Panini Chile - Quién es quién: "Stranger Things: El Otro Lado"
Llegamos al final de nuestra tarea de destripar los diversos títulos que incluye el catálogo inicial de Panini Chile. Y aquí rompimos la tónica, pues si los cinco anteriores eran de Marvel, ahora corresponde hablar de uno de la editorial Dark Horse. Con ustedes, Stranger Things: El Otro Lado.
STRANGER THINGS: EL OTRO LADO
Espera. ¿No era que la gracia de Panini Chile estaba en que traería colecciones Marvel? Pues la editorial sorprende a propios y extraños con la inclusión de esta obra de la editorial Dark Horse, basada en la que quizá sea la serie más famosa de Netflix. Y bueno, quizá Eleven termine siendo un X-Men, así que tan lejos de la Casa de las Ideas no estamos.
Stranger Things es, sin duda alguna, un fenómeno moderno. Por tanto, era solo cuestión de tiempo antes de que comenzara a ramificarse a otros medios, como novelas o juegos. Siguiendo esta estela, la editorial del caballito negro lanzó una serie limitada de cuatro entregas, escrita por Jody Houser e ilustrada por Stefano Martino, contando la desconocida historia de Will Byers durante los eventos de la primera temporada, que sigue siendo indudablemente la mejor de la serie. Una de las incógnitas que quedó en nuestras mentes fue qué pasó exactamente con Will mientras estuvo en el Upside Down, víctima de los extraños eventos en el pueblo de Hawkins. Finalmente podemos saberlo, gracias a esta obra que nos regresa a aquel verano de 1983, las vacaciones que lo cambiaron todo. Es una gran idea para un cómic derivado, pero ¿la ejecución será tan buena como el concepto? Spoiler: sí.
Como dijimos, esta obra tiene como absoluto protagonista a Will, pues lo acompañaremos en su macabra aventura en este reverso oscuro, mientras lucha por superar el terror que sufre al saber qué es lo que hay en esa dimensión con él. Gran parte de la historia se cuenta a través de cuadros de texto desde el punto de vista de un narrador omnisciente, lo que es una táctica que funciona sorprendentemente bien, pues permite al lector entrar en la mente de Will y al mismo tiempo estar al tanto del esquema más amplio.
Hay muy poco diálogo en esta serie, ya que en realidad el protagonista no tiene a con quién hablar. Para compensar esto, el guionista utiliza una serie de secuencias de flashback para los juegos de Dungeons & Dragons que Will jugó con sus amigos antes de su desaparición. Estas secuencias del pasado tienen múltiples propósitos. El primero es una forma de desarrollar al chico en un personaje más tridimensional de lo que era en el programa, y el segundo es una metáfora de lo que Will está pasando actualmente durante su estadía en este terrible nuevo universo.
Houser captura perfectamente las voces de los personajes y la sensación del universo de Stranger Things, mientras elabora una historia que circula entre cosas vistas y otras desconocidas de la temporada uno. Francamente, aunque al protagonista le pese, es agradable pasar más tiempo en el Otro Lado que en nuestra realidad, pues es ahí donde podemos conocer hechos nuevos, y es su presencia la complementa tan bien la tanda de episodios iniciales del show. El equipo creativo logra hacer de eso uno de los aspectos más interesantes de la miniserie, representando un Upside Down realmente maravilloso y espeluznante.
Sin embargo, su planteamiento tan dependiente del show madre hace el guion no consiga la autonomía necesaria para que la trama destaque por sí sola. Hay situaciones, diálogos y apariciones que, directamente, pueden no entenderse sin el referente de la serie, por lo que la obra no puede considerarse como una buena puerta de entrada a este universo. De todas formas, no lo considero un lastre por sí solo, porque dudo que alguien se interese por este tomo sin haber visto ST antes. Por el contrario, hará las delicias de los fans más aficionados del programa al estar plagado de referencias, guiños, y sobre todo, nuevas aventuras de uno de sus personajes.
No obstante lo anterior, lo más destacado de este tomo es el brillante arte de Stefano Martino, que toma el guion espeluznante de Houser y lo hace aun más terrorífico. Su trazo captura perfectamente la semejanza con los actores, pero sin dejar de aportar su propio aporte al aspecto gráfico. Su estilo difiere dependiendo de si está representando el Upside Down o uno de los flashbacks de D&D, cada uno de los cuales funciona perfectamente para la secuencia que se cuenta. Claramente está inspirado siguiendo el modelo del Otro Lado de la serie de televisión, pero realmente lo expande, y lo hace ver y sentirse como un lugar real más real que su versión catódica.
Su diseño del Demogorgon también es extremadamente espeluznante, dándonos la visión más detallada de la criatura hasta el momento. Es inmediatamente identificable como el mismo monstruo del programa, pero se ve y se siente un poco más definido. Es el horror en su máxima expresión, y cada viñeta en la que aparece eleva la historia y nos absorbe más y más en la lectura y en lo que está sucediendo.
En el apartado físico, el tomo es muy similar en muchos sentidos con Thanos Vence, el extraño y desacertado sombreado a lo largo del lomo de libro que recrea la ilusión de un borde más curvo para el libro, las hojas tienen un alto gramaje, el pegamento se ve bien unido al lomo, por lo que debería durar varias lecturas antes de comenzar a afectarse la integridad del libro y la traducción es un justo traspaso desde el español europeo, pero respetando los nombres.
En definitiva, Stranger Things: El Otro Lado es una serie limitada increíblemente divertida. No nos revela nada particularmente nuevo o importante, pero sí explica el horrible periplo que vivió Will durante su tiempo en el Upside Down. El excelente guion de Houser, mezclado con las inquietantes y espeluznantes ilustraciones de Martino, lo convierten en una experiencia agradable y espeluznante. Es una lectura rápida, que sin duda cualquier fanático de Stranger Things disfrutará. Ojalá Panini se anime a traernos el segundo volumen, titulado "Six", que sin duda, será tan interesante como éste.
Precio: CLP $5.000.