Guía de lectura - Captain America de Mark Waid: cuatro veces venceremos
El guionista Mark Waid y el Captain America tienen una relación especial. Su nombre está en el podio de las mejores épocas que ha atravesado el héroe de las barras y estrellas, con la particularidad de que no fue una, ni dos, sino cuatro veces —repartidas en 5 títulos—en que personaje y escritor se han encontrado. Waid es dueño de un estilo que se apega a la vertiente superheroica más clásica, y es así que ha sido el autor de elección cada vez que la editorial ha necesitado recordarle a los lectores quién es realmente Steve Rogers, y cómo debe ser una cabecera protagonizada por él.
Pero, ¿cuáles han sido eso momentos? Hemos elaborado esta guía para que no te pierdas en esas etapas, sepas situar algún número en particular, o simplemente quieras saber por dónde comenzar si es que quieres zambullirte en unas historias muy recomendables.
Captain America vol.1 #444 - 454 (1995): renacer sin patria
Suele decirse que los noventa fue una década difícil para Marvel. Esa afirmación es particularmente clara para los íconos de la editorial, como Thor o Iron Man, que se vieron relegados tanto por la popularidad e inundación de títulos mutantes y arácnidos, como por atravesar etapas de dudosa valía artística y narrativa.
En el caso de la colección Captain America, esta venía en manos del guionista Mark Gruenwald por nada menos que una década, que pese a haber establecido varios hitos, demostraba un agotamiento y desgaste de ideas. En particular, su último año venía siendo muy chocante, cuando el suero del supersoldado se había vuelto contra Rogers, haciendo que su cuerpo entrara en una fase de degeneración, quizá como una metáfora de lo que ocurría con la serie. El último número de Gruenwald dejaba un final abierto: el Capi se había tendido en su lecho de muerte, esperando el inevitable final, pero poco después su cuerpo desaparecía, dejando vacía la armadura que hasta entonces le servía como soporte vital.
Por tanto, se hacía necesario un revulsivo, algo que devolviera al personaje a la gloria. Resolver aquel desaguisado no sería fácil, pero el tándem elegido de Mark Waid y Ron Garney se lanzó a la tarea con el entusiasmo dado por la oportunidad de trabajar con su personaje favorito. Waid se había desempeñado como editor en DC Comics, pero por entonces destacaba como el escritor que había reposicionado a The Flash como una colección y personaje a tener en cuenta. En tanto, Garney no era precisamente una estrella del dibujo, pero estaba claro que era un artista interesante al que convenía seguir de cerca.
Así, los lectores que habían dado la espalda al concepto del Capi por considerarlo pasado de moda, vieron como su opinión cambiaba al leer los primeros episodios del binomio. Tras solucionar el muro argumental en que lo había dejado Gruenwald, con Rogers al borde de la muerte y desaparecido, los autores se abocaron a una aventura en tono de espionaje y acción trepidante, en la que tenía lugar el regreso de un par de personajes claves de la mitología del Centinela de la Libertad. Por una parte, tenemos al peor enemigo del protagonista, Red Skull; y por otra, la que fuera novia de éste en sus años dorados, Sharon Carter. Esta se pensaba muerta todo ese tiempo, y en su regreso hizo gala de una personalidad propia de una superespía arquetípica de los años noventa.
En el primer arco argumental llamado "Operation: Rebirth", ese fue justamente el enfoque puesto por el guionista, presentar un explosivo thriller de espías, de lo que tan bien tomaría nota posteriormente Ed Brubaker. Waid construyó un Capitán América eminentemente clásico, fiel a su intención de devolver al cómic su orgullo heroico del pasado, aunque utilizando herramientas narrativas modernas que no hacía parecer a trabajo un ejercicio de nostalgia forzada, sino más bien una senda interesante que explorar. Eso sí, finalmente el proceso creativo se acercó más al relato clásico de acción desbordada, con el Capi acometiendo acciones imposibles gracias a su inquebrantable fuerza de voluntad. La respuesta del público fue muy positiva, llenando al título de alabanzas, y con ventas que comenzaron a remontar.
