DC Salvat - JLA: Año Uno, Parte 1
El año es 1998. Mientras la JLA vivía un renacimiento a lo grande, con algunos de sus mejores números en años gracias a las desopilantes aventuras del grupo con Grant Morrison, DC decidió probar una vez más el enganche que pudiera brindar el título "Año Uno" para ofrecer una historia que profundice en los orígenes del grupo. La responsabilidad recayó en Mark Waid, que ya a estas alturas poseía todos los atributos para dar cuenta de este desafío, habiendo escrito ya su icónica etapa en Flash, la no menos relevante Kingdom Come, y también ya llevaba varios números relativos a la liga (incluyendo el prólogo a la etapa de Morrison, A Midsummer's Nightmare). Así que con esos antecedentes debiera ser una compra segura...¿o no?
JLA: AÑO UNO
Contenido: JLA: Year One #001-006 + Justice League of America #009
Guion: Mark Waid, Bryan Augustyn
Dibujo: Barry Kitson
Entintado: Barry Kitson
Color: Pat Garrahy
Rotulado: Ken Lopez
Editor: Peter Tomasi
Primero lo primero: Mark Waid no está solo en el guión. Lo acompaña Bryan Augustyn quien era un compañero habitual de historias de Waid en Flash, y fuera de Gotham by Gaslight, no resonó mucho más allá de los 90s. El dibujo de Barry Kitson tampoco despierta un sentimiento de novedad o de identidad particular, así como su color. No existe un interés en entregar una historia visualmente atractiva, sino más bien conocer a los personajes que conforman la Liga "original". ¿Por qué entre comillas? Porque este cómic tiene otro propósito: Ordenar el siempre complejo escenario Post- Crisis de la Liga de la Justicia. Si hacemos memoria, al momento de entrar a Crisis in the Infinite Earths, la liga continuó su numeración y presencia en Chicago. Sería para la siguiente saga DC, Legends, en donde esta Liga sería destruida y deja el paso libre para un nuevo inicio y el Justice League #1 de Giffen y DeMatteis, numeración que concluiría hasta justo antes de la llegada de Morrison. Entonces, en cierta forma, la Liga mantenía una continuidad desde su primera aparición en 1960. Sin embargo, los nuevos origenes de algunos personajes hicieron que su primera aparición en la Liga fuera mucho posterior, como Superman o Batman o Wonder Woman. Por lo tanto, esta serie busca contar esos años bajo esta nueva continuidad. Continuidad que se vendría abajo con Identity Crisis, pero eso es otro tema. Así que, sale Wonder Woman y entra Black Canary como su reemplazo como miembro fundadora.
Y la historia, pensada como mini-serie, posee en ese sentido demasiadas agendas. Por un lado busca introducirnos un grupo que ya existe y ha tenido misiones (que son referenciadas en los diálogos), busca además presentarnos los primeros momentos de estos personajes interactuando, y como el mundo les recibe (sin contar muchos otros personajes secundarios, tanto heroes como villanos). Tanto material para tan pocas páginas hace que cada número se sienta en exceso sobrecargado, sin una identidad visual atractiva, y un festival de diálogos en donde radica su fuerte, pero que complica en primera instancia la invitación a leer. Convengamos, el inicio es lento e innecesario. Con largas secuencias introductorias para presentar a los personajes, los vemos unidos ante un primer desafío, la organización criminal Lotus. Pero como ya mencioné, este grupo han peleado juntos antes, se ubican pero no se conocen del todo. Por lo mismo, los dos primeros números son una especie de introducción in media res, donde también me pregunto cómo ellos aceptan trabajar juntos con lo poco que se conocen. Es recién a partir del tercer número que la cosa levanta, donde las interacciones empiezan a ganar cierta familiaridad, y por ende mayor comodidad, pero uf, llegar a esos números.
Waid y Augustyn quieren hacer algo que el mismo Waid lograba con éxito en algunos números antiguos de Justice League Quarterly, imitar el estilo relacional de la liga "Internacional". Es por eso que tenemos hartos diálogos centrados precisamente en cómo se relacionan estos personajes, con humor y situaciones que muestran los roces y cercanías. Los personajes de hecho parten muy típicos: Green Lantern (Hal Jordan) es engreído, soberbio y coqueto. Flash (Barry Allen) es agradable, cercano pero algo apagado. Black Canary (Dinah Lance) es valiente, arisca y crítica, y tiene un arco que está más cerca de plagiar a Watchmen en las dinámicas madre-hija que ofrecer una perspectiva fresca. Martian Manhunter muestra la faceta más sabia, amigable y reservada. Finalmente Aquaman es una vez más blanco de chistes varios, pero al menos algo más creativos que los típicos, y también goza de los mejores momentos individuales dada su caracterización de pez fuera del agua. En verdad, hay buenas dinámicas cuando se le da espacio, pero la cantidad de amenazas son tantas que llegan a aburrir. Por un lado está Lotus, por otro lado Vandal Savage, el profesor T.O. Morrow, por otro la Brotherhood of Evil, el peso de llevar el legado de la Justice Society a cuestas, y además la llegada de Snapper Carr, el cameo de Ted Kord (mi momento favorito de estos primeros números) y el propio conflicto interno entre ellos de ser un equipo. Son tantos elementos que llevan a enlentecer la lectura, disminuir el interés y querer seguir las páginas saltándoselas un poco.
Por otro lado las amenazas son muy típicas, sin mostrar mucho interés en el desarrollo incluso cuando pueden serlo (como esa enfermedad de villano usando miembros de los miembros de la Liga). Seguramente les pasará que la dupla con la Doom Patrol se sentirá lenta, predecible y poco motivante porque sabemos que terminará bien y sin mayores peligros. No así con los números 3 y 4, que son los únicos que sí parecen cumplir con la propuesta propia que propone esta serie, conocer a estos personajes y cómo se articulan entre sí para lidiar con este grupo y todo lo que ello implica. Entonces, la verdad es que por solo dos números interesantes, no se siente una gran inversión. ¿Será posible que esto mejore en su segunda mitad? Habrá que verlo la próxima semana, sin embargo mis apuestas no son muy grandes al respecto.
La historia de complemento es un clásico, con las aventuras directas a la acción de la clásica Liga. En esta ocasión es la historia de "orígen" de la misma, con su emblemática portada de árboles. No hay mucho que perderse si es con Gardner Fox a la cabeza. Quizás sí sea un interesante aliciente para comprarla, pero para eso mejor un coleccionable dedicado a los años clásicos, que en español lamentablemente no abundan.
Comparación con otras ediciones
La anterior edición en español de esta colección fue hace ya varios años, el 2006, con Planeta DeAgostini, a €20 de su tiempo en formato rústica, incluyendo los doce números. Un buen precio para su momento pero bastante dificil de encontrar actualmente.
Por otro lado, para los que gusten de la lectura en inglés, pueden ver en este link de BookDepository el recopilado americano de toda la maxi serie en tapa dura a USD$42.71 o en precio chilensis, CLP$31.096 (ediciones en tapa blanda tienden a estar cerca de los USD$18.00).
Como ven, Salvat sigue siendo una opción barata y razonable para esta edición.