"Gran Hotel Abismo" (2016) de Prior y Rubín: Por la razón o la fuerza
Yo establecí un modelo teórico de pensamiento. ¿Cómo podría haber sospechado que la gente lo pondría en práctica con cócteles molotov?
-Theodor Adorno
En un futuro demasiado cercano, la adopción desmedida del neoliberalismo ha llevado a la sociedad a su límite. La privatización de servicios básicos, la constante disminución de los derechos civiles, la coartada capacidad de negociación de los sindicatos, la baja del sueldo mínimo o la economía en constante crisis han llevado a la población a las calles, a radicalizarse y explotar en una crisis social donde las fuerzas del orden pisan las cabezas de los que se suponen deben proteger.
A través de múltiples capítulos, Marcos Prior y David Rubín presentan este panorama hostil de forma eficaz y sin medias tintas. Quizás este sea el mejor baluarte de la obra. Utilizando como arma los medios de comunicación –de igual forma como lo hacía Paul Verhoeven en su Robocop- los autores definen perfectamente que ha llevado a esta “ficticia” sociedad al borde de la anarquía. El uso de los medios, y que se intuyen como parte de organismo que ha colocado su bota sobre el ciudadano hasta llevarlo al extremo, y su constante bombardeo de información nos pintan el sin número de abusos que la clase política, las mega corporaciones y las fuerzas de orden.
Dentro de este panorama de descontento surge la figura de un revolucionario que lleva la lucha a una escala más alta. Una explosión de violencia que terminará por incendiar las calles de una ciudad ya sumida en el completo caos. A pesar de que cada capítulo se siente independiente del resto, todo está atado de forma en que la progresión de la violencia es definida por personajes que la viven desde sus particulares perspectivas. Siendo sincero, creo que es una decisión acertada el ir rotando los personajes dependiendo del capítulo, dándonos una nueva mirada con cada nueva entrada, sin descuidar que estamos ante un intenso cambio social del que nadie puede ser ajeno y que parece no tener fin.
La destrucción y el caos se apoderan de las páginas de Gran Hotel Abismo, dejando al lector sin una tregua hasta finalizar la historia, hasta parar para reflexionar que estamos haciendo como individuos en lo que se supone es nuestra propia sociedad. La mencionada idea de no tener un personaje protagonista invita al lector a involucrarse más dentro del universo de Prior y Rubin y la violencia presentada, en su mayoría en respuesta de la represión policial, nos deja muy claro que quieren los autores que hagamos al respecto de nuestras propias injusticias. La lucha de la calles es nuestra lucha.
El arte de David Rubín es preciso para generar esa sensación de caos y anarquía. Los autores han optado por un formato apaisado, dejando varias secuencias con viñetas panorámicas que están llenas de manifestantes y represores. Los mencionados medios de comunicación son presentados con pequeñas viñetas y cuadros de texto que se sobreponen al relato principal, dando esa sensación invasiva que suelen tener los medios dentro de nuestra vida. El estilo de Rubín es deforme y en ciertas formas caricaturesco, pero es preciso y definido, con viñetas de gran detalle y composición. Es un estilo único que no se somete a las condiciones normales de la anatomía, muy similar al estilo desproporcionado y a la vez tan estilizado de Jack Kirby.
El color corre por parte del mismo Rubín y es eléctrico y explosivo como la misma historia. Es el broche que termina de vendernos el acrecentado clima de violencia que las páginas de Gran Hotel Abismo profesan hasta llevarnos a la ansiedad, eso y la sensación de calor constante, dejando entrever que este neoliberalismo no solo ha socavado los derechos del ciudadano, si no también ha aportado constantemente a la degeneración ambiental del planeta.
La edición de Astiberri ademas de contar al completo con la historia, posee una buena cantidad de extras que sirven como ayuda para futuros creadores, detallando el proceso creativo detrás del libro. Es revelador como se manejó el guion entre ambos autores y como ambos están completamente en concordancia dentro del mensaje de la misma. Quizás sea un poco difícil de conseguir aquí en Chile, y un poco elevado en su precio -como casi todo lo que publica Astiberri y que cruza el mar hasta nuestras tierras- pero aun así no puedo dejar de recomendar esta edición.
Gran Hotel Abismo es una obra comprometida, sin medias tintas en su texto y su subtexto. La representación de una lucha social en la que todos estamos debemos estar involucrados si es que queremos que algo cambie a nuestro alrededor. Cualquier parecido con la realidad es una decisión consciente que es de agradecer en tiempos que a veces permitimos que nuestra misma sociedad nos silencie. Es la prueba de que no basta con quedarse con lo teórico, a veces hay que tomar las molotov y arriesgarnos a quemar la hierba mala.