Ron Garney, en tanto, se había especializado en títulos enmarcados en el ámbito sobrenatural, como Moon Knight, Nightstalkers y Ghost Rider, siempre con un profesionalismo destacable. Su estilo tenía la espectacularidad de la época, pero evolucionaría de forma radical en apenas unos pocos números, decantando hacia un trazo elegante y simplificado que apuntaba en dirección opuesta al exceso de su tiempo, pero satisfaciendo el gusto de aquellos lectores aburridos de tanta pose imposible y líneas innecesarias, y que buscaban dibujos hechos en función del guión, y no al revés.
Por tanto, el título “Operación Renacimiento” ya era en sí mismo la demostración de la intención de recuperar todos aquellos elementos indispensables para el mito del Capitán América, que de alguna manera se habían perdido en aquel entonces. Guionista y dibujante no sólo levantaron de su tumba, metafórica y real, al personaje protagonista, sino que también se encargaron de devolver la magia, la atención y los aficionados a la colección.
La segunda aventura de Waid y Garney daba un paso más allá, cuyo título, "Man Without a Country" una vez más daba para dobles interpretaciones. En esta oportunidad, la acción se situaba fuera de las fronteras estadounidenses por un mandato del Presidente Clinton al comienzo del arco, y encontramos la presencia presencia de una grandilocuente conspiración. Siguiendo la senda del espionaje, el equipo se inspiró en el film de 1994 True Lies, y en la idea de un agente que viva aventuras fuera de Estados Unidos, pero que aún así lo defienda a través de misiones encubiertas, o trabajando para el presidente, y que en algún momento tenga que limpiar su nombre.
La historia además capturó muy bien el zeitgeist que por entonces tenía su país natal, puesto que gracias a series como The X-Files la palabra conspiración estaba a la orden día. Además, la participación de la nación en la reciente Guerra del Golfo, y el comportamiento internacional errático desde la Guerra de Vietnam, hizo que el público no estuviese del todo confiado en la política exterior del Tío Sam.
Fue durante esta trama en que quedó patente que el equipo manejaba al dedillo la colección, pero también cuando supieron que sería la última aventura que desarrrollarían. Un grupo de ejecutivos de Marvel, más interesados en los billetes que en la calidad del material publicado, tenían un plan para reflotar el rincón de los héroes clásicos, que estimaban necesitado de salvación. A espaldas del Bullpen, habían firmado un acuerdo para que Jim Lee y Rob Liefeld, y sus esbirros colaboradores de la Editorial Image se encargaran de esos iconos en horas bajas. Lee se quedaba con Fantastic Four e Iron Man, mientras que Liefeld hacía lo propio con el Captain America y Avengers. Comparando la elegancia en el trazo de Ron Garney, con las desproporciones y los excesos de Liefeld —aún hoy recordar esa imagen de Rogers con el pecho tamaño XXXXL da alipori—, cualquiera creería que se trataba de una broma, pero lamentablemente no lo era. La operación fue conocida como Heroes Reborn, y sin duda ha sido el momento más bajo creativamente hablando de la historia de la editorial.
Afortunadamente, el destino a veces sí sonríe a quienes lo merecen, y luego de aquel hiato vergonzoso y sin sentido, que se extendió más de un año, Rogers volvería a la senda correcta. A Heroes Reborn seguiría Heroes Return, donde los iconos volvían a casa y se ponían en manos adecuadas para guiar su destino. En el caso del Capitán América, Waid y Garney fueron restituidos en su puesto, de manera que pudieron continuar allá donde lo habían dejado. Pero de eso, hablaremos más adelante.
