MR — "X-Men" (2019) #001: la primera luz del alba mutante
Aviso de Spoilers: Las reseñas que siguen a continuación tratan los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Ya está en la calle X-Men #1, el puntapié inicial de la primera oleada de títulos de Dawn of X. El así llamado nuevo amanecer de la franquicia mutante, luego del monumental prólogo en las dos series que son una House of X y Powers of X, —cuyo resumen puedes encontrar acá—significaron la llegada del guionista Jonathan Hickman al procesador de textos de los Hijos del Átomo. Veamos entonces que nos encontramos en los primeros rayos de luz del nuevo amanecer para los portadores del gen X.
X-MEN #001
Publicación: 16/10/2019
Guion: Jonathan Hickman
Arte: Leinil Francis Yu
Tintas: Gerry Alanguilan
Color: Sunny Gho
Rotulado: Clayton Cowles, con diseños de Tom Muller
Reseña: Eduardo Álvarez
9 / 10
La franquicia mutante ha sufrido muchos relanzamientos a los largo de su historia. Ahí te tenemos, por ejemplo, la Segunda Génesis, la Marvelution, X-Men: Revolution, y los landscapes generados por eventos como Second Coming, AvX, y un largo etcétera. Por tanto, podríamos pensar que este nuevo comienzo del rincón de los Hombres-X es una más de esa larga tradición, pero en realidad, esta vez es diferente.
Primero, House of X y Powers of X marcaron un quiebre total con todo lo que habíamos visto antes en la línea, estableciendo un nuevo ecosistema vital para los mutantes, una nueva nación que cambia el equilibrio geopolítico del mundo, y una nueva filosofía en la relación con la humanidad, con la consciencia de que el Homo Superior es el heredero legítimo de la Tierra, y que los humanos tendrán que aceptarlo, quiéranlo o no.
Ya en el terreno editorial, HoX/PoX significó la cancelación de todas las colecciones de la franquicia, para así tener un lienzo en blanco en el cual Hickman pudiese desarrollar sus argumentos sin obstáculos. Pero una vez establecido el nuevo arranque mutante, se hace inevitable la necesidad de tener distintas series donde desarrollar la enorme cantidad de ideas que el escritor estableció. El primer puñado de títulos está agrupado bajo el rótulo Dawn of X, y X-Men es la encargada de abrir los fuegos.
X-Men es la serie madre del relanzamiento, y una de las dos que serán escritas por Hickman –la otra es New Mutants, aunque en aquella el guionista se encargará solo del primer arco–, y en esta oportunidad está acompañado del dibujante Leinil Francis Yu. Y para partir de forma elocuente, el guionista vuelve a anotarse un número redondo.
Gracias a la intervención de Moira, el Profesor Xavier ha vislumbrado un nuevo sueño para la 'muntantidad'. Uno que lleva de la mano lazos para que el resto de la humanidad reconozca la soberanía de la nueva nación de Krakoa, pero también un enfoque proactivo en la eliminación de las amenazas para su nuevo hábitat. Porque Incluso luego de la destrucción del Mother Mold en PoX/HoX, los planes de los humanos continúan y su amenaza constante, lo que requerirá una respuesta clara y decidida de los X-Men. Su primer objetivo es el último bastión de la organización Orchis, desde donde liberarán a un grupo de niños mutantes que eran mantenido cautivos, pero también desatará una nueva posible amenaza, diferente de los humanos y los mutantes.
Hickman también nos entrega un puñado de páginas que nos entregarán más información acerca de los motivos y el funcionamiento interno de Orchis. Mientras que los humanos hacen todo lo posible para preservar su investigación de la destrucción a manos del equipo de Cyclops, y así continuar su trabajo, los sobrevivientes del ataque al Mother Mold se encuentran con el misterioso hombre en las sombras, al tiempo que una afligida Directora Dra. Gregor prepara la siguiente fase de su trabajo, esta vez cegada por la venganza.
