"Lords of Adventure"(2019): Nostalgia genuina
El pasado mes de septiembre, durante la edición 2019 de FIC Santiago, editorial Dogitia presentó Lords of Adventure, un cómic que aparenta ser un homenaje a las caricaturas de fantasía heroica de los años 80, pero que en realidad encierra una historia mucho más personal.
LORDS OF ADVENTURE
Guion: Gonzalo Oyanedel
Arte: Ximena Rodríguez
Color: Juan Gabriel Moraga y Stanley Kio
Portada: Carlos Valenzuela
Editorial: Dogitia
Formato: Rústica, 56 páginas en couché, 17 x 26 cm, color
La frase “la nostalgia no siempre es un lugar feliz” que aparece en la contratapa del tomo parece expresar la matriz central de la obra. Lords of Adventure siente un innegable amor por las fuentes que le sirven de inspiración, tal como lo revelan su logo estilado a partir del de Filmation (la productora detrás de He-Man and The Masters of the Universe), su portada que emula una ilustración de Thundercats y la recreación que hace del merchandising ochentero. Sin embargo, el amor es un sentimiento complejo y en este caso no se encuentra destinado a rememorar a modo de celebración, sino para crear un marco que permita contextualizar una tragedia familiar.
A primera vista, este cómic transita por dos vías inconexas, pero es una mera apariencia. Las aventuras de corte épico que leemos son al mismo tiempo una interpretación de los eventos del mundo real que rodean al protagonista y un ejercicio creativo por parte del mismo. La correlación entre ambos aspectos no es exacta, pero tampoco necesita serlo, siendo lo suficientemente sutil para no sentirse redundante. Gonzalo Oyanedel da voces activas a los héroes que contrastan con la abrumadora pasividad del mundo adulto, entremezclando las ansiedades de una situación desesperanzada con el optimismo inocente de un niño, mostrando la imaginación no como un lugar de escape, sino como uno de reflexión. La transformación que se hace de estos “Señores del Poder” de invento para vender juguetes a herramienta de introspección está bien logrado tanto en concepto como en ejecución.
Complementando el sólido aspecto narrativo, Ximena Rodríguez eleva los bonos de esta historieta con un dibujo cuya calidad merece ser destacada. A primera vista resaltan sus llamativos diseños que encapsulan los arquetipos de fantasía con los que trabaja, además de un buen trabajo en cuanto a referencias visuales de época, pero donde más brillan sus lápices es en lenguaje corporal empleado en las escenas de diálogo. El clímax de la historia está marcado por una reacción específica del protagonista y en ese momento tuve que bajar el cómic y respirar profundo antes de seguir. Si el trabajo de una artista es capaz de generar reacciones de ese tipo, es porque se está haciendo algo bien y eso vale el doble para un cómic que, más que intentar contar una historia, pretende transmitir una experiencia. El coloreado de Juan Gabriel Moraga y Stanley Kio complementan al trabajo de Rodríguez, permitiendo distinguir rápidamente la sección del cómic en la que nos encontramos, redondeando así el aspecto gráfico del cómic.
Oscar Salas, editor de Dogitia, con ocasión de la charla realizada durante el lanzamiento mencionó que no es casual el nivel de detalle puesto en la presentación del tomo, sino que es parte de un intento por elevar el estándar esperable de un cómic chileno, ofreciendo una historia a color en un papel de gramaje poco frecuente para publicaciones nacionales y con una presentación general cuidada. Esta decisión incide en el precio de un tomo de tan solo 54 páginas, pero no se siente desproporcionado, ya que el trabajo puesto en las distintas aristas es palpable.
A modo de conclusión solo me resta decir que Lords of Adventure es un cómic inusual en muchos sentidos, entregando una experiencia que invita al lector a involucrarse más allá de ser un ente pasivo. Las aprehensiones del equipo creativo sobre poner demasiado de si mismos en el libro son comprensibles, pero es precisamente esa entrega la que lo vuelve una historia genuina y que vale la pena recomendar.