¿CÓMO LO CONSIGO? Como es habitual cada vez que llega la hora de recomendar materiales en español, la primera opción, y a veces la única, son las ediciones de los chicos de Panini Cómics España. Hace solo unos meses, han publicado estas entregas en dos tomos de la colección 100% Marvel HC, titulados Operación: Renacimiento (Captain America #444-448) y El Hombre sin Patria (CA #450-454), con un valor de EUR 18 y 20 respectivamente, o sea, CLP $18.000 - 19.600 y $20.000 - 22.000 en comiquerías nacionales que importan tomos de forma directa. No sabemos si llegarán algún día de la mano de Panini Chile, aunque no es una idea descabellada. Por cierto, el #449 no fue incluido, por ser parte del crossover First Sign, que pronto verá la luz de forma separada.
- PANINI CÓMICS — 100% Marvel HC. Capitán América: Operación Renacimiento
- PANINI CÓMICS — 100% Marvel HC. Capitán América: El Hombre sin Patria
Captain America Vol. 3 #1 - 23 (1998) y Captain America: Sentinel of Liberty #1 - 12 (1998): regreso al 616
Como decíamos, el trabajo de Waid fue abruptamente interrumpido por Heroes Reborn, aunque en realidad, la historia estaba lejos de terminar. Al cabo de unos meses, el acuerdo con los chicos de Image demostró sus fallas, mientras que en la plana mayor de Marvel cambiaron algunas cosas y se tomaron las decisiones correctas. Luego de cerrar el experimento con la miniserie en que los personajes volvían a casa, Rogers recaló nuevamente en las capaces manos de Waid y Garney, para continuar sus aventuras allá donde las dejaron.
Este movimiento recibió el lógico nombre de Heroes Return, y no comprendió solamente el relanzamiento de las series en cuestión, sino que también llevó aparejado un notorio cambio de look de los protagonistas, como una nueva armadura para Iron Man, o el estreno de un uniforme muy distinto al habitual para los Cuatro Fantásticos. En el caso del capi, sin embargo, esto se vió comprometido pues la fuerza iconográfica de su indumentaria era tal calibre que nadie se atrevió a modificarla por miedo a un impacto negativo. No obstante, el personaje aún deba ciertas ventanas para un cambio, pues si no podemos cambiar el uniforme, ¿que tal con el escudo?
La idea se puso en marcha casi de inmediato, y para ello, el guionista ideó una trama en que Rogers perdía su escudo en el fondo del Atlántico. Como sustitutos, el héroe de las barras y estrellas utilizó un par de reemplazos, como una imitación del modelo circular confeccionado por Tony Stark, una replica del diseño de triángulo donado por el Instituto Smithsonian, y finalmente, un escudo de energía sólida, muy similar a uno que había usado anteriormente. Por supuesto, las cosas no quedarían y ahí, y posteriormente asistimos a una línea argumental donde el asunto quedaría finalmente zanjado.
Pero mientras la trama del escudo se desarrollaba, pasaron dos cosas importantes en la colección. A nivel artístico, vimos la llegada de Andy Kubert a los lápices, en reemplazo de un Ron Garney que pasaría a dibujar Captain America: Sentinel of Liberty. Aunque ambos artistas tienen una estética con un aire similar, se notó un cambio profundo al pasar del estilo minimalista de Garney, al maximalista de Kubert. Si bien el aspecto visual no perdió en calidad, nos despedimos de los trazos simples para recibir anatomías más hipermusculadas acorde a la época, aunque sin perder elegancia.
El segundo hecho ocurrió cuando Waid decidió ofrecernos el largamente esperado regreso de Red Skull. Antes de sumergirse en la saga propiamente dicha, el guionista optó por escribir un número muy especial, el Captain America #14, donde le daría todo el protagonismo al supercriminal nazi, contándonos su origen y entorno, pero visto a través de sus ojos. Este planteamiento inspiró a Kubert a realizar una serie de páginas-viñeta de gran belleza plástica, cuyo broche de oro fue un tratamiento cromático en que sólo se coloreó el cráneo rojo del villano.
