porque creo que resume muy bien lo que uno debe esperar de esta serie. Jahan trabaja para el Imperio, convencido de todo corazón que esto es lo mejor para el orden. Lo contrario al Imperio es el caos, él lo ha vivido en carne propia, y sin importar lo que haya que hacer, el orden debe prevalecer. Pero no es un robot. Como habrán inferido por el título, bebe mucho de aventuras como James Bond, Jason Bourne o incluso Misión Imposible. Así, Jahan tiene una personalidad picaresca, siempre tiene tiempo para una seducción en medio de sus misiones, además de un carisma algo soberbio.
Es un desafío contar una historia de un personaje en un ambiente nuevo, sin unión a la Fuerza, pero que se siga sintiendo como el universo Star Wars. Ostrander, con muchos años en esta franquicia, lo logra de buena manera. El desafío va por otro lado. ¿Logra tener un personaje en un bando esencialmente malvado, pero que parezca "bueno" y con el que logremos sentir una identificación, una empatía? En gran parte, diría que sí.
El plan original de John Ostrander era hacer una seguidilla de arcos, cada uno independiente, que fueran contando la historia de Jahan Cross. El destino querría otra cosa, el Dark Horse perder los derechos, dejando la historia del agente imperial en tan solo dos arcos de 5 números cada uno. Veamos lo que pasa en ambos.
En el primero de ellos, "Eclipse de Hierro", se nos presenta el personaje. De inmediato lo vemos cumplir de manera implacable su misión, contra un traidor del imperio. Desde ahí, investiga una conspiración mayor. Inculpado de un crimen que no cometió, lejos de sus aliados, debe arreglárselas como puede contra las adversidades, sobrevivir y detener a los conspiradores.
Como mencioné, bebe mucho de James Bond y otras aventuras de espías y agentes. Tiene sus órdenes de alguien superior, hasta tiene gadgets especiales que lo ayudarán en sus andanzas (referencia directa del agente 007 o de Ethan Hunt). Coquetea con cuanta fémina atractiva se le cruza, lo que es un espacio para escenas más sensuales de lo habitual de Star Wars. Pese a verse superado, siempre se las arregla, con situaciones al límite.
John Ostrander sabe jugar con el personaje. No es alguien inherentemente malo. No mata si no es parte de la misión o si no es en defensa propia, pero a veces extrema recursos con tal de conseguir sus objetivos. Le da su encanto, pese a trabajar para el bando imperial.
El autor hace algo de trampa para que la historia se sienta aun más en Star Wars. En este primer arco, mete a Han y Chewie. No es un mero cameo, son parte activa de la historia sin ser protagonistas. Ni siquiera personajes secundarios importantes. Pero ahí están. Une el pasado de Cross al de Han (¿Es que todos en esta galaxia tan grande están relacionados?), y sabe retratar muy bien su personalidad. ¡Ah! no les dije. Esta serie ocurre unos 3 años antes de los eventos de A New Hope, así que pueden hacerse una idea de la situación del dúo a bordo del Millenium Falcon.
El arte para este primer arco está hecho en gran parte por la francesa Stéphane Roux. Debo ser bien honesto: cuando agarré este cómic pensé que Ostrander se acompañaría de su colaboradora habitual en Star Wars Jan Duursema, pero el estilo de Roux es muy distinto. Fue una desilusión en un principio, pero creo que estaba siendo medio injusto. Esta no es una historia seria ni de un tono tan realista y sombrío como Legacy o Dawn of the Jedi. El ambiente es mucho más relajado y el arte debe acompañar esa sensación. Siendo así, La artista logra un muy buen trabajo en cuanto a dinamismo, expresiones y acción. Como comentario tal vez muy personal, me hubiera gustado que hubiera más detalle en los fondos, algunos donde solo es un color.
