Panini Chile - Quién es quién: "Deadpool: Matando Para Vivir"
Que el ritmo no pare. Seguimos en el desglose de los cómics Marvel que han llegado a nuestro país de la mano de Panini Chile, sello editorial que viene con todo a ocupar un sitial destacado en las estanterías especializadas de esta larga y angosta faja de tierra. Hoy, revisamos el tomo Deadpool: Matando para vivir.
Si hablamos de personajes populares, en este desembarco oficial de Marvel en Chile no podemos quedarnos sin la dosis habitual de Deadpool. El mercenario más verborreico del Universo Marvel ha sufrido varios relanzamientos en el último tiempo —mal que mal, todos sabemos cuánto nos gustan los #1—, y en esta oportunidad encontraremos el primer arco argumental de su más reciente serie, de parte Skottie Young en guiones y Nic Klein en dibujos.
Deadpool ha vuelto a ser un mercenario para ganarse la vida. Mientras Wade Wilson intenta hacer despegar su nuevo y humilde negocio, una amenaza tan catastrófica que desafía la descripción se dirige hacia la Tierra, y solo una persona puede detenerlo. Y por increíble que parezca, es justamente él. Además, descubre cómo Wade se aventura en el reino de monstruos, hechiceras, Man-Things y romance llamado Weirdworld.
Skottie Young, más conocido por ser un artista divertido y enérgico por derecho propio, tomó las riendas de escribir la cabecera Deadpool con la única intención de devolverle su faceta singularmente enigmática, versátil e insondable, con Wade Wilson volviendo a sus raíces más básicas. Young, más famoso por su faceta de artista que de guionista, acomete una etapa que en realidad no se diferencia demasiado de las anteriores, pues para ser sinceros, el personaje no da para mucho más de lo que le conocemos. Pero por lo mismo, acá encontraremos las acostumbradas bromas, risas, violencia descarada y rompimientos de la cuarta pared que son marca de la casa de Wade, todo tamizado por un puñado de buenas ideas del escritor.
El escritor anterior, Gerry Duggan, dejó al personaje en una situación ideal para cualquier sucesor, al decir adiós haciéndole un borrado de memoria, con lo que Young tiene un tablero casi en blanco sobre la que escribir las historias que quiera. Lo que no puede hacer es dejar de lado la esencia del personaje, es decir, su rol como mercenario a sueldo y su irritante carácter, y es justamente sobre estos puntos en los que cimienta su historia debut, en la que además contamos con la presencia de Negasonic Teenage Warhead, joven mutante sacada directamente de las salas de cine.
Como es habitual en la bibliografía del mercenario de pijama rojo, este es un arco argumental muy divertido, uno que realmente trata de evitar los altibajos superheroicos, los interminables cruces con los mega-eventos y el peso con el que Wade ha estado cargado en su historia reciente. Young hace todo lo posible para sacar a relucir lo que realmente funciona de Deadpool. Y si bien eso es divertido en lo micro, con los acostumbrados gags que hacen que muchas partes de los episodios se sientan ligeros y frescos, falla un poco en lo macro.
Quizá el problema sea la indulgencia excesiva, siendo la voz de Deadpool la principal de todos los números, lo que se siente algo repetitivo al no dar espacio a los demás personajes. Incluso con Negasonic, aparentemente allí para proporcionar un contrapeso más estable y aterrizado, las narración favorece excesivamente la visión alocada de Wade, que además influencia la caracterización y el diálogo de todos los que lo rodean. Incluso cuando la narración no corresponde a Deadpool, mantiene esa misma rareza, con personajes que hablan como él, que sacan referencias de la cultura pop de la nada como él, y más, todo mientras Wade hace todo lo posible por robar más y más espacio de viñeta. Si bien esto es divertido, y a menudo hay carcajadas, la atención excesiva que se le da al protagonista hace que se pierda el ritmo de la narración a favor de una caracterización errónea y en su mayoría intrascendente que no le sirve a otro que al propio Wilson.
En todo caso, aunque lo anterior sería un pecado capital en cualquier otro título, se olvida en parte porque en efecto, acá estamos hablando de un cómic de Deadpool. Es él el personaje que los lectores o compradores querrán ver, son sus bromas de las que se querrán reír, y su hiperviolencia de la querrán disfrutar, y en eso no saldrán defraudados. El diálogo siempre ha sido la base de la comedia de la serie, y aquí Young sobresale, capturando el capricho sardónico y la observación mordaz como el centro de los diálogos del protagonista.
Como decíamos, esta versión de Wade Wilson llega prácticamente como tabula rasa para que el escritor tenga un inicio limpio. Al final de la etapa anterior, el personaje rechazó el heroísmo y se sometió voluntariamente a un reseteo mental de restablecimiento de fábrica, solo para convertirse en una persona menos complicada y un mercenario más enfocado. Y justo a tiempo, ya que la Tierra se enfrenta nada menos que a la extinción, en una aventura que también involucrará a los Avengers.
Sin embargo, aquella es solo la primera de las cuatro historias de esta colección. Young realmente toma la simplificación de Deadpool y corre con ella, creando historias imaginativas que van desde una excursión por el mundo natal de Galactus hasta una maratón de caminantes en un centro comercial. Por todo eso, las historias siempre se mantienen fieles al personaje: los borrados mentales aparentemente solo se llevan los recuerdos, porque la personalidad esencial de Deadpool sigue siendo irreprimible, incluso cuando está deprimido, como en el número 6.
Con respecto al apartado visual, tanto Nic Klein como el dibujante de la historia extra del #1, Chris Hepburn, entregan un trabajo completamente adecuado y rico en detalles. Si bien el trazo de Klein es propenso a la inconsistencia —como ese intercambio de palabras entre Wade y el Capitán América, donde la cara del Capi cambia constantemente en formas aberrantes—, los detalles a gran escala de las explosiones y batallas son notables. Del mismo modo, las ilustraciones de Hepburn se sienten muy similares, con personajes y escenas saturadas, pero preciosos y densos de gags visuales que realmente son fieles al personaje y al mundo al que Young da vida en el guion.
Con todo lo descrito, aquí tenemos un intento serio de hacer algo nuevo, y darle una vuelta de tuerca a un personaje que, como todos, de vez en cuando necesita renovación. El guion nos da suficientes motivos como para confiar en este relanzamiento, y que valga la pena su compra, pues el equipo creativo ofrece con creces lo que se espera de una serie protagonizada por Deadpool. Por tanto, es una ocasión perfecta para subirse al carro del mercenario debido tanto a la situación con la que arranca la serie, como porque no es necesario saber casi nada previo del personaje para disfrutar de la historia.
En el apartado físico, el tomo es muy similar en muchos sentidos con Thanos Vence, el extraño y desacertado sombreado a lo largo del lomo de libro que recrea la ilusión de un borde más curvo para el libro, las hojas tienen un alto gramaje, el pegamento se ve bien unido al lomo, por lo que debería durar varias lecturas antes de comenzar a afectarse la integridad del libro, y la traducción es un justo traspaso desde el español europeo, pero respetando los nombres originales en inglés.
La elección de la narrativa por estirar las bromas más allá de lo que significan, y el excesivo foco en Wade, cuya idiosincrasia se contagia al resto de personajes, podría ser agotador para un lector no tan habitual de sus colecciones. Pero el resto de aficionados, y especialmente los fans más hardcore de personaje, encontrarán acá el habitual festival de bromas, absurdos, palabrotas y violencia marca de la casa de Deadpool. Si eso es lo que buscas, entonces tendrás satisfacción garantizada.