A pesar que el resultado fue una entrega excepcional, a última hora un editor decidió que el cómic debía ser modificado, así que se reescribieron algunos pasajes, e incluso se eliminaron dos paginas: tú no aprendes, Marvel. Obviamente, esto provocó el enojo de Waid, quien decidió quitar su nombre de los créditos del número, aunque no pudo hacerlo de la portada, que ya estaba impresa. Afortunadamente, con el tiempo ese error fue subsanado y en reediciones posteriores de esta etapa se utilizó el cómic como originalmente lo concibieron los creadores.
En paralelo, la renovada popularidad de la que gozaba el Capi le permitió tener una segunda colección, esta vez una maxiserie de 12 entregas llamada Captain America: Sentinel of Liberty, que también fue escrita por Waid, acompañado por Garney en su primera mitad. Este título tuvo como objetivo narrar aventuras de Rogers a través de toda su historia, desde los años cuarenta hasta la actualidad, al estilo de Untold Tales of Spider-Man o Legends of the Dark Knight.
Por tanto, acá encontraremos tramas de Rogers ambientadas en la Segunda Guerra Mundial —con la inevitable aparición de los Invaders—, en el tiempo luego de su incorporación a los Avengers, o de cuando compartía cabecera con Sam Wilson en Captain America & The Falcon, por allá por la Edad de Bronce, entre otras. En conjunto, son un interesante ramillete de narraciones, que aunque no suman a la historia de la serie principal, sí funcionan perfectamente como companion de ésta. Merece que le des un vistazo.
Finalmente, a fines de 1999 vería la luz Captain America #23, la última entrega escrita por Waid. A sus espaldas, dejaba un puñado de historias trepidantes y entretenidas, y el trabajo bien hecho de devolver a Rogers a su concepto heroico original, pero sin dejar de lado la modernidad del mundo en que se publicaron. Sin embargo, en ese momento nadie sabía que no sería la última vez que autor y personaje se verían las caras...
¿CÓMO LO CONSIGO? Adivinaste si tu primer pensamiento fue mirar en el catálogo de Panini España. Esta etapa completa, más algunos añadidos, fue editada en dos tomos de la Colección Extra Superhéroes, extinta línea en un formato de tamaño reducido, pero con gran cantidad de paginas a buen precio. En este caso debemos localizar Capitán América: Servir y Proteger — Captain America #1-12— y Capitán América: Resplandor Rojo —CA #13-24 y Annual '99—, cuyos valores son de EUR 15 y 15,95 respectivamente, o sea, entre CLP $15.000 y 19.000 en tiendas nacionales.
- PANINI CÓMICS — Colección Extra Superhéroes. Capitán América 1: Servir y Proteger
- PANINI CÓMICS — Colección Extra Superhéroes. Capitán América 2: Resplandor Rojo
Captain America: Man Out of Time #1 - 5 (2011): el hombre que vino del pasado
Como sabemos, la vida de Steve Rogers cambió completamente cuando decidió someterse al experimento que lo transformó en el supersoldado por antonomasia del Universo Marvel. Poco después adoptaría la identidad del Capitán América, el gran símbolo de la democracia durante la Segunda Guerra Mundial. Pero justo antes de que acabara tal conflicto bélico, el héroe desapareció debido a una sucesión de trágicos hechos que lo llevaron a un estado de hibernación que lo apartaron del mundo por varias décadas. Por fortuna, los Avengers encontraron su cuerpo, y lo regresaron a la vida. A partir de ese momento, Rogers fue un hombre llevado al futuro, que necesitaba adaptarse a su nuevo tiempo.
En 2011, Marvel decidió que era hora de explorar más a fondo esa época, y para ejecutar un proyecto de tal envergadura, el editor Tom Brevoort asignó el proyecto a un guionista de talento contrastado, y conocimiento absoluto del personaje: Mark Waid. El resultado fue la magnífica miniserie de cinco entregas Captain America: Man Out of Time, en que Waid formó equipo con el artista Jorge Molina para entregar una imprescindible actualización de aquel periodo tan importante en la cronología del personaje. La idea es mostrarnos el modo en que un hombre enfrenta una situación excepcional, al encontrarse en un contexto histórico diferente al que ha enfrentado toda su vida.
