"Una hermana" (2017) de Bastien Vivès: Un Verano en la Playa
Un par de días de vacaciones pueden ser cruciales en nuestra vida. Hay un lapso de nuestra vida donde el tiempo pasa mucho mas lento y las vacaciones pueden parecer eternas. Al menos eso queremos, sobre todo cuando nuestras vivencias se transforman en un constante descubrir de sensaciones, situaciones y sentimientos. El autor francés Bastien Vivès a capturado eso a la perfección en su obra Una Hermana.
Antoine es un chico de trece años que junto a su familia ha decidido pasar el verano en la playa de Vannes, Bretaña francesa. Acompañado por sus padres y su hermano menor Titi, el muchacho parece perdido entre los juegos infantiles con su hermano y el tratar de opinar de los temas de adultos que sus padres discuten. Antoine comienza a querer ser más que un niño, pero sus padres aún no lo ven de esa forma. Toda esta situación cambiará para Antoine cuando llegue como invitada Helene, una muchacha de dieciséis años que pasa por momentos complejos de su vida y parece no saber bien que quiere.
Ambos personajes entablara gradualmente una relación fraternal que desencadenará una serie de situaciones que servirán como un tour de force para Antoine, que experimentará como una avalancha esa ansiada madurez que tanto desea. Su primer beso, su primera borrachera, su primer encuentro sexual y otras cosas más harán que el verano retratado por Vivès sea una particular mezcla de nostalgia, descubrimiento y amor. Conforme Helene gane confianza con la pareja de hermanos, Antoine dejara atrás sus prioridades de niño -léase los juegos en la playa y el dibujo de pokemones- y tratará de congeniar con Helene, que busca la necesidad de olvidarse de sus problemas en fiestas y amores de verano. Crucial en esta situación es Titi, el hermano menor de Antoine, que a medida que pasa la historia, sus intervenciones se vuelven más infantiles e intrascendentes para su hermano mayor.
Conforme el relato se perfile hacia el final, Antoine habrá vivido situaciones que lo habrán cambiado hasta un punto en que su maduración se haya vuelto demasiada desbocada, creando un sentimiento de rechazo por el ambiente que ha creado. Vital se vuelve la relación que ha creado con Helene -ahora su hermana postiza- que le dará el apoyo suficiente para evitar un desenfreno que terminaría en consecuencias abruptas -tanto literales como o figuradas- y que pueden costar más que la inocencia.
Vivès con cada álbum que estrena da enormes saltos de calidad tanto en el guion como en la forma de traspasarlos al dibujo. En Una Hermana, el autor se aleja de los retratos deformes con los que venia retratando a sus adolescentes y se decanta por una linea simple con mínimos detalles en sus personajes, pero de una increíble efectividad a la hora de mostrar sus emociones. Nótese como cada suceso cotidiano en la historia, se vuelve algo único e irrepetible al ver las reacciones de Antione en un rostro totalmente expresivo. También es cierto que Vivès no pierde tiempo en los personajes secundarios de la historia, que apenas son definidos con las lineas mínimas, pero esa decisión hace que tanto Antoine como Helene y su relación se vuelvan únicos durante los días que estén en la playa.
Para el color, el autor a decidido decantarse por usar tono monocromáticos para acompañar al dibujo. Estos tonos ayudan a dar volumen a los personaje y a situarlos en el espacio, dejando un precisión milimétrica en la ejecución del dibujo. En el conjunto, Vivès juega con la simplicidad para evocar esos días donde la vida, efectivamente, era mas simple. También es sabio al usar planos en paralelo a los personajes principales y contrapicados para los adultos de la historia, dejando la sensación de que estamos viviendo todo desde la perspectiva de los protagonistas. Incluso se da el lujo de romper esta regla autoimpuesta para exacerbar ciertos momentos de la historia que necesitan más carga dramática.
Una Hermana es una ejemplar historia donde Vivès sigue demostrando cada vez más que es un nato a la hora de construir estas historias íntimas y acotadas. Con un trazo simple e ideas claras es capaz de evocar aquellos veranos en que dimos el primer paso hacia la adultez. Muy recomendando.