"Punisher" (2009), de Rick Remender: Frank, el moderno Prometeo
Estados Unidos, año 2009. Una masiva invasión de la raza extraterrestre de los Skrull, hizo que los héroes de la Tierra tuviese que esforzarse al máximo para ganar una batalla multitudinaria. Gracias a estar en el momento oportuno y en el lugar indicado, Norman Osborn, el psicópata bajo la máscara del Green Goblin, se erigió como jefe máximo de la seguridad del país del norte. Así, el Universo Marvel entraría en la fase denominada como Dark Reign, donde bajo el foco de las fuerzas armadas de Osborn, los héroes fueron perseguidos, y los villanos pasarían a ser los nuevos custodios de la seguridad de los ciudadanos.
Pero, ¿qué significa para Frank Castle, un hombre que ha dedicado su vida a acabar con los criminales, que ahora psicópatas, asesinos y villanos se escondan bajo las mallas de los Vengadores, y campen a sus anchas en H.A.M.M.E.R., la nueva organización de seguridad de Osborn? Esa es la pregunta que el guionista Rick Remender trataría de responder en Punisher, el relanzamiento de la colección del vigilante de la calavera.
Luego de pasar varios años en las portentosas manos de Garth Ennis, más bien alejado de sus aspectos superheroicos, Frank Castle vivió un regreso al centro del Universo Marvel en Punisher: War Journal, serie escrita por Matt Fraction, en que el Punisher volvió a relacionarse tú a tú con otros habitantes de este cosmos de ficción, formando parte de todos los eventos que por entonces atravesó la editorial, como Civil War, Invasión Secreta o World War Hulk.
El cambio radical con el que se cierra el ataque de los skrull contra el planeta, que supone la caída en desgracia de Tony Stark y el ascenso al poder de Norman Osborn, que además coincidió con la marcha de Fraction, sirvió para que Marvel decidiera cerrar War Journal. Pero en realidad, no se trató más que de una maniobra de relanzamiento, puesto que de inmediato una nueva cabecera titulada simplemente Punisher, sin adjetivos ni acompañamiento, llegó a reemplazarla.
El responsable de esta nueva etapa no sería otro que Rick Remender, un guionista que ya hizo labores de apoyo a Matt Fraction, y que ahora se queda a cargo de la nave. Remender es un profesional de dilatada trayectoria, y además muy versátil, pues ha participado de la confección de storyboards para videojuegos, o como animador en cintas como Anastasia, El Gigante de Hierro o Titan A.E.. En el terreno del noveno arte se labró camino en editoriales independientes antes de recalar de Dark Horse Comics, donde firmó obras como The End League y Fear Agent. Para Marvel, en tanto, tiene en su haber las notables Uncanny X-Force, Uncanny Avengers y Venom, donde se ha labrado una merecida reputación.
Remender tiene claro cómo funciona el personaje, pues para él, Frank es como Batman, pero mata. "Unos criminales mataron a su familia, así que ahora él mata criminales, así de simple. ¿Cómo no vas a amar la pureza de algo así? Frank es un objetivista, ve todo en blanco y negro. Si matas a un inocente, pierdes tu derecho a respirar". El guionista no pretende eludir las cuestiones morales que rodean al personaje, y más bien, considera que son esas las preguntas que lo hacen interesante.
Como decíamos, el run en solitario del escritor comenzó en 2009, y en el sumergiría a Frank directamente en el época Dark Reign, pero también acometería una de las sagas más odiadas por cierto sector de la fanaticada, la de Franken-Castle. No obstante, y como dijimos, en realidad Remender empezó a trabajar en el personaje un año antes, cuando se unió a Matt Fraction como co-guionista de Punisher War Journal. De ahí, su etapa puede dividirse en tres actos bien diferenciados, cuatro si sumamos su trabajo conjunto con Fraction.
Acto 0. Punisher War Journal #18 al 25: desarmando el rompecabezas
La primera historia en la que Remender colaboró con el personaje fue la recordada saga de Jigsaw —más un par de episodios en que la colección cruzó a Invasión Secreta—, aquel villano horriblemente desfigurado por Frank, que desde entonces se ha convertido en su enemigo más representativo. Si bien la idea primordial de PWJ era involucrar al vigilante en las tramas comunes al Universo Marvel de ese entonces, la serie se dejó espacio para contar historias más personales, ninguna de las cuales serían más cercanas para Castle que el enfrentamiento con Billy Russo, y la enfermiza relación del gato y el ratón que se traen hace años.
Con un brillante episodio de apertura donde Russo hace una recopilación de su vida y obra, la saga fue un verdadero carrusel de emociones, en que confluyeron varias tramas que se traía por entonces Fraction, como la persecución de Castle por parte de G.W. Bridge, y el paso por estas páginas de un buen puñado de mercenarios, todos ansiosos por ponerle las manos encima al botín ofrecido por Jigsaw a quien le entrega la cabeza de Frank.