Hay que considerar que Rogers no tuvo conciencia del tiempo en que estuvo en animación suspendida, y para el, todo es tan extraño como irreconocible. No sólo se encuentra con un New York sacado de una película de ciencia ficción futurista, sino que también constatará que la gente manifiesta códigos conductuales, sociales e incluso morales muy distintos a los de la década del cuarenta. Por esta razón, uno de los motores narrativos es la forma en que nuestro protagonista vuelve a poner de manifiesto su gran capacidad de superación, lo que a su vez hace posible que estemos ante una obra clave para entender mejor ese punto de su trayectoria.
¿CÓMO LO CONSIGO? La única manera de conseguir esta miniserie en español es a través de su correspondiente tomo de Panini España. En este caso hablamos de un volumen en tapa blanda de la línea 100% Marvel, cuyo valor es de EUR 11, equivalente a CLP 11.000 - 12.000 en pulperías chilenas.
- PANINI CÓMICS — 100% Marvel. Capitán América: El Hombre Fuera del Tiempo
Captain America #695-704 (2017): de las cenizas del imperio secreto
Contra todo pronóstico, o no tanto si consideramos la calidad de sus trabajos anteriores, Rogers y Waid volverían a cruzar caminos, aunque para ello deberían pasar casi veinte años desde una serie regular, y una década desde Man Out of Time. Nuevamente al guionista le tocaría recoger los pedazos dejados por el escritor anterior, y rearmar al Capitán América en su gloria clásica. En este caso, todo vino a raíz del impecable evento Secret Empire, en que una versión malvada de Steve Rogers llevó a la organización terrorista Hydra a la cima del poder, y a mundo casi a su destrucción. Esta mega saga vino a cerrar las tramas iniciadas por Nick Spencer en las dos series del CapI que escribía, Captain America: Steve Rogers y Captain America: Sam Wilson, y que a su vez, venían de un mini-evento vengador llamado Avengers: Standoff.
Afortunadamente para todos, el Capitán América original regresó a tiempo de salvar la situación, pero el legado oscuro del Hydra-Cap perduraría, con Rogers visto como un paria, odiado por un pueblo que se sintió traicionado por su máximo símbolo heroico. Y una vez más, en un momento en que Steve se vio nuevamente desdibujado —aunque esta vez con buenas razones—, en el bullpen llamaron por tercera vez al hombre que sabe lo que hay que hacer, y del que nadie dudaba de su capacidad de poner al escudo en el camino correcto.
Esta vez, vino acompañado por el dibujante Chris Samnee, artista que ya lo acompañara tanto en la segunda mitad de su inmortal periplo en Daredevil, como su breve etapa en Black Widow. Su estilo depurado, limpio y de impecable narrativa es heredero de los grandes de la animación estadounidense, y de autores como Alex Toth, Milton Caniff o Bruce Timm, por poner algunos ejemplos.
Como siempre, la fuente primaria de inspiración del dueto fue la de recuperar el espíritu del Capitán América eminentemente heroico, pero utilizando códigos narrativos modernos. Al principio, seríamos testigos de un road trip, pues como consecuencia de lo ocurrido con su doppelganger malvado, Rogers recuperaba su motocicleta y se lanzaba a un viaje de autodescubrimiento a lo largo de los Estados Unidos.
En los años inmediatamente anteriores, las dos etapas en las que Waid y Samnee habían trabajado juntos se saldaron con gran éxito, con productos que fácilmente podrían situarse dentro de lo mejor de la cosecha marvelita de ese entonces. Ese sinónimo de calidad y grandeza hizo que ambos recibieran varias ofertas de la editorial, y mientras meditaban que decisión tomar, se vislumbró en el horizonte que Rogers estaría libre, y saltaron por él.
