"Miguel de Fuentesanta" I y II (2011, 2016): El diablo está en los detalles
En el año 2011, Ismael Hernández nos presenta una obra integral que se ganó el corazón de sus lectores, Miguel de Fuentesanta es considerada por muchos en el equipo como el mejor final en una historieta chilena y su secuela del 2016, Miguel de Fuentesanta: El Grito de la Tierra, es una digna sucesora. Ismael es ahora un autor conocido, con colaboraciones como Morder el Cielo y la premiada Varua Rapa Nui, que ha demostrado a pulso el buen artista que es, pero es con Fuentesanta que demuestra también su capacidad a la hora de narrar historias.
Resumiendo un poco el argumento del primer libro sin contar la historia, Carla es una chica camino al sur que sufre un accidente donde es la única sobreviviente, en su camino se encuentra con Miguel de Fuentesanta, un misterioso extraño que la cuida y acompaña para asegurarse de que llegue a su destino, pero en el camino Carla se da cuenta que Miguel es un justiciero solitario que se enfrenta a todo tipo de monstruos sobrenaturales y mitológicos.
Este libro, uno de los primeros trabajos del autor en el medio y completamente autoeditado, es un relato sorprendente. El ritmo es constante, sin permitir que te aburras mientras avanzan los capítulos, y el texto es fluido como una conversación. Ismael no teme emplear los garabatos en sus escritos, y aunque no abusa del recurso para no entorpecer la comunicación, si logra plantar un muy buen “conchesumadre” en uno de sus paneles. Miguel es un poco taciturno, por lo que como protagonista es más reaccionario a la misión de cazador sobrenatural que le es impuesta, mientras Carla es mucho más humana y una excelente compañera en esta aventura. Su desconocimiento de este mundo mitológico (así como el nuestro) hacen que sus errores naturales sean el combustible para que la historia sea impredecible en ciertas vueltas. Otros personajes que pueblan la trama también son entrañables en su propia medida, como el carismático Mastema el tentador.
El 2016 nos trae una secuela, llega a las librerías Miguel de Fuentesanta: El Grito de la Tierra de la mano de Mythica Ediciones, una obra que explora un mayor protagonismo de Miguel, esta vez con la amenaza de una empresa termoeléctrica (Indesa) que promete arrasar una zona en donde residen pueblos originarios como criaturas mitológicas. Acá Miguel deberá intentar evitar el desastre, detener a la empresa, frenar a las criaturas furiosas y enfrentarse a los peligros que trajeron las decisiones que antes tomó. Esta vez el final nos deja a la espera de una tercera parte, pero se nota también que los años no pasaron en vano porque tanto el guion como el arte se ven fortalecidos en esta entrega. Es cierto que esta parte no me convenció tanto en su inicio, pero los fluidos diálogos de Ismael permitieron que me volviera a encariñar con el personaje, un Miguel que se siente empujado a situaciones más extremas y violentas, y que podría caer en cualquier momento.
LA CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO DE MITOS
Ambos libros se desarrollan en un mundo entre grietas. Un sur de Chile tal y como lo conocemos, pero en el que las criaturas sobrenaturales, los fantasmas, los brujos y hasta el mismo diablo, pueden actuar a sus anchas pero solo en conocimiento de quienes también forman parte de ese mundo. El libro del 2011 nos introduce a través del personaje de Carla, una recién llegada a estas grietas que debe aprender a lidiar con lo sobrenatural y su conexión con ello. El segundo libro nos envía de lleno al corazón de este mundo con un conflicto que implica a todos sus ocupantes.
El autor, tal cual su personaje, es un extranjero a esta mitología. Ambos son españoles que se encontraron con un país muy rico en historias y corazón, con el que tienen una deuda que saldarán con cariño. Mientras que para Miguel esto significa ayudar con su fuerza y valor en el sur, para Ismael es demostrar respeto, instrucción y cuidado al trabajar con un folklore tan importante en la zona.
Hablando de, su protagonista, Miguel es un ex soldado español de la época de la Colonia. Con una trágica historia de romance, traición y dolor, se convierte en un justiciero inmortal que ronda el sur de Chile para mantener el equilibrio entre los humanos y los seres mitológicos. Estos libros están llenos de acción y aventuras, acción que el mismo autor no es ajeno pues también practica Chikung (meditación en movimiento) y artes marciales. No es raro, entonces, ver a Miguel en posiciones de tranquilidad antes de la tormenta, un protagonista con una resolución de acero que solo se lanzará a la batalla cuando sea necesario.
DE ACUARELAS A BLANCOS Y NEGROS
El primer tomo es un trabajo autoeditado por Ismael con financiamiento del Fondo del Libro, premio que se ganara el autor en diversas ocasiones. En esa ocasión, el autor hizo un trabajo de acuarelas que le dan vida a las páginas del libro, escenarios como las playas de Chiloé, los bosques nativos, las comunidades originarias o las cuevas de los brujos se plasman con distintos tonos fluidos, logrando un juego de siluetas en el que pareciera que cualquier mancha podría ser un personaje. Esto es trabajado junto a un estilo de dibujo muy libre en las proporciones, permitiendo que los personajes parezcan de rápidos movimientos, aunque algunos pierden definición como los brujos o el mismo imbunche, en uno de los capítulos más rápidos de la historia.
Para su segundo libro, Ismael evitó completamente la auto-copia y trabajó en un blanco y negro que permite un juego de sombras que va muy bien con el tono más grande, más oscuro y más personal de esta historia. Además, se autoimpuso limitaciones como no usar gris, debiendo jugar bastante con las líneas, grosores y detalles en cada página. Haciendo la odiosa comparación, se nota los años entre un estilo y otro, logrando en su segundo trabajo un estilo más unificado y compacto, en que el que pierde velocidad pero gana bastante en definición para sus personajes.
En resumen, ambas Miguel de Fuentesanta son libros que recomiendo con mucha seguridad a los amantes de la mitología, de exploración personal, de las buenas narraciones o del arte de Hernández. Los que más ganan con esta historia son los que buscan algo raro en las historietas chilenas, un libro de aventuras. Bueno, acá los tienen.