Los números de Invasión Secreta, en tanto, sirven para atar la trama de la relación entre Frank y Stuart Clarke, su ayudante durante PJW, pero que no tardará en transformarse en otra cosa, dado el imán de mala suerte que el Punisher significa para quienes lo rodean. Nada mejor que una invasión extraterrestre para vengarte de tu ex-nuevo mejor amigo.
Acto 1. Punisher Vol. 8 #1 al 10, Annual #1 y Dark Reign The List - Punisher: bajo el yugo de la oscuridad
La figura de Osborn al frente de la seguridad nacional sembró el desconcierto dentro del Universo Marvel. Mientras que muchos ciudadanos aplauden de pie al que consideran el hombre necesario para afrontar estos tiempos difíciles, muchos héroes son conscientes que un verdadero psicópata se ha colocado en la cima de la cadena alimenticia. Hay algunos, como los New Avengers, que se han puesto en su contra. Otros, como Tony Stark, han tenido que huir. Y luego está Frank, que se ha hastiado de perseguir pequeñas ratas mientras observa impávido como los grandes depredadores medran a sus anchas. Para marcar de verdad la diferencia, eso tiene que cambiar.
Punisher tiene un método que en el pasado ha resultado infalible para solucionar el problema. Algo que parece tan sencillo como colocar una bala en la cabeza de Osborn se revelará como algo prácticamente imposible, porque entre la comunidad superhumana, especialmente los malos, hay quienes se han puesto del lado del Duende Verde, gente como el no malvado pero siempre inestable Sentry, el amoral The Hood o el sádico Daken Akihiro. Todos ellos poderosos, amparados bajo la libertad que les da ser parte de los Dark Avengers, y que podrían acabar fácilmente con él. Afortunadamente, contará con la ayuda de Henry, un nuevo personaje y hábil hacker que le proveerá acceso a información, en la misma senda de Microchip o Stuart Clarke. Alguien que le avise como terminaron esas historias, por favor.
Esos tres personajes nombrados se sucederán en fila para causarle dolores de cabeza, y de otras partes del cuerpo, a nuestro protagonista. Bob Reynolds, por ejemplo, dará una brutal caza a Frank luego que este intente asesinar a Osborn. El vigilante tendrá que extremar recursos para sobrevivir, o más bien huir, de una batalla que ya en el papel parece imposible: la de un hombre común contra Sentry, el héroe con el poder de mil soles.
El hueso más duro de roer para el Castigador será sin duda The Hood. Si Sentry parece totalmente fuera del alcance de Frank, este implacable villano no lo hace nada mal, al tener para sí todo el poder que le confiere el demonio Mefisto. Pero no sólo de conjuros y fuego infernal constarán los ataques del Encapuchado, sino que para cumplir los deseos de Osborn de ver muerto a quien atentó contra su vida, resucitará a una docena de villanos asesinados por Castle y a ciertos personajes muy cercanos de su pasado, obligándolo a tomar la que quizá sea la decisión más terrible de su vida.
Antes de pasar al siguiente acto de la etapa, debemos poner atención al especial Dark Reign The List: Punisher, que supondrá un cambio radical para Frank, como nunca antes lo ha tenido. La situación que nazca en estas páginas cambiará por completo los siguientes números de su cabecera, en una audaz pero imaginativa maniobra por parte de Remender. Esta vez, Osborn intentará deshacerse de su cucaracha con métodos más directos, nada menos que utilizando a Daken, enfundado en su traje de Dark Wolverine, quien no necesita ningún motivo especial para rajar a alguien con sus garras de adamantium. Dicen que la tercera es la vencida, y luego de sobrevivir a Sentry y a Parker Robbins, quizá a Frank la suerte se le haya acabado.
Si bien esta etapa es la sucesora espiritual de War Journal, Remender estaba decidido a entregar una colección adulta como la que más, con un espíritu sucio y descarnado. Como la anterior, la obra transita por caminos poco habituales para el implacable vigilante, sobre todo en tiempos en que el realismo frío y pesimista de Garth Ennis reinó por sobre otras cosas. Acá hay supervillanos, magia, elementos sobrenaturales, e incluso trazas de terror, aunque el guionista se las arregla para encontrarles siempre el lado más sórdido. Solo escapa a esa tendencia el Annual #1, con una intención más relajada, un tono ligero, y diversión endiablada.
