"Descender" (2015): los peligros de la explotación
Gracias al éxito de Saga, las publicaciones de Image Comics y otras editoriales nos trajeron una respetable variedad de series de ciencia-ficción y operas espaciales. Entre ellas, una que destacó es Descender, quien en marzo del 2015 empezó a sorprender al público con una obra que bebía de sagas de aventuras como "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" o los libros de Asimov. La publicación terminó en julio del 2018, y acá ya nos tomamos el tiempo suficiente para darle una mirada en profundidad.
Publicación: 09/09/2015 - 25/07/2018
Guion: Jeff Lemire
Arte: Dustin Nguyen
Rotulado: Steve Wands
En un año del futuro sin especificar, los humanos vivían una vida automatizada, con robots que servían todas sus necesidades, básicas o creadas, mientras también eran la piedra angular de sus industrias, comercios o poderío militar. Pero, pero, pero, un día, unas máquinas del porte de planetas aparecieron juzgando a la humanidad, y otras razas por su trato con la clase robótica. El juicio fue: culpables, y el castigo fue, un exterminio que asoló las más grandes civilizaciones acabando con un importante porcentaje de los humanos.
Uno creería que con esto los humanos aprendieron la lección y comenzaron a tratar bien a los autómatas, pero no, al contrario, el trato se recrudeció y cualquiera con origen cibernético dejó de ser considerado un obrero y pasó a ser considerado un enemigo. Así, diez años después, un pequeño robot de compañía (me refiero a amistad, gente mal pensada) con la forma de un niño despertó de su hibernación junto a su mascota perro cibernética, sin entender lo que pasaba y con la sola misión de encontrar a su único amigo y hermano, el humano al que estaba asignado. Así, comienza Descender.
¿POR QUÉ LEER ESTA SERIE?
Este libro de Image es la primera parte de una aventura épica creada por el escritor Jeff Lemire y el artista Dustin Nguyen. Tuvo una buena recepción del público y se extendió por 32 números, incluso consiguió una nominación a mejor serie regular en los Eisner 2018. ¿Por qué? De seguro, una de las razones es su estilo artístico, Nguyen nos muestra un diseño pintado en acuarela y terminado en tinta que se desarrolla, casi siempre, en página blanca (o negra, si nos encontramos en el frío espacio exterior). Gracias a esto, es fácil de reconocer y muy simple de disfrutar.
Es extraño, reconozco, tomar esta dirección artística cuando hablamos de autómatas, porque estos suelen tener artistas muy detallistas que muestran cables, tornillos y demás coyunturas artificiales. Nguyen, en cambio, si bien no es tímido con esto cuando es necesario, también aprovecha su estilo suave y fluido para hablarnos a través del arte. Descender nos habla de máquinas, robots, guerra, revolución y más, sí, pero los temas y las narrativas que prioriza son la amistad, la familia, el arrepentimiento y el propio descubrimiento, para los que el arte de Nguyen calza perfecto.
Hablando de lo que nos narra Descender, el guion y la historia general está a cargo de Lemire (Sweet Tooth, The Valiant). A través de su protagonista, TIM-21, nos adentra en un mundo futurista donde las máquinas no son tan bien recibidos como solían ser. Sus secundarios complementan la visión de mundo de TIM, y para el final de los primeros dos arcos, ya empiezan a llevar tramas por si mismos. TIM, junto a su perro androide Bandit, está en busca de Andy, el humano para quién fue asignado. En el camino nos encontraremos con un robot obrero con una justificada sed de venganza a la humanidad, y un humano con una sed de reparación contra los robots que logra rivalizar. Además, el reparto principal lo completan un científico arrepentido y una militar con dudas sobre la inteligencia de sus jerarcas.
NO ES LA FORMA
Si bien el conflicto principal es colectivo (una rebelión de robots que buscan su independencia frente a una humanidad desconfiada, herida y castigadora), las tramas que Lemire decide desarrollar se enfocan en conflictos individuales. Pasamos gran parte de la serie acompañando a nuestros protagonistas en aventuras externas e internas, muy bien desarrolladas, que les permiten crecer casi en cada número a como solían ser. Esto, junto al arte, es uno de los grandes puntos fuertes de Descender.
Sin embargo, la mencionada rebelión pasa a segundo plano, incluso sumando un juicio moral por su violencia, equiparándolos con su humano abusador (te conviertes en lo que odias). Si bien el autor castiga los movimientos violentos de los autómatas, casi acusando que no es la forma, al menos en esta primera entrega falla en entregarnos una respuesta.
EL FINAL QUE NO FUE
Como mencioné en un principio, Descender es la primera parte de una aventura mayor, pero no siempre fue así. En el capítulo 29, dos personajes caen en un planeta olvidado donde encuentran un... brujo, además se revela que uno de los personajes era, de hecho, afín a la magia, una práctica casi olvidada en un universo que se había entregado a las comodidades de lo cibernético. Al ver lo que Nguyen podía hacer con su estilo, Lemire tuvo una idea, re-escribió el final original de Descender y nos entregó una despedida abierta, abriendo paso a Ascender, una segunda parte (actualmente en publicación) que se basa en un universo que vuelve a la magia luego del fin de la civilización como la conocían. Pero eso, literalmente, es otra historia.
DÓNDE ENCONTRARLA
Si te gustó Descender, puedes encontrarlo en español en la editorial Astiberri por un total de €96 en la forma de 6 volúmenes (entre 120 y 168 páginas cada uno). Los nombres de los volúmenes en español son 1. Estrellas de hojalata, 2. Luna Máquina, 3. Singularidades, 4. Mecánica orbital, 5. La rebelión de los robots y 6. Máquina de guerra. En Chile, la Editorial Océano ha editado los tres primeros volúmenes con los mismos nombres y casi las mismas características, a, aproximadamente, $10.000 + IVA cada uno.