Por otra parte, Corsair se une a su familia completa para una cena en la Casa Summers, donde habla con su hijo sobre los cambios que ve en él y los peligros que le esperan a Scott y a la nación mutante. En un extraño movimiento, vemos como Wolverine comparte las cuatro paredes con el resto del linaje del primer Hombre-X: Jean Grey, Rachel Grey, Cable, Vulcan y, por supuesto, Scott.
Como decíamos, este equipo de X-Men se dedica a la liberación de mutantes y actuar sin dudar en beneficio de su gente. Ese enfoque proactivo nos obligará a aceptar una caracterización algo fuera del personaje de los Storm y Cyclops más arraigados en el subconsciente del fan más casual, pero no lo es tanto si se estudia con atención los matices que han tenido los dos en el pasado, y por lo demás es un elemento bienvenido, que agrega mucho a la nueva dirección que Hickman está tomando con los ex-alumnos de Xavier.
En términos de trama y ritmo, este número se desarrolló de excelente manera. En sus páginas hay grandes momentos a cada instante, y el hecho de que la victoria en la batalla aún no es definitivo, mantiene a la guerra humano-mutante como un trasfondo poderoso y dramático para esta nueva serie, y para toda la franquicia.
Por otro lado, los momentos más domésticos del clan Summers están correctamente desarrollados en el caso de la conversación entre Scott y su padre, y aunque el comportamiento de algunos personajes son algo disonantes, en definitiva es interesante ser testigos de la dinámica familiar es estos nuevos tiempos 'Krakoanos'.
Y por supuesto, un número uno no lo es realmente si no planta semillas de futuras tramas y misterios. Primero, acá nos queda claro que realmente solo hemos rascado la superficie de lo que realmente es Orchis, y nos queda por descubrir cuál es su entramado con el resto del Universo Marvel. Asimismo, el descubrimiento de la Dra. Gregor hacia el final del número planteará un interesante paralelismo con el mecanismo de resurrección mutante planteado por Xavier, lo que sin duda deja mucha tela que cortar de cara al futuro. También es conveniente poner atención en el regreso de los Children of the Vault, o al menos, con uno de sus miembros que fue liberado por Polaris.
Y por último, para nadie pasó desapercibido ese plano de la Casa Summers, donde vemos que un ala es utilizada como dormitorios de Scott, Jean y Logan, y que además estas tienen pasillos que las conectan directamente. Esto, sumado a ciertos guiños, miradas y comportamientos cómplices que vimos en los últimos compases de HoX y PoX, ha hecho que los fans especulen con un gran número de teorías, la más loca de las cuales, y también la más plausible, es una relación poliamorosa de Jean con Cyclops y Wolverine. ¿Se atreverá Hickman a llegar tan lejos, satisfaciendo una fantasía de los aficionados que ha llenado incontables fanfics? ¿Estará jugando con la cabeza de los lectores, entregando pistas falsas? ¿Tendrá algo que ver con la personalidad de Jean que haya vuelto a utilizar su traje clásico? Ya veremos.
Respecto al arte, el trabajo de Leinil Francis Yu es más o menos lo que podíamos esperar. En general, el apartado visual es competente, porque aunque en ocasiones falla en los rostros, las viñetas incluyen algunas imágenes cotidianas hermosas, mientras que la acción progresa de forma emocionante. Eso sí, el filipino comienza jugando en contra dada la excelencia que nos entregaron Pepe Larraz y R.B. Silva, y por ello, por esta vez no lo juzgaremos tan duramente.
En resumen, X-Men #1 es un esplendoroso nuevo día en el cosmos mutante. Con una misión y visión renovadas, y decididos a que nunca más les importe ser odiados y temidos, el amanecer para la familia X es tremendamente prometedor. El dios Hickman ha escuchado nuestras plegarias, y sigue entregándonos sus maravillas.