"Creo que a lo que la gente ha respondido en los primeros números de la serie es a la apuesta", diría Remender en una entrevista al portal Comic Book Resources. "Frank es un guerrero callejero que normalmente elimina grupos mafiosos, pero ahora está apuntando a líderes como Norman Osborn, por lo que eso aumenta su papel. Creo que cuando pones a alguien así en esa situación, está tan terriblemente superado por todo lo que le rodea, que te obliga a ver la fuerza del personaje". Respecto del debutante Henry, declararía que él y Frank tienen "una extraña relación padre-hijo. Tenemos grandes revelaciones sobre el origen de Henry que explican mucho sobre por qué buscó a Frank y qué está pasando con esos dos. Entender por qué Henry está haciendo esto en primer lugar, más allá de que es un buen tipo, definitivamente conducirá a lugares que nadie espera. Hay muchas cosas divertidas por venir".
Al dibujo: Jerome Opeña —Fear Agent, Uncanny X-Force— se reparte labores artísticas con Tan Eng Huat —Silver Surfer: In Thy Name, X-Men Legacy— para plasmar estas impactantes páginas. Ambos, viejos conocidos del guionista, realizan un trabajo más que correcto, contribuyendo a que el título tenga una personalidad propia y definida.
Acto 2. Punisher Vol. 8 #11 - 21 y Dark Wolverine #88 - 89: cuando Frank conoció a Frankenstein
Spoiler: el enfrentamiento entre Daken y Frank en el especial The List no terminaría nada bien para nuestro protagonista. Con su cuerpo descuartizado y bien muerto en el fondo de un callejón, por lo que no era fácil para Remender seguir a partir de aquí. El guionista tenía un plan trazado para conducir al Punisher por nuevos y salvajes territorios, de tal manera que la conclusión de la batalla contra el falso Wolverine no sería más que la excusa para tomar un camino imprevisible. Porque, ¿cómo reaccionarías si te digo que los trozos de Castle serían reunidos, zurcidos y resucitados, al más puro estilo de Frankenstein, por un grupo de monstruos que viven en una ciudad secreta? Probablemente te parezca un concepto, por decir poco, extraña.
Remender parte de la idea que las aventuras del vigilante habitualmente se mueven en un entorno crudo y realista, pero los lectores ya tienen mucho de eso en la línea MAX. En cambio, esta cabecera se ubica en el centro del Universo Marvel, en un cosmos de ficción donde confluyen superhéroes, magia, robots, fantasía y, por supuesto, monstruos. El escritor tiene un especial cariño por estos últimos, como los de la era pre-Marvel que dibujara Jack Kirby, y los que inundaron la editorial en los años setenta, como Giganto y Man-Thing. De su intención de establecer una nueva mitología para estos seres, y del resultado de aunar diferentes elementos dispersos en una sola comunidad, es que nacería la nueva familia de Frank. O quizá debamos empezar a hablar de Franken-Castle, aquello en lo que se convierte en las primeras páginas, y que es el nombre que adquirió la serie durante los #17-21.
Para ser sinceros, la situación es peligrosamente estrambótica, y el riesgo era alto. Ya en el pasado el Castigador navegó por aguas que le eran ajenas, con resultados desastrosos: no olvidar su primera miniserie al alero de la línea Marvel Knights, en que un fallecido Frank era resucitado para servir como instrumento de castigo del mismísimo cielo. El precedente no asustó al escritor, pues en esta caso el protagonista sigue siendo el mismo de siempre, al que le ha ocurrido algo totalmente imprevisto, y que le coloca en un lugar totalmente peculiar. Al respecto brilla especialmente la conversación que tiene con Henry, y que es utilizada por Remender para explicar qué diablos hace Castle al lado de hombres lobo, vampiros y bestias radioactivas.
La idea surgiría de una conversación del guionista con Jason Aaron, Matt Fraction y Tony Moore, acerca de un hipotético crossover entre Ghost Rider, Wolverine y Punisher. La idea central de la historia giraría en torno a una Ciudad de Monstruos, oculta en el subsuelo de New York, aunque posteriormente sería desechada. Cuando Aaron ya se estaba encargando de Punisher MAX, y en la Casa de las Ideas querían hacer distinto con esta colección, Remender recicló la idea, más unos bocetos iniciales de Moore, y ya tenía el giro radical que estaba buscando.
Luego de cumplir la importante misión que los monstruos le encomendaron, Franken-Castle tendría tiempo de batirse en un segundo asalto contra Daken. El hijo de Logan, que siempre ha contado con la suerte del despreciado, saliendo más o menos indemne de todo lo que le ha caído encima por ser un personaje cruel y sádico, poco sospecha que Castle ha regresado de la muerte. Pero ahora que este se ha acostumbrado a su faceta de monstruo, le queda un trabajo por hacer, devolver el golpe a quien lo dejó en tan lamentable estado. Además, estos hechos darán pie para que Frank abrace por completo su "monstruosidad" previo a la recuperación de su humanidad, pues siempre supimos que este cambio tenía fecha de caducidad. No había para qué entrar en pánico.