Y bueno. ¿Vale la pena este arco? Es bastante entretenido, tiene algunos buenos momentos de tensión, pero me costó adentrarme más en la historia que otros cómics de Star Wars de Ostrander, donde lograba tan bien meterme a este rico universo y sus personajes. No es mi favorito, pero agradezco tremendamente que haya hecho esta historia, donde vemos el potencial de la Guerra de las Galaxias en tantos géneros.
El segundo arco, "Objetivos difíciles", lleva a Jahan Cross a otro tipo de encrucijada. Luego de cumplir cabalmente su misión, comienza a cuestionarse su labor. ¿Lo que hizo fue lo mejor para el Imperio, el orden, o fue para los intereses personales de alguien con mucha influencia? Desde ahí, lo vemos tomar sus propias decisiones hacia lo que es mejor.
Con este arco, Ostrander muestra a su agente imperial cuestionándose a los que sirve. ¿Era esto un primer paso para Jahan abandonar el Imperio? ¿Pasarse a la rebelión? Pues, nunca lo sabremos, ya que este es el último arco publicado, como dije, por el tema de derechos. Sin embargo, puede tomarse como una historia autocontenida, incluso sin haber leído la anterior, así que tantos cabos sueltos no quedan.
La aventura es bastante diferente a la anterior, aunque el personaje siga con su personalidad particular. Ahora, hay luchas de poder, traiciones, una fuga de la cárcel. Ostrander no se repite en su fórmula y eso se agradece. El personaje eso sí alcanza mucho más desarrollo. Lo vemos queriendo hacer el bien, pero haciendo mucho mal a su paso. Pese a ganar aliados, sigue con su postura leal al imperio, miente, usa, y el daño colateral es parte de alcanzar sus objetivos. No es alguien blanco como los Jedi, pero tampoco un caza recompensas. Tiene su propio código.
Lo que sí, el escritor vuelve a traer elementos y personajes reconocibles para que el lector se sienta más fácil dentro del universo Star Wars. Bail Organa, Princesa Leia, Boba Fett, Darth Vader, entre otros, hacen sus apariciones, con mayor o menor influencia en la trama. No se sienten apariciones forzadas, aunque tal vez abusemos del recurso para ayudar a reconocer el ambiente.
El dibujo esta vez está a cargo de Davidé Fabbri. Diría que logra, junto al resto del equipo artístico, captar muy bien el estilo que se había implementado en la primera entrega, por lo que se hace fácil la transición de arcos, sintiendo que estamos en un mismo ambiente y personaje. Claro que su trabajo es un poco más descuidado que el de Roux, con un poco menos de detalle, pero logrando ser muy efectivo.
Creo que Ostrander se la pasaba muy bien haciendo este personaje. Las historias son bastante ágiles y entretenidas. Son mucho más superficiales que las demás que escribió, menos densas, pero no dejan de valer la pena. Me apena un poco pensar que tenía más planes para el agente imperial que no pudieron ser por el traspaso de editorial. ¿Rescatará alguna vez Marvel al personaje? No es alguien tan popular, pero si no rescatan a Jahan Cross, al menos me gustaría que rescataran a Ostrander. Se nota que en Star Wars estaba en su salsa, tenía muchas ideas y originalidad, y estas dos mini series lo demuestran. Ya es un autor mayor, pero se nota que tenía mucho que contar aún.
Cómo leerlo en español
Actualmente, las ediciones más sencillas de encontrar son la de Planeta Cómics y Panini México. Ambos lo editaron en dos tomos tapa blanda que abarcan los dos arcos, la totalidad de historias del agente.
Panini Mexico:
- STAR WARS LEGENDS: AGENTE DEL IMPERIO 1 (de 2) ECLIPSE DE HIERRO (TPB)
- STAR WARS LEGENDS: AGENTE DEL IMPERIO 2 (de 2) BLANCOS DIFICILES (TPB)
Planeta Cómic:
¿Alguien me explica por qué en los tomos de Star Wars en español no ponen los autores en portada? Es algo que he visto en todos mis cómics en español, tanto Planeta como Panini. Extraño.