En una entrevista al portal IGN.com, Waid diría que este nuevo trabajo "es en gran medida un recuerdo de una era más bombástica y clásica de Marvel, pero con una sensación moderna. Chris y yo estamos trabajando para unir la grandeza del Capitán América de la Edad de Plata con el Steve Rogers y el Universo Marvel de hoy, y nos estamos divirtiendo. Al igual que nuestra etapa en Black Widow fue totalmente diferente de nuestro Daredevil, nuestros números del Capi tienen una variación en el estilo, mezclando lo mejor de nuestros dos trabajos anteriores, enfatizando la humanidad y la alta aventura en partes iguales".
La dupla comenzó a trabajar en el título cerca de nueve meses antes que viera la luz el primer número. Waid intuía la polémica que iba a acompañar a Secret Empire, pero prefirió minimizar su importancia, y aunque Rogers está afrontando las consecuencias del daño causado por su impostor, no se entra en demasiados detalles al respecto, y en realidad tampoco se necesita. Acá veremos al Capi haciendo lo que mejor sabe hacer, golpear nazis, y como toda buena etapa que se precie, la aventura final estará ubicada en algún futuro distante, tal como hizo Grant Morrison con New X-Men.
Eso sí, creo que en esta oportunidad el guionista no da con la tecla del todo correcta, pues estas historias no pueden sacudirse la sensación de ser meros rellenos, más material de algún especial o anual que de una trama más ambiciosa, lo que se nota aún más al compararlos con la narrativa más sofisticada de su antecesor Nick Spencer, y su sucesor Ta-Nehisi Coates. Es muy probable que Waid supiese de antemano que lo suyo no sería más que un interinato, o quizá simplemente estaba poco inspirado —como en su etapa contemporánea en Avengers—, pero lo cierto es que él mismo reconocería que tomar por cuarta vez al personaje era algo desalentador, y que no lo hubiese hecho sin el acompañamiento del dream team de Samnee, el colorista Matt Wilson y el rotulador Joe Caramagna.
No obstante lo anterior, sin duda que estos episodios son un caramelo para los fans del personaje, y todo aquel que quiera leer historias del capi con aventura en estado puro. Suponen un interesante quiebre entre tramas más rebuscadas y con mayor carga política de las colecciones del personaje del último tiempo, y una inyección a la vena de un suero muy alto en entretención.
¿CÓMO LO CONSIGO? Al tratarse de material reciente, esta etapa la podemos encontrar tanto en edición española de la editorial Panini España, como de la argentina Ovni Press. Allende el Atlántico, podemos acceder a una edición en grapas, que en 11 números recupera la etapa por completo, mas algún añadido extra. Mientras, al otro lado de la cordillera, podemos conseguirlo en dos volúmenes de Ovni Press, en su ya habitual formato de tomos en tapa blanda, de tamaño levemente reducido, cuyos valores son de ARS $660 y 520 respectivamente, equivalentes aproximadamente a CLP $20.000 y 16.000 en tu rotisería mas cercana.
- PANINI CÓMICS — Capitán América vol. 8 #89 - 99
- OVNI PRESS — Capitán América 1: Recuperando la Libertad
- OVNI PRESS — Capitán América 2: Tierra Prometida
Para concluir, hay que puntualizar que cuando se hacen esos top tens tan socorridos de las mejores etapas de la historia de un personaje, las conducidas por Mark Waid en los noventa siempre se ubica en posiciones de avanzada, de manera que ya sea en aquella versión o la actual, siempre son vigentes y poderosas, tal como esos buenos cómics que hay que tener y que resisten estoicos el paso del tiempo.
Así que si eres fan del personaje, estas son historias que no debes dejar pasar. Si por el contrario aún piensas que el Capi es un personaje unidimensional que solo está ahí para servir de carne de cañón de aquel patriotismo estadounidense acéfalo y fanático, leer estas etapas son una excelente oportunidad para salir de esa ignorancia que sin duda padeces. Lee, lee, que algo queda.