En una entrevista a Newsarama, Remender afirmó que al margen de la polarización generada por incluir a Punisher en un entorno tan ajeno, se siente satisfecho de haber realizado esa jugada tan poco prevista. Reconoce que mucho de eso tiene que ver con los artistas con los que trabajó, como Tony Moore, quien llevó el diseño de Franken a un nivel mucho más profundo a lo que había ideado, y a Dan Brereton, a quien le debemos el origen del villano Hellsgaard. Por cierto, las motivaciones de aquel —su familia fue asesinada por hombres lobo, por lo que ahora se dedica a cazar monstruos— están ahí adrede para plasmar una parábola y explotar una obvia hipocresía por parte de Frank.
Así que si eres de aquellos que bufaste "estos de Marvel ya no saben que hacer" al enterarse de este nuevo estatus, te sugiero que dejes tus prejuicios de lado, pues el reconstruido Frank será protagonista de una historia muy entrañable.
Al dibujo: un verdadero carrusel de artistas, entre los que encontramos a Roland Boschi, Jefte Palo, entre otros. De entre ellos, destacan principalmente los que nombramos anteriormente, como Tony Moore, co-creador de The Walking Dead, tanto por ser uno de sus pocos trabajos en Marvel, como por las características de su trazo, ideal para que nos encariñemos con los engendros que por acá desfilan; y Dan Brereton —The Psycho, Batgirl and Robin: Thrillkiller—cuyo estilo realista es un en sí mismo un homenaje a la Era Atlas, de donde Remender tomó a varias criaturas que aparecieron aquí.
Acto 3. Punisher: In The Blood #1-5: armando el rompecabezas
El canto del cisne de Remender con el personaje se dió, extrañamente, en una miniserie al margen de la colección principal. No sabemos si esta decisión se tomó para que el siguiente guionista -Greg Rucka- asumiera rápido, por que la polémica suscitada por Franken-Castle asustó a los editores, o porque la brutalidad de la historia no encajaba con una colección que no tuviese una etiqueta de Advertencia Parental en la portada; pero lo cierto es que el guionista se despidió con Punisher: In The Blood.
Y qué mejor manera de terminar, que cerrar el circulo de los cabos sueltos iniciados por allá por su primera toma de contacto con el personaje en Punisher War Journal, pues acá tendríamos el enfrentamiento final del vigilante con Jigsaw, Microchip, y Stuart Clarke, así como la resolución de la trama de su ayudante Henry y la misteriosa asesina cubierta de cuero negro que lo ha estado acechando desde hace varios episodios. Y la verdad es que el conflicto no se corta un pelo a la hora de plasmar una brutalidad y salvajismo poco habitual en cómics mainstream, no teniendo nada que envidiar a su homónimo de la línea MAX. Tenemos tortura, litros de sangre, traumas familiares, e incluso una escena sexualmente asquerosa, todos elementos que nos llevan a explicarnos cómo es que Frank no se vuelve loco. Y si ya lo está, cosas como estas lo explican.
Para Remender, era lógico que la guinda de su pastel estuviese representada por Billy Russo, dada su extraña relación de amor/odio con Frank. En declaraciones a Comic Book Resources, el guionista reflexiona que "la relación entre Punisher y Jigsaw es interesante porque básicamente son dos tipos que han tenido muchas oportunidades de matarse entre sí, pero por alguna razón son incapaces de apretar el gatillo. Entonces se siguen torturando el uno al otros, es casi una rutina. Creo que todo se reduce a personas de mentalidad enferma que están atrapadas en algún tipo de historia de amor masoquista".
En resumen, podemos concluir que en Punisher, Rick Remender dio su sello personal a una colección que intentó no ser más de lo mismo que lo que encontrábamos en Punisher MAX. Siendo continuista con los preceptos del escritor anterior Matt Fraction de insertar a Frank en el epicentro del Universo Marvel, a la primera oportunidad se llevó a su criatura hacia aguas extrañas, representando en Franken-Castle una vuelta de tuerca que no habíamos visto, y posiblemente nunca más veamos en alguna serie de Frank.
Acompañado de un puñado de artistas que realizaron un trabajo notable, y todo sellado con una miniserie que es un regreso a los orígenes en toda regla, Punisher, Franken-Castle y Punisher: In The Blood conforman otro excelente capítulo en la cronología del vigilante de la camiseta de calavera, personaje que si bien no siempre ha gozado de serie regular, se las ha arreglado para que cada una de las cabeceras de las que ha sido protagonista brillen por sí mismas. Mary Shelley estaría orgullosa.